🚨⚠️❌Advertencias ❌⚠️🚨

Capítulo con escenas fuertes. Prácticas de sadismo, lenguaje explícito, etc.
Si crees no poder soportarlo no lo leas ❌

Volvemos al pasado.
Continuación del capítulo 7.

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CAPÍTULO 8

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¿Estás cansado? ¿Ya no puedes más? - se acercó a él, con la yema de sus dedos acarició y delineó su hermoso rostro magullado - Esto todavía no termina.

-P-Por fa-vor - ya no quería, ya estaba muerto en vida -Ya no me... ha-gas más daño. - las lágrimas escurrían por ambas mejillas, su voz era tan bajita que parecían lamentos lejanos.

-Aún no. - susurró en su oreja del pequeño rubio - ¿Sabes? Me encanta que supliques. - se acercó a su mejilla y le dejo un pequeño beso en esta.

Volvió a incorporarse y se posicionó de nuevo en los pies de la cama.
Tomó el cuerpo caído en la cama y lo ayudó a posicionarse como lo había dejado, sobre sus brazos y piernas; en cuatro.

Encendió el vibrador, el ruido hizo que Wang Yibo cerrara sus ojos. Ya no había vuelta atrás, el chico joven, alegre, vivaz... Se había ido.

-¡Mm! ~

Sean jugaba con el pobre agujero con la punta del vibrador, metiéndole y sacándole, con esto veía como las paredes internas y rojas por todo lo anterior seguían lubricando. Pequeños gemidos ahogados eran escuchados, el menor había enterrado su rostro en el colchón, cada sacudida que daba al orificio de este se contraía.

Mientras tanto Sean con su mano libre atendía el miembro del joven, subiendo y bajando, deleitándose como el cuerpo de adelante reaccionaba a las vibraciones ocasionadas por ese aparato.

Dejó a un lado el vibrador, acercó su cuerpo al del contrario, el pecho de este chico con la espalda del de abajo - Ahora es mi turno - mientras volvía a su posición original su boca junto con su mano derecha acariciaban su espalda, leves caricias y besos eran dejados, trazando una perfecta línea.
Cuando llegó de nuevo al trasero redondo y blanco, con ambas manos volvió a separar esos montículos y enterrar su rostro de nuevo en ese orificio rojizo que se contraía para ensalivarlo.

-Eres delicioso. Ahora sabrás lo que es bueno.

Y de sola una estoca entró.

-¡Ngh!~ ¡Ah!~

El cuerpo del pequeño rubio creó un perfecto arco, observaba como su miembro era comido por ese increíble orificio que lo recibía, el sonido que hacía cada succión hacía temblar el cuerpo del mayor, pero para el menor solo era una tortura más, un dolor más.

-¡Ohh!~ ¡Nghh!~ Yibo. Vas a conocer el verdadero placer y sufrimiento a la vez.

Volvió a coger el aparato vibrador y lo encendió. Su mano izquierda viajó hacia los cabellos largos y rubios del menor, enredando sus dedos en ellos y los jaló hacia atrás con una tremenda fuerza, haciendo que la espalda del de abajo chocará con su pecho.

-No llores... - Pronunció al ver el perfil lloroso de este; volvió a sentir ese dolor en su pecho -Si lloras hazlo por placer.

Llevó el vibrador hacia los testículos del rubio haciendo temblar el cuerpo de este, subiendo lo de a pocos por el tallo de su pene hasta llegar a la cabeza.

-¡Se-an ahh!~

Al escuchar su nombre salir de los labios del menor, su cuerpo volvió la sensación de electricidad, frunciendo sus cejas por el aturdimiento.

-Así me gusta pequeño.

Nunca antes se había sentido así; solo era follar y follar, solo era un culo más para satisfacerse, un pequeño juego previo, la penetración y fin, pero aquí, contemplaba todo. A pesar de que sabía que lo que está haciendo era en contra de la voluntad de la persona que tenía delante de él; miles de sensaciones rondaban en su cuerpo, quería quedarse para siempre dentro de él, unido a él.

Pero él había sido adiestrado y formado para no sentir.

-Que hermoso niño eres.

-N-No po-por fa-vor.

Los movimientos se volvieron más rápidos, su miembro fue apresado, indicio de que el rubio se vendría en cualquier momento.

-No bebé, aún no. Primero yo.

Tiró el vibrador y agarró la punta del pene del menor obstruyendo su salida.
Unas estocadas más y Sean sacó su miembro del interior de Yibo robándole un jadeo, soltó lentamente el miembro, una vez con ambas manos libres, las llevó a cada lado de sus caderas, y con fuerza lo volteó. Ahora podía contemplar en primer plano el rostro, lloroso y húmedo no solo por las lágrimas sino también por el sudor, los labios rojos, heridos, hinchados y entreabiertos, sus cabellos rubios pegados en su frente.

Eso lo excitaba más.

-Eres un bello desastre, niño. Este hermoso y pequeño cuerpo me hará satisfacer hasta que me canse.

-¡Me duele! ¡Por favor! ¡Ah!

Yibo dirigió su mirada hacia la mano de su verdugo la cual masajeaba lentamente su miembro de arriba hacia abajo, su cuerpo se dobló por la sensación y gimió.

Sean no esperó más y llevó su boca hacia el pene erguido del menor y lo devoró por completo, por ratos lo sacaba de la boca y apretaba el orificio con su lengua, deslizándola de arriba hacia abajo y viceversa.

El mayor levantó su mirada y la unió con la del menor, provocando una oleada de placer y excitación al rubio que, si no fuera por la mano del contrario, hubiera explotado.

Yibo apretó las sábanas debajo de él, relamiéndose los labios.

Sean al ver la reacción del contrario le preguntó -¿Te gusta Yibo? - Ese era un buen juego para él. Sonrió y lamió sus testículos.

-¡Mm!~

Nuevamente otro gemido en alto a la reacción de la lamida.

¿Lo estaba disfrutando?

Ya que más daba...

-¿Mm!~ ¿Si!

-¡Ya...para!

-mira como tú pequeño agujero se llena de mi semen.Todas las noches vendré a enseñarte algo nuevo, mi pequeño bebé.

Sean volvió a alinear su miembro hacia la entrada profanada y se hundió una vez más, sin importarle la mirada vacía que tenía delante de él.

-Ven aquí.

Mientras seguía con las penetraciones atrajo el cuerpo del rubio y lo abrazó, haciendo que su cuerpo quedará semisentado en sus piernas. Con una mano en su nuca y otra en su cintura, profundizó los movimientos y Yibo que estaba abrazando por el cuello al mayor, se enredó más y se dejó llevar.

-¡Mm!~

-¡Si Yibo! ~

Ambos, al mismo tiempo, una sincronización perfecta, llegaron al orgasmo.
Sean abrazando el cuerpo débil, una pieza de cristal para él; ambos con respiraciones agitadas, aún unidos...

-Eres mío Yibo. Solo mío.

-...

No recibió repuesta del contrario, solo unos sollozos, al escucharlo Sean lo apretó más contra él. Balanceó su cuerpo de adelante y atrás, como si el joven abrazado a él se tratara de un bebé, dándole caricias en su cabeza.

-No llores bebé. Vamos a lavarte. -Ya con su pene más flácido salió de él y lo acostó con cuidado en la cama. -Espérame aquí. No te levantes. Yo te ayudaré. - Le hablaba a un rostro sin emociones.

Se paró y fue hacia el baño, abrió la llave del agua caliente y fría para una temperatura media; espero el tiempo prudente para que la bañera se llenara y soltó una bomba de jabón acompañado de unas sales que ayudarían a relajar el cuerpo del contrario.

Al tenerlo todo listo, salió hacia el cuarto y se encontró con el menor, quien había caído rendido ante el sueño, en posición fetal.

Un hincón muy fuerte en el corazón apareció está vez, le dolió tanto. Respiró profundo y tomó el cuerpo contrario entre sus brazos para llevarlo cargado hacia la bañera. Cuando estuvo adentro, tuvo que meterse con él, el cuerpo de Yibo temblaba y no tenía fuerza.

El rubio dio un pequeño salto en los brazos de su verdugo cuando sintió que el agua chocaba con su cuerpo. -Q-Qué...

-¡Shh! Tranquilo, solo lavaré tu cuerpo.

Wang Yibo solo lo veía, miraba como lentamente lavaba su cuerpo, con una delicadeza y devoción. En cada área golpeada o herida trataba con tanta paciencia.

¿Cómo un ser tan desgraciado, podría ser tan gentil a la vez?

-Vamos a lavarte y curar tus heridas, mi niño.

-Ya no me haga más daño po-por favor.

-Solo te estoy enseñando hijo. A partir de este momento Xiao Zhan está muerto. Bienvenido a este mundo Sean.

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Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻

Seguimos en el pasado 👀

Las letras en cursiva y negrita son recuerdos pasados de Xiao Zhan 😣

Más adelante adelante sabrán más de su pasado.

En los siguientes volveremos al presente 👀

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Disculpen la demora y gracias por la espera.

Nos vemos!! ❤️💚

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