Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XVI


CAPÍTULO 16

Wang Yibo entró a su habitación después de dejar a su hija junto con su socio, buscó entre sus ropas lo más cómodo posible. Se quitó el traje y lo demás para meterse a la ducha.

Debajo del agua, repasaba todo lo que había pasado en el día. El trabajo, el momento que le avisaron del accidente. La preocupación del pelinegro y su actitud ante la situación, la invitación a cenar y ahora tenía al pelinegro en el cuarto de su pequeña, haciéndola dormir.

¿Por qué había accedido tan fácil? ¿Por qué tanta seguridad le brinda esa persona? Estás preguntas ahora se sumaban a las anteriores.

Sus manos pasaban por su cabello, borrando el rastro del shampoo, tomó el jabón y a paso lento se iba aplicando.

-Sean...

De nuevo su memoria jugaba con él. Sus besos, sus toques, caricias... Todo su cuerpo necesitaba de él.

-Zhan...

Definitivamente su cabeza jugaba con él. Cerró sus ojos e imaginó sus manos recorriendo su cuerpo.

¡Diablos! El saber que está cerca lo hacía estremecerse.

¡Pero no era posible!

Esperaba a Sean. Él amaba a Sean. Pertenecía a Sean.

Pero... Xiao Zhan...

-No! - abrió los ojos abruptamente - Yo amo a Sean. - Habló para sí mismo.
Decidió terminar su baño lo más rápido posible.

La ducha tampoco era su amiga.

Al terminar de cambiarse, salió de su habitación para ir la de su pequeña, al abrir la puerta se maravilló y enterneció con la imagen que ambos le estaban regalando sin ser conscientes de ello.

A veces se sentía mal por no dejar que su hija crezca con su padre. Él piensa que por su culpa no está a su lado.
Quiso despertar a Xiao Zhan, pero al ver que su hija se aferraba muy fuerte al mayor decidió dejarlos seguir durmiendo.

Bajó a su primera planta para dirigirse a la cocina, prepararse un té y calentar unos panecillos para matar la ansiedad y relajarse.

Este día había sido muy agotador además de estresante, mientras saboreaba de sus panecillos de nuevo se le vino a la mente la imagen de su socio y de su pequeña, él reconocía que, entre Xiao Zhan y Xia desde que se conocieron por primera vez existía una conexión increíble e inexplicable.

Tenía que reconocer que si no hubiera estado Xiao Zhan no hubiera podido con toda la carga.

De un momento a otro, la imagen de Sean venía a su mente. ¿Sería igual la conexión de padre e hija?

Sean... ¿Estará vivo? ¿Dónde lo podría buscar?

Si solo pudiera recordar algo del lugar dónde lo tenían cautivo, ese lugar en donde también conoció el dolor, el placer y el... amor.

-¿Dónde estás Sean? Dame una señal - susurró para después soltar un suspiro largo. Tomó lo que quedaba de su té y recogió las migajas que quedaron fuera del plato.

Se paró y dirigió al fregadero para comenzar a lavar todo lo utilizado anteriormente y dejarlo limpio.

Al darse la vuelta para salir se topó con la imagen del pelinegro recostado sobre el marco de la puerta mirándolo fijamente.
-¿Xiao Zhan? - preguntó un poco tímido. - Xiao Zhan! - alzó la voz.

El nombrado dio un salto de susto y parpadeó, mirando al castaño delante suyo....

-Se mío- se volvió a repetir en su cabeza.
Sí, estaba soñando despierto mientras se perdió en el cuerpo contrario.
-Ho-Hola- tartamudeó.

-¿Te encuentras bien? - el tono de Yibo era preocupado.

Si se encontraba bien... Pues sí, aunque un amiguito suyo también estaba despierto. - S-Sí. - disimuladamente bajo sus manos hacia su entrepierna tratando de tapar su arma.

-Deseas algo?

-Yo... Yo venía a... ¡Despedirme!

-¿Te vas? - Yibo se daba golpes internos, eso había sonado más que un lamento - No crees que es muy tarde. Pasan de la media noche y está lloviendo. - se cruzó de brazos para disimular el temblor de sus manos.

-No te moles...

-Claro que no! - agitó sus manos y luego los cruzó de nuevo dándose cuenta de su exaltado error.

-Emmmm... Gracias. Crees que...- se rascó la cabeza - ¿Podrías prepararme un café?

- Te lo preparo. Siéntate. - Yibo le dio la espalda rápidamente. Tenía el rostro sonrojado. ¿Cuándo él había mostrado tan hacendoso frente a un desconocido?

En silencio, el castaño encendió su cafetera y pasó el café. Tomó dos panes para agregarle jamón, lechuga y tomate y luego colocarlos en un plato.

Al ver que la cafetera terminó, tomó la taza que anteriormente había utilizado y lavado para servir. Una vez que ya tenía todo listo respiró profundo y botó el aire que retenía.
Giró sobre su eje y se acercó a la isla central de la cocina donde lo esperaba un Xiao Zhan expectante a sus movimientos.

Al colocar sobre la isla lo que había preparado para el pelinegro, se sentó a su derecha, cuando ya se había acomodado subió su mirada y chocó con la del contrario, esos ojos negros no parpadeaban, lo penetraban, exploraban su interior.

Su respiración se aceleró, esa mirada hacia que su piel se erizara, remojó sus labios, sus manos comenzaron a temblar y a sudar debajo de la mesa.

-Zhan... - su voz salió como un susurró. Tenía que cortar esa tensión ahora. Si seguía así ya se veía siendo empotrado contra la mesa. - Zhan!

El contrario parpadeó al escuchar su nombre - Perdón... Yo...

-Come - Yibo le señaló lo que le había servido. - Es algo rápido y ligero.

-Gracias. No te hubieras molestado.

-No te preocupes - sonrió - Es una manera de agradecer por lo que has hecho por nosotros y acompañar a mi princesa y soportar todo lo que ha hecho que hagas por ella hoy.

-Yo encantado. Haría lo que fuera por verla feliz. - vio como el castaño se sorprendió por su comentario - No lo tomes a mal. Xia se ha ganado mi corazón, es una niña muy linda y vivaz. Además...

-Gracias. Mi niña es así. Siempre está con una sonrisa. Incluso esto viene desde que era bebé.

-Me...- dudó lo que iba a preguntar. Con un poco de miedo lo hizo - ¿Me podrías contar como era de pequeña?

-Sí. Claro - se acomodó mejor en la mesa. Dibujó una hermosa sonrisa que hizo embobar más al pelinegro. - Xia es una niña muy sonriente. Solo lloraba cuando estaba sucia o tenía hambre, eran leves llantos. Cuando empezó a caminar tuvo una caída. En ese momento quise ir a su encuentro, pero mamá me frenó... - Zhan veía como Yibo se perdía en sus pensamientos - Ella me miró con sus ojitos acuosos y un leve pucherito sobresalía de sus labios, de la nada tomó viada, se paró sonriéndome y caminó hacia mí. Al ponerme a su altura llegó y me abrazó. Sus cachetitos redondos se inflaban con cada sonrisa, su nariz de botón y sus ojos negros eran mi debilidad. Siempre ha sido una niña muy noble...

-Sí me di cuenta, cuando nos contó cómo fue su accidente.

Ambos rieron al recordar como la niña aguantaba el dolor y las lágrimas al contarle cómo sucedieron las cosas.

- Si... Mi niña es espectacular. Sin duda es mi ángel, mi rayo de luz, mi estrella. Cuando me enteré que estaba creciendo dentro de mí, se convirtió en mi todo, después de que su padre... - paró de hablar, se dio cuenta de qué empezaba hablar de más - Eh... ¿Terminaste? – cambió de tema rápidamente.

- Yibo...

-Olvida lo que dije. - Se paró de un salto - Terminas y lo dejas en el fregadero. Hasta... - miró el reloj al lado de la puerta - ... Más tarde.

-Yibo... Espera! - lo tomó del brazo deteniendo su andar. Jaló de él haciendo que sus cuerpos choquen.

La espalda del menor chocaba con el pecho del mayor. Zhan tenía rodeado a Yibo por su cintura, profundizó el abrazo haciendo que sus cuerpos quedarán perfectamente unidos.

-Zhan...

-Yibo...

La tensión en el ambiente era notable.

Yibo sentía el pecho del pelinegro subir y bajar con fuerza. Sentía el alimento cálido en su oído, la piel se le erizó, un calorcito bajaba hasta quedarse en su bajo vientre, los brazos que lo rodeaban hacían que se sienta bien, tan protegido, tan fuerte.

Quizás él... Le haga sentir todo lo que había estado buscando desde hace muchos años.

Poco a poco el abrazo se fue deshaciendo, las manos del mayor viajaron hacia cada uno de sus brazos, con las yemas de sus dedos acariciaba cada parte de su piel.

Wang Yibo sentía pequeñas descargas eléctricas por todo su cuerpo con cada toque, el calorcito en su bajo vientre se expandió, haciendo reaccionar a su hombría y a humedecerse.

Wang Yibo ya no pudo retener los gemidos al sentir que ahora las rápidas, hábiles y suaves manos del pelinegro se colaban por debajo de su ropa para llegar a acariciar sus pequeños y ya erguidos botones.

-Mn!~

-Escribiría con mi lengua en cada rincón de tu cuerpo. - susurró sensualmente Xiao en el oído del castaño.

El menor ladeó su cuello, dándole más espacio para que hiciera lo que acababa de susurrarle.

Mientras su flexible y húmeda lengua jugaba por su cuello, dejando a su paso un camino húmedo y a la vez pequeños besos y chupetones que quedarían marcados por varios días, Xiao Zhan con sus habilidosas manos despojaron del polo blanco que marcaba su sexy musculatura.

Cuando tuvo el torso desnudo, lo giró. La imagen que tenía era tan inocente y sensual a la vez. Extrañaba esa expresión.

Xiao Zhan maravillado con esa expresión, contempló su belleza como la perfecta pieza de arte ante sus ojos.

El rostro de Yibo con los ojos cerrados, su respiración agitada, lo sonrojado de su rostro, sus labios entreabiertos. Era el poema que necesitaba recitar.

Mientras se seguía perdiendo entre las expresiones de su obra de arte, Xiao Zhan, siguió con su recorrido sobre el cuerpo del menor hasta llegar a la hombría de este el cual aún seguía cubierto por la ropa pero que visiblemente estaba sobresaliente en esa zona. Bajó la mirada y sonrió al sentir como estaba mojada la tela por el líquido preseminal.

-Wang Yibo ~

El nombrado abrió sus ojos, un poco acuosos por la mezcla de sensaciones en su interior. -Mn~

Xiao Zhan de un solo tirón quitó el pantalón chandal que traía puesto el castaño y como lo había soñado y sabido...No traía ropa interior.

Yibo, obediente, que miraba desde arriba levantó cada uno de sus pies para retirar la prenda.

Xiao Zhan se levantó sin quitarle la vista, cuando ya estaba totalmente erguido, llevó sus manos a cada uno de los hombros de Yibo y ejerció presión, que inmediatamente el menor entendió.

En instantes, Wang Yibo quedó arrodillado ante él y sin necesidad de palabras, abrió el botón, bajó el cierre, bajando el pantalón negro de vestir dejándolo sobre las rodillas. Llevó sus manos hacia el bóxer color negro dónde sobresalía un llamativo bulto.

Se relamió los labios, mientras una de sus manos masajeaban sobre la tela el pene y la otra mano masajes al suyo.

-Hazlo.

Wang Yibo levantó la mirada ante lo que había escuchado y sonrió de lado.

No era una petición. Era una orden.

Bajó el bóxer y el pene totalmente erguido del pelinegro salió quedando directamente en el rostro de él.

-Abre la boca.

Y sin pensarlo, lo hizo.

-Mierda! - Xiao Zhan sintió como su miembro era engullido por la boquita de su gran amor. Después de mucho tiempo volvía a sentir como su falo era cobijado por la deliciosa y húmeda boca de su ex rubio. Si esto era sentirse en el cielo no quería imaginar estar rodeado por las paredes traseras de su Yibo después de tanto tiempo.

-Argh~

El sonido de las succiones y el placer hicieron temblar al mayor.

Yibo chupaba como si fuera un niño con su paleta favorita. Aceleraba y bajaba el ritmo, cada cierto tiempo lo sacaba y lo lamía, desde la punta a la base y viceversa.

Xiao Zhan miraba la escena tan fogosa, necesitaba follar esa boca hasta hacerlo ahogarse pero se contenía hasta que, vio cómo su pequeño tormento lo miró y sonrió con la punta de su pene sobre sus labios.

Sin dudar más, enredó sus dedos en los cabellos castaños, con su dedo pulgar acarició los labios ya mojados por la saliva y los abrió para empujar su pene de nuevo dentro de la boquita y llevarlo hasta el fondo.

Ver los ojos llorosos de Yibo por cada empuje, además de sus arcadas lo excitaron más llegando a expulsar su semen, haciendo que este lo tragara todo.

-Sin desperdiciar.

Yibo obedeció; tragó y lamió todo, desde los testículos hasta la punta del pene.

El pelinegro lo ayudó a levantarse, ver a Yibo, su Yibo con algunos mechones de su cabello, pegados a su frente por la mezcla de fluidos en su rostro no aguantó más y lo besó.

No importaba probarse así mismo, lo había hecho anteriormente, extrañaba y necesitaba sentir esos labios, esa boquita dulce que lo elevaba y lo hacía volver a caer.

Yibo torpemente trataba de quitarle la camisa a su mayor y este quitándose como podía los pantalones solo quedando con las medias puestas.

Zhan tomó la cintura del castaño y lo acercó más a él. Jadearon entre el beso ambos, sintiendo cómo sus penes quedaban en medio de sus vientres.

Sus besos se acoplaban y movían a la perfección, cada una de sus lenguas se abrían camino, dejándolas entrar para buscar y entrelazarse ambas y jugar dentro de sus bocas.

Para Zhan, fue el beso más erótico.

Para Yibo, fue el beso que anhelaba.

Rompieron el beso por la falta de aire, sin separar sus frentes, abrieron los ojos.

Ya no había vuelta atrás.

-Dilo... - Susurró Yibo aún con dificultad por la falta de oxígeno.

-Tu cuerpo es el infierno donde quiero arder...








.
.
.

Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻👋🏻

Lo que tanto esperaban está sucediendo 🫣

Espero no demorar en el siguiente.
Gracias a cada un@ por sus palabras y la espera.
Espero que hasta el momento no los estemos decepcionado 👉🏻👈🏻

Nos vemos!!!! ❤️💚

.
.
.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro