Tan pronto es liberado abraza con fuerza a Jun, no sabe quien fue más rápido, si él extendiendo los brazos o jun recibiéndolo al instante. Respira profundo el aroma agradable del que es llamado Sucio y cierra los ojos con fuerza sumiéndose en los cálidos brazos. No supo realmente cuanto extrañaba a Jun hasta que estuvo frente a él. Apenas es consciente de la tercera persona en la habitación.

—si sigues desapareciendo así terminaré por amarrarte a mi lado— Murmura Jun apartándolo y sosteniendo su rostro con ambas manos. —Te detesto, deja de hacer que me preocupe por ti.

Minghao no sabe que responder, él solo atina a regresar a la comodidad de sus brazos y olvidar el mundo. Con Jun siempre se sintió así, lo único en el mundo, algo que realmente vale la pena y es apreciado. Puede que sea una de las mentiras de Jun, pero Minghao ama sentirse todo para jun, como si realmente lo necesitara ahí para estar a gusto, para sentirse él. Minghao necesita a Jun para sentirse protegido.

Quiere estar con Jun para protegerse del mundo en el que ha estado viviendo. O quizás solo quiere estar con él porque quiere y ya, sin ninguna razón. ¿necesita una razón para quererlo? ¿algo que justifique su enamoramiento infantil? El que Jun sea guapo ya no es la razón, porque Minghao amaría estar con él aun si no lo fuera.

Casi por sorpresa siente los labios de Jun contra los suyos, pero esto no evita que corresponda el tacto. Cierra los ojos y como no sabe besar solo deja que ocurra, no le importa besar mal si es con Jun. En realidad no le importa nada si Jun está ahí.

—Jun.— Regresa al mundo cuando la voz de Joshua hace eco en el lugar. Ambos se apartan y Minghao no puede contener un sonrojo. —Sabes que está en problemas, no lo hagas más difícil.

Jun suspira.

—Va a cooperar, no es su culpa que lo secuestraran estando inconsciente.— La voz de Jun suena firme y seria, muy diferente a como es él.

—¿Y porque imaginas que regresó? ¿no te parece demasiado sospechoso? Era evidente que quería regresar, pero dudo que haya sido porque le dejaron de agradar los otros.

—Regresó para estar con su familia— Minghao de repente se siente confundido ¿Jun lo defiende? —¿Verdad?— Y los ojos de Jun vuelven a caer sobre los de Minghao. —No importa lo que haya pasado antes, vas a dejarlo atrás para vivir con Hansol y Sofí ¿no es así? Es lo único que buscas, cuidar a tu familia.

Minghao no puede apartar su mirada y los ojos de Jun son tan firmes que tiene miedo de mentir, tiene miedo de decepcionarlo. Abre la boca sin saber bien que decir y la cierra cuando nada llega a su mente. Es difícil mentirle a Jun, pero es aún más difícil decirle la verdad. No sabe qué hacer, y por algún motivo piensa que es tres veces peor que la droga que le hicieron tomar antes.

—No puedo, Jun...— Su voz tiembla sin poder mentir.

La decepción que cae sobre el rostro de Jun le oprime el pecho. Quiere abrazarlo y decirle que mentía, decirle que si quiere quedarse con ellos y olvidar todo. Quiere ser feliz con su familia sin tener que preocuparse más.

—¿No puedes?— Pregunta jun con calma. —¿Realmente no puedes hacerlo? ¿Qué no puedes hacer? Minghao...

—No puede traicionarlos a ellos.— Habla Joshua. —Jun te dije que pasaría.

—¿Traicionar?— Jun se aparta y Minghao lamenta la falta de tacto, sin embargo no se mueve una vez está lejos. —¿a quienes? ¿a las personas que te utilizan como carnada? Eso fue lo que hicieron, ellos te querían aquí y por eso te dejaron libre. ¿no quieres traicionarlos a ellos?

—No es lo que piensas.

—¿Qué? Pienso que tu hijo y tu hermana son mucho más importante que ellos. Y pensé que habías regresado para estar con ellos.

—Lo hice.— Y no miente. —Pero...

—¿regresaste con ellos o regresaste por ellos? Aunque no lo creas hace una diferencia muy grade.— Jun sabe que Minghao es incapaz de mentir bajo su mirada, así que no la aparta de él ni un segundo. Minghao quiere ser firme, pero termina mirando hacía otro lado. —No te vas a quedar... No vas a quedarte conmigo ¿verdad?

—Jun, es más complicado de lo que piensas.

—No, es una simple respuesta de sí o no.— Jun realmente parece enojado, más de lo que alguna vez vio Minghao. —¡Estoy dando todo para salvarte!— Grita. —¡Si no fuera por mi estarías encerrado y siendo enjuiciado para una ejecución! ¡¿sabes el trato jodidamente distinto que recibes?! ¡Si no fuera por mi ni siquiera estarías vivo!— jun suspira y suelta una pequeña carcajada. —En serio, en serio pensé que querías olvidarte de todo y ser feliz, pero no, tú... ni siquiera sé lo que buscas.

—Minghao— Lo llama Joshua y él gira sin dejar de ver a Jun. No quiere apartar su mirada de él porque no puede acercarse. Sus piernas tiemblan. —Tienes suerte de que Seungcheol no sepa de esto, Jun y yo estamos arriesgando mucho, así que... por el bien de todos, accede a ayudarnos.

Quiere decir que no, sin embargo su mirada recae en Jun y no puede dejar de pensar en lo molesto que se encuentra. Quiere acercarse y abrazarlo, pedirle perdón y decirle que se quedará con él, pero sabe que no podría, Minghao jamás podría mentirle a Jun.

—No puedo.— Repite con la voz quebrada.

—¿No puedes decir la verdad?— Pregunta Jun pesadamente. —Se cómo solucionarlo.

—No.— Dice Joshua. —Es peligroso para él tomar una droga que ya lo afectó tanto.

—Parece no importarle.— ¿Es posible que el corazón se rompa? A pesar de que es solo una expresión Minghao no puede evitar sentirlo como realidad cuando Jun habla como si realmente no le importara lastimarlo. —Si se aplica en una dosis más pequeña estoy seguro que no le afectará.

—Puede ser una opción, sin mencionar que como ahora sabemos que le afecta podemos tomar cartas en el asunto. Todo estaría supervisado.

—No lo haré. — Dice por fin una frase firme. —No voy a hacerlo de nuevo.

—No está a discusión.— Habla Jun con fuerza, y a Minghao realmente le sorprende esa parte de Jun ¿alguna vez la vio? No, nunca, cuando Jun se enojaba era como un berrinche, no le hablaba ¿entonces que era esto? —Lo harás, aunque no estés de acuerdo.

—No, dijeron que necesitaban mi autorización para...

—No, no la necesitamos.— Habla Joshua con tranquilidad. —Gente corre peligro si no lo hacemos.

La mirada de Joshua lo pone incomodo, mucho más de lo que imaginó. Gira hacía Jun y se siente atrapado entre ellos, tan acorralado que no sabe a dónde huir, y jamás pensó que se sentiría de esa manera con Wen. Pasó de sentirse protegido a ser amenazado por el mismo hombre que lo abrazó momentos antes. Tiene miedo, y aunque sabe que Woozi debió prever todo eso no puede evitar querer que Jun lo proteja y le diga que no hace falta. Que cree en él.

—Jun— Sin darse cuenta ha caminado hasta él tomando su mano. —confía en mi necesitamos hablar.

—Hablaría contigo— Murmura Jun tomándolo de las mejillas y golpeando sus frentes. Es un tacto amable y cariñoso que alivia un poco la tensión de Minghao. —...pero ambos mentimos ¿no es así?

—Prometiste que no ibas a mentir de nuevo— Responde sintiendo su nariz y ojos arder. —Confía en mi y haré lo mismo.

—¿Escuchaste todo?— Pregunta Jun aparentemente sorprendido. Minghao asiente.

—También te quiero, Jun, no sabes cuánto.

¿Se puede sentir aliviado con una simple frase? Mantiene sus ojos en Jun sin querer apartarlos.

Ama a Jun.

Pero le asusta, porque el amor es veneno.

Y Minghao es ese veneno.

El veneno de Jun. El de Sofía, y el de Hansol.

—Te detesto— Murmura Jun en respuesta besando las manos de Minghao. —Estoy tan jodidamente enamorado de ti.

Minghao sonríe. Su corazón infantil es tan egoísta que se siente feliz de que jun lo ame, aun cuando solo lo lastimará.

—Jun— Habla Joshua. —Sabes que no debes dejarte guiar por los sentimientos. Es peligroso.

—Lo sé...— Minghao se congela tan pronto habla Jun. —Pero no lo obligaré.

—Ah... Que rápido cambias de opinión. — Joshua camina por la habitación y toma una delgada jeringa que descansaba sobre una mesa. —No quería llegar a esto, pero no tengo de otra en vista de que Jun no te hará entrar en razón.

Minghao se aparta un poco de jun y observa a Joshua sacar un pequeño frasco. Le da escalofríos, pero la mano de Jun sobre la suya le da un poco de seguridad.

—Joshua...

—Tranquilo— Dice Joshua a la pequeña amenaza de Jun. —Esta dosis es perfecta para mantenerte consiente y a la vez ser efectiva, si me permites usarla en ti dejaré que te vayas por lo que has venido, te prometo no seguirte.

—¿Por qué confiaría en ti?— Pregunta Minghao.

—Porque soy incapaz de mentir. Jun lo sabe.— Jun asiente un poco incómodo de que las miradas se pose tan rápidamente en él. —Los efectos secundarios de esta droga son bastante peculiares, traen recuerdos, dolores de cabeza, insomnio, pesadillas... Pero cuando te acostumbras a ello y sigues tomándola se adhiere tanto a ti que duele el simple hecho de pensar en una mentira. Es como un golpe a la espina dorsal. Tú decides, Minghao.

Sus pensamientos corren demasiado rápido como para seguirlos ¿estará bien hacerlo? Woozi debió pensar que fallaría ¿no? que terminaría diciendo la verdad, asi que no hay problema con hacerlo. Y si puede salir de ahí tan fácil como Joshua lo pinta entonces no tiene motivos para decir que no.

Suspira apretando los labios, y acepta.

...

El próximo capitulo va a ser un balde de agua fría.

 Ya estamos cerca del final.