【CAPÍTULO 19】

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ONE STEP CLOSER
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DOS DÍAS ENTEROS DE COMPLETA IGNORANCIA FUERON MUCHO PARA CLARK, QUIEN CAMINABA COMO UN LEÓN ENJAULADO EN EL MINÚSCULO SALÓN DE SU DEPARTAMENTO, TAN SOLO ESPERANDO POR UNA LLAMADA QUE NUNCA LLEGABA. No sabía que una mujer podía ser así de intensa con los celos, y de haberlo tenido claro no se hubiera comportado de forma tan bromista. Mucho menos con una situación que, estaba más que claro, a su novia le parecía demasiado delicada.

Siendo sincero, no había visto nada amenazante y mucho menos malo en el acercamiento de Lois, tan solo le había preguntado cómo había estado su fin de semana y de ahí la conversación siguió. Ellos siempre solían hablar sobre todo, una cosa que no cambió luego de su alejamiento. No obstante, puede que las mujeres tuvieran ojos para todo tipo de situaciones, e incluso él siendo todo lo evolucionado que era seguía sin entender realmente lo que era estar en su mundo.

Igualmente pensó muy mal al creer que el enojo se le pasaría en unas horas, porque estas llegaron a ser 48 y Haley seguía sin dar señales de vida.

Decir que estaba desesperado era poco. Aquella había sido su primera gran pelea desde que comenzaron a salir, sin contar los conflictos por los arañazos de su gato, y no supo cómo reaccionar ante ello.

Le marcó miles de veces cuando se dió cuenta de que ella no iba a ceder tan fácil, e incluso luego de cinco mensajes continuaba sin responder. En conclusión, le estaba haciendo la ley de hielo para obligarlo a doblegarse...

Y lo más gracioso es que estaba funcionando ¡Vaya si estaba funcionando!

Lo tenía tan fuera de control que solo le hizo falta ese corto período de tiempo sin ella para saber que no quería perderla nunca más.

Apenas fue cayendo la noche, se dijo que no tenía por qué seguir esperando cuando sabía perfectamente lo que tenía que hacer para solucionar todo ese lío. Así que sin aguardar por más, recogió su abrigo de encima del sillón y se colocó los lentes antes de abandonar su hogar para adentrarse en las calles de Metrópolis.

Fácilmente podría haber usado el vuelo como medio más veloz, pero a lo que iba no era algo que debía solucionar Superman, sino Clark.

El error había sido suyo, y de tener que esperar por una explicación mejor se apresuraba en demostrar que su lado humano era lo bastante apasionado como para pedirle de rodillas una disculpa.

Sin embargo, no era ese el plan que tenía en mente.

Llegando a su piso, tocó la puerta con bastante fuerza, poseído bajo una ola de euforia que lo dominó por completo en el instante que la vió abrir la puerta.

No había que ser adivino para saber que la había despertado. Tenía puestos unos shorts de algodón y una sudadera vieja que le había robado de su propio armario, además de que sus ojos chinos y la melena completamente enredada le daban un aire de descuido ligeramente adorable. Sencilla, natural y somnolienta.

Simplemente perfecta.

- ¿Qué? ¿Ya te decidiste a pe-

Haley se quedó con las palabras a medio acabar, puesto que los labios del chico de Smallville la atraparon antes de que pudiera reclamarle su tardía decisión de venir hasta allí y tener una conversación como una pareja decente.

Sin embargo, perdió todo tipo de razonamiento u objeciones al instante de percibir cómo su lengua se abría paso dentro de su boca, tentándola y atrayéndola como un imán. Haciendo de ese sorpresivo beso un completo arranque pasional.

No era exigente, ni mucho menos demandante, solo una conexión entre dos amantes disfrutándose de manera calmada. Reconociendo cada parte de ellos como si fuera la primera vez.

Haley estaba demasiado sorprendida, pero a pesar de ello no quiso separarse en ningún momento. Todo lo contrario, alzó los brazos para rodearlo por el cuello con tal de obtener más de su cercanía al momento que se le enredaba en la cintura con las piernas y lo pegaba más a su cuerpo.

El pelinegro deslizó su pulgar por el contorno de su mejilla, delineando sus formas hasta que su mano bajó por toda la espina dorsal y eso la hizo arquearse en medio de su estrecho abrazo. Él se tomó el atrevimiento de enterrar los dedos en su cintura, y ella tomó esa reacción como una alerta para (muy a su pesar) separarse y tomar aire antes de caer desmayada.

- ¡Carajo! -jadeó- ¿Todas las discusiones te ponen así de salvaje?

Clark dejó escapar una risita, preguntándose cómo era posible que aquella chica pudiera encenderlo con la misma facilidad que lo hacía reír.

- Supongo que te he echado mucho de menos -aceptó, pegando su frente a la suya mientras los dos intentaban recuperar el aire.

- ¿Ah sí? -le dijo cin una pequeña sonrisa malvada en el rostro- ¿Sabes? Creo que ahora te ignoraré más seguido.

- En ese caso, me encargaré de mantenerla muy bien complacida... o exhausta para que no le dé tiempo de escapar ¿Trato, señorita Rogers?

- Todavía necesito una prueba, señor Kent.

- ¿Qué le parece así... -murmuró cerca de su mandíbula, donde seguidamente comenzó a depositar húmedos besos de mariposa a la vez que intentaba valerse de todo su autocontrol para no tomarla contra la primera superficie que tuviera al alcance- ...o necesita más que eso?

- Quisiera responder, pero en estos momentos me he olvidado hasta de mi nombre -respondió, cerrando los ojos por esas caricias que la extasiaban.

Al principio de iniciar con su relación, se había preguntado cómo sería todo al llegar hasta ese punto. Dudando de si sería lo suficientemente valiente o lo suficientemente capaz de atraverse a ello, porque como quiera que fuese, era Clark el único hombre con quién querría que fuera extremadamente especial, no un simple acostón como los pocos que había tenido anteriormente.

Quizás por esas mismas razones dudó de sí misma, pero, de repente todo lucía tan distinto.

Sabía que lo quería, que deseaba llegar mucho más allá sin importar sus inseguridades. No quería que eso la detuviera de vivir un momento tan íntimo como lo era hacer el amor con la persona que quería. Y ella estaba segura de que ese sería el mejor de todos.

- Habitación -logró pronunciar antes de volver a besarlo con fuerza, tomándolo desprevenido y aprovechando esto para hacerlo perder la cordura cuando sus sexos se rozaron por encima de la ropa.

Ni lento, ni perezoso Clark condujo sus pasos hacia la alcoba del final del pasillo, sumida en total oscuridad, aunque esto no fuese un problema para el héroe alienígena. La depositó encima de la cama mientras ambos se deshacían de sus ropas con desespero. Haley le sacó la camisa por los brazos, teniendo a la vista su bien trabajado torso y su pecho de infarto. Podía morirse abrazada a él y no le molestaría en lo absoluto.

Por su parte, el pelinegro casi que le arrancó las prendas a la fuerza, conteniendo a cada segundo sus arrebatos porque sabía que podía hacerle daño.

Cuando la tuvo completamente expuesta a sus ojos, con los labios hinchados de tanto besarse y la respiración agitada; el último descendiente de Krypton se juró que jamás dejaría que otro hombre pudiera tenerla de la misma forma que él. Lucharía por mantenerla a su lado, incluso si eso significaba dejar la capa en el olvido.

Hambriento de más, bajó para besar su cuello, y ella le arañó la espalda con las uñas, rodeándole la cintura con ambas piernas mientras se devoraban a besos. Haciendo del movimiento que trazaban sus labios un contacto extremadamente adictivo.

Haley recorría su cuerpo de la misma forma que él parecía adorarla con el tacto de sus manos, haciéndola delirar bajo su toque en las zonas más sensibles. Ojalá un encuentro tan ardiente como ese pudiera prolongarse por mucho, pero ella sabía que en el momento que se unieran no estaría dispuesta a dejarlo ir nunca más. Tampoco él.

- E-espera ¡Clark! -lo llamó por entre las brumas del placer que él le hacía sentir, provocando que este gruñera.

- ¿Qué pasa, cariño?

- Solo... -gimió cuando lo sintió adentrarse en su interior- ...promete que no me partirás en dos.

El hombre se apartó solo un poco para poder mirarla a los ojos, estudiándola con una risa culposa dibujada en los labios que la enamoró mucho más, si es que eso era posible.

No cabían dudas, ella era la chica perfecta para él.

- Tranquila -dijo, besándola con pausas- quiero más momentos como este, contigo. Asi que trataré de no romperte.

- Eso sería de mucha ayu... ¡Oh Dios! -apretó sus manos sobre las sábanas en el instante que su novio comenzó a moverse, lento, levantando sus caderas con cada arremetida. Cubriendo su cuerpo de sudor bajo el resplandor nocturno y asegurándose de que esa noche fuera inolvidable para los dos.

Nos queda solamente el capítulo de Navidad para iniciar con la segunda fase de esta historia, la cual tomará lugar en medio de los hechos que ocurren en la película Batman vs Superman.

Vamos bastante adelantados debo decir. Eso es bueno, aunque no puedo afirmar que terminaré pronto esta historia dado que todavía falta también la fase de Justice League. Así que tenemos para rato.

Besitos,

Debbie.