Tú mariposa nocturna
y yo clavada en tu mirada
diurna.
Tengo las cordilleras
de tu mente
partiéndome en dos
y el cuerpo de Atlas
cubriendo mi frontera.
No sé ni cómo
puedo mover mis dedos
si llevo respirando anestesia
desde que pronunciaste mi nombre
proclamándome diosa.
Me desnudas con la mente,
Deshojándome tan fácil
como un papel,
planeas con tus alas azules
siendo un pájaro que se pierde
dejando a las nubes esclavas del tiempo.
Asfixia y control
son dos planos perdidos
en la órbita
de este planetario.
Como Annik e Ian
tan fuego,
tan guerra
amantes,
poesía y carne
enamorados hasta las trancas
hasta perforarse la piel
con la lava del volcán.
Sin saber como entrarse,
Porque sabes que por más que corro,
no consigo alejarme
nuestros espacios se acortan
los cuerpos se contraen
y caemos sin voluntad
sin destino de regreso.
Porque tú corres dentro de mí,
Vuelves a ser una niña
Deslizándote por el tobogán de
mi espalda,
y yo inocente
te beso las costillas,
quebrando lo que te duele,
y sé que no nos podremos salir.