Cinco años atrás

- ¿Por qué llevas una marca en tu cuello? -pregunta Jimin mirándome con ojos cautelosos.

¿Cómo voy a explicarle? Está pequeño aún.

Bueno, quizás no, pero para mí sí lo está.

- Esto me recuerda lo bien que me divertí ayer en la fiesta de Minho. -respondo sincero, su hermana había estado detrás de mí toda la noche y al final dejé que se acercara un poco más de lo que debía.

- ¿Puedes hacerme una? -pregunta, mis ojos casi se salen de mis órbitas- Contigo siempre la paso bien y me divierto, pero nunca obtengo una marca, ¿no te gusta estar conmigo?

Inocente.

Lindo.

- Si tu hermano se llegase a enterar de esto, no podría tener hijos en un futuro. -aviso.

- Da igual, quiero obtener una, pero... ¿duele? -lleva su índice a mi cuello y presiona sacándome un jadeo de dolor- Se ve morado y si se ve de ese color es parecido a una herida cuando te haces daño.

- No duele. -hablo- Es más... satisfactorio.

- ¿Podría probarlo? -pregunta de nuevo. Park me va a matar, pero asiento- ¿Podrías enseñarme a hacerlo también?

- Eso para la próxima clase, Jiminie.

Miro a mi alrededor con cautela de que Park no pasee para su habitación. Aún se podía escuchar el agua cayendo de la ducha y Jimin se acercó al cuarto de su hermano a penas escuchó la puerta del baño cerrarse.

- Expón tu cuello. -llevo mis manos a su rostro y lo ladeo delicadamente- Así.

Relamo mis labios ante de hacer contacto con la blanquecina piel de su cuello y los pego totalmente, succionando poco a poco y con delicadeza. Tampoco quiero asustarle y que sienta dolor. Involuntariamente mis manos viajan a su cintura y las de él a mi cuello para acariciarlo cuando un débil suspiro escapa de sus labios.

Dejo de succionar y reparto castos besos por alrededor de la marca recientemente hecha, la acaricio con mi dedo y luego miro a los ojos a un sonrojado Jimin.

- Todo está bien, hoy nos divertimos mucho.

Llevo mis dedos hasta la cremallera de su sudadera y la subo hasta su mentón.

- Pero que sea un secreto del que nadie más pueda enterarse, infinity. -murmuro cuando sale de la habitación en busca de un espejo.