INNOCENCE.
( LIBRO UNO. )

—¡Adiós! —se despidió Jade de sus amigos alzando su brazo. Ellos ya se encontraban algo lejos de ella, así que sólo hicieron un ademán con la mano en forma de despedida.

La castaña se dio la vuelta y comenzó a caminar dando saltos en dirección a su pequeño hogar.

—Chicos, debemos planificar la fiesta de Jade —Zayn y Niall se quejaron al mandato de la rubia.

—Pero eso es mucho trabajo —alargó Niall mientras los tres se dirigían a una cafetería, el invierno comenzaba a aparecer.

Al final, Niall volvió a ser amigo de Zayn con la misma confianza que tenían antes, a lo que Jade comenzó a cantar divertida molestando a su amigo; él sólo le respondió abrazándola hasta que le doliera y riera hasta más no poder. Jade no sabía el hecho de que ambos antes se conocían, y preferían mantenerlo así, era más sencillo para ellos.

—Y además tendré que ir de nuevo a la pastelería que esta del otro lado de la ciudad, porque a mí me gustan los pasteles de ahí —reprocha Zayn.

—¡Hey! Yo adoro esos pasteles también —los dos chocaron los cinco.

Perrie cerró los ojos mientras se acariciaba las cienes y negaba con la cabeza.

Jade dejó de saltar cuando sus piernas no dieron para más saltos. Comenzó a caminar tranquilamente mirando al suelo; la ligera sonrisa que tenía en sus labios se fue desvaneciendo al recordar que tenía puesto su pequeño gorro negro que tenía unas orejas de gato igual negras. Dejó de caminar quitándose el tierno gorro de la cabeza, al mirarlo recordó lo que había dicho Harry hace una semana.

—¡Harry! —exclama Jade saltando hacia él con una tierna sonrisa en sus labios.

Harry no pudo evitar gruñir dándose la vuelta—. ¿Qué? —la pequeña castaña le sonrió ésta vez con alegría, dejando de saltar para que él pudiera ver su amado gorro negro en su cabeza.

—¿Te gusta mi gorro? Me veo bonita, ¿verdad? —una risa inocente se escapó de sus labios.

El rizado arrugó el entrecejo—. No —le respondió con obviedad.

La sonrisa de Jade se borró lentamente, comenzando a convertirse en una mueca triste. Harry sintió un pinchazo en el pecho al ver la expresión triste en la mirada de ella.

—Pero mi mami dijo que me veía bonita —alcanzó a susurrar.

—¿Si? Pues ella te mintió —dice él con simpleza, se dio la vuelta no sin antes encogerse de hombros y siguió caminando dejando a Jade sola en el pasillo, con gran parte del corazón destrozado.

La chica suspiró, soltó el gorro dejándolo sobre la acera y lo miró con los ojos cristalizados.

—Creo que ya no sirves —se encogió de hombros y siguió su camino.

N/A: Insultos a Harry en 3... 2... 1...

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