03↬ Maquillar a Park
Sintiendo un leve cosquilleo sobre mis párpados, abro los ojos con cautela. La luz en la habitación entra radiante hasta mi rostro y es entonces cuando me doy cuenta del terrible dolor de cabeza que siento.
Trato de moverme, pero un cuerpo sobre el mío no me deja. Abro totalmente mis ojos y deslumbro a Jungkook sobre mi regazo mirándome fijamente y con una de mis brochas para maquillarme entre sus dedos.
Un momento, ¿qué tiene en su mano?
Me inclino apoyándome en mis codos y veo como a un lado de la cama están varios productos del maquillaje que uso para ocasiones especiales, como la fiesta de ayer. Sombra de ojos, coloretes y pintalabios están tendidos a lo largo de la cama, alguno abiertos y otros cerrados.
Instintivamente llevo mi mano a mi cara y abro los ojos en grande cuando noto la gran mancha verde que ha dejado en mis dedos. Jungkook sonríe de lado y juega con la brocha.
- ¿Qué estás haciendo? -pregunto con voz ronca, casi me regaño mentalmente por el dolor de cabeza que causa todo a mi alrededor.
- Ayer me estropeaste la noche, y luego cuando llegamos te pusiste sentimental para al final dormirte abrazándome, de alguna manera me la tenía que cobrar. -se encoge de hombros- Me desperté hace una hora y decidí buscar algo efectivo para mi venganza, así que encontré maquillaje en tus cajones y quería sorprenderte de buena mañana para que no gastaras tu tiempo en maquillarte con resaca.
Su sonrisa burlona me hace debatir mentalmente si empujarlo y dejarlo caer o tirar de sus mejillas hasta que ésta desaparezca de su rostro.
- ¿Podrías bajarte? Siento que mi cabeza va a explotar. -murmuro posando mi mano en su cintura, él niega y permanece en mi regazo, ahora de brazos cruzados- Pareciera que el menor de los dos eres tú, bájate.
Sigue negando ahora con sus labios fruncidos.
- Tengo que cobrar mi venganza, y ya hablaremos de todo lo que hiciste en esa fiesta. -me reta con la mirada, aprieto el agarre en su cintura para que se aleje, pero él simplemente parece estar más que bien ahí arriba- ¿Recuerdas algo?
- Absolutamente nada.
- ¿Ni siquiera lo que hicimos en el baño de aquella casa? -miro a sus ojos con pánico, miles de situaciones están pasando por mi mente cuando le escucho soltar una carcajada mientras se balancea y aplaude- Hubieras visto tu cara, Jimin.
- Duh, no tiene gracia. -suspiro- Ahora enserio bájate, tengo hambre.
- Tú siempre tienes hambre. -deja la brocha sobre las sábanas, manchándolas de un verde claro- ¿No quieres verte al espejo antes?
Quizás si que me pica la curiosidad por ver el desastre que le ha hecho a mi cara.
Se aparta de mí y me deja salir de la cama para seguirme hasta el baño donde se apoya en la puerta con expresión burlona y me mira a través del espejo.
Por mi mente pasan miles de escenarios donde puedo ser fácilmente confundido por el Joker. Me giro lentamente y rechinando los dientes en su dirección, él sale corriendo en cuanto mis ojos se posan en los suyos y voy tras él.
- ¡Jeon Jungkook!
Mi grito puede escucharse fácilmente por toda la ciudad, Jungkook ríe y me acerco a él con intención de pegarle.
- ¿A quién le vas a pegar con esas manos? -se burla.
- ¡Estas manos pueden hacer muchas cosas!
Jungkook alza una ceja y se permite acercarse.
- ¿Ah si? ¿Me muestras?
Ahora sí me lanzo hacia él con intención de pegarle, pero Jungkook es más rápido y huye hasta el sofá. Empujo su cuerpo para que caiga y lo hace, llevándome con él.
Su risa inunda mis tímpanos y le miro enfadado. Nuestra posición no es la más cómoda del mundo, pero Jungkook, siendo consciente de esto, lo olvida cuando agarra mis antebrazos para que no le pegue y esté más cerca de él.
- ¡Suéltame! -bufo contra su respuesta negativa.
- ¿Me vas a besar si lo hago? -relame su labio inferior.
Oh Jeon, no empeores más las cosas.
Frustrado, trato de levantarme, pero también tiene una pierna sobre mi cadera que me impide hacerlo.
- ¡Apártate de una maldita vez, Jungkook! -mascullo recibiendo una queja por su parte- Mi rodilla está a centímetros de tu entrepierna, no juegues con fuego.
- ¿Me vas a quemar?
- ¿Qué diablos te pasa hoy? ¿Qué fumaste ayer que te dejó así? -me libero de su pierna molesto y azoto mis brazos hasta que los suelta refunfuñando.
- Solo era una broma de buenos días, Park. Parte de mi venganza personal.
- ¿Estás diciendo que lo de al despertar no era solo eso? -le miro indignado, se levanta luego de que yo lo haya hecho y niega con la cabeza- En absoluto, tienes más preparado.
Sonríe de manera coqueta.
- Puedes irte cuando desees a tu casa, parece que vives aquí.
- ¿Estás echando a tu amigo de tu propia casa, Park? -exclama indignado- Me dueles. My heart ya no bum bum contigo.
Intento evitarlo, yendo a la cocina y tomando una pastilla para dolor de cabeza y poder preparar el desayuno. Se fija en todos mis movimientos tras la ventana abierta, chasqueando la lengua y entrando para mirarme desde la pared donde se ha apoyado.
- ¿Desayunarás?
- No puedo, Hoseok nos reunió. -lleva su dedo hasta la mermelada la cual estoy usando para repartirla en mi tostada y luego lo mete en su boca degustando- ¿Me echarás de menos?
- Te pasas las veinticuatro horas del día pegado a mí, incluso ahora también duermes conmigo. ¿No crees que merezco un descanso de Jeon?
- Admite que te encanta mi compañía y no te lo niegues a tí mismo. -dice acercándose y colocándose atrás de mí, apoyando la cabeza en mi hombro- Cualquier persona quisiera tener a Jeon Jungkook como su ángel de la guardia y tú lo tienes para tí solo.
- ¿Estás seguro de que eres un ángel? -llevo la tostada a mis labios dando un bocado y Jungkook abre la boca pidiendo- Tienes más pinta de demonio. -digo llevándole la tostada a su boca- Claro, más bueno y perfecto, obvio, es Jeon Jungkook.
Mi sarcasmo le toma por sorpresa y alza una ceja con las mejillas rellenas de mi tostada.
- Admitiste que soy perfecto.
- No hables cuando estés comiendo. -le regaño, golpeando suavemente su mejilla- ¿Vendrás más tarde?
- ¿Quieres que venga? -asiento- Ves, no puedes resistirte a mí.
- Podríamos ver alguna película esta noche, cuando vuelves de quedar con Hoseok siempre sales tarde y cansado. -le miro desde mi hombro- Hoy si te daría permiso estando consciente de que te quedaras a dormir, pero no en mi cama.
- Será que fui yo el que me abrazó como osito de peluche.
- ¡Ya! Estaba ebrio, no es mi culpa, quizás pensaba que tenía a Taehyung a mi lado. -sonrío cuando veo que cambia la expresión de su cara- Tengo que hablar con él y que me diga que hicimos ayer ya que tú no colaboras. -me encojo de hombros.
- No vas a ir a ver a nadie.
- No me lo vas a prohibir. -río, acariciando su mejilla con mi índice- Haré lo que yo quiera y voy a ver esta tarde a mi mejor amigo, así como tú iras a ver a los tuyos.
Jungkook bufa y me gira violentamente, tanto que la tostada casi cae de mi mano.
- Pues dile que luego de que estuvieras con él, te traje a casa. -murmura frente a mí- Te cambié de ropa y cuando iba a irme me pediste que te hiciera mío, y lo hice.
- Ajá, ¿y eso quién se lo cree? -ríe.
Sus ojos cambian en un momento, sus pupilas se agrandan y no me da tiempo a agarrarme del mueble cuando se lanza a por mi cuello, agarrando fuertemente mi cintura y dejando a sus labios succionar la zona más sensible de mi cuello. Jadeo enterrando mis dedos en su cabellera negra y estoy por echar la cabeza hacia un lado para dejarle más espacio cuando sus labios dejan de hacer presión para luego dejar un húmedo beso un poco más abajo de la marca y separarse.
- Ahora todos lo creerán.
Mi corazón y respiración están alterados y mis pulmones luchan por el aire que no consigo retener. Me dedica una última mirada y sonrisa antes de salir por la puerta y más tarde salir de casa.
Mis manos tiemblan, la tostada ha caído al suelo y toco la zona que anteriormente había sido retenida por sus labios. Hago presión y retengo un jadeo de dolor al hacerlo. Tendré una marca muy a la vista de todos y aunque quisiera enfadarme con él, me gusta.
Que todos lo crean.
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