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Capítulo 11

Cundo todo es perfecto es el final ¿no es así? Es difícil dilucidar lo que está bien y lo que está mal, no por el contraste, sino porque Minghao realmente no tiene una justa referencia de lo bueno. No sabe si su vida mejoró, pero está seguro de que ha cambiado. Si esto es lo bueno ¿Por qué nunca se sintió así? ¿Era malo aun cuando estaba con su familia? Porque si eso es lo bueno ¿eso donde deja a la vid que tuvo junto a su madre? Él la ama, y ahora que no tiene a sus padres no puede evitar pensar que entonces su vida no es buena ahora.

Le teme a lo que dicen que es bueno.

Juega con la pequeña mano de Hansol mientras que él está dormido, es un niño adorable y parece lo más normal del mundo ¿Eso es normal? Cuando su hermana era pequeña no solía dormir tanto, ella corría de un lado a otro y esa era la señal de que estaba bien, de que no estaba enferma o en peligro. Pero con Hansol es distinto, el verlo dormir y respirar tranquilamente puede ser una señal de que todo lo malo acabó.

—Tenemos que hablar.— Escucha la voz de Jun y gira hacia la puerta. Él está de pie justo a unos cuantos pasos. —Al parecer Yoon Jeonghan quiere hablar contigo.

—¿jeonghan?

2

Quizás fue un parpadeo o dos, no lo sabe, desde hace días que se pierde en el tiempo o despierta sin darse cuenta de cuando durmió, a veces ni siquiera sabe que día es. No ocurre siempre, pero ocurre y es algo que lo saca por completo de sí mismo, perder partes de la realidad es algo que nunca imaginó que pasaría. Cualquiera que fuera la razón no quería saberla en ese momento.

Tiene a Jeonghan ahí, solo que este se encuentra sobre una cama de hospital con cables conectados a sus muñecas, y sin estar consiente. Hay un pequeño bulto adorable sobre el estómago de Jeonghan y puede intuir lo que significa.

—Despierta de vez en cuando y despues vuelve a dormir.— Dice Hoshi helando la sangre de Minghao. Se gira de golpe para encararlo.

No tuvo tiempo para quejarse antes, Jun le dio la opción de ir con él y dejar que Hoshi cuidara de Sofí y Hansol o que Hoshi se quedara con él. Minghao escogió sin pensarlo os veces, no quería a esa persona cerca de su hermana y de su hijo, aun cuando significara quedarse a solas con él. O casi a solas.

—Si le hiciste algo...— No sabe que hará, pero no perdonaría a Hoshi si este lastimaba a Jeonghan.

—No hice nada ¿Qué le voy a hacer? Lo único que hice fue cuidarlo día y noche ¡Hasta lo he llevado al baño!

—¿¡Lo tocaste!?

—Era necesario, no tengo poderes telepáticos o algo así.— Hoshi suspira. —Él está bien, cuando está despierto es amable y habla, todos lo adoran aquí.

Minghao regresa su vista a Jeonghan. El mayor es luz, es luz a donde quiera que va, es amable y se preocupa por la gente más que cualquier otra persona en su situación, Jeonghan es bueno con todos, con los niños, con los ancianos, con los adultos, con todos, rompe barreras que Minghao aun tiene en sí mismo y que lo limita. No sabe como una persona tan hermosa puede amar a alguien tan chiquito y endemoniado como Woozi.

Pasa sus dedos sobre el pequeño bulto y se pregunta cuantos meses han pasado ¿Cuatro? ¿cinco? ¿Por qué él no se dio cuenta de ello? Entonces la culpa lo golpea con tanta fuerza que debe morderse el labio.

Dejó a Woozi, a Seokmin y a Seungkwan solos, ni siquiera sabe como llegó Jeonghan hasta donde está, tal vez los atraparon a todos y Jun le mintió. Jun le mintió porque nunca le dijo que Jeonghan estaba ahí, que estaba en un hospital con personas resguardando la entrada de su habitación como si fuera un prisionero. ¿Ese era el mismo destino para los otros tres? ¿Qué pasaría con Kwannie? ¿Qué pasaría con Woozi y Seokmin?

—Espero que realmente no le hayas hecho algo...— Murmura, pero con una habitación tan solitaria y silenciosa el susurro rebota en las paredes.

—¿Crees que voy a aprovecharme de él mientras duerme?

—No necesita estar dormido para que te aproveches de él.

—Mira, me agrada Jeonghan, digo, es un chico lindo y claro que me gusta, pero él no es como tú.

—¿Joven? ¿idiota?

—Un Inmundo.

—Jeonghan y yo venimos del mismo lugar, lamento desilusionarte.

—Vienen del mismo lugar, pero Jeonghan no es Inhumano.— Hoshi sonríe ante la mirada confundida de Minghao. —Déjame explicarte: No soporto a los chiquillos endurecidos por las guerras, aquellos que se deshacen de la empatía y creen que nada los puede romper, que soportarán todo con tal de lograr su objetivo. Tú eres así, no salvaste a tu familia porque los amaras, los salvaste porque era tu deber como hombre, y lo probaste cuando viste que estaban a salvo y te largaste. Eres como todos los inmundos, Minghao, el deber ante todo, ser un hombre inquebrantable.

—No, tu no sabes nada acerca de mí.

Minghao salvó a su familia porque los amaba, él los sigue amando y por eso hizo lo que hizo ¿Qué futuro tendrían con él? Dejar a su hermana con Jun fue una decisión impulsiva pero probó ser la mejor, Sofí es feliz, y aunque su madre ya no está Minghao puede presentir que Jun hizo todo lo que estuvo en sus manos para salvarla.

—Yo no iba a hacerlo.— Murmura Hoshi con una emoción extraña.

—¿hacer que?

—Yo no lo iba a hacer si tu te quebrabas frente a mi. Pero ni siquiera lloraste.— Hoshi suelta una risa amarga. —Sabía que querías llorar, lo hiciste frente a tu padre, lo hiciste frente a Jun ¿Por qué fingirte inquebrantable entonces? Eso es porque eres un inmundo. Odio eso, no necesitamos más gente incapaz de sentir aquí. Si eres incapaz de quebrarte entonces serás tan infeliz ¿no es gracioso?

Minghao detesta ese momento, porque Hoshi tiene razón. Minghao no sabe como ser feliz, no sabe ser como Jeonghan o su hermana. Cuando algo bueno pasa él es incapaz de dejarlo así, siempre mira hacía los lados esperando a que algo ocurra, algo malo. Es por eso que no acepta a Jun, no acepta por completo la vida que Jun le ofrece, no acepta que Hansol por fin sea feliz.

¿Eso era lo que su padre sentía? ¿se sentía tan incapaz de confiar en alguien? ¿en confiar de que las cosas estaban bien? Su padre, un hombre inquebrantable y un soldado que no era feliz, que veía al mundo tan oscuro, en cambio su madre era más optimista y cariñosa, ella llevaba a Sofí a la escuela esperando que algún día esa niña escogiera su camino, una mujer esperando a que su hija crezca, mientras que su padre era distinto, ese hombre que esperaba a que su hijo consiguiera una mujer y una familia a sabiendas de que él podía no alcanzar a verlos.

Ese hombre inquebrantable que al darse cuenta de que no podía hacer nada por su familia le cedió a alguien más el cargo. Minghao no sabe si realmente está pensando en su padre, o en sí mismo.

—Déjalo en paz...— La voz de Jeonghan hace brincar un poco a ambos. De pronto ya está sentado sobre la cama al tanto de su conversación. —Minghao no es inquebrantable, solo es bueno mintiendo. Y puede que la guerra viva en él, pero eso lo hace tan persona como nosotros ¿no? — Jeonghan sonríe, y sus ojos son luz. —Y es capaz de otorgar tanto amor y cariño aunque no lo creas, despues de todo él crio a la niña más amable y hermosa de este mundo, y a los dos niños más adorables de todos.

Minghao no espera otro segundo, se mueve tan rápido que recuerda tarde ser cuidadoso y se golpea un poco contra Jeonghan al abrazarlo. Quiere hundirse en la calidez de Jeonghan y nunca salir de ahí, sentirse protegido como cuando su madre lo cuidaba. ¿Cómo una persona que ha sufrido puede ser tan buena?

—Estás bien...— Murmura un poco aliviado. —Lo siento, fui un idiota, no debí bajar la guardia.

—Deja de pensar que eres omnipotente.— Jeonghan lo aparta y suspira largamente. —Mira, las cosas no van bien, Hoshi me dijo que tu abogaste por mí y por los demás, pero Woozi ha hecho muchas idioteces y...

—¿Woozi? ¿está aquí?

—¿No te ha contado Jun?— Pregunta Hoshi sentándose con naturalidad a un lado de Jeonghan, y Jeonghan parece estar bien con eso. —Tus amiguitos han hecho muchas tonterías, ahora están en una especia de "revolución"

—¿Revolución?

—Es una tontería, Minghao, Woozi realmente no sabe lo que hace, está convenciendo a la gente de ideas locas y si esto sigue así dudo que podamos hacer algo por él.

—¿Qué clase de ideas locas?

—Algo así de que la guerra es falsa.— Responde Hoshi. —Woozi jura que la única razón por la cual el pequeño país del norte no ha caído es porque "Los sucios necesitan cubrir los asuntos importantes con una cortina de humo". Es una tontería si me preguntas.

Una tontería.

Una tontería es atacar a un país que ya no lucha, una tontería es acabar con una ciudad fronteriza que es inútil, una tontería es matar a millones de inocentes. Una tontería. Una tontería es perseguir a refugiados hasta por debajo de las piedras. No, los sucios nunca buscaron refugiados por nada, ellos estaban detrás de algo más.

¿Realmente queda totalmente descartado? Sabe que si habla con Woozi podrá entenderlo, si tan solo habla con él podría comprenderlo. Porque estar con Jun es vivir en una burbuja, es no saber lo que ocurre en el mundo, no saber que ocurre con nada porque Jun no habla con él, y cuando lo hace lo trata como poco más que un niño. Nunca se sintió tan desconectado del mundo.

Quiere hablar con Jun. No, él necesita hablar con Jun, exigirle explicaciones, la explicación del porque no le había avisado que encontraron a Jeonghan, la explicación del porque había ocultado lo de Woozi. Quiere la verdad.

Minghao ya no es un niño, él puede comprender las cosas.

—Tengo que hablar con Jun.— Mira a Jeonghan y no sabe si solo irse y ya, no quiere separarse de él, no quiere dejarlo más tiempo con Hoshi, pero no puede moverlo con tantos cables conectados. —Jeonghan... ¿Estás bien? ¿Cuándo podré llevarte conmigo?

—Cuando tenga a su bebé.— Responde Hoshi. —Jeonghan debe estar en total reposo, su bebé no está del todo bien.

—¿Ocurrió algo?

Jeonghan sonríe dulcemente, tan dulce que Minghao se preocupa por lo que vaya a decir. No sabe lo que ocurre, pero aquella sonrisa no es un buen presagio.

—Una larga historia.— Responde el mayor. —No lo entenderías.

—Lo haré.— Dice tan rápido como puede. Está tan cansado de esa frase.

—No, créeme, no lo harás.

—Jeonghan, voy a entenderlo, no importa lo que sea.

Jeonghan vuelve a sonreír, sin embargo la sonrisa desaparece segundos despues.

—Intente matarlo, Minghao, porque es hijo de Woozi.

Oh, mierda. No lo entiende.

3

—Tus manos son grandes.— Dice Hansol extendiendo su brazo para comparar su pequeña mano con la de Jun. —Algún día las mías van a serlo.

Jun sonríe colocando su mano justo frente a la de Vernon, es difícil pensar que esa diminuta mano crecerá. Vernon le agrada, es un niño con energía pero que disfruta momentos de quietud, momentos en los que se recuesta junto a Jun y solo admira el espacio vacío o el universo que solo existe en la cabeza de los niños. Se pregunta si Minghao alguna vez tuvo aquel universo.

—Esperemos que tus manos no crezcan mucho, si lo hacen parecerás un payaso.

—Quiero que mis manos sean grandes, Seungkwan dice que así podría tomar más manzanas.— El niño se queda callado por un par de segundos. —Extraño a Kwannie, y creo que él debe de extrañarme. ¿Cuando lo veré? También extraño a los demás.

—Eres pequeño, quizás cuando crezcas ya no los recuerdes.

—Lo haré.— Dice el niño demasiado rápido. —Voy a recordarlos hasta que me muera.

—Shh...— Jun coloca un dedo sobre los labios de Hansol. —Si Minghao te escucha decir eso me matará a mí. No digas nada relacionado con la muerte.

—¿puedo decir algo más de la muerte?— Jun no tiene tiempo para decir que no. —Creí que estabas muerto. Cuando los demás niños del refugio me preguntaban por mi papá yo no sabía que responder, ellos decían que estaban muertos, porque los suyos lo estaban. Muchos padres murieron y yo pensaba que tú eras uno de ellos. Solo que los niños saben que sus padres murieron, y yo no lo sabía porque papá no me lo contaba. ¿Por qué papá nunca habló de ti?

Jun suspira tomando la pequeña mano de Vernon en la suya. Jun no puede culpar a Minghao, es algo que le ha pasado constantemente lo largo de su vida. Su familia ya no hablaba de él, su familia no le hablaba a su hermano menor de él, ni siquiera su madre que se sentía un poco más suavizada, o sus tías que no solían soltarle las mejillas cuando era niño. De pronto Jun desaparecía de la vida de todos, y era peor que morir. Por lo menos hablan de los muertos, pero nadie hablaba de Jun, era como si nunca hubiera existido.

Jun no existe en las familias.

—Minghao tendrá sus razones.— murmura un poco. —Yo tampoco sabía de ti.

—Y... ¿te alegra tenerme? Minghao dijo que no me querrías... ¿es cierto?

Jun suspira y sonríe pocos segundos despues. Vernon se parece un poco a Minghao. Abraza al niño y besa su mejilla.

—No.— Responde enamorado del pensamiento que cruza por su cabeza. —Eres algo así como el mejor hijo sorpresa que pude haber tenido. Estoy feliz de que existas.

—Tú también eres el mejor papá encontrado que pude haber tenido.

Vernon lo abraza. ¿Por qué el cariño de un niño era tan reconfortante? Jun recuerda un tiempo en el que no los deseó y hasta los repudiaba. Ah, detesta a Minghao y su habilidad para enamorarlo de cosas que Jun jamás imaginó. Algo así como una familia. 


...

Actualizo el mes que viene, ahí se ven. 

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