Tres años atrás

Era la primera fiesta a la que asistía, se encontraba nervioso y entusiasmado por ella. Taehyung le había insistido en ella y Jimin no iba a negarse ante él.

Esa debilidad que poseía por Taehyung era digna de admirar.

Quizás no tanto como conmigo, o yo con él, pero sí que existía alguna debilidad amistosa entre ellos, simplemente inentendible.

Tras pasar horas en la fiesta, Jimin desapareció y Park me tranquilizó con el cuento de que le deje su espacio personal. Está bien, admito que somos muy nuestros, pero si todos le conocieran todos tratarían de protegerlo ante el mundo.

Cuando nos empezamos a preocupar enserio fue cuando vimos a Taehyung a un lado hablando con un par de chicos, asegurándonos de que Jimin estaba con él. Fui el primero en saltar del sofá donde nos encontrábamos para salir en su búsqueda.

Las habitaciones de la primera planta eran oscuras y muchos ruidos obscenos salían de ellas. No fue hasta entonces que un grito de dolor tembló en mi tímpano cuando reconoció el tono de Jimin.

Me apresuré a correr por el pasillo en busca de su voz, pero los gritos y jadeos eran cada vez más leves y flojos, poco ruidosos. La última puerta estaba por cerrarse con el aire cuando me apresuré a adentrar el pie y meterme en la habitación.

Ahí deslumbré mi peor pesadilla.

Jimin se encontraba en la cama, totalmente ebrio y semi desnudo frente a cuatro chicos más, de aproximadamente dos años mayor que él cada uno. Sus ojos conectaron con los míos y mi furia desató en cada uno de los individuos de esa habitación.

Tras vestir adecuadamente al rubio, le ayudé a salir por la puerta trasera de la casa, avisando a Park de que Jimin se encontraba mal y yendo a mi casa con él subido a mi espalda. Tenía suerte de estar solo a unas calles.

Jimin vio entonces el lado malo de las personas ese día, la maldad en unos ojos puros se denotaron ante los míos.

Entonces comprendí que yo había nacido para protegerlo y que sin duda lo haría.

El rubio no recordaba absolutamente nada de esa noche al día siguiente, y yo pude respirar tranquilo cuando él por fin quedó dormido y besé su frente.

- El mundo no merece a un ángel como tú, infinity.