Rhaenyra todavía estaba tratando de procesar que a medias recuperó a su hija para luego enterarse que su madre también había tenido una nueva vida en otro mundo.

—¿Así que Aemma ahora es una bruja? — preguntó Daemon.

—Su nombre ya no es Aemma — respondió Lucenys sentada en una silla, tomada de la mano del joven mago que la acompañaba. — Es Madame Walburga Black.

—¿Pero tu tienes el mismo nombre de tu primera vida ? — dijo Rhaenyra encontrando su voz.

—Porque es una conciencia de nombres que escogieron mis padres — contestó Lucenys — En la familia Amato, la de mi madre tiene la tradición de nombrar a los bebés como personajes mitológicos. Ya sean romanos o griegos. Y los Black tienen a nombrar a sus miembros casi siempre como constelaciones o estrellas. Y para mi suerte Lucenys, en mi mundo, encaja con ambas.

En mi mundo.

A Rhaenyra le dolía tener enfrente a su hija pero a la vez no es su hija. Otra otra vida, con padres y familia, algo que destrozaba el corazón de Rhaenyra.

—¿Y qué historia tiene detrás el nombre de Lucenys? — preguntó su padre viendo a Lucenys. Se veía emocionado, tal vez a la idea de que Aemma regresará a Westeros.

—Bueno, el mito dice que Lucenys era una nereida al servicio de la corte del dios del mar y comprometida con el hijo mayor de ese dios — empezó a contar el mago — Dice que desafió al dios para proteger a un barco donde iban jóvenes doncellas al servicio de la diosa de la caza y virginidad. El dios había favorecido a piratas para que se encontrarán con las doncellas, pero la nereida Lucenys se enfrentó al dios y le dio oportunidad a las doncellas para llegar a tierra firme. Dicen que enojado el dios la convirtió en espuma de mar y su alma estaría por siempre en las olas, pero la diosa al ver el sacrificio de la nereida envió su alma y la convirtió en la constelación de la Nereida o la constelación que guía a los navegantes.

—Mitología y estrellas. Para contentar a ambas familias — sonrió Lucenys.

" —¿Cómo crees que deberíamos llamarla? — recordó a Laenor preguntar mirando a la bebé recién nacida — ¿Te parece bien Aemma?

Rhaenyra miró a su bebé, pequeño y con la piel aun rosadita luego del parto.

—Será la señora de Driftmark algún día — dijo Rhaenyra sonriendo a su bebé — Así que un nombre Velaryon sería apropiado. Lucenys, ese será su nombre"

—Yo fui educada por mi abuela, es lo más cercano que tengo a una madre — dijo Lucenys — De vez en cuando le digo mamá.

—Estoy confundido con tu árbol familiar — comentó Daemon claramente perdido.

Lucenys arrugó la nariz, ese pequeño tic que tenía desde niña cuando pensaba.

Ella tomó el bolso de cuero café que descansaba en el regazo del joven Lord Potter y abrió. Empezó a sacar cosas, libros, una cosa extraña de color negro conectada a algo parecido a un hilo grueso. un pequeño bolsito de cuero en forma ovalada y un libro más pequeño.

Y al final un libro pequeño y lo que parecía un lápiz de carboncillo.

—Ya se me están acabando los lápices — dijo con una mueca mientras abría el libro pequeño, estaba en blanco — Okey primero lo primero, al rama principal de los Black. — escribió dos nombres

... Primero está mi abuela Walburga o mami Wally como le digo, ella es una Black de nacimiento de una rama secundaria, se casó con mi abuelo, Lord Orión Black, son primos segundos.

–¿Tus abuelos son primos? — preguntó Corlys.

—No es raro que la mayoría de familias nobles estén emparentadas — contestó la bruja de Asshai

— Lo bueno es que Lucenys y yo no compartimos lazos sanguíneos. O muy lejanos, como seis o siete generaciones...— agregó el joven Lord Potter

—Como decía siguiendo — dibujo dos líneas debajo de esos nombres — Si primer hijo y heredero principal, mi padre Sirius y el segundo en la línea, mi tío Regulus.

—¿Tuvo hijos varones ? — preguntó el rey y Lucenys asintió con la cabeza.

—Si, solo dos — contestó Lucenys — Luego — escribió dos nombres a los lados del nombre Sirius — Mi madre, Cecilia Amato y mi papá Remus Lupin.

—¿Estuvo con tres personas? — preguntó Alicent señalando el libro.

—Fue un matrimonio de tres — contestó Lucenys — Es difícil explicar, pero fueron felices los tres y mis papás aún extrañan a mi mamá. Cosas de magos. Como decía siguiendo, por cuestiones personales, mi papá Remus no podía tener hijos, así que solo soy hija de Sirius, por lo que al ser la única hija de la rama principal, nací con el estatus de Heredera Black.

Rhaenyra vio como Alicent parpadeó y los demás presentes miraban la explicación del libro algo confusa.

—¿Así que eres hija única? — preguntó Otto — ¿Por eso te nombraron heredera? ¿Por qué tu padre no se casó nuevamente para tener un heredero?

Rhaenyra arrugó los labios ante la voz de la serpiente Hightower. Lucenys rápidamente alzo su mano, una señal para que cerrara la boca

—Primero que nada, soy la única con el apellido Black de nacimiento, por lo que el derecho de los asientos y el señorío es mío por sangre y magia — contestó Lucenys — Segundo. Mi padres y mi madre tenían una relación muy especial, por lo que la muerte de mi madre los destrozó a ambos y jamás tomaron a una nueva pareja. Y tercero. ¿Quién eres para hablar de la sucesión de los noble casa de los Black?

Daemon soltó una risita.

—¿Eres una cosita fiera, verdad? — preguntó divertido.

—Solo pongo a los inferiores en su lugar — respondió Lucenys — Y eso es todo de mi árbol familiar.

Los adultos miraron al prometido.

—Soy hijo único. Mi padre también lo era y mi madre tenía una hermana sin magia, por lo que jamás me interesó tener contacto con ella — explicó de manera breve. — Murieron cuando era solo un bebé. Pase al cuidado de los Black cuando tenía tres.

—¿Y por qué de los Black y no de tía muggle? — preguntó Proserpina.

—El padre de Lucenys es mi padrino, por lo que mi custodia fue directamente hacia él y los Black. Y mi madre es una new blood, lo cual cortaba todos mis lazos sanguíneos con la familia muggle de mi madre — contestó el joven Potter — Y mi padre era padrino de Lucenys, por lo que terminó de magia, somos hermanos espirituales.

—De hecho somos tres — dijo Lucenys — Tenemos a nuestro amigo Neville, hemos sido amigos desde que estábamos en el vientre de nuestras madres.

Daemon soltó una risa.

—No es verdad — contestó el joven Potter — Nuestros padres eran amigos desde el colegio. Curiosamente nacimos con horas de diferencia. Neville nació el día 30 y yo el 31 del séptimo mes. Y Lucenys nació el primero del octavo mes.

—Hemos festejado nuestros cumpleaños juntos — sonrió Lucenys — La madre de Neville era madrina de Harry, y la madre de Harry fue madrina de Neville, lo que lo hacen hermanos espirituales. Y mi papá Remus es padrino de Neville, lo que lo hace mi hermano espiritual también.

—Es muy confuso — dijo Rhaenys.

—Así son las relaciones en el mundo mágico — explicó la bruja

—Somos una gran familia en pocas palabras — sonrió el joven Lord.

—No se como lucía Aemma Arryn — dijo Lucenys tomando uno de los libros y lo abrió. Ella lo deslizó hacia la mesa.

Ahi estaba un retrato muy realista de una mujer con el cabello negro y ojos azul griseo. Lucía muy mayor a lo que recordaba Rhaenyra a su madre.

—Esto es una fotografía— dijo Lucenys — Es como un retrato pero hecho de luz y otras cosas. Esta es mi abuela Walburga y actualmente tiene 72 años, se ve joven para su edad.

Rhaenyra miró bien la fotografía, era muy opuesto a su madre, en vez del cabello platinado Tragaren era un negro profundo, como el de Lucenys pero sus ojos. Rhaenyra jamás olvidó los ojos de su madre.

—Él que está detrás de Madame Black — dijo Otto — Es...

—Mi padre — contestó Lucenys. Su madre estaba sentada en una silla y detrás de ella un hombre alto y con una barba corta, así mismo como ella, cabello negro muy oscuro y ojos grises como los de Lucenys.

Se notaba muy orgullosa del hombre detrás de ella. ¿Así se hubiera sentido Aemma Arryn si hubiera dado a luz a un hijo varón vivo?

—Esta fotografía fue tomada por una entrevista que le hicieron sobre nuestro compromiso — dijo Lucenys recuperado su libro y volviéndolo a guardar — Ahora si nos permiten. Denso llamar a casa y esperar instrucciones.

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Ser Harold Westerling había servido a la familia real fielmente y fue testigo de primera mano como la muerte de la reina Aemma y la princesa Lucenys afectó al corazón del rey.

La primera por decisión de él mismo, el deber con el reino de dar un varón para el trono que costó la vida de la reina en un lecho de parto bañado en sangre.

Y el segundo le dolió mucho más, ya que la dulce princesa era la encarnación de la alegría de la reina Aemma, algo que devolvió un poco la alegría al corazón del rey y su muerte la sintió como una espada en llamas en su pecho.

Era curioso, como abuela y nieta murieron en situaciones similares. Bañadas en sangre y por un bebé.

Escuchó a la princesa Rhaenyra confesar en lágrimas al rey que la princesa se había suicidado porque estaba embarazada. Ni la propia princesa sabía que la princesa Lucenys estaba en cinta.

Harold estaba seguro que el rey hubiera mandado a buscar al infeliz que embarazó a su nieta. Posiblemente los obligaría a casarse o en efecto, mandar a ejecutar por deshonrar a una princesa del reino.

Y Harold con gusto bajaría su espada en el cuello del infeliz. La princesa Lucenys era muy adorable desde niña, siempre sonriendo y persiguiendo a los gatos que paseaban por la fortaleza.

Cuando era pequeña y se separaba de sus niñeras terminaba perdiéndose y Harold, era la que la cargaba en brazos para devolverla con la princesa Rhaenyra o cuando ella se quedaba con el rey trabajando en el modelo de Valyria en la que trabaja el rey.

Así que a Harold no le sorprendió la emoción del rey cuando su nieta fue traída de otro mundo, ordenó que el tiempo en que estuviera aquí se le proporcionará vestido y joyas, así como criadas a su disposición.

Y no le extrañaba como el rey veía emocionado a los magos trabajar en invocar un nuevo círculo de runas. Harold no pasó por alto como la princesa Rhaenyra apartó la mirada cuando la princesa Lucenys se cortó el plasma y echó parte de su sangre a la tierra con la que dibujaron las runas en la sala del trono.

Los tres empezaron un cántico en una lengua parecido al valyrio que hicieron que las runas brillarán, luego un ¡Crack!

A diferencia de como los jóvenes magos cayeron de golpe en el suelo de manera estrepitosa y algo dolorosa, una mujer de cabello negro y élegamente peinado y vestida con lo aprecia una amplia falda negra y blusa con encaje blanco descendió en lo que parecía una burbuja dorada, llevando consigo un baúl algo pesado.

La mujer hizo un aterrizaje elegante, sus zapatos de tacón negro tocaron el piso y ella se enderezó alisando su falda y dejando de lado el baúl. Cuando la bruja se rompió, la princesa Lucenys corrió hacia ella con los brazos abiertos y gritando: ¡Mamá Wally!

La mujer abrió los brazos y recibió a la princesa.

El alma de la reina Aemma estaba devuelta en Red Keep. 

N/a: WALBURGA ESTÁ EN KING'S LANDING AHHHHHHHHHH

Se puso buena la cosa