Uday, Marjorie River, 13 de marzo de 1997.

QUERIDO LUKE,

Quiero ser libre de estos recuerdos. Y entonces me doy cuenta de que, en cierto sentido, soy egoísta por tan mal deseo. El corazón es tan frágil, ¿no es cierto? Yo fui injusta contigo cuando se trató de tu corazón, así que ¿cómo no iba a merecerme esto? ¿Estás completamente solo cómo yo?

Te amo, Luke, eso no lo dudes.

Amé cada vez que me enseñaste algo nuevo. No me dejabas caer. Ahora, no puedes hacer mucho. Pero yo simplemente no podía caer por ti, ¿verdad? Y aun así sonreías, a pesar de las líneas que dibujé entre nosotros. Pretendía que todo estaba bien, pero había una distancia que yo había creado, y me convencí de que no notabas que lo había hecho, aunque claramente lo notaste. Me enseñaste a ser paciente, y ahora veo lo irónicamente cruel que fue que lo hicieras, porque esperaste un largo tiempo por mí, y todo fue en vano. Pero ¿era tu amor en vano, y lo era el mío, sin importar cuán diferentes eran?

Te llevabas con mi padrastro muy bien, que como sabes es en realidad como un padre para mí, así que significó mucho para mí. Y seguro significó mucho para ti también, porque sabías que lo apreciaría y era obvio cómo buscabas mi aprobación de todas las maneras que pudieras. Era todo gracias al interés por la madera que tenías, como también lo tenía Samuel, que los hizo pasar varias ocasiones construyendo y haciendo cosas con ella. Y más tarde, los seis juntos construimos sobre el árbol. Nuestra casa del árbol. Tú la decoraste con pequeñas figuras de madera por aquí y por allá, y nos enseñaste (pero especialmente a mí) cómo hacerlas. Mi primera figura fue de un pajarillo, y todavía la conservo cariñosamente.

Gracias por la paciencia, Luke.

Te quiere,

Jazz