CAPÍTULO 6.
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El paso del festival en Hogsmeade había dejado a todos extasiados y con ganas de celebrar; sin duda había sido un fin de semana para no olvidar.
Luna comenzó a notar que los estudiantes empezaron a saludarla o a hablarle en los pasillos. Eso le daba dos sensaciones, una era positiva puesto que ella adoraba hablar con diferentes personas, sin importar quien fuera; la segunda no era tan buena, ya que se daba cuenta que la mayoría de las personas iniciaban una relación o amistad con alguien conocido. De no ser por su participación en el Festival, muchos seguirían llamándola Lunática o pasando de ella.
En ese momento se hayaba sentaba en el aula de Astronomía, tenía sus pergaminos sobre la mesa pues la clase daría comienzo dentro de unos minutos; observó hacia la puerta al sentir un repentino empujón y rió por lo bajo. Astoria odiaba la materia y no había clase que no llegara tarde.
- Tarde otra vez, Greengrass - habló la profesora Sinistra desde el pizarrón - Cinco puntos menos para Slytherin.
Astoria se apuró a sentarse y sacar las cosas de su bolso, tiró algunos de los pergaminos de Luna y desparramó algunos artículos.
-¿Otra vez has dormido mal? - le preguntó Luna, con preocupación.
- Sabes que odio esta clase - respondió, dándole los pergaminos que había tirado - Estoy segura de que esta clase no sirve para nada - susurró.
La maestra nuevamente estaba observando hacia el alumnado y frunció el ceño, lo más probable es que hubiera oído a la muchacha diciendo esos comentarios.
- La clase pasada aprendimos a identificar las constelaciones, por lo que su labor en esta ocasión, será identificar sus constelaciones familiares ¿Hay alguna duda? - preguntó la profesora y cómo nadie hizo comentarios sobre esto, les dejó trabajando por si solos - Si no hay problema, el estudiante que termine puede irse, el que no pues lamentable.
Luna comenzó a sacar sus plumas y destapó el tintero que había sobre su lado del escritorio; su afán de trabajar tan aprisa era por un sólo motivo y era su amiga.
- Lovegood. . . - susurró Astoria - Tú tienes temas pendientes conmigo.
Luna alzó sus cejas sin dejar de escribir en el pergamino, procurando no mirar a Astoria.
- ¿Por qué me ignoras? ¿Acaso juegas conmigo? ¿Este es una clase de acertijo? - farfulló la Slytherin de manera impaciente.
La profesora hizo una interrupción nuevamente.
- Greengrass, le recuerdo que esta es una tarea individual; usted es la que tiene que saber sobre sus constelaciones, no Lovegood - le regañó y volvió a los telescopios que observaba.
La nombrada rodó los ojos y se dispuso a escribir bastante molesta.
- ¡Ves, me han regañado por tu culpa!
- ¿Por mi culpa? - sonrió Luna- Tú eres quien está murmurando.
- Y eso es porque tú no quieres contarme qué ha pasado - rebatió Astoria.
- ¿Contarte qué y sobre qué? - reiteró la rubia, tratando de salir por la tangente.
- Ay Luna, sí que eres molesta en algunas ocasiones ¿Crees que no sé que es lo que sucede? No quieres decirme qué es lo que te dijo Viktor Krum en las Tres escobas y no entiendo el porqué ¿Acaso no confías en mí? - preguntó con cierto tono de decepción que Luna percibió.
- Oh Tori, no - dijo, esta vez dejando de escribir - Es sólo que no es algo que podamos conversar aquí.
- Ayer domingo no quisiste salir de la sala común, dijiste que te dolía la cabeza y que querías dormir.
- Y así fue - contestó la Ravenclaw.
- No me acompañaste al último día del festival, tuve que ir con mi hermana y sus amigas aburridas - se quejó la castaña -Y tampoco quisiste decirme nada ¿O acaso es que fue algo malo? ¿Él fue grosero contigo? ¿Impertinente? ¡Pobre de aquel búlgaro si te ha hecho o dicho algo malo! - gruñó alzando un poco la voz.
Luna se apresuró a ponerle una mano sobre los labios y a mirar alrededor. Al parecer nadie estaba prestando demasiada atención a su conversación ya que todos estaban hablando sobre la tarea en la que trabajaban.
- Shhhhh. . . no no es eso, por supuesto que no-declaró - ¿No puedes esperar?
Astoria tomó sus pergaminos y los de su amiga, además de las plumas, la tironeó del brazo y la condujo a través de la torre de Astronomía al sitio donde se podían observar las cartas astronómicas, el sitio estaba vacío ya que al parecer nadie llegaba a esa parte del trabajo. No es que Astoria estuviera trabajando en la actividad, sólo quería un lugar a solas para que su amiga le contara todo.
-Bueno, aquí estamos solas y ajenas a los oídos de todos ¡Cuéntame, no te cuesta nada! - insistió.
- Realmente eres muy abrumadora -señaló la rubia, rendida ante la persistencia de su compañera.
-Sí, así dicen que somos los de Slytherin - se jactó-Ya deja de darle vueltas y echa afuera ¿O es que te ha besado?
- ¡No! - exclamó Luna algo avergonzada -¿Cómo crees? Recién hemos hablado un par de veces.
-Un par de veces que han resultado bastante interesantes - le molestó la castaña - ¿Tiene que ver con algo así ? Ya que para que estés actuando de esa manera tan misteriosa sólo algo así puede ser que esté sucediendo ¿O acaso me equivoco?
Luna frunció los labios y suspiró, realmente detestaba cuando su amiga se ponía en plan acosador; sin embargo quería saber su opinión y que le aconsejara, ya que siendo honesta ella no tenía mayor experiencia con los chicos, jamás había tenido una cita como tal y menos hablar de un novio. Lo había mantenido en secreto pues no quería apresurarse, quizás Astoria le daría una opinión totalmente diferente a la que ella tenía, quizás ella había interpretado de una manera distinta lo que estaba sucediendo y no quería quedar como una ingenua aunque fuera delante de su mejor amiga.
- Lo que pasa es que Viktor y yo salimos a hablar el sábado.
- Eso lo sé, luego de eso volviste con una sonrisa inexplicable y me dijiste que era debido a que aún te hallabas muy emocionada- relató la muchacha -Cosa que quiero aclarar de inmediato que no te creí, sólo no dije nada porque el idiota de Nott estaba junto a nosotras.
Luna sonrió y se infundió valor.
- Primero él dijo que tenía una voz muy bella y que la presentación había sido muy especial -le confesó sonriendo.
- ¡Te dije que le habías encantado! No sé porqué bajas tu autoestima, perdón por interrumpir.
- Luego me regaló la rosa blanca con la que volví, dijo que ese color le recordaba más a mí y que era para felicitarme.
Astoria comenzó a moverse de manera impaciente.
-Eres tan inocente, todavía crees que alguien te regala flores sin ninguna otra intención -siseó la Slytherin.
-Luego de eso, me preguntó si es que...
- ¡Si es que, qué!
- Me preguntó si podíamos ir juntos a la próxima salida de Hogsmeade; para conversar, claro está-terminó por confesar.
La sonrisa que se creó en el rostro de Astoria fue automática y no pudo contener la emoción que sentía por su amiga.
- ¡Viktor Krum te ha invitado a salir! - chilló, Luna pudo casi ver como dos niñas de su curso se volvían a ver confusas para después volverse sin fijarse mucho en ellas - ¡Granger estará muriendo de celos!
- ¡Tori, cállate!
- Es verdad ¿Acaso no viste lo envidiosa que se colocó aquel día cuando Viktor se dirigió directamente a tí y no a ella?- le soltó - Pero eso no es lo esencial ¿No inventes? Quiero saberlo todo, cuéntame los detalles, no te guardes nada.
Luna se sentía un tanto nerviosa y pudo darse cuenta que los colores se habían subido a su rostro, sentía un poco de calor en sus mejillas pálidas.
- Pues eso es todo, sólo quedamos en que tenía que contestarle a qué hora nos veríamos y en donde.
- No puedo creerlo- farfulló la chica contraria con dramatismo, emoción y alegría - Supongo que ya le has contestado ¿No es así?
Luna abrió un poco más los ojos y bajó la mirada de inmediato.
- No me digas que aún no le contestas ¡Lovegood, por Merlín! ¿Qué acaso tienes Nargles en la cabeza? - le preguntó, haciendo alusión a las criaturas que la Ravenclaw siempre solía hablarle, después de tanto tiempo ya las a había dado por reales también.
- No sabía qué decir, tampoco quería parecer muy ansiosa o apurada ¿No crees? Además ni siquiera sé si debería ir.
Astoria sintió el deseo de asesinarla en ese momento.
- Hazme el favor y no vuelvas a repetir algo como eso, no te preocupes pues me tienes a mí y conmigo aprenderás todos los consejos sobre chicos que puedas necesitar, no habrá problemas y tendrás la mejor cita de tu vida.
- Astoria, creo que estás exagerando- habló la rubia.
- Es más, él quedará tan impresionado y enamorado con tu forma de ser, que lo más probable es que te pida ser su novia de inmediato -en ese momento la chica hizo una pausa, como si recapacitara-Luna Lovegood, serás la novia de una estrella internacional, no sabes lo orgullosa que estoy de tí.
- Tori, sólo quiere que salgamos a caminar por el pueblo, nada más.
- Sí, si como no -soltó Astoria-Luna, tiene un montón de chicas tras de él, de todas partes, nacionalidades y más conocidas dentro del mundo mágico, créeme que mucha gente quisiera salir a caminar con él; incluso tu amiguito, la comadreja.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó Luna.
- Quiero decir que si te pidió que salieran, es porque debes de gustarle -asumió la contraria -Sería un tonto si no viera lo hermosa y especial que eres, te aseguro que a él le interesa más que una amistad.
Luna se quedó pensando en las palabras de su amiga y la verdad, es que no estaba acostumbrada a que la atención estuviera sobre ella, no estaba familiarizada a que las personas quisieran saber sobre ella, siempre le decían rara, que era extraña y que sus gustos eran demasiado peculiares. Eso por lo general alejaba a la mayoría, la Ravenclaw nunca se sintió mal por eso, pues con aquello pudo descubrir a sus amigos verdaderos.
- ¿Qué pasa si todo lo que quiere es comprobar lo rara que soy? ¿Por qué Viktor querría acercarse a una chica de quinto, que la mayoría dicen que está loca y que apenas conoce?
- Pues por la misma razón que nos acercamos nosotras en primer año ¿Recuerdas?
Astoria jamás pensó que ellas llegarían a hacerse tan amigas; no obstante un día Luna estaba confeccionando diges y joyas bastante extravagantes en la mitad del pasillo y la Slytherin de manera curiosa no pudo evitar acercarse a observarla anonadada.
- Debiste pensar que estaba loca - puntualizó Luna.
- Tal vez ¿Dime qué chica se pone a armar aretes en forma de rábano y pulseras con cuentas en forma de frutas en la mitad del pasillo obstruyendo el paso?
Ambas rieron por aquel recuerdo.
- Y si a mí me cautivaste por esa razón, supongo que él con sólo verte siendo tu misma aquel día que te encontró en el cementerio,quiso saber quien eras realmente, sin mencionar que estuviste en los periódicos durante todo el verano y no por algo muy normal, te pasó algo grave, quizás si se acercó de manera preocupada, no es necesario que sean amigos, cualquier persona con sentimientos querrá saber si te encuentras bien, Luna.
En ese momento sonó la campana y la maestra comenzó a observar las tareas de los estudiantes, cosa que ellas no habían hecho. Rauda Astoria tomó a Luna de la mano, la torre de Astronomía tenía varias salidas.
- ¿Qué demonios haces, Tori?
- No nos quedaremos aquí, debes responder una nota - siseó -Además esta clase es una porquería, nadie nos echará en falta y si alguien pregunta, dirás que me sentí mal y tuviste que llevarme a la enfermería.
Ambas salieron por la salida trasera y rieron. Astoria la dejó camino a la lechucería pues Daphne -su hermana-necesitaba hablar con ella. Luna entró en el sitio y acarició a varios búhos que ululaban. Cogió un pergamino y una pluma de su bolso.
Suspiró y su letra cursiva empezó a avanzar sobre el papel amarillento.
«Viktor Krum , si es que aún quieres que nos veamos el sábado, podemos vernos en la plaza de Hogsmeade a las dos de la tarde»
Saludos, Luna Lovegood.
Puso la nota en la pata de un búho negro y sonrió al ver que el ave aleteaba y comenzaba el vuelo.
Pasaron las horas y cuando la rubia yacía en la cama, la respuesta del búlgaro llegó; provocando una especie de emoción desconocida en la rubia.
«Luna Lovegood:
Me parece perfecto, pensaba ir por tí, pero ya que lo propones me parece bien.
Otra cosa, no almuerces pretendo llevarte a comer algo delicioso»
Viktor.
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