Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29

Cuatro días. Llevo cuatro días entrenando tanto con mi poder como en las maniobras de defensa. Debo admitirlo, estoy cada vez más nerviosa, el tiempo se está acabando y es cuando empiezo a pensar en las cosas que pueden salir mal ahora más que antes.

El miedo que sentía antes a mi poder desapareció, Caín ha sido un buen guía. Es verdad que no hemos hablado mucho luego de que discutiéramos el otro día por nuestros distintos puntos de vista pero tampoco ha actuado odioso al momento de entrenar, todo lo contrario, es paciente, cuidadoso y respetuoso. Hemos visto lo mismo por cuatro días y él ha ido agregando nuevos desafíos. Ya he logrado controlar el fuego, soy capaz de lanzarlo en la dirección correcta, ya sea en una ráfaga o en una bola de fuego, también aprendí a controlar en qué partes debo activarlo, no puedo atacar mientras me estoy incendiando por completo, eso no se vería para nada cool.

Pero quiero aprender nuevas cosas, quiero que me ponga más desafíos y por eso hoy en cuanto lo veo avanzar con su bolso lleno de quién sabe qué cosas lo detengo.

–¿Podemos aprender algo nuevo hoy? –Pregunto.

–Ya te lo he dicho antes, no intentes correr porque te puedes caer. – Ruedo los ojos, pareciera que habla con una niña.

–Pero yo ya sé lo que me has enseñado hasta ahora, practico todo el día y luego en la noche salgo a reforzar lo que vemos ¿no basta eso?
–No. – Dice con voz firme. – Aún te falta concentración al momento de luchar mano a mano.
Frunzo el ceño y casi me echo a reír. ¿Yo? ¿Yo con problemas al pelear mano a mano?

–Sé lo que piensas, si eres buena luchando pero no muy buena luchando con tus poderes. Para eso tenemos humanos de nuestra parte, para que peleen sin poderes y para eso tenemos a orígenes de nuestro lado, para que usen sus dones. – Cierro la boca, no porque me quedara sin palabras sino porque no quiero hacer de esto un lío más grande.

Me doy la vuelta y vuelvo a calentar. Estiro los brazos y las piernas y entonces lo escucho.

–Pero respondiendo a tu pregunta. Si, vamos a hacer algo diferente hoy, con una condición.

Lo miro dudosa. –¿Cuál condición?

–Que apruebes la prueba de hoy. – Inclino la cabeza.

–Bien, sea cual sea lo lograré.

–Bien. –Mira hacia su derecha. – James, puedes venir.

Mi pulso se acelera al escuchar el nombre del cazador, luego lo miro venir hacia nosotros. Está usando un traje de combate y se mira demasiado rudo con el puesto, sus brazos anchos por entrenar toda su vida pueden intimidar a cualquiera. Es como una roca andante. Ahora Caín me mira a mí. – Abby, esta es tu prueba, si la pasas entonces avanzaremos a otro nivel. – No hay preocupación en su voz o en su rostro cuando lo dice, es más, parece pacífico, demasiado para mi gusto.

–¿Pelearé contra él? – Pregunto asombrada.
–Y sin arma alguna. –¿Sin arma?

Al ver mi rostro prosigue. – Ellos no necesitarán una para asesinarte así que debes aprender a tampoco hacerlo. –

Miro a Caín y luego a James, no he cruzado palabra con él a pesar de saber quién es. El segundo amor de mi madre luego de mi padre. Su mirada no es dura como debe ser la mirada de uno de ellos, parece disculparse más bien.

–Cuando quieran. – Dice Caín señalándolo.

No estoy enojada. No lo estoy porque sé por qué hace esto y es que quiere que vea los peligros de enfrentarnos a los cazadores, justo ahora, en este momento iba a verlo, tal vez James tendrá un poco más de cuidado conmigo pero sé que el resto de los cazadores no lo tendrán, ellos buscarán como matarme en cuanto me vean, no les importará mi nombre, mi edad ni por qué hago esto, justo por esas razones no estoy enojada pero no significa que no esté temblando de miedo por dentro.

–Estoy lista. – Le digo a ambos. James asiente y con pasos intimidantes se posiciona delante de mí a unos cuantos centímetros de largo.

–Ahora. – Dice Caín dando pasos hacia atrás.

No me da tiempo de reaccionar, James ya está lanzándome por los aires. Hay un árbol en mi camino y estoy lista para recibir el impacto contra mi espalda sin embargo me quedo suspendida en el aire a centímetros cortos de tocar el árbol, logro ver a Caín con la palma de su mano apuntándome y sé que él evitó que chocase. Me deja caer en el suelo y no me doy tiempo de quejarme, me incorporo y busco a James con la mirada.

Recibo un impacto en mi hombro y me tambaleo hacia adelante, me giro y veo a James a punto de golpear mi estómago con una patada, me da tiempo de retroceder. Está frente a mí y está claro que no tendrá compasión, al menos no de la forma en que pensaba.

Invoco a mi poder y lanzo hacia él una ráfaga de fuego que no lo golpea porque se gira. Vuelvo a intentarlo pero soy demasiado lenta. "Soy lenta" justo antes de que me lance de nuevo hacia atrás recuerdo lo que Caín me dijo "Usa tus reflejos, ahora son mejores"

Mi espalda choca contra el suelo y dejo salir aire, lo veo avanzar hacia mí, como un león furioso a punto de cazar a su presa, pero ese es el problema. No soy su presa.

Se abalanza contra mí pero soy rápida y con una patada lo mando a volar por los aires. Me incorporo, limpiando el sudor de mi frente. Mis manos arden en fuego y cuando avanzo y lo golpeo con una fuerza invisible proveniente de mí lo veo hacer una mueca mientras cae al suelo por segunda vez.

Por un momento dudo, tal vez le hice daño, tal vez fue demasiado. Me acerco dudosa a él y entonces él se levanta, me agarra del brazo y me lanza un puñetazo que va directo a mi rostro. Lo miro en cámara lenta y sé que he activado mis sentidos. Lo agarro en el aire y lo doblo hacia atrás, hacia su espalda y coloco mi piel en el centro de esta haciendo presión en la llave. Lo escucho gruñir y entonces pasa algo que olvidé que era posible, él usa su poder. Es una luz cegadora que se precipita hacia mí y proviene de su mano. El primer contacto de esa luz es en mi hombro y arde, no, duele, no. Quema.

Grito de dolor mientras intento zafarme de él, uso mi fuego para hacerlo, presiono mi mano en su agarre y logro que me suelte. Retrocedo gateando hasta que me incorporo jadeando.

–¿Qué es eso? – Le pregunto asustada, demasiado asustada. No contesta, avanza hacia mí con sus manos iluminadas y entonces las eleva en mi dirección, se lo que viene a continuación, esa es la misma posición que Caín y yo hemos practicado para luchar fuego con fuego.
Retrocedo al ver lo que hace y quiero huir como una cobarde porque no sé con exactitud cuál es su poder. Veo salir luz de sus manos así como láser de color amarillo brillante. No lo pienso dos veces, invoco a mi fuego y contraataco. Su luz choca contra mi fuego, James usa una mano y yo uso ambas, aun así él es más fuerte. Mis pies se arrastran hacia atrás por el impacto.
Mi vista está empezando a nublarse, mi energía empieza a gastarse y sé que si se tratara de otro cualquier cazador, ya estaría muerta.
Luz contra fuego.

Fuego contra luz.
Miro fijamente a James, no hay nada en su mirada, ni pesar, ni remordimientos ni nada. Su poder empieza a consumir al mío hasta que veo como mi fuego poco a poco se va extinguiendo.

Y entonces nada. Me doy por vencida porque sino lo hago me desmayaré. Bajo mis brazos justo en el momento en que algo se coloca delante de mí, veo su cabello blanco y siento sus fuertes brazos rodearme mientras dejo caer mi peso en ellos puedo ver la luz chocar contra nosotros pero no logra hacerlo realmente, hay una barrera que nos protege, una barrera hecha por Caín. Lo miro a los ojos y por alguna razón mantengo mi agarre en él tan fuerte como el suyo en mí.
La luz desaparece y puedo escuchar su respiración chocar contra la mía y luego me concentro en sus ojos justo cuando siento una descarga en todo mi cuerpo naciente del contacto de su piel contra la mía. Mi respiración se entrecorta al sentir cómo algo tan desconocido se siente tan bien.

Y entonces me alejo de un tirón, lo empujo lejos y me mira sorprendido.

Todo a mi alrededor se mira turbio mi cuerpo se siente débil a causa de mi pérdida de energía tal vez por eso sentí lo que sentí. Estoy totalmente desorientada pero no lo suficiente como para ver la realidad.

–Tenías razón. – Acepto viendo a Caín. – No estoy lista.

James se acerca a nosotros.

–¿Estás bien? – Me pregunta. Su cabello café se pega a su frente lo que lo hace ver un poco más joven. Asiento.
Todavía sigo asustada y ahora he visto la verdad. Soy fuerte, he cambiado a mejor y todo eso pero aún no soy digna de luchar contra ellos porque aún no estoy lista.

Pero hay algo más que me asusta y es el hecho de que en los brazos de Caín me sentí bien, eso no debió sentirse así. Mi cabeza es un torbellino y no me gusta que sea así, deseo con todas mis ansias aclararme de una vez por todas, no es tiempo de ponerse a pensar en cosas tontas, no ahora que sé la verdad, necesito entrenar más.
–¿Qué fue eso? – Le pregunto a James. – Tu poder.

Había olvidado por completo lo que los cazadores eran. Medio orígenes, lo que significa que ellos también tienen poderes. Así como Paul, Sebas, Zack o Jhon. Son muy poderosos y están muy bien entrenados.

–Photokinesis, puedo controlar la luz.
Mi boca cae abierta, eso es de alguna forma genial y aterradora.
Por eso el contacto con la luz me había dolido tanto, de alguna forma su luz pudo haber sido un láser contra mí . Logro asentir. Tengo la necesidad de no ver a Caín a los ojos porque temo que él haya sentido o visto lo que sentí cuando sus brazos me rodearon. Me siento asqueada, no por él sino por mí porque en cierto modo cuando me protegió del poder de James y me sujetó de la forma en que lo hizo me sentí igual como con Jesse y eso está mal por muchas razones. Pero no, esto debió ser una confusión, tal vez al estar tan baja de energía me imaginé a Jesse o me imaginé en sus brazos o quizás perdí la razón por esos segundos. Es lo más lógico que se me ocurre.
–Creo que por hoy es mejor que descanses. – Lo escucho decir, no lo veo.
–No, estoy bien, sólo necesito acumular un poco de energía.
–Puedes hacerlo durmiendo. – Sugiere él de forma amable.
–No, quiero seguir. –Digo tozuda.
Suelta aire dándose por vencido. – Te daré una hora para que te recompongas. –Dice. Lo veo girarse hacia James, lo escucho preguntarle si necesita vendarse o si le duele algo pero James dice que no, que todo está bien. Yo sigo sumida en mis pensamientos y entonces lo decido, tal vez sea inmaduro pero por ahora es lo que quiero.
–Voy a seguir. – Digo llamando su atención. –Pero no contigo.

Frunce el ceño mientras se gira hacia mí de nuevo. – Pienso que es mejor seguir con el grupo, ellos están preparándose por igual, tal vez sea tiempo de que me les una.
–¿Entonces lo que piensas es que no estoy enseñando bien? – No se escucha enojado sino sorprendido y confuso.
–No, no me malinterpretes. – Me apresuro a decir. – Pero no quiero hacer las cosas diferentes al resto, si no puedo amoldarme entrenando con ellos entonces eso significa que no podré hacerlo ni de una forma ni de otra.
–Tus argumentos no son muy claros, yo te enseño lo mismo que al resto le enseñan.
Aprieto mi boca. No lo entiende, quiero que lo haga, que deje de insistir. No puedo explicar lo que sentí, no es que esté haciendo esto grande simplemente no quiero volver a sentir lo que sentí, no con él.
–Caín soy como cualquier otro origen aquí, necesito entrenar como tal, por favor no me presiones. – Le pido tratando de mantenerme serena sin demostrar nada en mi rostro o acciones.

Asiente mirando al suelo. – Esta bien, si es lo que quieres...

–Es lo que quiero, gracias, gracias por tener paciencia conmigo todo este tiempo y sobre todo gracias por ayudarme a cambiar. – Vuelve a asentir pero esta vez lo hace retrocediendo. James nos mira en silencio y ambos tanto James como yo lo vemos irse.

–Eso fue extraño. – Lo escucho decir. –¿Estás bien? – Pregunta acercándose.

Lo miro seria. – No tienes por qué hacer esto James, tú no eres mi padre o algo por el estilo. – Luego me giro y me voy a mi cabaña sin importar el impacto de mis palabras contra él.

Estoy sentada en mi cama preguntándome qué es lo que me pasa. Sé que ahora mis sentimientos y emociones han multiplicado su intensidad pero antes no comprendía hasta qué punto.
¿Qué fue lo que realmente sucedió ahí afuera?

Estaba luchando contra James, ambos usando nuestros poderes al máximo, luego yo ya no pude más y me dejé vencer, estaba dispuesta a dejar que su luz me cegara y quemara pero entonces Caín se colocó delante de mí, me sujetó con fuerza pero al mismo tiempo con delicadeza y me miró de manera protectora, es cuando lo sentí. Una descarga eléctrica en mi cuerpo proveniente de sus manos y luego se expandió por todo mi cuerpo, por unos segundos me sentí bien, fue como su energía fuese mía, como si estuviéramos conectados. Sus ojos me miraron y brillaron y me perdí en ellos.

Y eso es lo que estuvo mal. No tengo porqué sentirme así, yo amo a Jesse, no siento nada por Caín, nada, lo único sería gratitud y admiración por su trabajo a tan temprana edad pero hasta ahí. ¿Entonces por qué pasó aquello? ¿por qué me sentí como si en unos segundos fuésemos los únicos ahí?

Las ideas que se me ocurren son ilógicas ya que mi única idea hasta ahora es que es mi alma gemela y eso no puede ser, su alma gemela es Natasha.

Me siento agobiada porque si hubiese una posibilidad, una pequeña posibilidad de que Caín fuese mi alma gemela entonces tengo que temer porque le prometí a Jesse, me prometí a misma que el amor entre él y yo iba a ser para siempre, que nada ni nadie iba a cambiarlo ¿Y hace cuanto lo dije? tan sólo unos días atrás, y ahora, vedme aquí repitiendo en mi mente lo que pasó ahí afuera con otro que no es Jesse. Empiezo a temer realmente ¿y si he subestimado el poder del hechizo?

No, me repito a mí misma que lo que sucedió ahí no fue nada, no significa nada. Ya sé lo que tengo que hacer, debo ignorarlo, para mí no significó nada así que puedo dejarlo atrás. No investigaré más sobre el tema, falta poco para que esto termine y luego Jesse y yo nos iremos muy lejos de aquí.
Alguien toca la puerta principal y me levanto arreglando mi desarreglado cabello, del otro lado me encuentro con James.

James, lo que le dije a pesar de que era verdad fue muy grosero, él sólo quería saber si estaba bien.

–Lo lamento. – Es lo primero que digo.

James sonríe de forma amable y asiente. – No te preocupes, entiendo que estabas un poco alterada y también sé que lo que dijiste es totalmente verdad.

–No importan las razones, fue algo maleducado de mi parte.

–Sinceramente. – Dice encogiéndose de hombros. –La primera conversación que me imaginé contigo fue un poco diferente, ya sabes, no me lanzabas cuchillos ni me clavabas en la pared con ellos. –Se ríe. – Tu madre dijo que ibas a hacer muchas preguntas.

–Mi madre. – Repito. –¿Cuándo fue la última vez que la viste?
–¿La verdad? – Pregunta y yo asiento. –Esta mañana. – Trago saliva.

–Bueno, creo que de alguna forma me lo esperaba o lo deseaba.

Frunce el ceño. –¿De verdad? – Pregunta.

–Sí, mira. Nos tiene a nosotros, a Jared y a mí, nos tuvo a su lado durante la muerte de mi padre pero sé que no fue suficiente para ella. James, ella te ama, me contó su historia contigo, no estoy molesta, tal vez me sorprendí al descubrir la verdad, al descubrir que mi padre no fue el único en su vida pero ahora estás aquí cuando ni él ni yo podemos estar con ella, merece esto, merece a alguien que la haga feliz.

Su sonrisa es contagiosa y su mirada me dice que cada palabra mía le ha llegado al corazón. –Quiero que sepas que la amo, no dejé de hacerlo nunca y haría cualquier cosa por protegerla. No está sola, voy cada día a cuidarla desde que vine a ayudar, duermo en el sillón y me voy antes de que tu hermano o ella despierten, estoy cuidándolos a ambos y charlo con ella.

–¿Cómo está? – Pregunto.
–La he detenido muchas veces de venir a buscarte. Le he contado y espero que no te moleste, le he contado cada avance tuyo y sé que está orgullosa de ti, si, le asusta el perderte pero le gusta la persona en que te has convertido.

–¿Cómo lo sabes?
–Ella me lo dijo, pero eso no es todo. Su mirada también la delata.
–Quisiera tenerla conmigo pero sé que es peligroso.
–¿Sabes? si quieres le puedes mandar un mensaje, yo se lo daré.
Lo miro asombrada y a la vez feliz. –¿Harías eso?
–Claro que sí. – Sonríe.

Me lo pienso, sería genial el desahogarme en una carta, pedirle disculpas por irme así y no decir nada, o podría hablarle sobre el porqué de todo... pero eso la pondría peor, sonaría como una carta de despedida, un adiós que no estoy dispuesta a dar. Respiro profundo pensando en algo que puedo decirle, algo corto y con poco valor, que no suene a despedida, que suene a un hasta pronto verdadero, de esos que se cumplen.
–James, dile a mi madre que volveré, que tengo que presentarle al indicado. – Eso es un trato que hicimos cuando era pequeña y pasaba por la etapa de "nunca encontraré a un novio".

Mi madre me había dicho que si iba a encontrar a alguien especial, en ese entonces no sabía lo de los orígenes o las almas gemelas así que lo que me dijo fue "Un día lo conocerás, te fijaras en él, él se fijará en ti y ambos se enamorarán pero créeme, eso pasará una y otra vez, lo que te pido es que cuando conozcas al verdadero, a ese con el que sientas cosas que nunca sentiste con nadie más lo traigas conmigo, tengo algo que darle. Pero sólo cuando sepas que es el indicado"

James me mira dudoso pero asiente. – Gracias por esto y de nuevo, perdona por mis palabras.

–Estaré por aquí si lo necesitas.

Y luego se va.

Al día siguiente me uní al grupo de nuevo, no empecé de cero ya que Caín me había enseñado lo básico. Me derribaron más de una vez pero más de una vez me levanté, regulé de nuevo mis horarios así que pasé entrenando desde las mañanas hasta las tardes, cuando el cielo era lo suficientemente oscuro como para tapar mi visión. Desde que me di cuenta de que era fuerte pero no lo suficiente como para vencer a un cazador quise hacer el doble de mi entrenamiento, ahora resistía más, no había moretones en mi piel ya que cicatriza más rápido que antes. Sin embargo ya no me digo si voy mejorando o no, eso lo pruebo a la hora de pelear contra alguien más en las pruebas de Jordy. No le mencioné a Jesse lo sucedido con Caín y así como me había propuesto a mí misma, me olvidé de eso.

Jesse y yo nos acostamos tarde, sudados, cansados y totalmente drenados de energía. Nos veíamos por momentos durante el día pero no era suficiente, ni tampoco los besos castos en esos encuentros cortos. Por las noches charlamos hasta que uno de los dos queda dormido y así pasan los días, yo llevo una cuenta regresiva en mi cabeza y a veces la vocecita en mi cabeza que me dice que se nos acaba el tiempo me hace sentir inservible. Todo lo pesado inicia mañana ya que no contábamos con semanas sino con días. Ya no podemos entrenar como antes, ahora también tenemos que planear las estrategias, reunir grupos, contar las armas, preparar los equipos, llamar a los contactos de otros países y prepararnos mentalmente para cualquier cosa que pueda pasarnos ahí fuera.

Días, tenemos días para estar listos, yo ya no me siento lista, mal momento para sentirme así, ahora ya es tarde para echarse hacia atrás, no es que piense en hacerlo pero es sólo un recordatorio para mi cabeza. 



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro