XXIV
CAPÍTULO 24
Ahora estaban los tres en el cuarto de la astuta pequeña, viendo "Frozen".
Después de un largo y agotador día que empezó con los helados, para irse después por el lago a ver a los patitos y poder darles de comer con la ayuda de ambos mayores, ya que la pequeña quería meterse y perseguir a los pequeños patitos y una mamá pato queriendo pelear contra ella.
Luego fueron a almorzar pollo frito como se lo había prometido anteriormente por llamada y ojo... Era el primer pollo frito de varios que faltaban para cubrir la ayuda.
Para Yibo fue muy divertido, ambos amaban la parte de la pierna del pollo. Ambos pelinegros no perdonaban ni al pobre hueso, sus salsas preferidas; ketchup y mayonesa, revolviéndolas y convirtiéndola en sala golf...Tan parecidos en gustos...
Después de terminar salieron al parque de diversiones, solo a los juegos más tranquilos o leves. A Xia se le iluminaron los ojos con solo ver a la sobresaliente rueda de la fortuna.
Pero antes de ir hacia ella, pasaron por los carritos chocones; tiro al blanco, dónde Xiao Zhan sacó un león del mismo tamaño de su conejito que le había llevado de regalo al hospital; y muchos juegos más.
Por fin fue tiempo de la tan ansiada rueda de la fortuna, subieron con la pequeña, ella quedaba estratégicamente en medio de ambos.
- ¿Zhan Gege? - llamó al pelinegro el cuál tenía sus ojos puestos en el castaño el cuál veía solo el iluminado y hermoso panorama.
Zhan desvío su mirada hacia la vocecita sin quitar su objetivo – Dime, pequeña.
Yibo miró directo a ambos, perdiéndose en el rostro de su socio.
- ¿Es hermosa la vista?
- Es... Encantadoramente hermosa - respondió sonriendo hacia el doncel el cuál se le ruborizó los pómulos e hizo un mohín con sus labios y volvió a mirar a su costado.
La niña rio bajito. Sus ojitos viajaron por todo el parque hasta que algo llamó su atención...
- ¿Qué es eso papi Bo?
Yibo siguió el dedito antes de que la rueda bajara para que rotara de nuevo...
- ¿Ah? Emmmm... El carrusel de caballos hija - contestó nervioso, pues eso no era lo que señalaba la pequeña.
La rueda volvía a estar arriba y volvió a decirle - Papi Bo, no. Ese no - Volvió a dirigir su dedito
- Esa es la casa del te...rror...
- ¿Casa del terror? - Habló Zhan quién también giró a ver.
- Sí! Ese. ¡Quiero ir ahí!
- Xia n-no...
- Yo quiero - hizo un puchero la pequeña.
- Princesa...
- Lo que la princesa quiera - terminó por decir Xiao Zhan – Yibo, ¿te encuentras bien? - preguntó al ver el semblante del castaño.
- Mn! - No lo iba a demostrar. Wang Yibo tendría que comerse sus miedos en ese momento.
Dos vueltas más fueron las que faltaron para que terminara el paseo en la rueda. Al tocar el piso los tres fueron a la dirección que quería ir la pequeña traviesa.
Sí, recordemos que Xia es una niña muy, muyyyy inteligente.
Xiao Zhan pagó las tres entradas. Wang Yibo solo veía como su socio y su traicionera hija estaban haciendo la cola correspondiente para el ingreso.
Traición a su propio padre... ¿Acaso Xia se olvidaba que a Wang Yibo, a su padre, sangre de su sangre, no le gustaba nada que tenga que ver con el género de terror?...
- Ahhh... Pequeña traidora - Susurró - ¿Qué tramas, Xia? - se inclinó hacia el oído de su hija.
Xia giro su rostro mirando directamente a su papito - Nada papito. - Y le dio un beso - Vamos! - Jaló de las manos a ambos, ante el pase del encargado del control; entrando con una sonrisa triunfante.
- "Ahora vienen los abracitos entre mi Gege y papito!" - Pensó alegre en su inocente cabecita.
Mientras avanzaban por un pasillo oscuro con luces verde, violeta, rojo y azul neón que daban el ambiente escalofriante, combinados con telarañas ficticias. Un castaño a pasos torpes seguía a unos alegres Zhan y Xia que miraban anonadados cada decoración.
- AHHH! - Zhan y Xia miraron a la persona que había gritado.
- Gege! Abraza a papito. Él tiene miedo.
Zhan miró a Xia e hizo lo que la niña le pidió. Atrajo el cuerpo tembloroso del doncel. Inmediatamente Yibo escondió su rostro en el cuello de su socio. Sin dudar el olor de su perfume y su cuerpo lo hacían sentir seguro.
- Zhan...
-Tranquilo Yibo. Estoy contigo. No te dejaré.
-"Estoy contigo. No te dejaré" - Esas palabras... Se las había llevado el viento...
- Mi-Mien-mientes - respondió tartamudeando - Tú tam-bién mi-mientes.
Xiao abrazó con más fuerza el cuerpo de su amado. Dándole seguridad.
- No lo haré. Confía en mí. - abrazaron unos cuantos pasos - Xia agarra la otra mano de Yibo para cuidarlo, ¿si?
- Mn!
Siguieron caminando por el pasillo hasta encontrar la salida. Yibo en medio de ambos se sintió mejor, el temblor era leve. Sin duda se sentía bien, el olor a vainilla y loto que desprendía el cuerpo de su socio eran como una droga. El toque de la mano de su pequeña le daba fuerza para seguir. Así que no notó que ya se encontraban afuera de aquella espeluznante casa.
- ¿Se quedó dormido? - preguntó bajito la pequeña Xia al ver aún el rostro de su papi escondido en el cuello de su Gege.
- Emmmm... No.
- ¿Entonces por qué sigue ahí?
¿Por qué seguía ahí? Él mismo no lo sabía.
- Yibo... Ya salimos. - Zhan llevó su mano hacia la nuca del castaño dándole suaves caricias. - Xia está...
No pudo terminar de hablar, algo húmedo rozó su cuello.
¿Wang Yibo lo había lamido?
Xia miro a ambos, su Gege tenía los ojos bien abiertos y la cara roja. Su papito tenía sus orejas rojas, por lo menos la oreja visible lo hacía notar.
- Gege pareces un tomate - se carcajeó la pequeña - Papá tiene las orejas rojas también.
La risa de Xia llamó la atención de ambos. El castaño se separó despacio mirando a Zhan.
- Gracias - dijo Yibo. Sus ojos no se quitaban del otro. Zhan solo dibujó una sonrisa y asintió. - Xia. Vamos a casa – La voz salió seca, la niña paró de reír. Estaba en problemas.
- Papi!
- No me siento bien.
Y efectivamente, a pesar de sentirse protegido y seguro mientras pasaban por ese pasillo horrible. Los nervios de Wang Yibo le habían pasado una mala jugada. Las piernas aún las sentía temblorosas, además después de hacer ese movimiento sugerente contra el exquisito cuello del mayor.
Zhan pensó que se trataba de una broma de Yibo, pero al analizarlo un momento, se preocupó. Se sentía culpable por seguir a la pequeña. Él no sabía que este tipo de cosas no le gustaban a Wang.
Yibo miró que el semblante de Zhan había cambiado a uno de dolor y culpabilidad...
- Tranquilo Xiao. Solo que... - Dudaba en decirle sus temores - No me gusta la oscuridad... Es decir... Ammm... Todo lo que tenga que ver con el terror o oscuridad...
- Yo no sabía. Lo siento. Yo...
- Tranquilo. Ya pasó. ¿Nos podrías llevar a casa?
El día había terminado. Zhan y Xia demostraron pena, sobre todo Xia que fue la de la idea y ahora no podrán estar los tres juntos.
- Qué les parece... - habló Yibo. Ver la cara de ambos le estrujó el corazón, sobre todo el de su pequeña. Ya hablaría con ella después - ¿Qué les parece si vemos una película y pedimos para comer en casa?
- Sí! - dijeron ambos pelinegros felices, aún su día no terminaba.
Así es como terminaron los tres mirando "Frozen" uno y dos que aún no terminaba, entre piernitas de pollo, papas fritas y pizza.
El pequeño bostezo de Xia los desvió de la película.
- Amor si ya tienes sueño vamos a alistarte para que duermas.
- No papito. No quiero.
Zhan miraba, su hija era testaruda...
-"León duerme, estaré aquí para cuándo despiertes"
-"No conejito. Quiero estar así, abrazados lo más que podamos antes de que te vayas."
Un bracito paso por su barriga. Xia se había acomodado para dormir.
- Pequeña ve con papi. Ya estás cansada.
- No. Si me voy, tú te irás.
Zhan y Yibo se miraron.
Si bien era cierto que la relación y conexión entre ambos era fuerte y bonita. Wang no quería que su hija se acostumbre e ilusionara con su socio. Ella tenía un papá y cuando este volviera no quería que la niña lo bote por alguien que no es de su sangre.
-Cámbiate y regreso. ¿Hecho? - mostró su dedo meñique.
- ¡Hecho! - ella hizo lo mismo y los entrelazó.
- Iré afuera a esperar - le dijo a Yibo el cual asintió.
La película se puso en pausa y Zhan salió para darle su espacio a padre e hija.
Su día no pudo estar mejor, claro solo la parte de ver asustado y temblando al castaño entre sus brazos; aunque esa parte, pensándolo bien no lo borraría porque gracias a eso lo tuvo en sus brazos aspirando su olor y su lengua jugando con su cuello... Sus miradas y sonrisas... Todo era demasiado maravilloso.
- ¿Zhan? - la puerta había sido abierta, unos segundos antes por Yibo- Ya puedes pasar.
- Si. Gracias. - miró al pequeño bulto en medio de la cama bien arropada.
- Papi pon play. - le pido a Wang. Ambos se acomodaron a cada lado de la pequeña princesa.
Al cabo de unos minutos, Zhan sintió de nuevo los bracitos alrededor de su estómago.
- Yibo - hablo bajito - Ya se durmió?
Wang revisó y efectivamente estaba bien acurrucada hacia el cuerpo de su socio.
-Mn! Deja que pasen unos minutos más y la acomodas en la cama. - El castaño se paró y fue hasta la puerta. La abrió y miró al pelinegro- Iré a darme una ducha.
El castaño paso su lengua por sus labios sin quitar la mirada del otro, volteó y siguió su camino hacia su cuarto.
Xiao Zhan sintió el respingo entre sus pantalones. ¿Eso era una invitación?
Pasaron unos minutos y Zhan acomodó a la pequeña en su cama, poniendo al señor conejo y señor león; como Xia los había nombrado al llegar a casa, a cada uno de sus lados para hacerle su compañía.
Contempló un rato más a su pequeña. Sin duda era una niña astuta, no mentiría si dijera que le seguía el juego ya que sabía lo que la niña pedía.
Sin más salió en búsqueda de su pequeño león escurridizo. Si quería jugar al juego del gato y ratón pues. El conejo iba a ir detrás de su león, su presa.
Entró al cuarto del castaño y miró a su alrededor, un tono color azul oscuro acompañado de plomo daba seriedad y elegancia al sitio.
¿Antes habrá sido así?
-"Un día verás mi habitación... Legos, pósters, motos de colección..."
- Creo que no - se respondió.
El ruido del agua de la ducha lo trajo en sí. Llegó hasta la puerta y escucho el agua correr. Tomó la perilla de la puerta e intentó abrir.
¡Bingo!
Está sin seguro. Al abrir, la imagen frente a sus ojos lo volvió a poner duro. Tras las puertas transparentes de la ducha se mostraba la silueta del esculpido cuerpo de su doncel. Su piel blanca como la nieve, marcada por el ejercicio, se quitaba los restos de shampoo de su cuero cabelludo.
Llevó su mano hacia su entrepierna masajeándola mientras observaba cómo tomaba el jabón para pasarlo suavemente por su cuerpo. Las manos sobre su pecho dando círculos con el jabón, de ahí llevando este por su hombría, masajeando levemente por ese lugar, sus largas piernas de ahí subiendo por esos dos montículos en los cuales le encanta perderse...
Quisiera tener una cámara para grabar y guardar todo lo que veía en ese momento.
Wang Yibo no era ajeno a todo esto. Sintió cuando la puerta de su baño se abrió y vio la silueta de su socio asomarse. Está vez era consciente de lo que iba a hacer.
Era el juego del gato y el ratón y él quería ser de nuevo la presa. Le dio todo el espectáculo, en su espalda sentía la penetrante mirada de su socio, siguiendo todos sus movimientos e incluso llegó a ver cómo se tocaba su pene sobre el pantalón.
Él lo quería... Lo necesitaba dentro de él...
- Si solo te quedaste a ver... Ya terminé. Puedes irte.
Zhan dio un salto de muerte. ¿Lo había visto?
- ¿Qué esperas?
Zhan reaccionó al escuchar la pregunta. Sus hábiles manos hicieron que se quedará desnudo como Dios lo trajo al mundo en segundos. Caminó hacia la ducha y abrió la puerta.
La imagen de Wang Yibo, bajo la regadera, en agua bajando por su cuerpo, sus cabellos pegados en su rostro y la respiración acelerada, eran la gloria.
- ¿Qué espero? - comentó divertido y arqueo una ceja - Hacerte el amor.
Yibo ya no pudo reaccionar, ya tenía los labios de su socio sobre los suyos saboreándolo y jugando con sus lenguas. El solo cerró los ojos y se dejó llevar.
El agua ahora bajaba por ambos cuerpos. Zhan acariciaba cada parte del cuerpo contrario robándoles gemidos y pequeños jadeos. Yibo marcaba con sus pequeñas uñas los hombros y espalda de su mayor, mientras sentía como su cuello era mordido en su prominente manzana.
- Ah~ Zhan~
-Me encantas... Gime para mi bebé~
Zhan amasó los montículos del castaño y llevó sus dedos para acariciar la entrada que se contraía para recibirlo.
- ¿Vamos a la cama, bebé?
- Mn~ Si~
Xiao Zhan alzó al castaño desde su trasero, haciendo que esté enredará sus piernas en su cintura, salió lo más precavido posible del baño para no resbalarse y poner en riesgo el cuerpo que cargaba.
Al llegar a la cama lo depósito con sumo cuidado.
Se deleitó con la imagen del chico, mojado, labios rojos y un poco hinchados por la ronda de besos, jadeando...
- Mi pieza favorita de arte...
Yibo no dijo nada, quería decirle miles de cosas.
Era mejor estar callado o no...
- Zhan-Ge~
- Dilo Yibo... Di lo que deseas...
- A ti... Te quiero a Ti, Zhan-Ge.
(2/2)
.
.
.
-
Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻
Ya siii... Lo sé 🫣
Siento la demora. Ya estoy trabajando en los siguientes capítulos. Cómo les dije haré capítulos softs. Todo será felicidad antes de la tormenta 🙂
Espero y disfruten de ambos capitulos 🤭
L@s quierooo ❤️💚
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro