
IX
Continuación del capítulo VI.
CAPÍTULO 9
-¿ME PUEDES EXPLICAR POR QUÉ NO ESTÁ LA NIÑA EN ESTE INFORME? - tiró los papeles en el escritorio.
-Señor, lo siento...
-¿Lo sientes? ¡Podría ser mi hija!
-Averiguaré de inmediato.
-Otra cosa más... - se sentó en su sillón y recargó su espalda -Si te encuentras con Geng no digas ni una sola palabra de esto. Ni que ya he visto a Wang Yibo. Si me llego a enterar que él sabe algo o le hace daño, el primero en pagar serías tú.
- ¡Xiao Zhan!
- Señor Bao - el hombre que era regañado por el pelinegro bajó su mirada.
-Hwang ve a averiguar. Si necesitas ayuda me lo dices.
-Si señor. - miró a Xiao Zhan que se encontraba con los ojos cerrados mientras masajeaba su entrecejo - Me retiro señor.
- ¡Hwang! -Xiao volvió a llamar al muchacho pelirrojo - Discúlpame. La verdad es que estoy muy nervioso.
- No se preocupe señor, lo comprendo. Me retiro.
Hizo una reverencia a ambos adultos y salió del despacho.
- Así que ahora eres papá. - Una sonrisa se dibujó en la cara del pelinegro.
- Quizás sí. Aunque no sé si deba sentirme bien por eso. La niña tiene casi el mismo tiempo de nuestra separación, aumentando los meses de embarazo. ¡Lo abandoné!
Un ruido fuerte ocasionado por los puños de Xiao contra el escritorio resonó en todo el lugar.
- Fue lo mejor! - Bao se acercó
- No papá Bao, debí huir con él. No dejarlo tirado a su suerte, ocasionándole todo ese daño.
- Si no lo hacías, quizás él...
-Ni lo digas - lo interrumpió. Su cuerpo comenzó a temblar - No... Él no merecía eso.
- Ve a descansar. Yo me encargo junto con Hwang, averiguaremos todo lo que podamos. Tranquilo - Palmeo su hombro. - Arriba muchacho.
- ¿Sabes si Lee sigue detrás de los pasos de Geng?
- Si también. Ahora ve... Rápido o me enojo.
Xiao Zhan solo sonrió ante el comentario de su mayor. Bao siempre fue su mano derecha, nunca lo abandonó y lo ayudó cuando más lo necesitaba. Él fue un verdadero padre para él.
Se despidió y subió a su dormitorio, se quitó el imcómodo saco, seguido de su corbata para luego abrir unos cuantos botones de su camisa; retiro el cinturón de su pantalón y abrió el botón. Fue directo a su cama y se tiró mirando el techo.
- Una hija - una lágrima resbalaba - Una hija tuya y mía, Wang Yibo. - Alzó su mano izquierda mirándola fijamente - Eras un doncel mi amor. Perdóname - y se soltó a llorar hasta que sus ojos quedaron rojos e hinchados por los sentimientos encontrados hasta que el agotamiento llegó y quedó profundamente dormido.
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-Nuestro nuevo socio es rarito.
-Basta Han! Desde que salimos de la empresa me tienes harto con lo mismo.
-Ya, ya... Me rindo.
-Respétalo. A partir de mañana trabajará con nosotros.
-¿Qué oficina piensas darle Yibo?
-La que está al lado de la mía. - Miró a Wen Han divertido - Lo siento amigo, pasarás a la oficina al lado de Yixuan.
- ¿Me estás botando por un hombre sexy y rarito?
- Mejor come - tomó su tenedor y lo llevó al plato de su mejor amigo ponchándolo con su carne y metiéndoselo a la boca.
-Siguen siendo unos niños - el mayor, Yixuan negaba con la cabeza, sin duda ambos muchachos se comportaban como niños.
-¿Yo? - pasó lo restante de la carne en su boca. - Si quieres te enseño cómo se mueve este niño, Yixuan.
- ¡Wen Han! Eres un descarado.
Yixuan solo bajo la mirada y apuró los movimientos con su comida. Era sabido por los tres que Wen Han andaba detrás del mayor. Yixuan no lo aceptaba ya que él era unos años mayor para él, además de la diferencia de clases sociales.
- Ya sin bromas muchachos. Me parece extraño que después que apareciera mi linda sobrina se haya puesto más pálido de lo que es y se haya despedido de un momento a otro.
-Quizás se asustó- se encontró de hombros el mayor. - no debe de estar familiarizado con niños.
-¡Mn! Debe ser.
¿Miedo?
Quién podría tenerle miedo a una dulce niña como lo era su hija. Le dolía… ¿por qué? No lo sabía. Incluso no supo el por qué se lo presentó a su hija con él y viceversa diciendo que era un nuevo amigo.
Después que se encontraron con la pequeña Xia en los pasillos de la empresa publicitaria y la presentaron muy feliz con Xiao Zhan, el rostro de este había cambiado totalmente, su sonrisa que lo había cautivado y no lo iba negar se convirtió en una línea recta y su mirada se oscureció.
Flashback
-¿Te pasa algo?
-Si... No, nada perdón. Tengo que retirarme, tengo una reunión me había olvidado - Miró su reloj - lo siento, guardamos la cena para otro momento, joven Wang. Nos vemos mañana.
- S-Si no hay problema.
-¡Adiós amigo de mi papi! - Gritó la niña agitando su manita muy contenta. Miró a su papi que seguía con la mirada pegada en la espalda del hombre que esperaba el elevador -Es muy lindo. ¿Verdad papi?.
-¡Xia! No digas esas cosas. ¿Con quién viniste?
-Con la abuela. - bajó a la niña y arreglo su vestidito.
-Vamos a mi oficina y la esperamos ahí.
- Puedo jugar con tus sellos papi!
- Si bebé. Vamos.
-¡Si!
Fin del Flashback
Wang Xia a pesar de su corta edad, con sus 5 añitos bien puestos o casi 6 era muy inteligente, aprendió muy rápido a caminar y hablar. Desde ya se notaba que la niña le encantaba estar entre las oficinas de la empresa. Le gusta mirar a las modelos, ver cómo diseñaban y grababan; sabían que tenían a una próxima empresaria publicitaria.
Ya en la noche Yibo se preocupó en bañar a su pequeña para hacerla dormir. A ella le encantaba que le leyeran un cuento o una historia no importa que esté estuviera inventada, le encantaba como su papi imaginaba miles de escenarios para hacerla feliz y pueda dormir plácidamente. Yibo acariciaba su pequeña carita, con su dedo índice delineaba cada una de más facciones, sus cejas, sus ojos, su naricita, de sus mejillitas abultaditas; además de sus pequeños labios los cuales eran adornados por el pequeño puntito debajo de ellos. Se veía demasiado hermosa dormida.
Él era consciente de que Xia había sacado sus mejillas y ojos gatunos y lo demás.... Lo demás era de él... A pesar de no recordar el rostro de ese hombre.
-Tienes más facciones de tu padre que mías -sonrió - ¿Estarías a salvo con Sean?
Necesitaba recordar más, desde que despertó en el hospital solo recuerda sentirse abandonado, solo, vacío. Solo con una intravenosa en su mano derecha y su madre a lado de él dormida apoyada en la cama.
¿Cómo puedo olvidar su rostro?
Se levantó con sumo cuidado para no despertar a su princesa, la luz de sus días y su sonrisa. Dejó la pequeña lamparita de la princesa Bella para que iluminará la enorme habitación y salió sin antes dar un último vistazo al pequeño bultito dormido entre las sábanas de su gran cama.
Al llegar a su cuarto se despojó de sus ropas y entró a la ducha.
-Se-an
Volvió a nombrarlo, pero a su cabeza solo vienen imágenes vagas. Él llorando, pidiendo por favor que no le hagan daño, de rodillas, utilizando diversos aparatos y de ahí saltaban a como se aferraba él al cuerpo contrario, haciendo el amor, su cuerpo siendo acariciado, lavado y curado.
Movió su cabeza para quitar esos pensamientos, por hoy era suficiente. La visita del nuevo CEO y socio lo habían dejado agotado.
-Xiao Zhan. -Sonrió de lado - ¿De dónde? Nunca nadie me ha hecho sentir lo de la tarde con solo una mirada. - secaba su cabello mientras se dirigía a su enorme espejo - Mi cuerpo... ¿Por qué? - deslizó sutilmente la bata de baño que tenía puesta, pasó sus dedos por los hombros y clavículas, cerró los ojos y suspiró, la imagen del hombre alto, de buen cuerpo y atractivo aparecieron en su mente, se relamió los labios y los mordió - ¡Mierda! - Tenía un gran bulto saludando desde abajo.
Después de ayudarse, se lavó y luego se colocó su pijama para echarse en su cama, su cuerpo se sentía muy agotado. Necesitaba dormir, así que cerró los ojos y se dejó ser.
-¿Te sientes bien?
-Un poco adolorido - mostró sus muñecas.
-Vamos a darnos una ducha y de ahí curare tus marcas.
Tomó el cuerpo del rubio entre sus brazos para llevarlo hacia el baño. Al llegar lo sentó en el inodoro mientras que el mayor alistaba lo necesario para esos riquísimos baños relajantes para su pequeño amante. Al estar listo lo ayudó a levantarse y ambos entraron a la tina. Entre caricias y risas, se relajaron.
El mayor con cuidado lavaba los hermosos cabellos lisos dorados del joven, lavaba cada parte de su cuerpo. Al finalizar le puso una bata y lo cargo estilo princesa hasta llegar a la cama.
El cuerpo del menor siempre quedaba débil pero satisfecho.
-¿Wang Yibo?
-¡Mn!
-Te prometo que siempre te cuidaré.
El nombrado lo miró con una sonrisa. Colocó sus manos en ambas mejillitas y las acarició - Confío en ti Sean.
-Eres mío y yo soy tuyo, Yibo. Te amo.
Wang Yibo bajó su mirada, estaba apenado por la confesión del mayor, sintió que tomaron sus manos y levantó la vista - Y-Yo también... Te amo.
-Nunca te dejaré.
-¡Mn! Lo sé.
Ambos se acurrucaron, Yibo dejó su cabeza en el pecho de Sean, siendo adormecidos por los latinos alocados del corazón del otro. Una de sus piernas descansaba encima del muslo, mientras Sean lo rodeaba con sus brazos como si fuera a escapar.
-¡Wang Yibo! Tienes que irte.
- ¿Qu-Qué?
-Ya no te necesito aquí. ¡Lárgate! Pensaste que todo era color de rosas y palabras bonitas. Estás equivocado, mocoso.
- Se-Sean. ¿Qué haces?
-Bao!
-Sí, señor.
-Llévate a este estorbo inmediatamente. - miró con odio al chico que lloraba sin entender lo que pasaba - Ya me aburrí, no lo quiero aquí. Déjalo morir en la calle. ¡AHORA! - sin más salió de la habitación.
-Joven Wang vístase. Tiene 5 minutos.
-¡SEAN!
Yibo se incorporó de un solo salto en su cama, la frente la tenía perlada por el sudor que desprendía su cuerpo. Su respiración agitada daba a entender que el sueño de hace un momento era parte de su realidad.
-¿Por qué? Yo solo te entregué todo de mí, Sean. ¿Realmente me amaste? - soltó una carcajada mientras lloraba.
Los recuerdos regresaban, menos el rostro del hombre.
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En otro lado la ciudad Xiao Zhan pasaba por lo mismo, pero solo vio a el entonces rubio llorar y llorar; pero sobre todo el día que lo abandonó.
- ¿Está bien, señor?
- ¿Hyunjin?
-Sí, pasaba por aquí y escuché su grito.
-Sí, fue una pesadilla, no te preocupes estoy bien, ve a descansar. Si no descansas lo suficiente, Félix es capaz de matarme.
El más joven rio por el comentario - Tiene razón Xiao Zhan. Cualquier cosa avísenos.
-No te preocupes Didi.
Hwang Hyunjin y Lee Felix pareja joven de nacionalidad coreana. Ambos fueron rescatados hace algunos años por Bao y Xiao Zhan. Ambos adultos le enseñaron todo lo que saben ahora. Bao es como un padre y Zhan es su hermano mayor.
A las afueras o en asuntos importantes, Xiao Zhan es el jefe y en la privacidad de su hogar son una familia. Ellos no son ajenos a todo el pasado de su Gente, ellos también cayeron en manos de Xiang Jin.
Pero fueron salvados a tiempo. El mismo día que dejaba ir destrozado al niño rubio de sus ojos.
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Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻
Regresamos al presente 👀
Xiao Zhan no sabía la existencia de la niña 👀
Yibo recordó el pasado 👀
Xia es la combinación de ambos. 👀
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Una nueva actualización, gracias por la espera 🫣
Nos vemos!!! ❤️💚
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