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CAPÍTULO DIECISÉIS -ellos no saben de nosotros

【CAPÍTULO 16】

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THEY DON'T KNOW ABOUT US
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MANTENER TODO EN SECRETO SERÍA MÁS DIFÍCIL DE LO QUE CREYERON, SOBRETODO PORQUE LAS DEMÁS PERSONAS EN EL DAILY PLANET NO LE QUITABAN LOS OJOS DE ENCIMA A NINGUNO DE LOS DOS. Especialmente Perry.

A la castaña no le tomó mucho tiempo adivinar el por qué su jefe se paseaba al igual que una anciana mirona de vez en cuando por delante de su escritorio, dando miradas hacia todos lados como si buscara la prueba de un asesinato. Habían pasado tres días, y la tarea de tenerla vigilada era cada vez más insistente, por lo que finalmente decidió darlo por nada. El señor White podía tener esas rachas de detective personal, porque nunca la criticaría.

Sin embargo, no podría decir lo mismo de sus compañeros de trabajo.

Una vez más, se había convertido en su blanco de chismes y habladurías. Posiblemente en sus cabezas ya se estaban creando millones de suposiciones sobre cómo la ruptura de Lois y Clark tenía cierta relación con mi persona. Aunque también estaba esa contrariedad de que podía no ser posible, porque a sus ojos ni el chico de Smallville ni ella habían tenido una sola conversación sospechosa esa semana. Solamente para intercambiar una que otra orden, y luego nada más.

En la mañana solo compañeros, y en la noche unos completos idiotas que se la pasaban compartiendo besos y conversaciones que duraban hasta altas horas de la madrugada.

Ya lo había confirmado y lo resaltaba otra vez: Estaba completamente perdida por Clark Joseph Kent.

Tendría que tomarse mucho tiempo para dar miles de razones que justificaran el por qué volvía a comportarse como otra adolescente afectada por la atención de su crush de toda la vida, porque no tenía la certeza de poder expresar en palabras lo que su corazón la impulsaba a decir. Clark era magnífico, un hombre que sin duda había sido criado con admirables valores que defendía fervientemente día a día, se esforzaba por cumplir su trabajo, por vivir libremente y sin problemas; y cuando pasaba tiempo a su lado le era posible confirmar que el cielo era un lugar de la tierra.

Todavía no podía creer que de poder estar con una chica genial y hermosa como Lois, se decidió por ella.

Ella. Una vaquera de Montana que no había culminado sus estudios universitarios y vivía en un minúsculo departamento del barrio de York. Una chica ordinaria que poco podía brindar, pero parecía ser más que suficiente para él.

— Parece ser que la suerte está de mi parte... —murmuró para sí misma mientras leía un artículo que estaban próximos a publicar sobre la última película de Los Juegos del Hambre— O simplemente siempre fue así.

Quería sonreír, pero sería algo tonto estando en medio de aquella oficina.

Un segundo después, vió llegar a la pelirroja Lane vestida con su conocida chaqueta y falda ajustada hasta las rodillas, justo para dejar una memoria flash frente a su computadora.

— Aquí te envía Laurie. Dice que hoy te encargas tú de organizar las páginas.

— No se equivoca —contestó con una sonrisa cálida, pero ella no parecía querer corresponderle. Se notaba demasiado seria— ¿Sucede algo Lois?

La pelirroja negó, volteándose para irse por donde mismo vino, pero antes de llevar a cabo su cometido volvió sobre sus pasos para enfrentarla finalmente:

— Podrían habérmelo dicho —espetó— yo lo hubiera entendido.

Haley se quedó de piedra por un momento, mirando directamente la cara larga de su compañera de trabajo. No había rastro de tristeza alguno, pero sí de decepción, como si le doliera más el hecho de ser engañada que de perder su relación.

En un momento que quiso regresar para tomar el elevador, Haley se levantó de su lugar y la siguió hasta que ambas estuvieron solas dentro de aquella caja metálica. La mayor presionó el botón de la primera planta, lo cual les daría tiempo para aclarar algunas cosas.

— ¿Qué quieres?

— ¿A qué te refieres con decirte? —quiso saber.

— No voy a explicártelo con los dedos, Haley —atacó— Creí que eras otro tipo de persona, pero me ya me dí cuenta que las apariencias pueden engañarte con facilidad.

— Hablas como si hubiéramos ido detrás de tus espaldas. Porque si eso piensas, entonces tengo que aclararte que no sucedió en ningún momento.

— No soy idiota. Sé muy bien cómo él te miraba, lo bien que se llevaban ambos...

— Pero no pasó nada entre nosotros. Bueno... no hasta que vuestro noviazgo hubo terminado —existía la posibilidad de que no creyera en sus palabras, pero no estaba dispuesta a dejar que Lois se llevara una idea errónea de ella. No quería que pensara así— Escucha, no fue algo que ninguno de los dos planeara. Simplemente de un día para otro comenzamos a vernos de otra forma, más que como solo amigos. No sé Clark, pero yo realmente me lo callé por mucho tiempo, esperando que fuera otro enamoramiento pasajero. Pero no. No puedo disculparme por lo que siento, Lois, pero si lo que te importa es haber sido traicionada te puedo decir que nunca ha sido así.

Lois la observó con atención, frunciendo el entrecejo como prueba de su clara duda.

Puede que lo que Haley le estuviera diciendo fuera cierto, eso no quitaba el hecho de que debido a ella su relación se había ido al caño ¿O sería solo por eso? ¿Qué tal sobre todas las otras cosas de las que habló Clark? De su constante apego al trabajo, de su necesidad de siempre ser la primera, de llevarse los mejores reportajes... todo eso les arrebató el tiempo que juntos debieron aprovechar para fortalecer sus sentimientos. Pero no fue así, y ahí estaba la consecuencia.

Él se había enamorado de otra chica.

No iba a odiarla por ello, no era del todo la causante de su problema.

— Nos vemos mañana, Rogers —le dijo de forma seca cuando las puertas del elevador se abrieron y ella se alejó camiando hacia la salida del edificio.

La castaña suspiró profundamente. Algo dentro de ella se relajó de saber que el asunto ya no era una carga que debía llevar a cuestas, pero se preocupaba al pensar en cómo podría estarse sintiendo su compañera. Ella realmente merecía mucho más que eso.

Seguidamente, volvió a presionar los botones, esta vez el de la última planta, que le permitió ir hasta la azotea para cumplir con su parte de la promesa que ambos hicieron.

Efectivamente, el Hombre de Acero se encontraba esperándola allí, al costado de una pared, mirando hacia la ciudad que se abría paso ante sus ojos. La capa roja se movía con la fuerza del viento que soplaba desde aquella altura, y eso la hizo sonreír.

Se veía como todo un héroe.

— Hey,  Superman —lo llamó, haciendo que este fuera girándose poco a poco hasta encontrarse con su presencia— ¿Así que un resfriado eh?

— Era mi única excusa para no venir hoy al trabajo —se justificó el pelinegro, atrayéndola por la cintura para abrazarla contra sí.

— Pues eres el peor mentiroso que he conocido ¿Que en la escuela no te enseñaron a mentirle a los profesores cuando no hacías los deberes?

— No, porque siempre los hacía.

— Eres un nerd.

Acercó su rostro al suyo para depositar un suave beso en sus labios, al cual le siguió otro, y otro. Hasta que les fue posible separarse para continuar con lo que ella venía a decir.

— Clark, ya basta. Necesito decirte algo —rió, apartándolo para que pudieran mirarse a la cara. Él se enderezó.

— Soy todo oídos.

— Lois lo sabe —dijo sin más— hemos conversado sobre ello y está bastante enojada. Cree que hemos traicionado su confianza, a pesar de que le insistí que no hicimos nada para engañarla.

— ¿Te olvidas del beso?

Diantres.

— Eso no cuenta —se apresuró a contestar— No estaba en mis cinco cabales en ese momento y tú tampoco. Además, solo fue una vez.

— Suficiente para tenerme babeando por tí —le colocó un mechón rebelde de su cabello detrás de la oreja— Conozco a Lois, sé que es justa y poco orgullosa. Puede que no sea ahora, pero volverá a hablarnos. Debemos dejarla pensar.

— Eso espero.

En realidad, realmente deseaba que las cosas pudieran volver a ser normales entre las dos. Aunque con la diferencia de que ella salía con su ex novio, y a pesar de que iba a ser un poco incómodo, Haley estaba segura de que podrían hacer lo posible por adaptarse.

— ¿Lista para ir a casa?

— ¿No puedo tomar un taxi? —suplicó, presintiendo lo que se acercaba.

El kryptoniano se echó a reír por lo bajo, sorprendiéndola cuando sin previo aviso la tomó por la cintura, obligándola a rodear sus piernas en torno a él mientras la escuchaba soltar un grito de espanto.

Tendrían que acostumbrarse a ello.

— Sabes que la nueva regla es llevar a mi novia sana y salva a casa.

— ¡Pero no por los aires, maldita sea! —chilló— ¡Bájame ahora! ¡Tomaré un taxi!

Él negó:

— Sujétate bien, Hals.

— ¡He dicho que no! ¿Acaso estás sordo? —al terminar de decirlo, hundió su rostro en el cuello del hombre al percatarse de que no iba a desistir. Y en menos de lo que pudo asimilar, estaban volando por encima de las nubes que tapaban a la tan movida ciudad de Metrópolis.












Mañana reviso las faltas de ortografía porque estoy exhausta, espero que les haya gustado el capítulo. Wattpad anda muy muerto por estos días.

¡Pues bien! A lo que venía a deciros. No sé si muchos de ustedes hayan visto la serie de Los Originales, pero quería pasar a decir que publiqué un Fanfic de Elijah Mikaelson en mi perfil llamado Eclipse. Por si quieren pasarse por él y darle un vistazo a la historia. Se sitúa al final de la serie, como una continuación. Estoy segura que les gustará tanto como esta.

👌👌👌😘

Also, una amiga mía (xHielox) publicó también un fanfic de la hija de Superman ¿Y adivinen qué? ¡Usó a Haley como la madre de la protagonista! Su nombre es Lara Kent y la historia (Moonlight) se sitúa en un universo alterno a este, pero donde Clark y Haley también terminan juntos.

Sin más que decir, espero recibir su apoyo y como ya dije. A los amantes de los vampiros originales vayan a por ello.

Saludos y besos,

Debbie

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