Viernes, 21 de junio del 2019

a Laura se me estaba haciendo eterna y, para colmo de males, el último examen oral ha empezado más tarde porque un profesor se retrasó.

Por lo menos nos han dado las notas. Lo primero que hice fue enviarle un mensaje a Carlos, para que supiese que ha aprobado todo. Seguro que ha llegado ya a su piso y podrá avisar a su familia.

Carlos es muy buen chico. A lo mejor no es brillante en lo relacionado con el instituto, pero entiende bien la ciencia y es muy trabajador, no se cansa nunca. Estuvimos estudiando y haciendo exámenes los últimos cinco días sin descanso y en ningún momento aminoró el ritmo, trabajó al cien por cien todo el tiempo.

Hay personas brillantes, pero que luego les cuesta mucho trabajar. Ahora entiendo cómo Carlos ha llegado hasta el instituto a base de becas: es incansable y nunca se da por vencido.

He averiguado que las mejores notas de primero son las de Laura y las mías, por lo que lo de la beca no será ningún problema, aunque hayamos llegado a un acuerdo para que no llegue a serlo y que el dinero ya no sea tan necesario como antes.

He devuelto el piso y recogido todo para poder estar media hora con Laura y estoy más que ansioso.

No podré ver a Jacobo, no tengo permiso y seguro que se ofende al saber que estuve allí y ni le saludé. No obstante, también sé que en dos minutos se le habrá pasado el enfado y se alegrará porque pude pasar unos minutos con mi novia.

Escondo mi mochila y el monopatín en un lugar seguro, me pongo el antifaz y me dirijo a la fiesta. No son ni las diez de la noche, pero ya hay borrachos en la acera por fuera de la fiesta. Al menos el edificio ha quedado genial.

La nave la he comprado hace un mes y se la ofrecí gratuitamente a la universidad para hacer la fiesta de final de curso. Estaba baratísima porque está en el barrio donde ahora viven Laura y Jacobo y existen muchísimos inmuebles vacíos y que nadie quiere.

También le pedí a Santiago que hiciese un buen donativo en nombre de nuestra empresa y envié un borrador con las obras a realizar para que fuese un sitio bonito y seguro, sobre todo, seguro, por si fuese necesario escapar en algún momento.

Todavía creo que mi tía puede intentar cualquier cosa en las últimas semanas que quedan para que finalice el juicio y no he encontrado el dinero, que sé que ha desviado durante años de la cuenta privada tanto de ella como la de mi tío, cuando él vivía.

En cuanto entro a la fiesta está sonando Señorita de Camila Cabello y Shawn Mendes, así que pido que pongan Como tú no hay dos de Beatriz Luengo.

Cuando empieza la canción la veo, está bajando las escaleras. Eso de regalarle un traje que brilla ha sido una buena idea. Sé que no es muy seguro, es el blanco de todas las miradas, aun así, me pareció que era un riesgo que podíamos correr.

Me acerco hacia ella cuando alguien le toca por detrás. Es Jimmy, lo reconocería incluso con una máscara de mono. Nunca me cayó bien. Laura se da la vuelta y lo besa.

Lo besa.

Lo besa.

Lo besa.

Me doy la vuelta, recojo mi mochila y mi monopatín del lugar donde lo he dejado minutos atrás. Llego al coche en menos de tres minutos, arranco y desaparezco.