Todo el mundo ha comprendido
/ que el bebé no puede ser bendecido
/ hasta que finalmente haya visto
/que es igual a los demás...

—Stephen King (Carrie)

15

Despierto.

Durmió, despertó y volvió a dormir. No había ningún rastro de oscuridad en su mente, a duras penas si lo recordaba.

16

La enfermera corrió directamente hacia el doctor a eso de las 12:50 del mediodía, fue inconscientemente. Después de todo lo que había vivido, algo de confianza prematura se había reconstruido en su ser y si en alguien podía confiar era en Alfredo Mutis.

17

—Cómo te digo, abrió los ojos, yo lo vi, fue como si quisiera levantarse, bueno, está volviendo en sí. —Dijo un poco desesperada, tal vez histérica.

—Mantenga la calma, por favor, revise el talonario de números y póngame en contacto con sus padres.

18

Nunca se había sentido tan incómodo, había bajado de peso, su pelo había crecido y sus uñas podían incluso apuñalar a alguien, ese crecimiento de materia inorgánica pasó desapercibido en un principio.

Varias partes de su cuerpo le ardían, quiso rascarse y se deseperó al no poder.

Tuvo un momento a solas antes de que el doctor cruzara por la puerta con una sonrisa en su rostro.

Pensó en su familia, la de antes, cuando había felicidad, sueños y esperanzas.

Recordó cuando tenía 6 años y sus dientes primigenios empezaban a caerse, entonces su hermano de dos meses siempre sonreía cuando el le mostraba el hueco que había dejado el diente caído, era un recuerdo lejano, de esos que normalmente se olvidan, pero Josué no podía olvidar.

Volvió en si, quiso reír pero no pudo, a cambio un dolor en el pecho le hizo blanquear los ojos, la puerta se abrió.

19

El doctor le miraba expectante, se acercó hacia él y le tomó el pulso, estaba acelerado.

—Tomalo con calma hijo, al principio es difícil volver en ritmo. Pero ya pasaste lo peor. —Tenía la costumbre de encariñarse con sus pacientes, más si eran jóvenes. —Tus padres no pudieron controlar la emoción, llegarán pronto y entonces será hora de que descanses y te prepares para los exámenes, eres un sobreviviente ¿lo sabías?

«¿Más de lo que he descansado? ¿Qué pasa si vuelvo a la oscuridad? ¿Qué pasa si él viene de nuevo?»

20

Durante las próximas tres semanas, Josué estuvo de aquí para allá, pudo abrir la boca, y hablar pero decía muy poco, se conformaba con responder las preguntas que le formulaba el doctor, sentía que era una buena persona y que irradiaba confianza.

—¿Cómo te llamas hijo?

—Josué. —dijo susurrando.

—¿Te sientes bien?

—No.

—¿Recuerdas qué edad tienes?

—17.

—Muy bien, ¿puedes decirme tu nombre completo por favor?

—Josué Velasquez.

El doctor tomó nota, le regaló una sonrisa y le dijo que todo iba a estar bien. Le mintió.

21

Le hicieron diferentes tipos de exámenes y radiografías, para ver si todo estaba bien con su cuerpo, tenía 6 huesos rotos y el cerebro había bajado 8 milímetros de su tamaño normal, pero por lo demás estaba bien.

Sus padres estuvieron al pendiente de él tanto como pudieron, algunas veces, su padre se quedaba durante la noche y le hablaba sobre su nacimiento y sobre lo difícil que era lidiar con su madre, Josué se limitaba a escucharlo, y el en el fondo se compadecía de él; era una persona que había sufrido tanto, y había tenido una vida tan difícil y sin embargo seguía luchando por su familia y su bienestar.
El accidente parecía lejano, no el de la furgoneta roja si no el que tuvo en la habitación del hospital con aquél ente, recuerdos aparecían borrosos y luego más claros. Haciendo que su cabeza doliera hasta quedarse dormido.

Pensó que había sido otro de sus sueños, pero el pensamiento se desvaneció, era real y estaba ahí para hacer de su vida un infierno.

Claro que el no tenía como saberlo, esa era una de las cuestiones del coma. Cuando logras recordar lo que pasaste mientras dormías, pasa un tiempo para que puedas reconocer lo que era real.

¿Él era real?

22

Durante su estado de coma, el autor del accidente se había puesto en contacto con sus padres, en un principio visitaba a Josué pero con el tiempo, como toda la gente que por alguna circunstancia había tenido relación con él comenzaba a creer que en verdad no iba a despertar. Después de todo, ¿Qué probabilidad había?

Pero ahora estaba despierto, no solo su cuerpo si no su mente también y por esta pasaban todo tipo de pensamientos, durante sus exámenes Josué mostró lo fuerte que era, fue sometido a operaciones en las costillas, la pierna y un brazo, todo indicaba a que estaría en silla de ruedas por un tiempo, eso hasta que pudiera caminar. Pero nadie le dijo que él... Bueno... Él volaría.