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CAPÍTULO TREINTA Y SEIS -el inicio de la búsqueda

【 CAPÍTULO 36 】

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              EN LOS DÍAS SIGUIENTES UNA EXTRAÑA SENSACIÓN DE ESCALOFRÍOS CONSTANTES SE HICIERON PRESENTES PARA PERTURBAR LA TRANQUILIDAD DE LA APELLIDADA ROGERS. Porque a su entender, y no es que se quejara mucho de ello, simplemente se le hacía raro, el ambiente se estaba tornando muy sereno para su gusto.

Normalmente la ciudad de Metrópolis poseía mucho movimiento, y ella solía disfrutar de ello para distraer su mente mientras el resto del mundo explotaba en grandes noticias. Pero, por alguna razón, ese era el tipo de escenario que siempre terminaba por hacerla cuestionarse sobre si la paz duraría mucho.

De saber lo que pasaba por su mente, probablemente su amiga Becca Barnes terminaría dándole un sopetón en el brazo por siempre estar buscando el lado oscuro de las cosas, pero no podía evitarlo. Desde la muerte de Clark, solía ver el peligro incluso donde no lo había, y ese fue un instinto que se agudizó mucho más desde el nacimiento de Jonathan.

Tori, a diferencia del resto de su equipo, decía que era algo normal. Una vez que se es madre tu sentido de sobreprotección y cuidado se vuelve incluso más obsesivo que antes, pero a veces pensar que tan solo es un presentimiento puede aligerar las cosas, y eso fue lo que decidió hacer.

Si el mundo se encontraba pasivo en medio de su luto, ella continuaría con su vida con normalidad.

Al final, tantas fueron las insistencias y atenciones por parte de su compañero de trabajo, que Haley acabó aceptando su invitación a una cena. Además de que las palabras de Martha y Lois sugiriéndole salir de su caparazón continuaban atascadas en su cabeza.

«Has estado tanto tiempo sola... » le había dicho su suegra, pero lo cierto, es que ella no se sentía de esa forma. Tenía una familia sí, conformada por amigos que la apoyaban siempre y que además de todo eran su equipo. Al cual se había pasado meses entrenando con ayuda de Anne y Bruce.

Victoria Odinsdottir había mejorado mucho en el sentido de que ahora le era posible controlar la fuerza de sus gritos; nada más faltaba un mejor manejo de la defensa personal y estaría lista para ser parte de la Liga de la Justicia. Justo como Haley y Becca después de pasar casi un año aprendiendo sobre el manejo de armas de fuego.

No sabían por qué, pero siempre intentaban estar listos para cualquier amenaza que se avecinara. Aunque a esas alturas parecía ser una posibilidad remota.

Pero la realidad era, que Hals no podía pedir nada más. Tenía a su hijo, una familia y un trabajo que adoraba y en el cual de encontraba a gusto. Solo faltaba una pieza para que su rompecabezas de vida estuviera completo, pero desgraciadamente, era una que nunca recuperaría.

Así que por eso mismo, decidió salir adelante y esa noche Christian la recogió en la puerta de su casa para llevarla a cenar a un restaurante de comida china que recién inauguraban en la ciudad.

Una parte de ella se sentía algo nerviosa por el hecho de que hacía más de un año que nadie la llevaba a cenar, no desde su última relación. Pero para su fortuna, Chris era un tipo muy conversador que buscaba buenos temas para que los dos pudieran debatir por igual, aunque la gran mayoría siempre eran relacionados con el trabajo de ambos en el Daily Planet.

Él era un buen amigo, a Haley le agradaba muchísimo porque era atento, cordial e increíblemente inteligente, tenía una personalidad brillante por la que cualquier chica caería rendida. Pero, sin embargo, ella parecía no verlo con los mismos ojos con los que él la miraba a ella.

- ¿Disfrutaste la comida? Debo decir que el sushi no es de mis favoritos, pero el cocinero supo hacerme cambiar de opinión -le dijo cuando estacionó el auto frente a su edificio, ya de regreso.

Haley rió en respuesta, asintiendo:

- Fue fabuloso todo. El lugar, el ambiente, la comida... y tu compañía sobretodo. Realmente necesitaba este tiempo para respirar.

- Debo imaginar que entre el trabajo y el pequeño Johnatan te quedas sin mucho tiempo para tí misma.

- Algo así, pero no me quejo. Adoro cada momento con mi hijo, aunque a veces prefiera más a Becca que a su propia madre.

Ambos sonrieron mutuamente, y luego se mantuvieron en silencio por unos segundos.

Ninguno quería que esa velada terminara en un momento incómodo para los dos, sobretodo después de pasar un buen tiempo juntos entre charlas y bromas, pero por otra parte, Christian necesitaba confesarle lo que sentía, o de lo contrario se estaría arrepintiendo por el resto de la semana.

Así que agarró coraje y de valentía, y antes de que ella pudiera despedirse se apresuró en tomar su mano que reposaba encima de sus muslos, y le dijo:

- Haley yo... -tomó un profundo suspiro- Me gustas... pero creo que eso no es un secreto ¿O sí?

A ella le hubiera gustado responder al instante, decirle que no era algo por lo que debía sentirse avergonzado. Pero sobretodo aclarar el tipo de relación que ella deseaba compartir con él, y no era exactamente un sentimiento mutuo.

Por eso necesitaba detenerlo.

- Chris, yo...

- Sé que aún no superas la muerte de tu esposo, y lo entiendo, de verdad que sí. Estoy dispuesto a esperar pacientemente hasta que decidas darme una oportunidad.

- Oh Chris... -ella negó- no sé si alguna vez vuelva a sentirme preparada otra vez. Es muy difícil todavía para mí y no quiero retenerte por una posibilidad que podría ser prácticamente remota.

- Piénsalo, Hals. Jonathan necesita un padre...

- Jonathan tiene un padre -le cortó.

- Hablo de un padre que esté ahí para él, que lo ayude con los deberes, que lo enseñe a jugar fútbol en unos años. Sé que nunca llegaré a ocupar el lugar de Clark, pero por lo menos puedo intentar ser la figura paterna que necesita. Además, yo te quiero mucho Haley, eres una mujer especial y realmente me gustaría intentarlo. Solo te pido un chance para conquistarte.

Ella apretó su mano con cariño, el tipo de afecto especial que se tiene por un amigo y el cual era el único que podía darle.

Realmente sentía no poder corresponderle, pero en las leyes del corazón nadie mandaba, y si el suyo aún no estaba listo para sanar, entonces no podía dar falsas esperanzas cuando sabía que era tan complicado como los casos perdidos.

- Chris eres una persona increíble, créelo cuando te lo digo -le dijo en baja voz- te mereces una compañera que aprecie todas y cada una de esas cualidades, y que te quiera tanto como tú a ella. Realmente quisiera corresponderte, pero no puedo. No puedo y no quiero fingir algo que no siento. Por favor, espero que puedas entenderme.

El hombre asintió levemente, apartando la mirada hacia el volante con algo de desánimo.

- Debió de ser muy importante para tí para que aún después de la muerte lo sigas queriendo.

- Lo fué, sí -murmuró ella en respuesta, sintiendo una tremenda opresión en el pecho de saber que hablaba de él en tiempo pasado- y lo sigue siendo.

Supuso que tras esa conversación, Christian dejaría de perseguirla por un tiempo. Solo esperaba que su amistad no cambiara después de ello.

Sintiéndose repentinamente cansada, tomó el elevador hacia su piso y esperó pacientemente mientras su cabeza daba vueltas y vueltas en el mar de sus propios pensamientos. No estaba segura de estar haciendo lo correcto en ningún sentido, cada cosa que hacía le parecía insuficiente o nada al lado de lo que los demás llevaban a cabo, y sin embargo, también sentía que era mucha presión para sus hombros.

Pensó en tomar unas vacaciones y viajar a Montana con su hijo para que su familia pudiera verlo. Quizás y hasta podrían llevar a Martha con ellos, dado a su reciente desalojo de la granja por el atraso del pago.

Haley estaba intentando llevar a cabo un trato con el banco. Todo por no perder la casa en la que el padre de su hijo creció y en la cual deseaba educarlo de igual manera.

- Becca ya he llegado -anunció tras un fuerte resoplido, comenzando a quitarse los tacones perezosamente para quedarse a medias segundos después.

Al mirar hacia adelante, se encontró con una escena que a esas alturas no le resultaba para nada relevante.

En efecto, Becca estaba de pie en el salón, delante del sofá donde el matrimonio Wayne se encontraba sentado. A su lado, Diana sostenía la mano de la pelinegra delicadamente, entrelazando sus dedos con el tipo de cariño que solo una persona enamorada podría entender.

Bruce y Anne en cuanto la vieron llegar se levantaron de sus lugares, pero no se acercaron para saludarla porque ya la castaña de apellido Odinsdottir les había tomado la delantera para abrazarla.

- No queríamos interrumpir tu cita, así que decidimos esperar.

- Ya veo -exclamó- ¿Alguien quiere decirme por qué mi casa siempre es el punto de reunión?

- ¿Cómo estuvo la cita? -preguntó Becca cambiando de tema- Quiero detalles.

- Un total desastre -contestó la castaña- en serio, no pienso tener otra en mil años. No estoy lista para ello.

El resto prefirió guardar silencio para no hacer un comentario que pudiera terminar recordándole algo que pudiera hacer de ese encuentro algo mucho más sensible y triste. Por lo que Haley decidió romper el hielo tan solo para preguntar por su hijo.

- Está durmiendo en la cama con Kylie -contestó Tori- creo que la conversación será mucho mejor sin tener a los más jóvenes merodeando.

- ¿Qué hay con la pequeña, Jen? ¿La habéis traído?

- ¡Cielo Santo, no! -contestó Anne, dedicándole una rápida mirada a su marido, quien se apresuró en responder.

- La dejamos con Alfred. Él la sabe cuidar mejor que nosotros dos juntos.

- Contando con que la otra vez casi le atarviesan la piel con el prendedor, no dudo que lo haga -murmuró Becca sarcásticamente- Quiero un mayordomo como ese.

- ¿Podríamos ponernos serios, por favor?

Todos los que se encontraban en el salón le dieron la completa razón, y solo cuando la mayoría hubo ocupado un lugar para atender a lo que tenían que decir con mejor comodidad, Bruce tomó la primera palabra.

- Como sabéis, desde la primera vez que comenzamos con esta iniciativa dejamos muy en claro que cuando llegara el momento, estaríamos dispuestos a ayudar en lo que fuese necesario... vosotras lo habéis dicho, puede que sean solo humanas, pero eso no las hace menos. Por esa misma razón necesitamos unir fuerzas, y reclutar a los demás seres especiales. Así tendríamos el equipo completo finalmente.

- Eso significa que... -comenzó a decir Tori, pero fue súbitamente interrumpida por Diana.

- Que los hemos encontrado a todos. Sí.

- Al principio fue difícil. Ninguno de ellos parece querer que los descubran, lo cual nos complica un poco el trabajo, pero tenemos pensado que si les damos razones suficientes terminarán aceptando.

Haley se mantenía estática en su lugar, con el ceño fruncido y los dedos de las manos moviéndose sobre su rodilla nerviosamente.

- ¿Por qué tenemos que hacer esto? -preguntó, provocando que todos se giraran a mirarla- si ellos no están dispuestos a defender su mundo ¿Por qué tenemos que insistirles para hacer algo que no quieren?

- Porque no nos queda de otra -se escuchó una voz masculina de fondo, una que indudablemente no pertenecía a Bruce.

Automáticamente la cabeza de todos se giró en dirección a la puerta, donde un hombre de chaqueta oscura y cabello rubio se encontraba apoyado en el umbral.

Su imagen poseía cierto aire de clase, que lo demostraba al alzar la barbilla y escrutar a todos con la mirada al igual que si tuviera un escáner reparador en la vista. Los únicos que no se sorprendieron de verlo realmente fueron Anne y Bruce, esta primera yendo hasta la entrada para darle un gran abrazo de oso al tiempo que la expresión asesina del desconocido se posaba encima del apellidado Wayne, como si estuviera esperando el momento para desafiarlo.

- Perdonen mi tardanza ¿Me perdí de algo importante? -cuestionó.

- Recién comenzamos... -respondió Haley con extrañeza- ¿Y tú quien eres?

El tipo rubio sonrió, paseando sus ojos por cada persona en el salón para finalmente recaer en la chica que le miraba de forma dudosa, como si nunca antes hubiese escuchado sobre él.

- En mi ciudad suelen llamarme Green Arrow -respondió, tomando su mano con coquetería para dejar un cálido beso sobre sus nudillos- pero ustedes pueden decirme Oliver.





Ahora sí, chicos. Perdón por haber tardado tanto en subir nuevo capítulo, es que he tenido unas semanas muy ocupadas, pero por lo menos he regresado y con ciertas aclaraciones que me gustaría hacerles.

IMPORTANTE

No dejen de leerlo.

Adoré la versión de Zack Snyder. Realmente lo hice. Siento que destacó muchos puntos que en la película del 2017 no se explicaron bien, pero para responder las preguntas de quienes tienen duda de si voy a basar esta última parte de la historia en la película original o en el Snyder's cut, les explico ahora.

Como podrán haberse dado cuenta, en la versión de Snyder nos muestran que posiblemente habrá más de una película, o sea, que muy probablemente haya una continuación. Y yo, en lo personal, no me veo con ideas suficientes para seguir alargando Infinity.

OJO: eso no quiere decir que esta parte me basaré completamente en la del 2017. Voy a sacar contenido de las dos y ajustarlo a mi historia, pero para eso debo destacar varios aspectos:

1- Aquí pasaron dos años desde la muerte de Superman.

2- Agregué a Oliver Queen, interpretado por Charlie Hunnam, porque es un personaje que enriquecerá más la historia, y que además, aparecerá también en Broken Arrows.

3- Aquí hay cuatro mujeres además de los miembros originales de la Liga de la Justicia: Haley (Capitana América), Anne (La Flecha), Becca (La Cazadora) y Avery (La Sirena). Ya luego podremos verlas en acción a medida que se vaya desarrollando.

4- Decidí no guiarme por completo al Snyder's Cut por varias razones. La primera es porque no quiero extender esto demasiado. La segunda porque soy muy perezosa, y ya quiero traer de vuelta a Clark. La tercera es porque quiero darle un final feliz a la historia y la cuarta y última porque no quiero matar a nadie. Así de sencillo.

Así que si alguien sale diciendo "Esto no sucedió en..." me va a dar igual. El punto del fanfiction es que me da la oportunidad de cambiar la historia como quiera, y eso pienso hacer.

Un saludo a todos y prometo que mañana reviso los errores porque hoy me caigo de sueño.

Adiós y conduzcan con cuidado,

Debbie

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