Capítulo 5
“Dicen que existe una diferencia entre los recuerdos y las promesas hablada por muchos y conocida por pocos. Ya que mientras una promesa se rompe a causa de una persona, el recuerdo puede destruir a esta por completo "
No tengo respuestas. Necesito de ellas
Mi mente daba vueltas, había salido de clases para encontrarlas pero ya veo que eso solo empeoró las cosas. ¿Qué se supone que paso exactamente aquella tarde?
El poseer únicamente la información brindada por aquellos sueños tan reales que me hacían pensar que se trataba de un recuerdo, me revolvía los pensamientos. ¿Y si Nino y Alya poseen algún tipo de relación al accidente? ¿Y si saben algo más de aquel día? ¿Qué tratan de ocultar?
Es imposible las condiciones de ese accidente fueron puestas por mi imprudencia junto al recuerdo del cuerpo ensangrentado e inmóvil de Adrien en mis brazos, confirmaban más que todo . Lo que era seguro es que aquellos dos sabían algo, lo suficiente peligroso para querer esconderlo de tal forma. Alya no era así, ella odiaba discutir y nunca faltaba a clases suele ser muy responsable con sus estudios y siempre me cuenta absolutamente todo no importaba de que se tratara, y aunque Nino es de una actitud más relajada se que algo está pasando desgraciadamente mal para hacer que se altere así. ¿O será que solo estoy sacando suposiciones al azar?
Primero Adrien, ahora ellos. Y así digo que tengo una vida normal ¿Pueden creerlo?
Mi estómago ruge, tenía demasiada hambre. Desperté tarde y a duras penas me acomode para asistir al colegio, no quería faltar y preocupar a los demás junto a mis padres. Ahora estoy pagando las consecuencias de ello.
El timbre suena indicando que la primera hora llegaba a su fin. Me encuentro sentada a un lado de las escaleras del instituto en caso de tener que comenzar a correr otra vez en una “mini-persecución" que me deje sin aire, por decirlo así.El aire invernal hace que me estremezca por lo que decido entrar y mantener cierta cautela al hacerlo.
Hago un intento de mezclarme entre la multitud de los estudiantes, todos se encuentran hablando de su fin de semana en manera despreocupada algunos posaban su mirada en mi para luego desviarla, por lo que nadie nota que acababa de entrar. Hasta que alguien me toma de un brazo y me acerca con fuerza y rapidez hasta uno de los salones.
–¡Marinette! ¡Dios santo! Tu quieres es causarme un espanto jovencita– escucho a Alya decir en tono de broma, para abrazarme en un movimiento aún más rápido que el anterior –Me alegra verte de regreso – dice separándose finalmente y dando una sonrisa amable y sincera
–Yo..–la miro confundida, para después devolverle la sonrisa de una manera un tanto tímida–Creí que ya era momento de volver– me encojo de hombros evitando el tema de hace un rato, en verdad había estado fuera más de una semana desde que desperté, estando dentro del hospital todo por obligación de guardar reposo absoluto y mantener un control de medicinas, la tensión se siente entre nosotras creando un momento incomodo.
Se le ve un poco más calmada a como la escuché anteriormente tras la puerta. Porta un poco de maquillaje en su rostro aunque no tan exagerado como el de Chloe, este es más hacia un toque natural. Su cabello castaño se haya totalmente suelto llegando hasta más arriba de la cintura terminando en ondas doradas, su vestimenta era la de siempre y su manera de expresar era entre nerviosa y a la vez determinada. Sin embargo en su mirada se reflejaba un profundo sentimiento de angustia y pánico
–Alya, ¿Todo está bien? –hablo alzando una ceja. A lo que ella pestañea dos veces
–Si claro, ¿Por qué no habría de estarlo? Mi mejor amiga finalmente asiste a clases y eso me pone de maravilla –Ríe nerviosamente mientras aparta la mirada hacia la ventana como si esperara que algo saliera de ella en este momento. Pero termina agitando la cabeza en modo de confusión y me mira dulcemente –¿Quieres ir a comer? De seguro Nino nos ha de estar buscando –
–Pensé que ustedes habían faltado hoy..., ya sabes no los había visto en todo el día –
–Es que... Me sentía mal ¿sabes? Creo que debería ir a la enfermería – mi estómago gruñe nuevamente
–¿No íbamos a comer? – escucho mi voz decepcionada, enserio tenía demasiada hambre
–Si tienes razón –ríe nerviosa otra vez al hablar. Obviamente se que se encuentra mintiendo, reír es algo común en ella al hacerlo, estoy segura de que era mi amiga de quien había huido hace tan solo minutos. Y ahora estoy aquí hablando con ella como si nada.
Continuamos caminando por los pasillos del instituto encontrándonos con Nino, quien traía dos bandejas repletas de comida. Le agradecí mentalmente por ello, nunca había estado tan contenta y emocionada de verlo.
Con el pasar de las horas las clases transcurrían de manera habitual y la actitud casual en ambos parecía ser la misma de siempre, a excepción de alguno cambios drásticos de tema seguido por movimientos o palabras sin sentido.
Por un momento dude si en realidad se trató de ellos la discusión de los pasillos.
Con el pasar de los días había intentado localizar a Adrien Agreste desde todos los medios posibles, fui hasta la mansión dos veces; la primera siendo Ladybug para llegar a encontrar una edificación vacía por completo, prácticamente abandonada como si nadie nunca la hubiera habitado. La segunda ocurrió a comienzos del invierno cuando las nevadas se hacen presentes, siendo Marinette, note que las rejas estaban ya oxidadas casi en su totalidad, la nieve fina cubría la vegetación marchita y gran parte del lugar, la escarcha congelada se esparcía por el interior de la mansión y tan pronto respirabas dentro el vapor era condensado en forma de humo.
También se me ocurrió colocar el nombre de la familia Agreste en Internet ¿Eran famosos no? Algo debería encontrarse. Recuerdo que admiraba el talento y reconocimiento que su padre poseía en el diseño. Sin embargo solamente encontré enlaces de estudios de mariposas.
Otra cosa que se me ocurrió fue el recurrir a los archivos de la alcaldía, había sido todo un horror intentar dar con los documentos que buscaba, pero no brindaba ninguna información importante o referente a lo que necesitaba
En cuanto a Alya y Nino mis conocimientos eran nulos cada día pasaba igual al anterior, aveces nos reuníamos y no lograba obtener detalles algunos sobre aquella conversación. Al parecer se habían vuelto más cautelosos al comunicarse. Sobretodo Nino, los primeros días parecía estar inseguro recibiendo miradas amenazantes de Alya pero esto poco a poco se fue olvidando.
Era como si todo lo relacionado a Adrien Agreste fue olvidado y por consiguiente eliminado de todo el mundo.
Justo ahora me encuentro dibujando en el parque, analizando cada una de las piezas de este enorme rompecabezas. Pero tan solo parecen no coincidir unas con otras. Suspire rendida, supuestamente esta noche regresan mis padres así que mi pequeña búsqueda se verá interrumpida durante un tiempo. Suspiro rendida ¿Tal vez sea momento de olvidar todo esto y seguir adelante?
Continuara...
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