El Capitán América aprueba este one-shot.

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En medio de la sala se encontraba un joven castaño de apenas unos doce años junto a su hermana gemela, ambos vivían en un orfanato.

Este orfanato era especial, ya que aceptaba a niños especiales.

Dichos niños poseían habilidades capaz de volar tu cabeza, cada uno poseía un poder que los hacia especiales y queridos. El lugar en donde residían aceptaba desde el más joven hasta el más irascible.

Cada empleado los cuidaba con un total "cariño" y "amor". Haciéndolos sentir como en casa.

El director de dicho lugar "adoraba" a esos niños.

El antes mencionado joven ya estaba harto de ese amor.

- ¡¡ALEJENSE!! – Gritaba el de hebras castañas amenazando a los oficiales que se mantenían detrás de una barricada por protección. Detrás del joven estaban el director y un par de empleados.

(...)

Nombre: Mason Pines.

Edad: 12

Familiares: Hermana y padres (Estos últimos muertos).

Capacidad: Manipulación de la realidad.

Observaciones:

El sujeto A-113 presenta grandes capacidades de manejo sobre sus poderes al igual que su gemela. Se centra más que nada en la creación de criaturas producto de su imaginación, siendo esto algo que su hermana había desarrollado primero. Una de las primeras habilidades que ha logrado domar a la perfección fue la de "Eliminación física" (Denominada así por el Dr. Magnus Krei), que consiste en borrar de la realidad un objeto (Probablemente incluyendo a personas) del plano terrenal o físico, muy por el contrario de su hermana, quien no domina, ni desea dominar, esta parte de sus capacidades.

De igual manera, el pequeño Mason ha presentado tener un intelecto superior al promedio demostrando no solo un desempeño académico excelente, sino una alta ideología única de la realidad, alegando que, de poder manejar mejor sus habilidades, podría llevar al mundo a una nueva era de la perfección. Aunque esto último no se ha podido estimar con exactitud, se cree que pueda ser un peligro para la sociedad.

Por precaución se ha mantenido en observación constante, más al estar cerca de los demás niños.

(...)

La castaña tiritaba entre las manos del adulto frente a ella.

Deseaba con todas sus fuerzas alejarlo como fuera posible, pero algo le mantenía inmóvil, consiente de todo lo que pasaba quedando a veces mareada.

Las ganas de llorar eran enormes, pero no quería darle el lujo de verla así. No a uno de los que pensó era su mejor amigo.

Si esto es amor, no quiero conocer tu odio.

Su hermano tenía razón.

En ese lugar no se podía confiar en nadie.

Mucho menos en esos monstruos.

Mientras la fémina gritaba e imploraba por su vida, un pequeño niño similar a la castaña observaba como la lastimaban frente a sus ojos. El como la tocaba le daba asco, la sonrisa que estaba pegada en su rostro le daba nauseas.

Cuanto deseaba ayudarla, pero simplemente no podía moverse.

Por un segundo sintió que le había fallado a la única estrella de ese lugar.

Asique solo se cubrió sus oídos mientras se mantenía encerrado en la profundidad del ropero.

(...)

- Dices poder ayudarme, ¿No? – Dijo el castaño a la extraña criatura cubierta de oscuridad que parecía danzar junto a la ventisca nocturna.

- En efecto niño. – Afirmó sonriendo a la joven figuraba que estaba sentada en una de las camillas de ese orfanato que se osaban a llamar camas.

- ¿Y qué debo hacer? – Preguntó intrigado si ese ser malicioso era producto de su habilidad o solo una pequeña esperanza.

- Buscar la libertad. – Simplificó las dudas del castaño al levantarse quedando frente a frente, ambos mirándose a los ojos. – Yo me encargaré de que ambos logren escapar.

Castaño y ámbar luchaban entre sí, tratando de excavar en lo profundo de sus mentes buscando engaños o mentiras.

No había nada que lo hiciera dudar.

- Hecho. – Sentenció tomando con determinación la mano que desde un inicio le había sido ofrecida.

Esas manos eran la sentencia de ese infierno.

(...)

Un tranquilo niño de unos doce años se encontraba sentado en una banca de algún parque de la ciudad, entre sus manos habitaba un cuaderno y un lápiz, con el cual hacia trazos ligeros creando así el rostro de un ser altamente desconocido por su hermana, quien lo miraba extrañada desde el tobogán.

Luego de deslizarse se acercó rápidamente hacia su familiar curioseando lo que su hermano plasmaba en papel.

- Hermanito, ¿Quién es él? – Preguntó acaparando la atención de su gemelo, quien, luego de verla de reojo, volvió a posar su mirada en el papel, observando cada detalle del muchacho que plasmaba.

- Alguien a quien le debo mucho. – Respondió dejando a su hermana algo intrigada, quien lo pasó por alto y regresó a jugar en las atracciones del pequeño parque.

Mientras los gemelos se entretenían, entre las sombras se encontraba una mata de cabello rubio quien los observaba sonriente por su buena acción del año, quien a los pocos segundos desapareció entre las sombras dejando atrás al par de hermanos que había sobrevivido al infierno que era aquel orfanato.

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Para mi, bosquejo es un dibujo antes de repasarlo, como cuando haces las líneas a lápiz antes de pasarlas a tinta o a digital.

Si estoy mal dicto desde ahora que no voy a volverlo a hacer.

¿Notaron las referencias en la trama? Aquí una pista, son 6 en total: v

Si conocen cuales son no olviden decírmelo por aquí ☞

Sin más me despido~

Bye~♥

P.D: No saben la jaladera de bola que estuve haciendo para traer este último capitulo del libro y del #Rantober, porque si, decidí dejarlo hasta aquí ya que las ideas dejaron de fluir y me he dado cuenta que no he podido practicar bien con mi forma de dibujar.

Asique dejaré el libro hasta aquí, probablemente en un futuro lo termine con las palabras que me faltaban y eso, ya que tan solo me faltaban 15 días para terminar el mes, pero bueno, me gustó el reto y me alegra haber llegado tan lejos.

Nunca antes me habia pasado. Pero bueno, ya que le vamos a hacer.

Espero y les haya gustado este libro.

Bye~♥♥