Bajamos al séptimo círculo por un camino cubierto de escombros de todos los tamaños, cuando llegamos el paisaje cambió por completo, ante mí se despliega un inmenso desierto eternamente atormentado por una incesante lluvia de fuego, a la distancia distinguí tres grupos de personas desnudos en diferentes posiciones sobre la ardiente arena y bajo la cruel lluvia; los primeros caminan, los segundos están sentados y los terceros echados boca abajo. Iba a voltearme hacia Silver para preguntar porque hay tantos grupos de gentes aquí y porque están en esas posiciones pero me detuve al ver a uno que se acercaba a mi, este personaje se disculpó por no presentarse pues lo único que no ha olvidado es la razón de estar encerrado en ese desierto maldito, pero si se alegro en extremo al ver caras nuevas y procedió a explicarme y, siempre caminando a mi alrededor me explicó:
—No se mucho pero los que terminamos aquí somos culpables de violencia contra los dioses, al parecer en muchos mundos a esos seres les encanta imponer reglas, entre ellas no injuriarlos; los que ves acostados hicieron eso, también les gusta promover algo que llaman "trabajar para ganarse el pan", los que ves sentados los ofendieron al dedicarse a un oficio llamado usurero o prestamista -yo asentí pues he conocido prestamistas- y los que andamos pecamos realizando prácticas sexuales diferentes, yo amé a mi hombre así como muchos otros. Agradecí al amable guía improvisado pues andando junto a él cubrí una parte del camino sin notarlo casi. Caminé y abruptamente el desierto se convirtió en un tupido bosque, aunque los árboles nacieron muy torcidos, iba a arrancarle a uno una rama gruesa para usarla para apartar con mas facilidad ramas bajas y espinas pero quedé perplejo pues a medio arrancar la rama el árbol soltó un grito humano tan desgarrador que deje por la paz mis intenciones y no volví a separarme del centro del sendero, seguí andando y llegué a un pequeño claro desnudo de árboles pero acolchado con un césped suave ligeramente crecido, ahí vi dos cosas la primera fue ver cómo un alma cae en este aciago bosque y donde caiga ahí se transforma rápidamente en un árbol, lo segundo que vi fue una gran parvada de horribles mujeres con alas de pájaro en lugar de brazos volando rodeando un cuerpo extraño enredado entre las ramas de un árbol, a la vez que con sus garras arrancan partes de dicho árbol, me acerqué unos metros y distinguí la identidad del cuerpo enredado en el árbol, se trata de Ur Milkovich quién como todos en este lugar está desnuda, con mi bufanda cubro lo mejor que puedo su cuerpo y la dejo al cuidado de Irene y Karen mientras yo encaro a esas crueles arpias, estás rápidamente alzan el vuelo mientras ríen con sorna ¿Cómo puedo describir esas risas? ¿Crueles? ¿Inhumanas? En pleno vuelo se las arreglan para formar un círculo en el aire a mi alrededor y de dos en dos planean en mi dirección desde ángulos distintos de modo que esquivo a una pero la segunda logra herirme en mis brazos, el segundo par me hiere en los costados. Tras más de dos docenas de ataques espero a que todas se junten en el aire lanzándoles piedras y ramas del suelo, mi plan es exitoso y al grupo lanzo un potente aliento de fuego cuyas llamas son de diferentes tonos de azul, el ataque las impacta de lleno y casi todas se desploman al suelo mortalmente heridas, la última en pie me maldice y lanza un chiflido, en pocos minutos escucho un gran alboroto acercándose a mi. Resultó ser un inmenso grupo de gente siendo perseguido por perros hambrientos, gracias al llamado del engendro emplumado por unos minutos los perros dejaron de dar caza a esos pobres y se centraron en mí. Gracias a ellos obtuve nuevas heridas que, aunque pocas no dejan de doler y sangrar. Me deshice de los perros a golpes y estos huyeron gimoteando lastimeramente, quedó uno inconsciente en el suelo junto a mí, se lo lance a la arpía en cuanto note que quería huir, aproveché la maniobra para impulsarme hacia el aire, la horrible criatura esquivo al perro desviándose hacia mi dirección, me impulse con llamas más potentes y logré asirla del plumaje para darle un fuerte puñetazo, antes de ello la criatura me gritó furiosa
—¡Mortal insolente, Satanás no tolerará esto! En ese momento la golpeé y se desplomó en el suelo. Uno de los perseguidos se quedó cerca de nosotros escondido encima de un árbol, se bajó en cuanto vio inconsciente a la criatura y a los perros muy lejos y me agradeció entre lágrimas el regalo de unos minutos de descanso, como pago le pedí explicarme el lugar
—Antes de entrar al bosque atravesaste un desierto ¿Verdad? -Preguntó el hombre a lo que yo asentí y continúo la explicación-, ambos lugares forman parte del mismo círculo, el de los violentos; en el desierto están los violentos contra los dioses y aquí en el bosque sufrimos los suicidas y los derrochadores como yo.
—¿Y hay más divisiones o aquí desciendo al siguiente círculo? Pregunté yo
—Cuando caí aquí recuerdo haber visto el círculo completo, estaban las dos partes que ya pasaste y una tercera que me pareció un lago hirviente, escuché a una arpía decir que ahí sufren los peores seres. Le agradecí al espíritu la información y volví con mi grupo, Irene curó a Ur la cual despertaba justo cuándo regrese al grupo
—Que ángel tan bello, ¿Ya estoy en el cielo? Todos se rieron de su comentario excepto yo, mucho he pasado para que pueda volver a reír, Irene la ayudo a ponerse de pie y retomamos el rumbo, tal como dijo el espíritu llegamos a un lago hirviente, pero al acercarme a su orilla comprobé asqueado que el líquido burbujeante es sangre. Quienes son torturados aquí están sumergidos en la sangre a distinta profundidad, en otras palabras quienes sufren menos -en teoría- serían quienes solo tienen los pies sumergidos en la sangre y quién más sufre es quien esté totalmente sumergido. Fungiendo como guardias centauros cabalgan en todo momento el perímetro del lago y castigan con una lluvia de flechas a quienes no estén sumergidos a la altura que corresponde. Intenté pasar desapercibido para los guardias pero varios me notaron y llamaron a otros soplando un cuerno de batalla, al parecer el escándalo atrajo a invitados no deseados pues escuché unas voces clamando
—¡Es ese, el de cabello de color raro! Busqué el origen de las voces pero solo hasta que alcé mi vista al cielo pude discernir la ubicación de mis enemigos. Volando con sus negras alas hacia mi vi a los guardias que me ignoraron en el atroz muro de huesos, en ese momento yo los creí demonios pues el único que se dejó ver llevaba puesto un casco ennegrecido pero ahora que se dejan ver bien noto que son como ángeles con la diferencia que estos tienen las alas completamente negras. Entonces me atacaron por dos frentes, la lluvia de flechas por un lado y por aire sufrí los traicioneros y arteros embustes de los ángeles. Me deshice de los alados del mismo modo que enfrente a las arpías, dejando el terreno despejado para jugar con esos caballos mutantes, uno de ellos tuvo el descaro de tratar de aventarme al lago hirviente, logré arrojarlo a él en mi lugar pero otros tres se unieron para vengar a su amigo, lograron meterme a medias provocando la quemadura en mi hombro izquierdo, logré salir victorioso de esta pero con un terrible costo, fui herido en la gran mayoría de mi cuerpo.

—¡Natsu por favor sálvame, sácame de aquí por favor! Me acerqué a la fuente de esa voz y una de las almas sumergidas en la sangre me habló, me dijo su nombre Ikaruga; el cuál reconocí e inmediatamente saqué, desnudé a algunos de los ángeles negros de sus armaduras y trate de amoldarlas al bello y sensual cuerpo de Ur e Ikaruga, tras algo de esfuerzo y de calentar las piezas de metal las cuatro mujeres quedaron mejor vestidas y protegidas y por fin salimos de ese horrible círculo agradecido por no tomarme con ese Satanás que mencionó la arpía. Descansamos un rato pues Silver dijo necesitar hacer algo en privado, cosa que Ur, Karen, Irene e Ikaruga aprovecharon para seducirme y divertirnos todos juntos.

—Gracias por escucharme Lissana, no sabes lo mucho que significa. Agradeció una vez más Bisca a la joven Strauss
—Juvia también le agradece señorita Lissana
—No es necesario chicas, ¿Les importaría ir directo al grano? Pregunto la mujer mientras toma un sorbo de su té y muerde con elegancia una galleta, sus invitadas la imitan y Juvia toma la palabra
—Bueno el asunto empezó hace rato cuando Juvia vio al maestro y su familia escoltando al gremio a Natsu, entonces Juvia le habló a este, aunque él parecía algo distraído y Juvia le reclamó pero Natsu, al exigirle Juvia una explicación de su comportamiento este coqueteo con Juvia, lo que provocó que Juvia besara al señor Natsu y después de eso él le propuso matrimonio a Juvia. Lissana luce demasiado tranquila y le indico a la vaquera que expliqué su razón de pedir hablar con ella
—Bueno como saben enviude hace no poco tiempo, un poco después que el gremio superó la desaparición de Natsu; lo que les diré es súper confidencial y les pido que no salga de aquí -ambas mujeres asienten y sonríen en señal de aceptar-, desde que murió mi esposo he fingido ser fuerte por nuestra hija, en cuanto ella se dormía por las noches yo... Me derrumbó y lloró y bebo hasta quedar seca y... Entonces yo... Me masturbo pensando en Natsu. De nuevo Liss está demasiado tranquila y al fin después de terminar de beber su té y de disfrutar un par más de galletas y pastelitos habla.
—Gracias por su honestidad chicas, como saben la princesa Hisui, mi hermana, Lucy, Cana y Ever formamos entre todas un grupo de apoyo debido a nuestra reacción respecto a la "muerte" de Natsu, cuando él reapareció hace casi un mes; lo hizo cerca del consejo y unos soldados lo llevaron ahí para declarar, el maestro al ser también mago santo lo pudo ver antes que nadie más, los magos santos y el rey lo interrogaron por horas e incluso su majestad mando llevar un médico, en pocas palabras su estado no era el mejor, estaba severamente desnutrido, con un insomnio crónico y alucinaba con gritos y horrores inenarrablesa, además el doctor encontró innumerables cicatrices en su piel; en tal condición no podían arriesgarse a dejarlo cerca de personas, por lo que Hisui ofreció su palacio personal y sus cuidados para la recuperación de Natsu, un par de días después el maestro contó al gremio el asunto pero no lo escuché pues fui con las chicas a nuestra reunión mensual con Hisui, el primer día ella nos contó la condición del hombre; yo al menos no le creí hasta que lo ví con mis propios y lindos ojos; les juro que aun tengo pesadillas con esas cicatrices. En fin esa tarde Mira y yo convencimos a Hisui dejarnos verlo en privado; platiqué con él y me habló de nuestra promesa de niños, le dije que esa promesa no valía pues la hicimos cuando niños, él no acepto mi respuesta y solo dijo que dónde estuvo prisionero lo hizo extrañarme y al verme deseo pasar el resto de su vida conmigo, ahí me derrumbe y acepte ser suya, acepté ser Lissana Dragneel pero me confesó algo, también quiere casarse con Hisui. La peliblanca pauso su relato un momento para prepararse más té, cuando estuvo listo continuo.

—Lo que dijo Natsu me sorprendió, pero concuerda con lo que Gajeel dijo aquella vez; que al vencer al dragón negro Natsu se convirtió en el rey dragón y por lo tanto tiene derecho a elegir dos o más esposas. No me agrado al principio pero durante la primer noche que él pasó con Hisui, mi hermana y conmigo notamos que pese a quedar exhaustas, las tres apenas pudimos cansarlo un poco; la princesa y yo entendimos que estemos de acuerdo o no si Natsu no queda satisfecho con lo que "come" en casa, buscará en la calle. Ambas mujeres no podían -aunque querian- argumentar nada ante la lógica de la peliblanca y ambas captaron la aceptación indirecta
—Juvia le agradece por aceptar a Juvia como esposa de Natsu, hermana Liss.
—Tambien te agradezco aunque me conformo con tener su apellido para alejar pervertidos -aunque no me molestaría darle a Asuka uno o dos hermanitos más-. Dijo Bisca susurrando lo último aunque Liss pudo escucharla muy bien.
—Aunque Juvia tiene una duda —Liss volteo a verla y con la mirada le pidió continuar—, ¿Que hay de las señoritas Lucy, Cana, Mira o Evergreen? La Strauss menor sonrió y contesto
—Mi hermana solo quiere tener hijos, y Natsu fue su mejor candidato, en cuanto a las otras tres; lo hablaremos cuando sea necesario pero quiero creer que buscan lo mismo que Mira.

Mientras tanto en el gremio Natsu está en problemas pues debido a breves encuentros con viejos y nuevos compañeros su torso quedó desnudo dejando en evidencia sus cicatrices, obviamente a todos los presentes la vista los afecto bastante, los que peor sufren son Gray, Cana, Lucy y Erza; el primero llora a mares y las mujeres estan histéricas al borde de colapsar desmayadas. Laxus de nuevo es la voz de la razón y ordena a todos meterse al gremio pidiendo además que alguien lleve a las mujeres inconscientes a la enfermería.
—En cuánto se despierten les explicaré a todos la situación de Natsu. Fue la última palabra del maestro antes de sentarse en la barra junto a su esposa e hijos