20 de septiembre, 2018.

- Yvonne – giro mi cabeza hacia Ashton para ver que quiere - ¿Puedes traerme una toalla, por favor?

- Claro – digo asqueada mientras camino a por una – aquí tienes – veo como se quita la sangre de sus manos y siento vomitar – yo... creo que mejor me voy – y sin decir más me encamino fuera de la caseta, sin andar mucho más allá de ella termino vomitando.

Seis horas atrás.

Después de terminar de atar a los tres hombres que nos habían atacado, los chicos presionan un botón que parece un interruptor de la luz, pero resulta ser algún tipo de llave la cual hace que una pared sea destapada y se muestren ante nosotros diferentes tipos de cuchillos. Mi boca se abre de la impresión y me obligo a cerrarla, pues los chicos ya me están empezando a mirar raro, y como no, si en mis años en la academia de policía jamás había visto tal cosa.

- ¿Puedes pasarme aquel cuchillo color negro? – mi mirada se posa en el como si fuera la mayor obra de arte que haya visto en años, oigo un carraspeo y salgo de mi trance para cogerlo y dárselo a Ashton – gracias.

Miro hacia Jake y Tyler, los cuales han preparado varios cuchillos con tamaños diferentes, camino hasta aquella mesa y miro atentamente todos, los hay tan grandes como puedas imaginar, y algunos que son iguales a mi dedo corazón , tomo uno de estos últimos y o miro atentamente, y como idiota que soy paso mi dedo índice por la hoja del cuchillo y termino cortándome.

- Eres gilipollas – me dice Jake con una sonrisa posada en su cara – vamos anda – quita el pequeño cuchillo y me arrastra con él a donde están Tyler y Ashton.

- Bien – dice Ashton – sabemos que venís de Ice Claws – les mira fijamente, incluso a mí me está intimidando – tan solo quiero saber un nombre, o este de aquí – dice alzando el cuchillo y mirándolo – terminará con vuestra vida.

- Nada – dice el hombre que está sentado en medio – no te diremos nada – escupe sangre hacia Ashton, pero no logra darle.

- ¿Qué dices? – se acerca a él - ¿Quieres ser el primero en empezar Alec? – el hombre palidece, y se remueve en su silla – ¿me dirás el nombre que necesito o tendré que mandarle un aviso a tu hijo?

- Como se te ocurra tomar a mi hijo te mato – se remueve en la silla - ¡Te mato!

- No si lo hago yo antes – la sonrisa siniestra de Ashton aparece e incluso a mí me da escalofríos – Dame un nombre – el hombre, Alec, niega y Ashton coge una de sus manos y sin miramientos corta uno de sus dedos, me llevo las manos a la boca sorprendida - ¿Me dirás ahora? – este vuelve a negar y Ashton vuelve a cortar otro dedo, en la sala retumba un grito aterrador - ¿Sigues sin querer decirme nada?

- Mátame de una maldita vez – exclama con lágrimas cayendo de sus ojos – no te diré nada.

- Lo haré tan solo porque tus dos amigos me dejaran divertirme – posa el cuchillo pequeño en su yugular – le daré saludos a tu hijo de tu parte – grita un "No" que desgarra el alma de cualquiera que lo escuche, segundos antes de que Ashton corte su cuello.

Cierro mis ojos tan fuerte como puedo y con mis manos tapo mis oídos, pues de verdad que ese grito se ha quedado grabado en mi mente, siento un brazo pasar por mis hombros, y abro mis ojos de repente, pues me asusto pensando cualquier cosa descabellada que pueda pasar por mi mente.

- El siguiente – oigo decir a Ashto – vas a ser tú – señala al hombre que estaba situado a la derecha del tal Alec - Robert, ¿verdad? – el mencionado asiente asustado - ¿tú me dirás el nombre que quiero saber? – este niega con su cabeza y Ashton vuelve a hacer lo que había hecho anterior mente, coge su mano y corta un par de dedos de esta – supongo que seguirás sin decirme – este asiente y Ashton sonríe.

Entra Jones, uno de los hombres de Ashton por la puerta de la caseta, con un teléfono en la mano, Ashton le hace una seña para que se acerque y este camina sigilosamente hasta que llega donde está Ashton, un par de pasos por delante de todos los demás, coge el teléfono móvil que traía Jones y sonríe.

- ¿Quieres decirle algo a tu madre? – le muestra el teléfono y el tal Robert empieza a decir todo lo que se le pasa por la mente – si mal no recuerdo tiene demencia, creo que si mato a su hijo tampoco sufrirá mucho – y después de decir esto, sin dar tiempo a que él responda, saca su pistola y le dispara entre las cejas, haciendo que la cara del tal Robert sea de asombro.

Miro fijamente al chico que queda, parece tener unos dieciocho o diecinueve años, no creo que tenga alguno más, se le nota asustado después de todo lo que ha visto en cuestión de, quizás , una o dos horas, no más.

- Espero que tú si me quieras dar un nombre chico – dice Ashton mirándole fijamente – sino morirá toda tu familia, el hijo de Alec y la madre de Robert – el chico tiembla de miedo y mira fijamente a Ashton. - ¿Me lo dirás ya o tengo que cortarte la lengua, Dave?

- Luke – susurra Dave con temblor, Ashton sonríe y se agacha hasta quedar a su altura.

- ¿Puedes decirlo más alto?

- Luke – dice el chico mirándole a los ojos y diciéndolo algo más alto.

- Un placer hablar contigo – sonríe Ashton levantándose – nadie morirá más que tú – y tras decir eso corta su cuello con un cuchillo haciendo que la sangre del pobre Dave le salpique.

- Yvonne – giro mi cabeza hacia Ashton para ver que quiere - ¿Puedes traerme una toalla, por favor?

- Claro – digo asqueada mientras camino a por una – aquí tienes – veo como se quita la sangre de sus manos y siento vomitar – yo... creo que mejor me voy – y sin decir más me encamino fuera de la caseta, sin andar mucho más allá de ella termino vomitando.

Una vez estoy dentro miro a Brad dormido en el sofá y una lágrima termina escapando de mis ojos, pues él no tendría que estar metido en todo este lio, y al final he terminado involucrándolo tanto o más a como yo lo estoy.

Miro la hora en el reloj del salón poco antes de llamar a Brad, marca las doce de la madrugada, y lo que para mí han sido un par de horas, han terminado siendo mínimo seis largas horas. Decido llamar a Brad, y una vez que lo despierto caminamos los dos hacia mi habitación, yo ignorando sus preguntas, y él sin entender porque no respondo.