17 de octubre, 2018

Me despierto con un bip ininterrumpido que cubre el silencio de la habitación, recorro esta con la mirada, sus paredes blancas, una tele antigua que se enciende a base de monedas, y el pequeño sillón que se encuentra al lado de la cama, me hace entender que estoy en un hospital, y entonces todas las imágenes, de lo que yo supongo que son de hace unas horas, atacan mi mente.

Antes de yo pueda si quiera decir nada, una chica vestida de enfermera entra a mi habitación, y me ofrece un pequeño vaso de plástico con agua, la cual no sabía que necesitaba tanto hasta que ha pasado a través de mi garganta.

- En unos minutos vendrá el doctor a revisarte – me informa y antes de irse me dedica una sonrisa tranquilizadora.

Me vuelvo a recostar en la camilla, y suspiro, pues necesito saber dónde están Brad y Jake, que habrá pasado con ellos. Segundos después mis pensamientos vuelven a ser interrumpidos por la puerta, por ella entra Ashton, y al mirarme sonríe y se acerca, dejando un sube beso en mi cabeza.

- ¿Qué tal te encuentras? – se sienta en el sillón y me mira atentamente.

- Bien – mi voz suena rasposa y por inercia carraspeo.

- ¿Quieres agua? – asiento sin volver a pronunciar una palabra y vuelve a llenarme el pequeño vaso de plástico que se encontraba entre mis manos – aquí tienes.

Bebo tranquilamente, analizando las preguntas que debo hacerle, pues tampoco quiero que se ponga a la defensiva, necesito saber de todas las personas que nos acompañaron a por Jake, pero sé que va a ser prácticamente imposible, pues si algo malo ha pasado, no me dirá.

- ¿Brad? – pregunto incorporándome sobre la cama.

- Tuvieron que inducirle en un coma – agacha la mirada y mi respiración se detiene – Jake está en una habitación cerca de aquí, gracias a Dios las heridas tan solo fueron superficiales, dice que cuando lo dejen salir vendrá a verte.

Pero ante sus palabras no respondo, pues mi cabeza no es capaz de asimilar que mi hermano, el que tanto he intentado proteger, está en coma.

El bip que me ha levantado, empieza a sonar más de seguido y más fuerte, y siento como mi respiración se acelera, intento bajarme de la cama, pero unos brazos, que supongo que serán los de Ashton, no me dejan bajar.

- El sedante – escucho gritas tras de mí, y segundos más tarde mis ojos pesan, haciendo que tanto mi respiración como ese bip se ralenticen.

Abro mis ojos cuando siento algo cosquillear en mi brazo, bajo mi mirada encontrándome a Ashton durmiendo ahí apoyado, a mi mente vuelan sus palabras "tuvieron que inducirle en un coma" y mi cabeza empieza a dar vueltas.

Me remuevo en la cama hasta que logro bajarme de esta sin despertar a Ashton, el dichoso bip ya no suena no por ningún lado, y mis brazos tampoco tienen las vías puestas, asique sigilosamente salgo de la habitación intentando que mi culo no se vea a través de la bata del hospital.

Mis ojos se dirigen a un chico que no para de dar vuelvas frente a una de las habitaciones, no logro reconocerlo hasta que este me mira fijamente, es Tyler. Su pelo está revuelto y unas marcadas ojeras se posan debajo de sus ojos. Sin decir nada, corro hasta él abrazándolo, y este no tarda en responderme al abrazo levantándome.

- Menos mal que tú estás bien, me tenías preocupado – dice poco después de bajarme, aunque todavía estamos abrazados.

No me da tiempo a responder cuando una voz pronunciando mi nombre hace que gire mi cabeza, puedo ver a Ashton algo alterado, hasta que sus ojos se posan en nosotros y corre hasta aquí, aunque en el camino una enfermera le regaña por ello, y él se disculpa de malas maneras.

- Eres gilipollas Yvonne – alzo mis cejas sin entender nada – me has dado un susto de muerte, ¿tanto te costaba despertarme?

- Si lo hubiera hecho no me habrías dejado venir, quiero ver a Jake y a Brad.

- Puedes pasar a ver a Jake ya – nos interrumpe Tyler – pues su horario de visitas terminará en diez minutos.

Mi mirada recorre el lugar hasta encontrar un reloj de pared que marca las diez menos diez de la noche, asique sin pensármelo mucho, me adentro a la habitación.

- Hola Vonne- un Jake lleno de heridas me recibe, y no soy capaz de retener las lágrimas mientras camino hacia él abrazándolo. – tranquila pequeña, estoy bien, y Brad también lo estará – rompo en llanto y él me sostiene entre sus brazos.

- Señorita, ¿qué hace usted aquí? – una voz femenina nos interrumpe, y cuando giro mi cara para ver quién es, es la enfermera que me atiende, sonrío inocentemente mientras ella me recrimina con la mirada y me acompaña a mi cuarto.