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El pueblo de Hogsmeade se había fundado a la par con el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. El lugar era el único pueblo completamente mágico que quedaba en Inglaterra, en los otros lugares ya habían poblados de magos y muggles que vivían en comunión. Aunque en ese sentido la mayoría de los magos debían de ocultar sus poderes ante ellos.

El pueblo vecino al castillo había sido fundado por Hengist de Woodcroft luego de ser perseguido por muggles en una revuelta hace ya bastantes siglos. Debido a su honorable participación, entrega a la magia y avances en su nombre cada año se hacía un pequeño festival en el pueblo en honor a él en las fechas en las que había fallecido, donde todos los aldeanos y también magos de todas partes llegaban al lugar para celebrar.

— Como todos saben — comentó el profesor Flitwick desde su lugar un poco más elevado que el del resto — la tercera semana de Octubre se realiza el Festival de Woodcroft en honor al fundador del lugar — relató ante la clase de Encantamientos que Ravenclaw y Slytherin de quinto año compartían.

Luna estaba muy atenta a lo que su jefe de casa estaba mencionando, puesto que encontraba que tenía una manera maravillosa de hablar y de analizar la magia. Astoria por su parte estaba sentada a su lado pero no prestaba mayor atención a lo que hablaba el maestro; pues terminaba una tarea de defensa contra las artes oscuras para el profesor Snape.

— Nosotros como escuela colaboramos con algún espectáculo todos los años y en esta ocasión, se nos encomendó realizar el inicio del festival — siguió comentando mientras todos comenzaron a murmurar sobre la festividad— Se decidió que se debe iniciar con un acto de canto, por lo que el estudiante que se encargue de representarnos debe ser sumamente talentoso en esta rama.

Los estudiantes empezaron a observar a su alrededor para analizar quienes podrían estar dentro de los eacogidos. Luna por su parte no se entusiasmó al grado que lo hacían sus compañeros, puesto que jamás le gustó destacar o ser reconocida.

— La manera en la que se escogerá al estudiante, será mediante una selección o casting — aclaró Filius — todo quien quiera participar asistirá el día sábado que viene a las tres de la tarde al salón de música y nos deleitará con alguna canción que quiera compartir — prosiguió — pueden cantar acompañados con el piano o a capella, esto según su decisión, quienes quieran participar sólo deben atreverse, durante todo el día recibiré postulantes y el seleccionado será anunciado por el director Dumbledore el día lunes en el banquete de la cena.

Luego de haber brindado esas informaciones todos los alumnos comenzaron a salir del aula, la clase había concluído sin pormenores y la rubia comenzó a guardar de manera calmada todos sus materiales.

— Opino que debieses presentarte para la selección del profesor Flitwick, de seguro que ganarías. — comentó Astoria de manera muy entusiasta.

Luna la observó con algo de incredulidad por dos motivos; el primero fue que no creyó que estuviera prestando atención a lo que el profesor estaba hablando, y segundo que la Slytherin la conocía a la perfección, por ende ese tipo de cosas no eran del todo agrado de la rubia.

— Sabes que eso no es para mí Tori— señaló la Ravenclaw — ese tipo de presentaciones están lejos de ser acordes a mi personalidad, sabes que no me gusta cantar para otros, si tú me has oído se debe a que confío en tí, eres mi mejor amiga.

Las dos estudiantes salieron del aula bajando las escaleras para dirigirse hacia sus respectivas clases ya que a Luna le tocaba cuidado de criaturas mágicas y a Astoria defensa contra las artes oscuras.

— Pero sabes que cantas de maravilla, podrías ganarle a todos los que se presenten y destacarte en el festival Lunnie — comentó la muchacha bastante animada, tratando de convencer a su amiga.

— Ya salió tu comentario Slytherin — murmuró la rubia entre risas — sabes que esas cosas a mí no me quitan el sueño.

Astoria rodó los ojos por no poder cumplir su objetivo con su amiga, pero no desistiría tan fácil.

— Pues aún tienes días para pensarlo, aunque empezaré a creer que no quieres ir ya que puede que tengas planes para el sábado — insinuó con un tono coqueto en su voz — ya sabes, quizás nuevamente vayas a encontrar a Krum «casualmente»

Luna se sobresaltó debido a las palabras de Astoria.

¿A qué venía todo eso?

— ¿De qué hablas? — le cuestionó algo confundida, sin dejar de sentirse algo avergonzada debido al comentario — no he propiciado los encuentros, solamente han sucedido de manera espontánea — se defendió, notando como sus mejillas comenzaron a tornarse rosadas.

— ¿Por qué te colocas tan tensa entonces? — se burló la otra muchacha — sólo digo que tal vez tienes planes; no sería raro pues la última vez me dejaste esperando.

— Tori ya dije que lo sentía — musitó Luna de manera apenada — sabes que no fue intencional — mencionó con un puchero en los labios que la hizo ver adorable — no es bueno ser rencorosa.

Astoria no guardaba rencores con ella pero usaba ese truco para hacerle bromas desde aquel día , aunque con la manera tierna de Luna era imposible querer molestarla.

— ¡No hagas ese puchero Lovegood! sabes que eres demasiado tierna y no puedo con eso.

El profesor Flitwick pasó por el lado de ellas que no se percataron que iban bajando las escaleras a paso de tortuga.

— ¡Señoritas! Dense prisa o de lo contrario llegaran tarde a sus clases respectivas — señaló — No quiero que los demás maestros crean que hago retrasar a los estudiantes.

— ¡Oh, no se preocupe profesor! Lo que sucede es que veníamos hablando de la selección para el estudiante que cantará en el festival. — comentó Astoria.

— ¿Ah sí? — cuestionó el hombrecillo de manera entusiasta — me gustaría de verdad que participaran, debemos sobresalir este año.

— ¡Claro! Luna ya se está preparando para el sábado, ella tiene una voz envidiable por lo que si gana, no hay duda de que dejará muy buen puesto el nombre de Hogwarts. — dijo con audacia.

— ¡Tori! ¿Qué haces? — le regañó la rubia.

— ¿Eso es cierto señorita Lovegood? No tenía idea de sus habilidades. — comentó el profesor.

— No profesor... lo que sucede es que...

— ¡Bueno, no tarden niñas! El sábado las espero en el salón acordado. — habló de manera cantarina y se alejó de ellas.

Luna le otorgó una mirada de pocos amigos a Astoria, no le agradaba para nada que la hubiera puesto en evidencia de esa manera con el profesor. No obstante la situación le comenzaba a llamar la atención, jamás había cantado ante personas que no consideraba de confianza, pocas personas la habían escuchado y todos concluían que lo hacía de maravilla, por lo que de asistir no quedaría en ridículo ante los presentes.

Al coger sus cosas, rápidamente se dirigió al lugar donde

La Slytherin hizo un gesto con su mano, tirándole un beso.

— Te quiero — susurró y se alejó feliz de haber impulsado a Luna a atreverse a hacer algo nuevo aunque fuera por la fuerza — nos vemos al final del día.

Luna emprendió rápidamente el viaje hacia la torre Ravenclaw, había dejado en su baúl los guantes que requería para la clase con la profesora
Grubbly-Plank, quien estaba reemplazando a Hagrid. Se veía que era una persona muy amable, pero Luna no quería que se formara una mala imagen sobre ella llegando tarde a sus clases por lo que corrió hasta el claro del bosque donde solían ser las clases.

Se instaló en la parte trasera del lugar, puesto que la maestra ya había comenzado a hablar, pero se hallaba de espaldas y no se percató cuando Luna hizo llegada corriendo al lugar.

— Todos tienen sus parejas respectivas para el trabajo — comentó en voz alta, así que comiencen.

Luna maldijo en su interior, algo que no solía hacer casi nunca. Pero pensó que su atraso pasaría desapercibido y no podría ser así. Tendría que hablar con la profesora para que le asignara un grupo.

— Disculpe maestra — murmuró aclarándose la voz con algo de vergüenza — pero he llegado algo atrasada a la clase y no tengo pareja.

La mujer se volvió hacia ella y la observó sin reproche aparente.

— ¡Lovegood! Ya me preguntaba donde estabas, siempre eres tan puntual. — inquirió.

— Lo lamento, pero me he quedado conversando con el profesor Flitwick y no tenía los guantes conmigo — aclaró — ¿Podría darme algún grupo al cual integrarme? O si le molesta mi tardanza puedo retirarme.

— ¡No Lovegood! ¿Cómo vas a perderte la clase de los unicornios? —cuestionó la bruja — toca la coincidencia de que hay alguien sin pareja, vé con Nott y haz el trabajo.

¿Nott? ¿Qué acaso Theodore Nott no era de un curso mayor? ¿Qué hacía en esta clase?

— Disculpe maestra ¿Por qué Nott...?

— ¡Oh, las dudas con tu compañero! — mencionó la señora y se alejó debido a que la estaban llamando desde uno de los grupos.

Luna tragó en seco, honestamente no tenía nada en contra de los Slytherin, pero por lo general mantenía la distancia con ellos, eran tan fríos y apáticos que la verdad no conectaban mucho con ella. Sim embargo tuvo que acercarse ya que su trabajo dependía de ello.

Theo se hallaba sentado en una roca leyendo en su cuadernillo con los pergaminos que la rubia pensó, serían de la clase. No sabía cómo iniciar la conversación pero se sentó en un tronco que estaba frente a él.

— ¿Qué quieres? — le espetó el chico.

— Pues la maestra me ha enviado a hacer el trabajo contigo ¿Me explicas que hay que hacer, porfavor Theodore Nott?

El chico la observó de arriba a abajo, jamás había cruzado palabra con ella, no obstante la había observado junto a Greengrass en casi todo momento y sabía que estaba algo demente, por lo que su apodo era Lunática. Se percató que tenía un cabello muy lindo y de un tono muy sutil.

El chico desvió la mirada y le indicó que se acercara a donde él se hallaba.

— Hay que investigar sobre los unicornios, además de hacer un dibujo — murmuró en un tono algo frío — la próxima clase será el práctico y te informo que las parejas que hoy se asignaron serán hasta que el trabajo termine. — aclaró.

Luna abrió la boca para agregar algo más pero decidió medir sus palabras ¿Acaso el creía que por ser de Slytherin ella no querría trabajar en pareja con él?
Bueno, eso se conseguía con todos los prejuicios que existían en Hogwarts; después recordó que el padre del chico estuvo involucrado en el incidente del Ministerio. Luna no era rencorosa, además no podía culpar al muchacho de las elecciones que hacían sus padres.

— No tengo problemas — señaló la muchacha — pero... no es que sea de mi incumbencia ¿Qué haces en esta clase? Tú eres de un curso más alto.

El muchacho frunció los labios y la observó. Honestamente el chico no solía hablar con gente que no era de su casa; pero el hecho de que Lovegood lo observara con tanta curiosidad le hacía imposible no contestarle, su madre lo había criado como un caballero, no había problema, después de todo ella era sangre pura.

— La clase de mi año está llena, no alcancé a inscribir la asignatura — murmuró sin mirarla — pero como tenía buenas notas me dejaron tomar esta con el curso de ustedes.

— ¿Por qué no la tomaste con Slytherin? — cuestionó la chica sin percatarse que quizás estaba siendo algo indiscreta, observó la cara del muchacho y este estaba algo desconcertado — Bueno, no es necesario de que me respondas, no somos amigos.

En ese momento la chica se dispuso a abrir su mochila y sacar sus materiales.

— En Slytherin no hay clase de Criaturas Mágicas, casi nadie toma el ramo, pues no les interesa la asignatura — aclaró después de unos minutos — para mí es pre-requisito.

— ¿Quieres dedicarte a algo relacionado? — interrogó Luna con sigilo.

— Sí, me gustaría dedicarme a la medicina veterinaria para las criaturas, una rama específica de la Maguizoologia.

La Ravenclaw lo observó sorprendida jamás hubiera pensado que un Slytherin quisiera dedicarse a algo así. Más aún cuando tenía una familia ligada a las Artes Oscuras. No mencionaría nada ya que no quería verse prejuiciosa –y no lo era– pero de que le sorprendía, lo hacía.

— Me gusta mucho eso, es más, quisiera poder trabajar como investigadora y poder hacer que todos crean que los Nargles y los Torposolos existen. — habló, emocionada de estarle contando a alguien más sobre sus ocurrencias.

El chico no logró entender del todo lo que Luna hablaba y solamente se limitó a asentir. La muchacha se dió cuenta de que el tema al parecer no era totalmente adecuado, así que no volvió a emitir palabra para nada más que el trabajo.

— ¿Te parece que yo haga el dibujo del unicornio y tú el pergamino? — cuestionó y Theo afirmó.

Trabajaron en silencio hasta el final de la hora, la profesora pidió los trabajos y recordó que la próxima clase sería práctica. Luna guardó sus cosas y se encaminó hasta el castillo. En su mente habían un montón de pensamientos rondando, pero sobretodo le inquietaba la audición en la que su amiga la había implicado.

— ¡Lovegood! — escuchó que alguien le llamaba por su apellido y se volvió de inmediato.

— ¿Qué sucede Nott? — le cuestionó — ¿Necesitas algo? ¿Olvidaste algo sobre la clase?

El chico llegó a donde ella corriendo y al dejar de hacerlo se acomodó la corbata y el cabello.

— Lovegood, la verdad es que quería disculparme — siseó — hace un rato en la clase me comporté algo de descortés y grosero.

Luna enarcó una de sus cejas y le observó con suma atención. Él realmente se notaba sincero.

— ¿En serio? No lo noté — declaró la rubia de manera sonriente.

— No, no porfavor acepta mis disculpas, si fui cortante y algo frío es porque me siento avergonzado de hablar contigo. — confesó.

Ella no entendió lo que él le trataba de decir.

— ¿A qué te refieres?

— Me siento totalmente avergonzado por lo que sucedió con mi padre, el año pasado, en el departamento de misterios — farfulló — cuando me percaté de que serías mi compañera creí que me evadirías y no fue así — señaló — eso me descolocó y no supe reaccionar, la verdad es que quisiera que me disculparas.

— ¿Disculparte por qué? Que yo sepa no me has hecho nada.

—Necesito que me disculpes por lo que te hizo mi padre, eso no estuvo bien, de verdad es que...

— Nott, lo que  haga tu padre es asunto de él, no tuyo — murmuró — no puedes ni debes cargar con las cosas que hacen las demás personas, así que no tengo nada de que disculparte — sonrió y luego de eso continuó caminar — otra cosa, puedes decirme Luna y no Lovegood.

Él se quedó nuevamente confundido, la capacidad que tenía ella para hacer amigos, para ser gentil, para ser totalmente simpática y amigable. No esperaba que le dijera algo de esa envergadura, después de todo ellos no eran cercanos. Theo se encaminó para seguirle los pasos.

— Tú también puedes decirme Theo y no por mi apellido — aclaró.

Ambos sonrieron y caminaron hacia el castillo, de cierta manera estaban comenzando una amistad sin haberlo mencionado. De hecho todos notaron esa situación incluída Astoria que estaba sentada en la mesa de Slytherin cuando ellos entraron y se levantó hacia ellos.

— ¡Hey tú,Nott! ¿Qué haces con mi amiga ?¿Luna, éste tipo te ha hecho algo ? ¿Por eso te está acompañando, te amenazó ?

Luna se rió ante el comportamiento posesivo de su amiga y antes de que ella se le echara encima al Slytherin habló.

— Es mi compañero en Criaturas Mágicas, en su curso no hay cupo y está en mi clase — aclaró la rubia — veníamos hablando del trabajo de unicornios que tenemos que hacer.

Eso hizo que Astoria se suavizara, Theo no había emitido palabra.

— Más te vale Nott, pobre de tí que te vea rondando a mi amiga.

— ¡Por qué me hablas así! Soy tu mejor amigo, me tratas de lo peor.

— Pues porque te conozco, así que te tendré entre mis ojos — luego de que regañara a su amigo se volvió nuevamente hacia la Ravenclaw — ahora vámonos, debes practicar para el sábado.

Theo había escuchado rumores sobre la audición para el festival y su curiosidad no le permitió no preguntar.

— ¿Te has inscrito para la audición para cantar en Hogsmeade?

Antes de que Luna pudiera contestar. Astoria ya lo había hecho.

— Sí y canta a las mil maravillas, va a patearles el trasero a todos sus rivales y se lucirá en el festival — anunció, provocando que Luna se sintiera avergonzada.

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La audición se había llevado el sábado desde las tres de la tarde y Luna había presentado su canción en compañía del piano del profesor Slughorn que se había ofrecido como maestro de ceremonias. Astoria y Theo –para sopresa de Luna – habían ido a apoyarla y a hacerle compañía. La chica se había sentido algo nerviosa, puesto que jamás había cantado delante de nadie más o con tanto público, pero si era escogida debía de irse acostumbrando a la idea.

Theo quedó maravillado ante la interpretación de la Ravenclaw; era como estar oyendo a un ángel, pues la dulce y suave voz de la joven había logrado cautivar a varias personas, incluso a otras concursantes.

El profesor Dumbledore subió al estrado durante la cena de esa noche.

— Jóvenes, tengo el placer de anunciarles que la persona seleccionada para cantar en la obertura del festival de Hogsmeade ya se ha elegido — comentó en voz alta ante todo el gran comedor.

Astoria y Luna intercambiaron una sonrisa expectante. La rubia no tenía mayores expectativas puesto que muchas niñas se habían presentado, incluso pensaba que eran mejores que ella.

— La elección fue realizada en conjunto por el profesor Flitwick y Horace Slughorn que estuvo a cargo de la música en esta ocasión — abrió un sobre y anunció. — Sin dar más preámbulos el estudiante escogido es — hubo un silencio— la señorita Luna Lovegood.

La rubia escuchó los aplausos a su alrededor, observó que Harry Potter aplaudía con entusiasmo al igual que Astoria y su inesperado nuevo amigo Theo Nott, a quien sus compañeros de Slytherin veían con extrañeza.