Capítulo 5 Varados
Caminaron por todo el lugar con lágrimas en los ojos, con tristeza y culpabilidad. Ahora era un lugar pequeño que recorrer; que extraño era el espacio, cuando todo estaba en pie podías tardar un par de horas en recorrer el reino, pero en sus nuevas condiciones lo hicieron en menos de unos minutos. Dentro de las casas que permanecían de pie, encontraron cuerpos de familias aferradas los unos a los otros convertidos en carbón, en otras estaban los esqueletos asesinados por los demonios, con sangre seca salpicada en las paredes. Treparon a la cima, pues no había escaleras por donde subir, encontrándose con la puerta media tirada y dentro observando que los jardines desaparecieron al igual que los árboles de cerezo, de las estatuas solo quedaron los cimientos y ciertos pedazos esparcidos por todas partes, y el hermoso castillo, completamente en ruinas. Anduvieron por los salones del castillo de donde crecía pasto nuevo del suelo y hierbas de las paredes, el torno estaba roto y sobre él estaba la corona de la reina, extrañamente puesta justo en el asiento; fue puesto ahí con un propósito. Que aquellos que llegaran a Limbus vieran lo que pasaría si desafiaban a los demonios.
Logan permaneció en silencio todo el tiempo en que recorrieron el extraño lugar -extraño para el por supuesto-, tenía demasiadas preguntas en su mente que esperaba responder de inmediato, sin embargo, al ver a sus acompañantes tan emotivos y nostálgicos prefirió callar y darles un momento, pues todo parecía tener un significado para ellos. Aunque después de un rato ya no pudo contener sus dudas.
-Chicos, no quisiera interrumpirlos, pero ¿Dónde demonios estamos? ¿Cómo conocen este lugar? – preguntó de la manera más tranquila que pudo.
- ¿Alguna vez escuchaste de los chicos que desaparecieron en Minnesota el año pasado? – le preguntó Gwen.
-Si, todo el mundo se enteró de la noticia, y nadie supo que pasó con ellos – los tres voltearon a verlo sin decir nada, ahí Logan supo- oh por dios, esos eran ustedes –
-Aquí fue a donde desaparecimos. Venimos a este mundo. Insondable- dijo Gwen- la piedra nos trajo aquí- se la mostró.
-Se suponía que la piedra salvaría a todos sus habitantes de los demonios, y nosotros seríamos los responsables de eso- dijo Alec.
- Estábamos en medio de una batalla contra esos demonios y la mujer que los lideraba, cuando de la nada la piedra nos regresó. Y ahora estamos ante el resultado de ese enfrentamiento- dijo Caroline.
Esas respuestas no hicieron mas que enredarlo.
-Se que todo te sonará confuso, pero te prometo que buscaré el modo de explicarte todo con detalle- le dijo Gwen al ver la expresión en la cara de Logan. El no respondió nada.
-Por el momento- continuó- necesitamos encontrar un refugio, no podemos permanecer al aire libre, puede ser peligroso –
- ¿Y luego que haremos? No sabemos a dónde ir y no tenemos la menor idea de donde comenzar a caminar para encontrar ayuda. Y ni siquiera sabemos si queda alguien para ayudarnos- dijo Caroline.
-Ya encontraremos la solución mañana- miró al cielo- ya empieza a anochecer –
-No estoy segura de que sea la noche, al parecer los días se han vuelto oscuros. De cualquier manera, no nos conviene permanecer fuera –
Alec siguió caminando sin seguir escuchando la conversación, buscando donde podrían formar un refugio, pues entrar en un bosque no parecía prudente, al menos no después de sus experiencias anteriores. Continuó hasta llegar a la cocina, todavía había un par de mesas enteras y al parecer resistentes, se recargó en una para probar su durabilidad, pensando en que podían dormir debajo de ellas. Entonces miró alrededor y encontró una puerta en una pared, parecía intacta, la abrió con fuerza y vio que tenía escaleras que conducían a un subterráneo. Estaba oscuro. Tenía curiosidad de averiguar lo que había abajo y si encontraban algo que los pudiera ayudar, fue entonces momento de poner a prueba su creatividad y posible talento de supervivencia. Tomó un palo de escoba roto y un trapo viejo del suelo, lo enredó en la punta; luego buscó dos pedazos de piedra afilados y comenzó a golpearlas la una con la otra hasta conseguir chispas. Intentó e intentó hasta que un par de llamas salieron y se adhirieron al trapo prendiéndolo. Soltó una risa de asombro por su logro.
Con luz suficiente se animó a bajar, al terminar las escaleras se encontró en la alacena real. En las esquinas de las paredes estaban los candelabros con velas enteras sin usar, las prendió consiguiendo así iluminar toda la pequeña habitación. Subió eufórico con los demás.
-Chicos vengan, miren lo que encontré- les dijo. Los llevó hasta su descubrimiento. Todavía e increíblemente había comida en buen estado.
- ¿Cómo es posible que esta comida luzca bien después de un año? – dijo Caroline desconfiando de que en verdad estuviera en buenas condiciones de consumir.
-Por esto- Gwen le mostró un libro que encontró guardado en un cajón que decía "hechizos de conservación".
-Por supuesto. Entonces no habrá problema- tomó un pedazo de pan y se lo comió.
- Entonces esperaremos aquí hasta el amanecer- dijo Gwen. Logan permaneció en silencio.
-Seguro. Pero...- habló Alec- Si ellos ya no están. Si no están vivos. ¿Qué haremos? Reaven ganó-
-La piedra no nos hubiera traído de vuelta si no hubiera nadie de nuestro lado. Quizá nuestros amigos ya no estén, pero si habrá alguien que nos pueda ayudar. La piedra siempre tiene un propósito-
Y en verdad que lo tenía.
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