Hanamaru se había levantado sabiendo su realidad, entendiendo que hoy sería como aquellas veces que dolía despedirse de alguien que amas pero a la vez puedes lograr aunque sea un poco cambiar eso por un mar lleno de felicidad... con esa idea en mente decidió seguir con su rutina de siempre, se arregló y partió a la preparatoria Uranohoshi sabiendo que sus queridas senpais se irían y la escuela nunca más se abriría.... pero aún así quiso intentar obtener la felicidad que tanto añoraba.

Pero no fue así.... simplemente... no lo fue... no lo entendía... ¿por qué? ¿Por qué ocurría esto? Ella había sido paciente como Dia se lo pidió cuando quiso hablar con ella a primera hora, no la buscó sabiendo que estaría ocupada viendo temas del consejo.... ¿acaso lo que vio era su castigo por no querer esperar más?... después de todo la ceremonia iba a empezar y luego de eso Hanamaru ya no tendría el valor para confesarse, ella lo sabía... por eso la buscó.

Habían sido unos largos y eternos minutos revisando las salas una por una, pudo haber gritado su nombre ¡sí! Pero temía que la ansiedad que sentía se revelara con su voz.... llegó a un punto en que ya no quedaban lugares por buscar, así que suspirando tomó un pequeño descanso dentro de una sala del tercer piso, total ya no había gente transitando por el lugar a esa hora.... así que nadie iba a preguntarle qué hacía ahí sola.

Te amo Dia, fue lo que escuchó en lo que suponía era el patio de la escuela.... pero no estaba segura.. aunque solo tenía que acercarse a la ventana para saber si era verdad, algo en su interior dijo que no lo hiciera pero el humano nunca obedece y de igual manera miró... grave error, el motivo del por qué no encontraba a Kurosawa Dia al fin lo conoció.... ¿dolió? Sí... pero no por el hecho de que la pelinegra estuviera besando a otra persona... Hanamaru sabía que era una opción muy probable ser rechazada si se confesaba.... entonces... ¿por qué estaba llorando de forma silenciosa ahora lejos de aquella ventana? Simple... una vez más las personas no habían podido confiar en ella para decirle la verdad, solo le generaron falsas confianzas... de nuevo.

-Así que... aquí estabas...-

-¿Yoshiko?- dijo confundida-

No recordaba en qué momento se había sentado, ni cuando ocultó su cabeza entre sus rodillas... fue toda una sorpresa ver a la joven que sin problemas siguió su mentira de que eran amigas de la infancia, sentada a su lado mirando la sala... como si en algún rincón de aquel lugar estuviera la respuesta a todas las dudas que han perseguido al ser humano en la historia, cuando perfectamente podría con su amada Lily.

-¿Sigue ahí?-

-Sí.... ¿quieres que tire algo a su cabeza? Porque puedo... y quiero-

-No es necesario... sabía que podía pasar- dijo lentamente forzando una sonrisa-

-Zuramaru.... oye... no vale la pena que llo-

-Mintió.... igual que ellos...- dijo en voz baja empezando a mirar el lugar- me ocultaron el hecho de que tenían una enfermedad mortal cuando era pequeña.... siempre desearon que me dedicara a la ciencia, decían que con mi cerebro podría salvar al mundo entero si quisiera... pero no a ellos.. nunca lo mencionaron-

-Hablas... ¿hablas de tus padres?-

-Mientras yo ganaba premios y era conocida dentro de los altos mandos... ellos se morían lenta y dolorosamente, siempre sonreía, decían que nunca me ocultarían algo... me engañaron con sus palabras, con su afecto... con sus mentiras... me hieren para siempre-

-Zuramaru...-

-Yo los ví morir en frente de mis ojos Yoshiko.... y no pude hacer nada contra eso, por eso decidí ocultarme...-

-Huyes de tu pasado... no quieres seguir el camino de la ciencia por lo de tus padres... ¿por qué?-

-Ellos fallecieron en mi laboratorio... ¿puedes creer lo doloroso que era entrar a una sala de ciencias para mí? Por eso, al llegar acá me refugié en los libros... creí que así estaría segura... que no me ocultarían nada de nuevo... nadie en esta época es tan fanático de los libros...-

-Pero apareció Dia-

-Ella decía que tenía talento, que.... que ese podía ser mi futuro... que ella me apoyaría... que nunca me dejaría, creí en sus palabras, no pensé ni vi ninguna falsedad en ellas... pero al final no fue así ¿cierto? La inocente Maru, la pequeña Maru que siempre vio como una hermana menor no podía saberlo.... claro que no... al final... solo son palabras-

-Oye... no llores, no vale la pena.... ella no merece tus lágrimas- dijo sujetando sus hombros- ¿y qué si ella te dio falsas esperanzas? Esa Kurosawa ni está a la altura para que la compares con el dolor que tuviste con tus padres... piensa en ellos Zuramaru, si te ocultaron la verdad era.... era... era para que ayudaras al mundo ¿no? Para cumplir tus sueños.... y si no son los tuyos... entonces... los de ellos-

-¿Sus sueños? Yo... no sé si pueda... tendría que volver a Alemania, y escapé, desaparecí por tanto tiempo, no creo que puedan creer que ahora sí deseo volver a investigar para ellos-

-¡Claro que sí! ¿Recuerdas el día que nos conocimos? Te seguí el juego con eso de que éramos amigas de la infancia, digo... ¡tu viviste tu infancia en alemania y yo acá! Eso era imposible pero nos creyeron, ¿por qué no podrían creerte? Con tu cerebro lo lograrás... ¿tus padres eran? ¿Cuál era su trabajo?-

-Eran.... historiadores, siempre desearon descubrir los secretos que se ocultan en el pasado y ver si se repetirían en el futuro, cuando nací dejaron de viajar y se enfocaron en analizar libros, objetos, archivos, esas cosas... pero... recuerdo que su sueño era ese.... ver si en verdad la historia del ser humano es un ciclo-

-Entonces vive para ver descubrir lo que ellos no pudieron-

Hanamaru se giró sorprendida, ahí parado en la entrada de la sala estaba el hombre que una vez la ayudó a huir de todo... el tío de su madre... su amiga se paró por inercia para protegerla, pero solo tuvo que tocar levemente su rodilla y se hizo a un lado confundida, con una sonrisa aquel militar se acercó para ayudarla a levantarse.

-¿Qué hace aquí?-

-Vine a buscarte.... están desesperados, su único objetivo es encontrarte y ya no puedo mandar a mis hombres a que dejen falsas pistas sobre tu paradero, nos tienen en la mira a nosotros también-

-Discúlpame... nunca debí haber- fue lo único que pudo decir hasta que sintió un fuerte abrazo- escapado...-

-No tú discúlpame a mi.... ella era mi sobrina... le prometí a mi hermano cuidarla y fallé, no logré salvarla y a tu padre tampoco... conceder tu deseo de huída era lo mínimo que podía hacer en ese momento, no tenía una solución para ti cuando hiciste esa pregunta- dijo aquel militar-

-¿Y ahora?-

-¿Cómo puedes saber si la historia se repetirá? Simple, un Dios es un ser...-

-Inmortal....- dijo lentamente- pero necesitaré un laboratorio completo para mí sola-

-Si cumples con los acuerdos que te propondrán, te lo darán-

-Pero....-

-Hazlo- dijo Yoshiko sonriendo- yo te cubro desde Japón.... nadie sabrá de tu paradero... lo juro-

-Pero...-

-Solo... huye-

-¡MONSTRUO!-

Hanamaru abrió sus ojos de golpe, con cuidado se sentó sobre su "cama" veía sus manos temblar mientras pequeñas gotas caían sobre sus piernas... estaba llorando... y no podía reconocerlo... ya no lo sentía, con calma miró la ventana, aún era de noche... lo más probable es que Sarah ya se hubiera ido a su departamento, así que con calma salió a recorrer todos los pisos de su laboratorio en busca de paz para sobrevivir el resto de la noche.

Podía escuchar como su pelo se arrastraba en el suelo mientras bajaba las escaleras... lo más probable es que la pelimorada mañana lo primero que haga sea cortar su platinado pelo para que no se accidente a causa de este.

-Otra vez soñé con eso...- susurró en voz baja- pero no importa... cumpliré su sueño mamá, papá... juro que veré cómo la historia del ser humano vuelve a surgir en el mundo... aunque eso implique ser un monstruo... lo haré- sonríe- después de todo... eso es lo único que tendré en esta vida-

Me constó pero logré actualizar.

Umaruuu fuera!!