INNOCENCE.
( LIBRO UNO. )

Zayn dio por terminada la llamada luego de gritar histérico. Louis y Harry se levantaron de golpe viendo a Jade quien casi lloraba del dolor que sentía en su pie derecho, ninguno de los dos sabían que hacer.

— Duele — se quejó Jade, de inmediato Harry al reaccionar de arrodilló y la cargó, luego la dejo en la cama; Louis se acercó a su pie y retiró el calcetín que traía puesto. Al contrario, Harry se acercó a Jade quien conectó sus miradas, él acaricio con delicadeza su cabello. — Duele mucho, Hazz — susurró haciendo el rizado tomara su mano, la apretó con fuerza.

Acercó su rostro al de ella mirándola con ternura. — Estarás bien, Poopey — besó su frente provocando que ella se sonrojara por el nuevo apodo hacia ella. Harry se acerco hasta Louis quien veía el pie de Jade con una mueca de lástima. — ¿Qué pasa?

El castaño lo miró. — Hay que llevarla al hospital, mira — tomó el pie de Jade con delicadeza. — Jade, ¿te duele si hago esto? — trató de poner su pie en posición como si estuviera parada, pero apenas lo movió soltó un quejido apretando la mano de Harry. — ¿Te dolió?

Harry lo miró sarcástico. — No, Louis. Para nada le dolió, no apretón mi mano por nada, no se quejó por nada.

— Ay, ya — dijo Louis fulminandolo con la mirada. — Déjame cargarla, iremos al hospital — Harry negó rápidamente con la vista de Jade fijada en el.

— Yo lo haré — dijo soltando la mano de Jade, Louis rodó los ojos enojado. El rizado la tomo en brazos y la castaña recostó su cabeza en su pecho.

(...)

— ¿Qué son muletas? — preguntó Jade con su ceño fruncido.

— Te ayudarán a caminar mientras tengas el yeso — le respondió Louis señalando el yeso que traía puesto hasta debajo de la rodilla mientras caminaba al lado del rizado quien arrastraba la silla de ruedas con ella sentada.

— ¿Cuánto tiempo lo tendré? Hace calor en mi pie y mamá me regañará — volvió a preguntar.

— Lo tendrás por una semana, no es mucho. A mi me pusieron uno por 6 meses — prosiguió Harry.

— Y no te regañará, yo iré contigo — dijo Louis.

Jade asintió comprendiendo, su vista se posó en el yeso, lo golpeó fuertemente pero no sintió nada, les sonrió a los dos.

— ¡No siento nada! — exclamó riendo. Louis y Harry sonrieron mientras asentían, al llegar a su destino, el castaño entro al lugar donde les entregarían las muletas a Jade. Ella miró a Harry. — ¿Qué es Poopey?

Él sonrió inclinándose un poco hacia ella. — Así es mi apodo para ti, definitivo — le acarició la mejilla.

— Pero...

— Idiota, no es un apodo, Jade. Es un insulto, solo que antes no me agradabas tanto y te decía así, pero ahora me agradas mucho — ella sonrió recostando su cabeza en su hombro con sueño aún.

— Te quiero mucho, Hazz.

Harry abrió sus ojos grandes mientras sonreía a más no poder, recostó su cabeza en la de ella con delicadeza.

— Yo también te quiero, Poopey.