Dia llevaba más de una semana en la cárcel, lo sabía gracias a Chika, roncaba en las noches y cantaba una mezcla de estilos que no tenían sentido en las mañanas, pero al parecer a los guardias eso les agradaba porque nunca la amenazaban para que se callara.... después de haber despertado con una resaca de los dioses junto con el amargo recuerdo que tenía de Sarah había decidido quedarse acostada en el asiento-cama de su celda a mirar el techo mientras pensaba.

Su "prometida" había dicho que Hanamaru era una persona muy famosa en el mundo de la ciencia, pero no publicaba libros, daba charlas o dejaba que la sociedad la viera, era conocida sí.... y al parecer eso implicaba que los rumores volaban a su alrededor como si fuera lo más normla del mundo... algunos decían que daba clases en secreto a la hija de un mafioso, otros que ayudaba en secreto a varios gobiernos en crear súper soldados, que era la doctora que Corea del Norte llamaba cuando se enfermaba alguien de la gran familia, también recordaba cuando otros decían que ella era quien se encargaba de que los árabes tuvieran cada vez más y más productos del petroleo que pudieran vender, los más extraños dicen que está a cargo de entrenar a la GRU o bien KSK y por eso no se sabe de su verdadero paradero.

Sea cual sea el caso, a ella poco le interesaba... Dia estaba segura de una sola cosa... Hanamaru vivía en Alemania.... ¿en qué parte? No lo sabía, pero si pudo reconocer a pesar de su ebriedad de aquel día como la joven hablaba dicho idioma con una fluidez que tal como había dicho su "prometida" solo alguien que nació y vive ahí la tendría.

-Alemania... un lugar un tanto alejado, aunque... no importa en qué parte de aquel lugar te escondes Hanamaru-san, yo te encontraré- 

-Disculpe policia, ¿podrían decirle que no diga ese tipo de cosas de la nada?- escuchó de parte de la pelinaranja- da un poco de miedo saber que al frente de mi celda alguien diga eso a mitad de la mañana-

-Al menos no empiezo a cantar cosas sin sentido- señaló en su defensa-

-¡Alto ahí pelinegra!- dijo un guardia golpeando con un bastón la reja de su celda- naranjita canta bastante bien y eso nos entretiene, así ten más cuidado con tus palabras-

-Pequeña niña que corretea y corretea, déjame contarte una historia que pocos saben ya- empezó a cantar mientras sonreía en pos de molestar a la mayor-

-Tienes talento en la música naranjita- dijo el caballero volviendo a su puesto de trabajo-

-Pequeña nina que corretea y corretea sin parar, déjame contar un secreto que nunca te a de fallar!-

-Que me puede usted gran señor, que es viejo y solitario ya?- cantó un policia-

-La vida es corta pequeña niña! Enamórate pero sin llorar si llegas a fallar-

-No lo entiendo, oh gran señor!- continuó un guardia-

-Ay el amor! Tan frágil pero lleno de emoción, como me gustaría volverlo mi viejo amor- cantó recargándose en la reja-

-Ay el amor! El amor!- cantaron otros encarcelados-

-Tan esperanzador pero aterrador! Nunca tan joven lo debes encontrar o sufrás más de lo que puedes imaginar-

-Ay el amor! El amor!-

-Mi viejo amor que por idiota dejé atrás- cantó Chika acompañada del coro- Nunca sabré de verdad me amaba como yo a ella adoraba!! Ay pequeña si te has de enamorar valor tendrás que encontrar!-

-Por un hermoso amor! Para nunca sufrir por culpa del amor! Pequeña niña tu valor tendrás que juntar!-

-Enamórate pronto que la vida es corta pequeña niña! Pero nunca tan joven porque si lo haces, a tu amor nunca habrás de valorar como tal!-

-Y sufrirás por la eternidad sin parar!-

Si había una canción que Dia odiaba era la que Takami Chika cantaba ahora mismo, la pelinaranja sabía muy bien el efecto que tenía en la mayor y a sus demás compinches de celda preventiva, así sin fallar ni una sola vez ella la cantaba a la primera hora del día, después de que pudieran almorzar y por supuesto... antes de dormir, pero Dia sabía que tarde o temprano saldría de aquel lugar, que dejaría de escuchar esa maldita canción que la carcomía con la culpa y las grandes dudas sobre el "quizás, tal vez, y si en realidad...".

Hasta que su día de volver al exterior al fin llegó, su novia había pagado su fianza claro que primero tuvo que inventar una que otra explicación para esconder la verdad que al menos ningún policia estaba interesado en corregir porque estaban más interesados en discutir qué tema cantaría Chika a esa hora... porque justo el día que ella al fin era libre la pelinaranja también lo fue liberada y no solo eso... Dia recibió una orden de mantener a la joven Takami viviendo en su casa hasta nuevo aviso... ya que al parecer fue "su culpa" de que por aquel incidente despidieran a Chika de su trabajo.

 Pero no le interesaba nada de eso, fingió un buen tiempo hasta que volvió a estar sola en su departamento, fue ahí cuando al fin con cuatro teléfonos nuevos más el que ya tenía trató de contactarse con Kazuno Sarah... una, dos, tres, cuatro, cinco, seis.... hasta treinta veces por dispositivo.

Estuvo días completos así, no le interesaba si conversaban, si le recrimanaba por sus llamadas, eso no era importante para ella, su objetivo era uno solo... y ella tenía la paciencia suficiente para saber que tarde o temprano lo cumpliría... sin ninguna sorpresa la pelinegra que estaba sentada tomando un café al fin escuchó como el sexto celular al fin emitía un ruido que no fuera de espera.

-¿Puedes dejar de hacer eso a esta hora del día?- dijo saliendo de la cocina-

-Es mi departamento, puedo hacer lo que quiera-

-Sí pero por tu culpa me despidieron y You está en el mar, así que este también es mí departamento-

-Claro que no-

-La policia y la ley dice que sí-

-¿Cuál es tu punto? Estoy ocupada-

-Quiero ver mi programa de cocina y tú con tus teléfonos no me dejarán verlo en paz--

-¿No lo puedes ver en tu teléfono? Tiene que ser justo acá donde está el televisor-

-Ni li puidis vir pir ti tilifini- dijo imitándola mientras tomaba el control- que pena por tí pero no, son las 8 de la noche y hoy habrá un eliminado, así que tendrás que buscar otro lugar para actuar como una maniática que llora de 5 a 10-

-¿Hola?- dijo una voz somnolienta desde uno de los teléfonos-

-Buenos- dijo viendo la hora- días, ¿hablo con Kazuno Sarah-

-Sí, ¿qué desea?-

-En lo posible me gustaría saber dónde se encuentra Kunikida Hanamaru-

-Si digo que al lado mío, en mi cama, feliz de la vida durmiendo, ¿dejarás de llamarme a las tres de la mañana Kurosawa?-

-Sí como no, ella nunca haría algo como eso-

-Sí, sí, sí como sea, son las tres de la mañana y de verdad quiero dormir antes de tener que ir a exponer en una universidad así que.... ¿qué quieres de verdad?-

-Ya te lo dije, ¿dónde está Kunikida Hanamaru?-

-Auf dem Planeten Erde-

-¿Auf qué?- dijo antes de que colgara- ¡madilta Kazuno!-

-Auf der Erde, que gracioso- dijo la pelinaranja subiendo el volumen-

-¿Qué significa eso?-

-En la Tierra- sonríe- ¿Dónde está Kunikida Hanamaru? En el planeta Tierra-

-Como sea- dijo tomando otro teléfono- ya sé que está en Alemania-

-Muy bien, intento de Holmes y ¿en qué parte de Alemania está? Si es que está ahí-

-¿A qué te refieres? Hanamaru claro que está ahí, por algo me dijo algo en alemán era su señal para que fuera y la recuperar-

-Si la reencarnación existe quizás ella te vuelva a amar, o quizás se burle de todas tus reencarnaciones, no lo sé-

-Ya cállate mandarina- dijo tomando sus cosas-

-Mandarina o no, eso no elimina el hecho de que tengo razón- revisa la hora- no tiene sentido que viajes a Alemania-

-¡Tu no eres nadie para decirme eso!- dijo antes de cerrar la puerta de su cuarto-

-Después no digas que no te advertí- dijo calmada- 

Umaruuu fuera!!