Capítulo 2
-¿Hablas en serio?-Rex está que no se lo cree.
-Sí, los tipos vinieron con alas y todo.
-¡Ja, deben ser mujercitas cabarette!- Bryan también formó parte de la conversación.
-La verdad...son demasiado lampiños y usan vestido-me rasco la barbilla pensativo por unos segundos para echarme a reír-todas unas gatas.
-¿No les levantaste la falda?...¡tal vez había sorpresa!-chocamos las botellas de vodka mientras carcajeamos más, esto es divertido, ¿por qué querría tener otra cosa?
Seguimos diciendo algunas idioteces más hasta que me siento cansado.
-Oigan, debo irme, se me antojó echar una cabeceada.
Termino mi botella y la golpeo contra la barra.
Rex y Bryan se lanzan miradas de soslayo y no entiendo un bledo. Decido darles la espalda para irme, y entonces, antes de cruzar la puerta los escucho decir al unísono:
-¡¡Que sueñes con los angelitos!!-estallan en risas ahogadas.
Sonrío al contestar:
-No, prefiero soñar con sus madres.
Camino despreocupado a mi edificio, sí, ya sé que lo hice explotar, pero las cosas siempre se reconstruyen, siempre. Hoy se me antojó que quería dormir, no sé, supongo que a veces pasa...tener las mismas necesidades aburre.
Una cama sencilla, la verdad no se me ocurrió que podría ponerle de novedoso, después de todo solo he dormido una vez desde que llegué. Y no traigo chicas aquí, yo pongo el cuándo, ellas el dónde...es más práctico. No estoy para soportar a las calenturientas locas tirando la puerta a patadas desesperadas por una noche de placer pasajero.
Una vez acostado me quedo mirando al techo con los brazos detrás de la cabeza. El silencio...ese que encuentras hasta en el infierno y te deja pensar sobre las cosas que tú no querías ni mencionar cunado estabas en el ruido.
Bien, se supone que "mañana" vendrán las zorras voladoras y tendré que darles una respuesta... ¿Sí o no?, decir monosílabos es fácil, hasta un tarado puede hacerlo, ahora, ¿cuál?...menudo problema.
Si me negara las cosas serían como siempre...pero soy bastante reciente, así que no sé cómo se siente hacer lo que quieres una y otra vez durante años hasta que te da asco...wow, creo que acabo de captar la función del infierno...así que...castigo a largo plazo, supongo.
Pero si aceptara, ¿qué tendría que hacer a cambio?, ¿vestirme como chica con alitas de paloma?, ¡ja!, quisiera ver que me obligaran...quisiera ver...que pasaría.
Es tan...cálido, tan vivo. El sol, el viento, ya me había olvidado de ellos. Los árboles, ¿en verdad eran tan verdes? Ya... ¿Quién fue el imbécil que me drogó?, en serio. Esto no es normal, no siempre te acuestas en una cama hundida en la tierra del Diablo para despertar tirado en la hierba como un idiota amante de los poemas.
Hay pájaros volando y cantando, flores a los lados de mi cuerpo y hasta un siervo pasó trotando alegremente por la izquierda... Blancanieves, cariño, ¿no piensas invitarme a tu cabaña?
Vamos, por favor, qué estupidez... Ok, voy a admitir que el pasto no está tan mal... ¡pero es todo lo que van a obtener de mí!, ¡nada de coronitas de flores!
Abro los ojos. Hay dos opciones...o finalmente me acosté con Blancanieves, o estoy despierto.
-Veo que despertaste.-bien...hay un ángel violador metido en mi cuarto, porque no veo otra razón por la cual esté viéndome desde los pies de la cama con atención.
-¿Qué quieres, palomo?-me levanto de un salto con el ceño fruncido.
Ariel se cruza de brazos y retrocede un tanto. Ofendido.
-Hemos dicho que vendríamos, y aquí estamos.
-Pues yo no veo a tu novio en ninguna parte.-sonrío de costado.
-Rafael es más paciente que yo y decidió esperarte afuera.
-Veo cuál de los dos es más normal.-chasqueo los dedos y estoy vestido como siempre (aunque prefiero hacerlo manualmente, ni que fuera incapaz).
Ignorándome camina hacia la salida y no tengo más opción que seguirlo.
Como había dicho, el tal Rafa está estaqueado en la puerta.
-¿Y bien, ya has decidido algo?-no se andan con rodeos, ¿eh?
-Déjenme pensar-sonrío con sorna- emmm...-me rasco la barbilla-¿Quedarme aquí o tratar de subir?...veamos...-sí,soy un maldito infantil, ¿pero qué puedo hacer?, ellos se lo buscan al querer apurarme.
-Es obvio que quiere quedarse aquí. Vámonos, estamos perdiendo el tiempo con él...ya decía yo que Helen lo sobrestima.
Mi pecho se contrae por la mención de ese nombre...no puede ser.
-Esperen, ¿Helen les dijo algo?-ahora me muestro mucho más interesado...así que está metida en esto.
Rafael, que ya se había dado la vuelta me ve con seriedad y cierto cansancio.
-Es por ella que estamos aquí...dijo que tú serías capaz de subir si te dábamos una oportunidad.
-¿Ella dijo eso?-sigo sin tragármelo.
Me observan como si fuera medio tarado:
-Claro, tiene mucha fe en ti-su boca forma una delgada línea-que desperdicio.
Cierro los ojos un segundo y respondo con seguridad:
-¿Qué tengo que hacer?
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-A ver si entendí-estoy de pie, al borde del portal y en la mitad de una habitación de piedra al estilo medieval-¿una buena acción y listo?
-Sí, una por cada infracción que cometiste...
Me froto las manos, ansioso:
-Ok, vamos...-antes de saltar Ariel me toma del brazo.
-Tendrás un plazo de seis meses...si no logras tu meta antes de eso estarás condenado.
Lo aparto bruscamente con un empujón.
-¡Ya, ya palomita, estaré bien!-veo de nuevo hacia el pozo colorido y trago saliva...se ve algo profundo, ¿y quién me dice si esto en verdad funciona?, sé que mi vida me importó un comino, ¡pero tampoco quiero desintegrarme!, ¡eso sería jodido!-Esta porquería es segura, ¿cierto?
-Sí, pero para que funcione tienes que ver detenidamente hacia esa pared.-Ariel señala la que está enfrente y comienzo a estrechar los ojos para concentrarme, sin previo aviso el muy desgraciado me empuja al caldo teletransportador, todavía puedo escuchar sus estúpidas risas mientras soy llevado a...sí, la Tierra.
Es exactamente igual que haber tomado whisky y vodka hasta vomitar, maldito aladado... ¡en cuanto suba al cielo voy a bajarlo con una patada en el culo! (bien, supongo que no dudaré mucho con ese comportamiento).
Sabía que Helen llegaría a ser un ángel...después de todo, con solo ocho años, ¿qué tan malvada podía ser?, ahora, ¿tener a dos tipos de vestido como empleados?,wow, le debió haber ido bien...me alegro por esa bruja.
Y ¡bienvenidos a la Tierra!, un lugar lleno de auténtica porquería y miseria donde alguien muere todos los días...¿a qué alma necesitada ayudaré hoy?
Estoy en una ciudad, y ahora que la veo es...la mía, que asquerosos tacaños...tanto lugar pobre, tanta guerra y...¡¡tantas playas con chicas hermosas!!...¿por qué aquí?
<<No vas a ir a ningún otro lado. >>escucho a Rafael directo en mi cabeza.
<<No estás de vacaciones, amigo. >>genial, y el otro pesado también.
Farfullo injurias por lo bajo y comienzo a caminar, estoy cerca del supermercado donde atropellaron al perro... ¿planean obligarme a hacer esa estupidez del paseíto de los recuerdos?, porque no estoy para eso.
La calle está vacía...posiblemente porque la lluvia está cubriéndolo todo, incluso parece que se desatará una tormenta de las grandes.
Un auto pasa rápidamente tirándome aún más agua de la que traigo encima.
-¡Oye, imbécil, mira por dónde vas!-sacudo mi ropa...como si ayudara en algo.
<< ¿Y así planeas empezar a ser bueno?>>ya me imagino al sirenito Ariel alzando una ceja.
-No, primero empezaré por darte una paliza.-amenazo.
Ignoro su risa, ¿un tipo así en el cielo?, lo mío será pan comido.
Necesito un lugar seco donde esperar a que pare la tormenta...tal vez un buen samaritano alojará a este chico proveniente del infierno...lo más probable.
Golpeo la puerta de una casa de aspecto acogedor...posiblemente allí vivan unos viejos hornea galletas y borda mantas que querrán adoptarme como un nieto, nada mal para ser el principio.
Y como esperaba, una señora regordeta y arrugada es quien la abre. Sonrío lo más amablemente que puedo:
-Disculpe molestarla señora, pero...
La mujer me cierra la puerta en la cara...y yo que pensaba que sería hospitalaria, loca.
Golpeo de nuevo con más fuerza. La tipa abre y esta vez no soy tan simpático:
-¡Escucha vieja, me estoy enfermando aquí afuera...!
Y entonces algo que hace me quita el aliento: Atraviesa mi cuerpo por completo.
-Estos niños y sus bromas de mal gusto.-reprocha mientras ingresa dentro.
En cuanto entiendo lo que pasa me dirijo de buena manera a los dulces angelitos:
-¡Malditas zorras aladas, ¿por qué no avisan?,¿es mucho para sus cerebros celestiales?!-grito hacia arriba como si pudiese ver sus estúpidas caras ahí-¡Me atravesó como una maldita nube!
No escucho respuesta hasta unos cuantos minutos después:
<<Donde sigas insultando así te enviaremos abajo. >>habla Rafael con un tono áspero creyéndose mi jefe... ¡Ja!
-Bien, ¡juega el papel de padre todo lo que quieras!... ¡pero no sé qué mierda quieren que haga si nadie puede verme!-y sí, primero no me dicen nada y ahora el tipo viene a amenazarme. Claro.
Camino rápidamente y pateo un bote de basura para liberar la frustración... ¡maldita sea!
Necesité de unas buenas dos horas bajo la lluvia para tranquilizarme...porque para colmo eso, puedo mojarme y patear cosas, ¿cómo ayudo a la gente con eso?...nah, ya se me ocurrirá algo.
Me metí en un edificio abandonado y allí pasé la noche, con la ropa mojada hasta las manijas y un humor como para matar a alguien...maldita la hora en que decidí aceptar. ¡Deben estarse divirtiendo de lo lindo viendo como me las apaño para ser santo!
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Hoy es un día... ¡igual de horrible que ayer! Eh, tú, clima, ¿tan mal te cayó mi llegada?, ¡vamos!, estúpida lluvia, estúpida ciudad, estúpida vida que perdí y estúpido cielo al que quiero llegar...no debe de ser tan bueno si le dan segundas oportunidades a tipos como yo.
Voy sin rumbo fijo, ya, que me moje...total, no creo que pueda empeorar.
En eso veo una anciana que lucha por subir el cordón con una bolsa grande de supermercado... ¡Mi primer cliente!, bien, veamos...
Me acerco rápidamente y le doy un pequeño empujón para que suba, la señora logra hacerlo. Satisfecho me doy la vuelta, pero no pasan cinco minutos cuando escucho a la mujer gritando.
Un chico la tiró al suelo y le robó las compras.
Corro hacia el ladrón y lo embisto haciéndolo caer, le quito las cosas y se las llevo a la señora...que tiene una cara de espanto tremenda. Además el cobarde sale corriendo a no dar más, pfff, seguro, el tipo cae y ya creen que lo hizo un fantasma.
La anciana comienza a asustarme, sus ojos están abiertos de par en par y el color se le fue del cuerpo.
Presiono mis labios.
-Ya señora, le va a dar un infarto...-la tomo del brazo para ayudarla a incorporarse.
-Es...¡es el demonio!-chilla.
Ruedo los ojos, ¿por qué no dijo "es un ángel", "un salvador" o por lo menos "un chico condenado que trata de ascender"?...
Noto que el peso aumenta de forma flácida y su cara continúa estática...ups, creo que lo eché a perder.
-Emm, ¿señora?-la sacudo levemente y no hay respuesta... ¡mierda!, ¡mierda!, ¡mierda!
<<Bien hecho, acabas de aumentar la población del cielo. >>Ariel parece divertido.
-¿Esto cuenta cómo asesinato?-si es así...estoy en el horno, mejor dicho el infierno.
Se lo piensa por un momento:
<<No lo creo, esa señora iba a fallecer de un ataque, aunque no sabía que tú serías la causa. >>libera una risa...idiota, eso es porque a él no le toca tratar de salvarse el pellejo.
La dejo en el suelo, le cierro los ojos (quedaba demasiado fea si no) y me voy por donde vine.
¡Hola!,¿qué tal? Ese fue el segundo capítulo... ¿Va bien? (El chico tendrá muchos problemas con esa actitud... :/ ) Hasta ahora tengo cinco capítulos ya escritos,pero no estoy segura si será buena idea seguir. Ya qué,tal vez lo haga :D
¡Saludos!
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