Capítulo 8
Jace se despertó con Joffrey acurrucado a su lado. El día de ayer había querido darle un abrazo a Lucenys antes de irse a dormir, pero ella lo había apartado con una mueca y se fue con los tacones sonando la piedra del piso.
"Mi hermana era una dulce y tierna chica" le dijo a Baela quien consolaba a Joffrey del rechazo de su hermana "Ella es una perra con su rostro"
Jace se levantó, se arregló solo y salió de la habitación en busca de su madre pero se encontró a Lucenys y Lord Potter.
— Buenos días — dijo Jace.
—¿Qué tienen de buenos? — dijo ella claramente irritada. Su boca torcida en una ligera mueca y con fastidio en su voz.
—Lamento su actitud — dijo Lord Potter — Este es el tercer día que lleva sin café y se ha vuelto mala.
Lucenys sonrió como un gato a punto de arañar a alguien.
—Lamento si fui algo grosera — comentó ella alzando su mano, Jace notó unos delicados guantes de encaje color blanco.
¿Desde que llegó usaba guantes?
—Solo que los tres queremos solucionar este problemas de viaje dimensionales, es nuestro último año de colegio — continuó ella explicando — Y tengo un récord académico que mantener y una rival cuyo apellido debe estar detrás del mío. Así que entre más tiempo pasemos aquí, esa Granger tiene ventajas sobre mí. Algo que detesto mucho.
—Por tu voz,me hace creer que es tu enemiga jurada— dijo Jace tratando de tener una conversación con esta versión algo fría de su hermana.
—Soy una persona generosa, y como Granger es una nacida de muggles, un término en jerarquías donde venimos — contestó — En nuestro primer año extendí mi mano y por ello el apoyo de la casa Black para que tenga una educación completa en nuestras tradiciones. Pero ella lo rechazó creyendo que las Vías Antiguas era algo anticuado y poco necesario, luego ese año me tildó como una princesa mimada y malcriada, de ahí, que se volvió una — ella arrugó su nariz, como si evitara decir un insulto, — rival académica. Granger por pocas décimas es la mejor de nuestra promoción, dejándome en el segundo lugar — hizo una mueca de disgusto — Así que siempre trato de ser la mejor.
Jace vio como Lord Potter asentía con la cabeza.
—Según sus compañeros es algo mandona — agregó Lord Potter. — Una mandona sabelotodo que tilda a todos los Slytherin como magos oscuros.
—Es una pena que una persona como ella haya sido bendecida con el don de la magia — Lucenys entrelazó su brazo con su prometido para verlo al rostro — ¿Vamos con mi abuela? Nos debe estar esperando.
—Por supuesto — le sonrió Lord Potter para luego ver a Jace, el chico inclinó la cabeza —Príncipe.
—Príncipe — Lucenys también inclinó su cabeza.
Los dos siguieron su camino mientras Jace hacía el camino opuesto. El sonido de los tacones de Lucenys, giró levemente su cabeza. Era raro verla en todo momento con el cabello recogido.
A Lucenys le disgustaba tener que atar su cabello, le gustaba sus rizos sueltos o con una simple corona trenzada.
"No me gusta atar mi cabello" decía ella " Me hacen doler la cabeza"
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Para Alicent fue sencillo separar a Aemma Arryn de Walburga Black y cumpliendo su deber como anfitriona puso a su disposición dos criadas, quien rechazó rápidamente.
La reina Aemma tenia un aura cálida y hogareña, mientras que Madame Black le recordaba mucho a una Septa, por su rectitud y semblante serio.
—Poppy — dijo Madame Black
En un ¡Pop! una pequeña criatura, grisácea y con saltones ojos color castaño. mucho más bajita que un niño de siete años.
—¿En el nombre de los Dioses? ¿Qué es eso? — dijo Ser Criston colocándose de levante de ella y dispuesto a sacar su espada.
—Es mi elfina doméstica — contestó Madame Black viendo al criatura escondiéndose detrás de sus faldas negras. — Entenderá que estar en un lugar distinto a mi hogar puede generar desconfianza. Además, Poppy no representa un riesgo para nadie, ya que solo sigue exclusivamente mis ordenes y las de mi nieta.
—Poppy sirve a la Noble y Ancestral Casa de los Black — dijo la criatura reverencia ante Alicent
Alicent forzó una sonrisa.
Ella era la reina de ese lugar pero se sentía intimidada por la mujer frente a ella. No era tan alta, pero su mirada azul grisácea le daba miedo o como toda la imagen de ella impone miedo.
Una blusa blanca hasta el cuello, con botones pequeños y una larga falda negra ajustada en la cintura. El cabello pulcramente peinado en un recogido sin adornos.
—Es una suerte que esta habitación tiene balcón — comentó Madame Black — Me servirá para mi propósito. Puedo instalar aquí mi telescopio para observar las estrellas.
—¿Observar las estrellas? — preguntó Alicent
—Para crear el ritual para que nos lleven a casa debo estudiar la posición de los astros — contestó viendo hacia el balcón — Por ejemplo. A la bruja esa, esa mujer Gaunt — hizo una mueca de desdén — Se le facilitó traer a mi nieta y Harry a este lugar porque era un día de festividad de la Rueda. Samhain, un día que el velo del mundo mortal con el espiritual se desvanece.
Alicent asintió con la cabeza.
—Ahora debo prever un día aproximado para hacer el mismo ritual para llegar a casa — finalizó alzando y falda. — No se preocupe majestad, cualquier cosa que necesite de suma importancia está en este baúl. Poppy permanece en el.
Alicent miró el baúl de madera negra, se preguntó cómo cabía esa criatura pero no dijo nada.
Entre más pronto solucionen eso del ritual, más pronto se irán.
— Tal vez si le proporcionó una habitación vacía en el Torreón de Maegor— dijo Alicent queriéndole dar comodidad — para que tenga un espacio exclusivo para su preparación en el ritual.
Madame Black la vio y Alicent resistió el impulso de retroceder asustada.
—Muchas gracias, su gracia — aceptó Madame Black — Pero, usted sabrá lo valioso con ciertas posesiones, como libros, telescopios, mapas. Tendré que levantar protecciones a esa habitación que gentilmente me ofrece. Lejos de miradas indiscretas de la corte.
—Por supuesto, la seguridad — dijo Alicent— Hemos ideado un justificativo para su presencia, la de sus protegidos y de la bruja aquí en la corte.
—Vaya, ilumineme
—Visitantes de Essos — contestó Alicent — Aunque muchos en la corte conocieron a la princesa Lucenys, que los dioses la tengan en su gloria, muchos buscarán semejanzas con su nieta. Aún más con el nombre.
—No se preocupe. Comprendo la situación — Madame Black sonrió levemente — Usaremos el segundo nombre de Lucenys, que es Adhara.
Alicent se preguntó por qué los magos tenían un segundo nombre.
—Qué maravilla — dijo Alicent — ¿Puedo contar con su presencia y la de la Heredera Black para el té antes del almuerzo?
— Por supuesto. — contestó Madame Black — Mi labor inicia cuando el sol cae y las estrellas aparecen.
Alicent se preguntó si un pensamiento de la mujer frente a ella, tal vez algo de las memorias de Aemma Arryn la juzgaba en este momento.
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Harry se alegró que la abuela Walburga trajera cosas de importancia en su baúl.
El violín y la capa de Harry.
El cepillo de magia y sangre de Lucenys.
Y cosas como una dotación de café que puede durar meses junto a latas que contenían lo necesario para preparar Earl Gray.
La abuela Walburga los despidió para que recorrieran atentos el lugar. Lucenys vestía un sencillo vestido color beige con encaje en escote y guantes blancos.
"Usa sombrero Lucenys si vas a exponerte al sol. Te saldrán pecas" le advirtió la abuela.
Harry transfiguró las ropas que le dieron a un traje de tres piezas color negro, en el bolsillo delantero de su chaleco tenía su reloj. Los dos caminaron por los pasillos hasta llegar al patio de entramado, Lucenys al ver los rayos de Sol, sacó la agujeta de su bolso de mano para sujetar su sombrero de ala amplia decorada de encaje.
Harry sonrió al verla como una señorita salida de un cuadro victoriano.
En el patio de entrenamiento estaban los príncipes con cabello de Malfoy. El príncipe Daemon y el príncipe Aemond cruzando espadas.
Harry y Lucenys se acercaron al círculo donde estaba el príncipe Jacaerys, su hermanito menor sujeto a él, las dos princesas de cabellos plateados, otro príncipe Targaryen que olía a vino y perfume barato.
—Heredera Black — dijo la princesa Rhaena — Lord Potter. Que sorpresa verlos aquí.
—Decidimos dar un paseo — sonrió cortésmente Lucenys. Luego de una taza de café tenía un mejor hábito— Vaya que son habilitados con la espada.
—¿Sabe manejar una espada, Lord Potter? — preguntó la princesa Baela.
—Si, fui instruido desde muy joven — contestó Harry.
—Por mi padre— le sonrió Lucenys. El sonido de las espadas dejaron de chocar.
—Entonces... que Lord Potter a demostrar sus habilidades — el príncipe Aemond dijo claramente en su dirección.
Desde que llegaron aquí, su criatura interna está alerta. Como si esta versión tuerta de Malfoy fuera una amenaza. Una parte de Harry quería mantener a Lucenys encerrada en la habitación que le dieron, a salvo de este lugar.
—Sería un honor — contestó Harry quitándose el sacó rápidamente. Lucenys lo vio seriamente.
"Estaré bien" le dijo usando algo de legeremancia. " Canuto me ha entrenado bien"
"En el esgrima deportivo, y ustedes hayan practicado con las espadas de la colección de mi abuelo no te hace un espadachín habilidoso, Potter"
Harry se quitó el chaleco, y se remangó las mangas hasta los codos. Todos doblados en las manos de Lucenys, junto a su varita, su anillo de Lord y reloj, y con un simple hechizo encantó sus gafas para que no se le cayeran.
Algún caballero le entregó una espada con filo.
El príncipe lo vio con su ojo lila y fue el primero en atacar, Harry alzó la hoja de la espada e hizo presión para guiar la fuerza del golpe contra el príncipe Aemond.
Harry presionó sus pies y con un movimiento, deslizó la hoja de su espada haciendo que la espada casi se le caiga de las manos al príncipe. Harry alzó la hoja golpeando la hoja contraria.
El príncipe parecía molesto, porque cuando recuperó terreno empezó a arremeter contra él. Esto era diferente a la esgrima, que era delicada, elegante y como un mero entretenimiento, esto era brutal y crudo.
Queriendo acabar rápido, Harry presionó sus pies contra la tierra y golpeó el pomo de la espada en la mano del príncipe, justo en los nudillos, haciendo caer la espada.
Como él hizo cuando llegaron, colocó la punta cerca de la garganta.
—Gane— declaró Harry y Lucenys aplaudió en el fondo.
Amo a Harry con ropa formal.
Alicent sintiéndose pequeña ante Walburga.
Si mas o menos estaban vestidos Harry y Lucenys:
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