Lo primero que noté al entrar en el último círculo es que además de estar varias decenas de metros más profundo siempre sopla un furioso viento, el frío es insoportable incluso para mí que soy un mago de fuego, lo primero que ví es que incontables gigantes deambulan libres pese a lo cuál soportan la helada ventisca, pase al lado de uno y pareció sentir el calor que yo irradio pues inclino la cabeza hacia abajo como buscando un insecto que le picó, fue entonces que me notó y me habló
-Oye tú enano, ¿Que truco usaste que sentí calor cuando pasaste cerca de mi? Y le expliqué que soy un mago de fuego, lo cuál pareció maravillarlo más allá de lo posible; me pidió encenderle pues una antorcha para poder crear un fuego para calentarse, acepté encantado a cambio de información sobre el lugar. Me explicó que todos los círculos superiores conocen a está prisión como Cocito o la prisión helada, pero algunos mortales la llaman Judeca, en la prisión Cocito se castiga el peor pecado que puede cometer el humano y toda criatura pensante en general, la traición. Aunque en teoría la prisión se divide en tres partes, todos los prisioneros sufren la misma pena que es estar sumergidos en el hielo; la única diferencia entre las tres secciones es la posición en que están y cuánto de sus cuerpos sufren bajo el hielo y cuánto es asolado por el cruel viento helado, en las primeras dos están sumergidos hasta la cabeza pero en distinta posición y los peores tienen todo el cuerpo prisionero en el hielo, el viento por cierto es generado por el batir de las alas de Lucifer, señor del círculo y amo del lugar. Agradecí al gigante la información y este me agradeció el fuego. Me encamine directamente a encontrarme a ese tal Lucifer aunque sentía algo raro desde que puse un pie en esta nevera gigantesta, parece que lo que queda de END dentro de mi ha adquirido más poder, principalmente desde que estoy encerrado aquí, creo ya encontré la razón del fuego negro que a veces he lanzado; y entonces como un golpe entendí lo que dijo el emplumado, debo atacar a ese Lucifer con mis llamas negras hasta que quede inconsciente.
-No has entendido nada niño...- Clamo una voz en mi cabeza, es END y siguió hablando sin dejarme decir ni media palabra- El hada emplumada te lo dijo ese Luz o como se llame te quiere afuera de este lugar por alguna enferma razón, y tú ya viste lo fuertes que son estas criaturas. No hay diferencia de diez veces el poder de un círculo al siguiente pero si hay una considerable diferencia ¿De verdad crees que los magos podrán contra ellos? A duras penas sirvieron para distraer a la lagartija negra unos segundos y lo sabes.

Deje de escucharlo a partir de ese punto pues seguía contemplando el hipnótico y enfermo horror de está prisión helada, era un poco como el viento de la segunda prisión pero en lugar de alzar a los condenados como hojas y estrellarlos contra afilados barrancos los convierte en paletas tan congeladas que estoy seguro podría quebrarlos como hielo. Al fin llegué ante el líder y amo supremo de este sádico manicomio, en realidad no tenía comparación su tamaño con el de los otros señores, fácilmente este ser podría medir un kilómetro; tiene alas de murciélago de talla proporcional a su tamaño y, como una sádica cereza sobre el pastel del horror esa cosa sobre sus hombros tiene tres cráneos que miran en tres direcciones distintas y me pareció distinguir que entre las afiladas fauces de cada cráneo es torturado un pobre desgraciado, solo distinguí las piernas de los tres pero patalean con furiosa rabia. La criatura escupió al infeliz torturado del cráneo de enmedio para poder hablar
-¡Al fin llegas ante mi niño, comenzaba a creer que alguno de mis perros te mató en el camino! ¡Supongo que quieres irte de aquí tanto como yo quiero que te vayas! ¡Adelante puedes irte! Y entonces un portal pareció abrirse pero le arrojé una bola de fuego negro, cerrándola de inmediato. La bestia pareció incrédula ante lo que hice, supongo que creyó que haría lo que él quería pero no le dí el gusto
-¡Saldré de aquí pero antes te daré razones para no seguirme! Grite emocionado y envolví mis puños y piernas con el fuego más negro que jamás he creado y salté para después impulsarme con las llamas negras directo a sus costillas las cuales impacte de lleno, debí sacarle el aire y algo más de daño pues las otras cabezas escupieron a sus víctimas al helado suelo para rugirme y gruñirme furiosos, yo aterricé a salvó y volví a tomar vuelo para asestar un nuevo golpe.

La batalla fue muy dura y larga, en medio de la cual END se apoderó de mi cuerpo haciendo que brotarán de mi alas y cuernos negros, lo cual fue una gran ventaja para mí pues pude atacar con mas libertad, versatilidad y fuerza; llegamos a un punto en que él intento usar sus magias en mí, principalmente magia de ilusión y ataques de fuego -magia a la que soy inmune-. Me habría vencido con las ilusiones de no ser por el propio END, pues gracias al fuego negro quemó la magia con la que intentó atacarme; llegó un punto dónde incluso a END estuvo a punto de agotarsele la magia. En un rápido movimiento el demonio intento atacarme con una extraña niebla, no quise averiguar que le hace a lo que toca así que aspire con fuerza y la comí; me reabastecio las fuerzas hasta cierto punto pero hasta eso me basto en ese desesperado momento. De nuevo lo ataque a puño limpio derribandolo en al menos una veintena de ocasiones, creo la gran mayoría de las veces solo la terquedad lo levantó. Pero al fin logré acercarlo al punto en que ya no podía más, puse toda la magia que me quedaba y lance un rugido de llamas oscuras que impacto de lleno en aquél ser derribandolo como si se tratará de un gigantesco árbol y ya no volvió a levantarse. En ese momento una pequeña esfera salió del gigantesco cuerpo inmóvil y se acercó a mi, lo envolví con una de mis manos; en ese momento brillo y desapareció, preferí no darle más vueltas al asunto y entonces noté que un portal se abrió, este es blanco con los bordes dorados -de seguro es obra de aquél ángel-; confiado lo atravesé, solo ví blanco por un minuto y después aparecí en el bosque cerca del consejo. Eso es todo lo que ocurrió durante mi reclusión en ese lugar de eterno sufrimiento su majestad.

Lissana y Juvia están sorprendidas pues Natsu pese a estar a bordo de un transporte no se siente mareado, pero este; para no preocuparlas se recostó un par de horas en las piernas de cada una. Aunque no lo planeó, sentir la tersa piel de ambas chicas lo ayudo a conciliar el sueño para dormir algunas horas. Sin que el mago de fuego lo supiera, todo el tiempo que estuvo dormido las chicas estuvieron acariciando su cabello y conversando sobre los preparativos para sus respectivas bodas. Después de cinco horas de viaje llegaron a la estación de la ciudad Azucena, sin perder el tiempo fueron a buscar al alcalde de la ciudad -quién fue el que solicitó la misión- para más detalles sobre lo que debían buscar y dónde encontrarlo.

En palabras del hombre el grupo debía encontrar una gran cantidad de plantas medicinales y cazar algunos monstruos que han causado daños en los alrededores de este y varios pueblos cercanos; y de paso algunos jabalíes gigantes. Liss y Juvia se ofrecieron a buscar las plantas mientras Natsu busca a los monstruos, lo que ambas ignoran es que desde el principio Natsu planeo separarse de ellas para ir al pueblo Sakura, solo le tomo diez minutos llegar volando con las alas de END, hablo con el alcalde -quien fue el que le pidio ayuda al consejo-, este le explicó la situación
—Ese grupo de magos oscuros ha enviado al pueblo cartas amenazando con atacar en represalia por "adorar demonios" desde hace un mes, la semana pasada al fin dieron una fecha, hoy a la media noche ¿Podrá detenerlos?
—Descuide señor alcalde, si no logro detenerlos los contendré hasta que el ejército del consejo y del rey llegué a ayudar, pero le aseguro que su pueblo esta a salvó. Eso tranquilizó al alcalde quien a su vez tranquilizó a los habitantes.

—A Natsu le está tomando casi toda la tarde encargarse de las bestias. Comento una preocupada Lissana
—Tranquilícese hermana de amor, seguro esas tontas bestias son escurridizas y por eso nuestro prometido se está tardando. Intentó Juvia con esas palabras calmar a la peliblanca, objetivo que logro a medias. Ambas mujeres a punto estaban de buscar ellas mismas al hombre cuando este apareció caminando tranquilo, lleva arrastrando con una mano un par de jabalíes enormes, mientras que en su otra mano trae los cuerpos de algunos monstruos
—No se si aún me falte algún monstruo por atrapar o si necesiten más jabalíes ¿Señor alcalde?
—Con esos jabalíes basta joven, muchas gracias. Contesto uno de los pobladores.
—Respecto a los monstruos, en los  pueblos vecinos reportaron dos o tres incidentes cada uno pero usted trajo al menos una docena.
—Si son pueblos vecinos entonces si puede tratarse de solo tres monstruos. Razonó Juvia
—Detuviste potenciales amenazas Natsu querido. Exclama feliz Lissana. El pueblo no podía estar más contento y se deshicieron en agradecimiento a los magos, debido a la hora ya no habrá trenes hasta el día siguiente por lo que como parte del agradecimiento la recompensa tuvo un bono, además de ofrecer una deliciosa cena dormirán en una de las casas del pueblo desocupadas. Además de una espaciosa cama la casa cuenta con una gran bañera tipo sauna.

El plan debía ser que después de cenar Natsu fuera el primero en bañarse para dar espacio a las chicas a demorarse cuánto quieran. Pero las propias Juvia y Lissana no resistieron y entraron al baño al mismo tiempo que el pelirrosa, con sus voluptuosos cuerpos cubiertos de jabón se frotaron con el cuerpo del pelirrosa y después entre ellas juguetearon, eso termino por despertar al dragón en Natsu, quien se divirtió con ambas mujeres por las siguientes dos horas, repitió la formula que tuvo con Hisui y Lissana, a fin de evitar embarazos si las penetro una vez más no se vino en ellas y el resto de ocasiones fue sexo sodomita. Lissana incluso se puso juguetona y quiso probar con Juvia algo que con Hisui no pudo; ayudada con un arnés y un juguete sexual Liss hizo suya a Juvia al mismo tiempo que Natsu, tras un par de orgasmos los papeles se invirtieron siendo Juvia quien mima a Liss. Poco después de las once de la noche ambas mujeres están acostadas desnudas y cubiertas por las sábanas, mientras Natsu Dragneel sale de la casa y emprende veloz rumbo a la vecina aldea Sakura.

Llega media hora antes de media noche el tiempo suficiente para decirle al alcalde y hombres de pueblo que se atrimcheren en sus casas, pues quizás no pueda contenerse y no quiere dañar a alguien del pueblo por accidente. Los pobladores toman enserio sus palabras y cierran sus casas a tierra y lodo velando el sueño de sus esposas e hijos. Mientras tanto en la única puerta del pueblo un pelirrosa yace parado esperando, de pronto parece absorto; está hablando con END.
—¿Sabes chico? Hay un poder nuevo que quisiera probar y está ocasión me parece perfecta para hacerlo
—¿Que tienes en mente?
—¿Recuerdas la magia con la que quiso atacarnos ese tipo de tres cabezas en ese calabozo? -el pelirrosa asiente- Este es mi plan.

Caminando hacia Sakura, totalmente ignorantes del monstruo que los espera, el gremio oscuro "Fangxiangshi" ya saborea su victoria sobre quienes llaman herejes y malditos adoradores de demonios, a pocos metros de la entrada del pueblo ven a un único hombre parado ahí impidiendoles el paso. No podían distinguir ningún rasgo destacable en él excepto lo que parecen ser un par de cuernos. La mayoría de los miembros del gremio se vieron entre si entre incrédulos y ansiosos por apartar a ese tonto del camino, iban los más ansiosos de sangre a despejar el camino cuando el hombre habló
—Ustedes humanos, siempre se ponen en la cima de la escala moral cuando la realidad es que apenas alcanzan el peldaño más bajo entre todas las especies ¡Lo que hacen siempre me resulta comiquisimo!