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Antes de leer:
Historia corta, sin trama, con una especie de triángulo amoroso, aún no defino la cantidad de capítulos y esperemos que haya buen smut 😏
⧗⍟ ⴵ⎊
Cuando salí del baño con una toalla atada a la cintura, las sábanas ya habían sido reemplazadas por unas limpias, Jarvis me comunicó que uno de los robots de Tony se encargaría de ello, por lo que me quedé un poco más del tiempo debido bajo el agua tibia de la ducha, sabía que era innecesario, la eficiencia de las máquinas de Stark era envidiable y aunque saliera del baño y me encontrará con un robot, no pasaría nada, porque no era nada más que unas piezas de metal.
Me quedé sobre las cama unos segundos y luego me recoste en ella, estaba a medio secar, pero aún sentía los estragos de tener un celo después de décadas de no tener uno. Los celos siempre habían sido agotadores para mí, pero este especialmente había sido de los peores, solo quería quedarme en la cama y esperar que está me consumiera, pero unos minutos atrás tuve que levantarme al no soportar mi cuerpo pegajoso por el sudor y otras secreciones.
— El señor Stark pidió el desayuno para usted, si desea puede bajar ahora al comedor.
Esa fue la mejor idea que pudo tener Stark hoy, pensé mientras me levantaba ahora más animado a vestirme.
El alfa siempre me había parecido extraño, su personalidad era peor que la de su padre, destinaba sarcasmo y alfarería, pero lo que me sorprendió es que años atrás hubiera declarado abiertamente que no estaba interesado en omegas, los únicos que le atraían eran alfas y con esto, me había enterado de que su novia alfa era nada más y nada menos que Natasha, la alfa más extraordinaria de este siglo. La mujer se había robado mis ojos desde el primer momento que la vi, mejor dicho, de todos en la habitación.
Cuando nos juntamos como equipo para combatir la amenaza de Loki ni siquiera habían interactuando mucho, pero hace dos semanas me anunciaron que eran pareja, al comienzo Tony simplemente dijo: "Mi novia es muy bonita, ¿No lo crees?". Posiblemente había notado mis breves miradas hacía la pelirroja y a penas el alfa pudo estar cerca de ella, le robó un rápido beso. No pude evitar dejar de verlos y no volví a dirigirles la mirada a ninguno de los dos. Finalmente la alfa me confirmó su noviazgo. Era obvio que ella debía tener lo mejor y por lo que había hablado con los omegas de Shield, él era lo mejor. Las revistas lo amaban, lo habían coronado como el empresario del año y el alfa más guapo. Podía ofrecerle todo a Natasha, desde lo monetario hasta él amor, porque podía notar lo enamorado que estaba.
Yo no era más que un omega perdido en el tiempo estorbando su camino y dando lástima.
Con un suspiro llegué al comedor y noté la mesa llena, era demasiada comida para una sola persona, habían cosas dulces y saladas, quizá podía encontrar todos los tipos de desayunos que conocía, desde leche y cereal hasta sandwich de ¿atún? No estaba seguro del contenido de esas rebanadas.
Escuché un sonido metálico e inmediatamente me giré hacía la amenaza, pero me encontré con Iron Man.
— ¿Ya terminó tu celo? — Preguntó sin abrir la careta del traje y yo asentí. — Que bueno, he estado haciendo guardia desde hace casi cinco días.— Dijo abriendo el traje. — Estaba aquí adentro por si mis instintos querían atacarte, aunque es casi imposible, lo hice por precaución.
— ¿Has estado aquí todo ese tiempo?
— Claro, Natasha me dejó como tu guarda espalda personal. — Expuso mientras caminaba hacía la mesa y una agradable sensación invadió mi cuerpo al pensar que ella se preocupaba por mi. — ¿Te importa si te acompaño?
Quería decir que si, se sentía mal que yo me sintiera atraído hacía su novia, pero sería muy poco cortés de mi parte.
— Es demasiado para mi sólo.
— Así que... ¿Cómo estuvo? — Consultó mientras se sentaba frente a la mesa y yo me quedé parado.
— Supongo que bien. — Respondí algo confundido, nunca me habían hecho esa pregunta.
— Vamos, acompañame. — Dijo y yo con algo de incomodidad me senté en la silla más lejana a él.
— No te voy a morder... no me gustan los omegas. — Expuso sin pena y yo me centré en el par de huevos estrellados que había acercado a mí.
— No tenías que hacer guardia.
— Tenía que hacerlo, Natasha tuvo una misión de última hora y me mataría si se daba cuenta que te pasó algo mientras estabas en un momento vulnerable.
— Gracias.
— Dáselas a ella.
— ¿Estuviste totalmente todo el tiempo aquí? — Consulté con algo de vergüenza por lo que pudo haber escuchado.
— Sí, vi televisión, tomé algunas siestas.
— ¿No dormías?
— Dije que tomé siestas y si algo pasaba Jarvis me avisaria. Capitán, no piense que soy un descuidado.
Eso sólo me confirmaba más lo sería que era la relación de ellos dos, no cualquiera sacrificaría casi una semana de su vida sólo porque su novia se lo pedía y mucho menos una persona tan ocupada como Tony.
— ¿Y pensaste en compartir tu celo con alguien?
Casi me mostré ofendido por el tipo de preguntas que hacía Tony, pero lo descarte al saber lo imprudente que podía ser.
— No.
— A Nat le habría encantado ayudarte... digo a ambos. — Comentó y está vez no pude evitar que mis emociones se leyeran en mi rostro. — Somos bastante abiertos, no me molestaría que ella te quite la virginidad primero y luego ambos podamos ayudarte con tu próximo celo.
— No soy virgen. — Repliqué y segundos después sentí mi rostro arder al darme cuenta que no había negado su oferta, sino que había sacado el tema menos importante.
— ¿No? — Indagó totalmente sorprendido.
— No. — Dije esta vez moviendo la comida en mi plato y levanté la mirada al no recibir respuesta de su parte. — No vas a publicar eso en Twitter, ¿Verdad? — Agregué cuando noté el teléfono en sus manos.
— Claro que no. — Dijo sin despegar la mirada del teléfono en el que tecleaba sin parar. — No se que me sorprende más, que conozcas Twitter o que ya tuviste acción.
— Tony, no le digas a nadie.
— ¿Por qué? No tiene nada de malo. — Manifestó aún sin verme y repentinamente comenzó a sonreír como un maniático. — No lo haré. — Añadió dejando el teléfono en la mesa. — Continúa.
— No quiero hablar más del tema.
— Está bien... — Expresó dejándose caer en el respaldo de la silla. — Natasha llegará en un rato.
Ni siquiera pude alegrarme por la pronta llegada de la pelirroja, estaba ocupado reprochandome como había dejado que la plática llegara tan lejos. Me avergonzada haber dado ese detalle de mi vida sexual.
Afortunadamente el sonido que provocaba el ascensor al llegar atrajo la atención de Tony, pues se levantó inmediatamente. Lo vi tomar del suelo una bolsa de papel de un tamaño considerable y para mi desgracia se plantó a mi lado con ella.
— Nat pidió una gran variedad de toallas higiénicas, no estaba segura de si tu ya habías comprado. — Comentó mientras sacaba los diferentes paquetes de diversos colores y tamaños. — No sabíamos que tipo usas, así que ahora tienes para flujo normal, regular, abundante, de día, de noche, ultradelgada, con manzanilla, de noche, con alas, sin alas, para adolescente....
Tenía ganas de cubrirme la cara con las manos, ¿Acaso hoy era el día para humillar a Steve Rogers?
— Gracias. — Logré decir consumiendome de la vergüenza y le quité la bolsa a Tony lo más amablemente que pude para guardar todo que había puesto en la mesa.
— ¿Cuál usaras? — Cuestionó cuando logré meter todo en la bolsa.
— Después lo decidiré.
— ¿Por qué no vas y pruebas una?
— No necesito ninguna. — Respondí cansado de la presencia de Tony.
— Ve, no tengas pena.
— No.
Mentalmente comencé a contar para evitar explotar contra él, pero me reproché en cada número el haber aceptado quedarme en la Torre de la persona más irritante que había pisado el planeta.
— Es normal...
— ¡No tengo mi periodo ni lo tendré hasta dentro de dos semanas! — Prácticamente grité, causando que Tony se sobresaltara y respiré con lentitud para intentar serenarme. — Como mínimo dos semanas. — Dije esta vez con tono más bajo.
— Pero, Clint dijo que era después de tu celo. — Se excusó y centro su mirada nuevamente en el teléfono.
— ¿Clint también sabía esto?— Pregunté indignado.
— Es maldito, nos engañó. — Susurró.
— Alfas tenían que ser. — Dije mientras me masajeaba la sien. — Shield debería darles clases sobre la anatomía de los omegas. — Murmuré.
— ¿Yo por qué iba a necesitar esa información?
— Para que tu y Natasha no queden como tontos cuando se meten en mis asuntos.
— Nat jamás parecerá una tonta, ella es perfecta.
Me causó un poco de gracia ver a Tony con los brazos cruzados defendiendo a su novia sin importar lo que dijera de él y nuevamente sentí esa puñalada en el corazón al saber mis sentimientos con ella.
— Mira, la menstruación debe durar aproximadamente cinco días, siete días después viene mi celo, que dura tres días y trece días después ese ciclo se repite.
— ¿Entonces ya tuviste tu periodo? — Preguntó después de que parecía que hacía cálculos en la mente.
— Sí, esa es la razón por la que fui al laboratorio de Shield para hacerme varios exámenes.
Silenciosamente Tony retomó su tarea de beber su café y yo unté una tostada con crema de almendras, nada me impediría tener un buen desayuno. Después de un rato el silencio ya no era cómodo, era extraño que el alfa se mantuviera callado.
— ¿Y cómo conociste a Nat?
— Ella... se infiltró en mi compañía para salvarme la vida.
— Suena a algo que solo ella haría.
— Así es... — Respondío con nostalgia. — Desde el primero momento que la vi mi corazón supo que ella sería la que me pondría de rodillas... literalmente lo ha hecho. — Añadió riéndose de su propio chiste. — Lo mejor de todo es que no es solo una cara bonita, es inteligente, pelea de maravilla, excelente estratega y la lista es larguísima.
— La señorita Romanoff está subiendo. — Anunció Jarvis sacándole una sonrisa al castaño y estaba seguro de que ni siquiera se dio cuenta que su aroma se había vuelto más fuerte.
La alfa apareció unos segundos después cuando las puertas del ascensor se abrieron, con una pose imponente que se me hacía seductora, está vez llevaba el cabello suelto y complemente liso, estaba igual de atractiva que con ondas en el cabello y la combinación perfecta era su cabellera roja, con su tez blanca y su traje siempre entallado negro. Sonrió al ver nuestra mirada sobre ella y pensé que pasaría de largo, aunque yo me había levantado para recibirla, pero me envolvió un cálido abrazo.
— Steve. — Saludó con añoranza, nunca había escuchado que mi nombre sonara tan bien en unos labios. — Espero que Tony fuera un buen anfitrión. — Agregó cuando se separó de mi.
— Querida sabes que lo soy. — Respondío haciendo que cambiará mi mirada de sobre sus ojos. — ¿No hay abrazo para el novio? — Preguntó el alfa que estaba de pie unos pasos atrás de nosotros.
— Ven aquí.
Tony camino sin dudarlo hacía ella y la abrazo hasta levantarla un poco del suelo, y le plantó un beso en los labios, lo que me hizo retroceder para darles espacio, pero Natasha rápidamente puso sus manos en su pecho para cortar el beso y a regañadientes el castaño la dejó sobre sus pies.
— Yo... tengo que volver a la empresa, ya he faltado mucho tiempo. — Se despidió de forma rápida y se fue sin mirar atrás.
Me pareció extraña la forma en que se marchó pero la alfa no presto mucha atención a eso, pues ya estaba sirviéndose un vaso de agua de la jarra que descansaba sobre la mesa.
13 de Abril 2023
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