01
-Joven Dragneel por favor expliqué a este consejo su paradero desde la derrota de Acnologia. Habló con su tono monótono y algo aburrido Draculus el primer mago santo
-Antes de hablar quisiera la palabra de todos los presentes garantizando que mi relato no saldrá de esta sala ni de los archivos del consejo. Pidió estoico Natsu.
-Concedido Natsu, lo que digas será tratado como secreto de estado y quién divulgue una palabra al respecto será severamente castigado. Expreso el rey Toma solemne, seguido por el decidido asentimiento de todos los magos santos. En el rostro del mago de fuego apareció una sonrisa tan leve que resultó imperceptible para los presentes en la sala, acto seguido el pelirrosa olfateo un par de veces el aire y solo expreso con ligera molestia y algo de satisfacción
- Estamos rodeados de espías, no hablaré hasta que estos sean neutralizados. El rey y los magos santos se sorprendieron pero Toma optó por dar el beneficio de la duda al joven mago, con un movimiento de su cabeza Arcadios junto con los guardias del consejo buscaron en cada milímetro del lugar y sus alrededores. Algunas horas después el hombre volvió a aparecer reportando que fueron capturados seis hombres y dos mujeres, casi todos espías de naciones vecinas y de nobles traidores de Fiore; y por casualidad Jason reportero de aquella revista. Los espías fueron encarcelados y a Jason solo le confiscaron su cámara y grabadora, además de someterlo a un borrado de memoria.
-Revisamos los alrededores del consejo y mando patrullas cada cinco minutos a buscar en un radio de cinco kilómetros, no han vuelto a aparecer espías. Finalizó Arcadios su reporte, Natsu volvió a olfatear está vez concentrando aún más sus sentidos y se alegro por dentro más su exterior permaneció frío como iceberg. Durante las horas que demoró la captura de los sospechosos y la posterior vigilancia además de Natsu otro hombre presente en la sala permaneció callado, se trata de Laxus Dreyar actual maestro de Fairy Tail y noveno mago santo. La razón de su silencio era obvia y rosa, la súbita reaparición de Natsu lo dejo impactado y le obligo a recordar los últimos diez años, recordó la tristeza de su abuelo; la histeria diaria que sufrían Lucy, Cana, Mira, Lissana y Evergreen cada vez que alguien mencionaba a Natsu; rememoró las eternas ausencias de Guildarts, Gray, Erza, Gajeel los cuáles buscaban en cada milímetro del continente la menor pista del pelirrosado sin ningún éxito. A esos dos años de depresión le siguió la negación, durante trece meses el gremio permaneció vacío casi a diario y la gran mayoría solo aparecía una vez al mes para reportar con los ojos bañados en lágrimas que no había el menor rastro del matadragones. Después vino un breve periodo de ira durante el cuál el gremio parecía abandonado, al punto que el mismo alcalde de Magnolia fue visto en el gremio varias veces durante esas dos semanas y pidió a un grupo de psiquiatras asistir a los magos de Fairy Tail pues hasta Makarov temió que sus mocosos optarán por la puerta falsa. Esa etapa se estima que duró un mes, a la que siguió una fase de negociación; la catedral de la ciudad fue inundada con arreglos florales, donaciones y largas visitas de cada miembro del gremio implorando el regreso de Natsu a cambio de sus vidas, generosas donaciones a la catedral u orfanatos, incluso la pequeña Asuka ofreció donar la joya que Natsu le ayudó a recuperar como regalo para sus padres. El asunto se calmó cuando la máxima autoridad del clero intervino rogando a los magos volver a la cordura, y asegurando que pediría día y noche por el regreso de Natsu sano y salvó a su hogar.
Por fin tras casi cuatro años la calma volvió a Magnolia, tras el retiro de Makarov Dreyar como maestro y mago santo su sucesor colocó una pintura de Natsu, así como una estatua ambas de tamaño natural cómo una forma de aceptar su ausencia. Gracias a Erza tanto la estatua como el cuadro permanecen impolutos, debido en parte a qué la pelirroja obliga al que dañe ambos recuerdos a reemplazarlos con dinero de sus bolsillos sumado a ser usados como blancos móviles por la furiosa mujer.
Otro hombre que se mantuvo callado largo rato fue el propio rey Toma, pues a su mente volvieron de golpe el recuerdo de los terribles tres años que su hija pasó deprimida por la "muerte" del mago, aunque lo peor ocurrió en el ultimo mes del tercer año, pues la pobre joven, presa de la más absoluta desesperación, intentaba a diario quitarse la vida; como una drástica -y parcial- solución la muchacha fue encerrada en sus habitaciones alejada de todo objeto remotamente mortal para si misma. La solución definitiva fue permitir a un psicólogo visitarla a diario; durante seis meses la joven paso por las fases del duelo: negó la muerte del mago de fuego, estallaba en ira cuando se le mencionaba o se aludía al color rosa o al fuego, en la negociación intento intercambiar su posicion real a cambio de devolverle al Slayer o al menos volver a verlo cinco minutos para decirle todo lo que su corazon de mujer guardo durante tantos años, y al fin como aceptación mando construir dos estatuas del pelirrosa, una en la plaza más grande de Crocus y la otra en los jardines de palacio; justo frente a su habitación. Durante los siguientes dieciocho meses la princesa soño a diario con el mago de fuego, lo que ocurría iba desde unos inocentes besos escondidos en la acogedora noche con la luna y los cerezos Sakura como testigos hasta salvajes noches de desenfrenada lujuria que se repetían hasta llenar el palacio con pequeños Natsu y Hisuis junior.
La voz del pelirrosa saco a todos de sus cavilaciones
-Con su parte cumplida yo cumpliré la mía... Y comenzó a relatar
No recuerdo mucho de mi pelea con esa lagartija del apocalipsis, solo recuerdo que lo venci cuando lo ataque tras haberme comido su último ataque de aliento de dragón, cada célula de mi cuerpo se sobrecargo con magia elevando todos mis sentidos y atributos, fuerza, magia, agilidad; todo se disparó más allá del límite humano. Recuerdo haberlo atravesado con mi puño y al momento siguiente el cadáver de esa lagartija caíamos hacia una muerte segura -para mi al menos-, de pronto un par de metros arriba de donde seguro me iba a estrellar se abrió una especie de portal, pero algo había distinto en este; no era para nada parecido a los portales de los espíritus celestiales ni a ningún otro que yo vi antes. Este portal no tenía forma, era más como un óvalo mal dibujado con los bordes color sangre y en el interior solo se veía fuego, océanos infinitos de fuego y magma se extienden más allá de la vista más aguda. De forma inevitable caí en el portal, lo que al menos por el momento me alivio pues no sentí el duro sueño contra mi cuerpo; pero mi alivio y tranquilidad fueron momentáneos, lo poco que pude ver antes de caer en el portal era un chiste comparado con lo que contemple en ese momento. El fuego y el magma palidecieron en comparación al horror ante mis ojos; un eterno concierto de dolor, tormento, agonía y sufrimiento para aquellos pobres desgraciados que tuvieron, tienen y tendrán la maldita desdicha de caer en este hotel del sufrimiento.
Los ríos malditos de fuego infernal fluyen libres al fondo del escenario, aquí donde yo caí había una inmensa muchedumbre de seres con apariencia poco menos que miserable desnudos como el día que nacieron con ojos hundidos, carne putrefacta bajo constante ataque de crueles moscas, cuervos y demás carroñeros; la sangre que fluye de la carne aún pegada a las miserables víctimas cae al suelo mezclada con sus lagrimas donde asquerosos gusanos gustosos la devoran pese a estar tan podrida que fluye negra y hedionda; no pude resistirme a ayudar a esas pobres almas, a punto estuve de agarrar a uno del brazo cuando un anciano de asqueroso aspecto me asio del brazo como pidiendo de forma amable dejarlos solos y seguir mi camino, como estúpido lo ignore y volví a intentar acercarmele; el anciano está vez actuó con violencia, tumbandome e inmovilizandome con gran maestría y agilidad, y fue ahí que habló ¿Cómo describir semejante voz? ¿Asquerosa? ¿Inhumana?
-Niño no seas estúpido, aquí en el infierno todo tiene un lugar ganado por miles de porqués, no vuelvas a intentarlo o los demonios no serán tan amables como yo. Mil preguntas inundaron mi boca pero ninguna pudo salir, entonces el viejo arrugado como árbol milenario habló de nuevo
-Tuviste suerte, esto apenas es la entrada; en cada nivel la fuerza de los guardias se multiplica diez veces respecto al anterior. Casi sentí mi mente explotar, si entendí bien este anciano es el más débil que puedo encontrar en este lugar ¡Y me venció con mas facilidad que el viejo Gildarts! Y lo que es peor ¡Conforme avance en este lugar solo encontrare enemigos más fuertes! El anciano volvió a hablar
-No pareces un alma de aquí, te sientes demasiado vivo -estrecho mi rostro entre sus dedos largos como ramas secas de un árbol muerto- esos ojos reflejan inocencia ¡Podría jurar que perteneces al otro lado tú! Ven, sube a mi bote te llevaré a la otra orilla. En general cobro una moneda por alma viaje solo de ida pero contigo haré una excepción. Subí a la balsa la cuál apenas soporto mi peso sin desmoronarse, el viejo golpeó la costa con su remo para alejarnos de la orilla y con increíble brío empezó a remar, durante el trayecto me explicó que infierno y nuestro mundo está separado por el río por el que me lleva -otra sorpresa más, juraría que la vieja balsa zurcaba un mar u océano-. Llegamos a la orilla opuesta con rapidez, cuando descendi de la balsa está pareció suspirar de alivió, el viejo mientras se alejaba me gritó una última recomendación
-Busca a Silver y a la mujer si es que aún no están muertos. Preguntándome quienes serán esas personas camine resignado, aunque para mi alivio en este nuevo lugar no parecía haber ningún castigo pero los gritos eran sustituidos por tristes lamentos y hondos suspiros también a lo lejos logré distinguir la silueta de una bestia mitad hombre mitad toro, custodia cruzado de brazos y con fiero aspecto un camino descendente, supe que ese era mi camino a seguir; quise caminar hacia la bestia pero una mano me detuvo, al voltearme ví ante mi a Silver Fullbuster, otras mil preguntas inundaron mi cabeza pero de nuevo no podían salir, Silver iba a hablar pero un inhumano rugido interrumpió cualquier pensamiento que pudiéramos tener, vi horrorizado que la bestia con cuernos se disponía a atacar con salvaje ferocidad a una figura sombría, corrí lo más rápido que pude y aparte a la figura con todas mis fuerzas y me dispuse a enfrentar a esa monstruosidad. Asqueado y perplejo contemple el nauseabundo aspecto de la criatura guardiana, si tenía la silueta de un Minotauro pero su piel tiene un asqueroso color ceniza y un aspecto podrido, nauseabundas grietas recorren esa extraña piel y a veces excretan magma como si fuera pus, también descubrí que el anciano no exagero al decir que los carceleros aumentaban de fuerza conforme desciendes. No exagero al estimar que hasta Gildarts Clive solo le serviría a esa criatura como saco de boxear, confieso avergonzado que todo el daño que pude hacerle a esa cosa fue una mordida; antes de que esa cosa me matará con sus cuernos atravesandome como brocheta Silver me salvó desorientando a la bestia.
Me llevo por un pasaje secreto a una especie de guarida dónde una mujer y algunos otros esperaban, muchos de ellos tenían la mirada pérdida y reaccionaban aterrados ante el menor ruido. Silver me presento ante la mujer llamada Karen Lilica y a los demás presentes Ikaruga, Ur Milkovich, Irene Belserion e Imitatio. En ese momento recordé vagamente el nombre de las dos últimas; Irene es la madre de Erza e Imitatio fue una muñeca de Luce.
Las explicaciones de su presencia en ese horrible lugar fueron muy burdas, sobre todo la de Irene, la de Ikaruga y la de Karen; que fueron solo tres palabras "merezco estar aquí". En cambio Ur y el propio Silver admitieron desconocer el porque están allí; Ur al menos tuvo la teoría de que fue a dar a este lugar porque el demonio que encerró en esa prisión perpetua de hielo la arrojo al horrible agujero que alguna vez llamo hogar. Silver pensó algo parecido, al ser revivido por demonios lo consideraron uno y al morir fue a dar al hogar de estos.
Tras algo de debate se decidió que Irene y Silver me entrenarían y el resto del tiempo ayudaría a Ur, Imitatio e Ikaruga con la limpieza de la guarida. Así pasaron dos años en los cuales entrene más duro que nunca jamás, Irene me hacía entrenar mi magia dragón; a veces me hacía nadar en los ríos de magma ardiente o también atacar demonios debilitados por Silver. Hablando de él, mejore mucho el control de mi lado E.N.D. gracias a su ayuda, gracias a combatir a diario con él y recibir sus ataques devil slayer E.N.D y yo nos volvimos muy resistentes. También debo confesar que la propia Irene, Karen, Ur e Ikaruga fueron mi compañía durante muchisimas noches.
Quizás se pregunten ¿De que me alimenté durante mi tiempo encerrado ahi? En parte sobreviví comiendo el magma del lugar, al ser dragón slayer puedo alimentarme muy bien de cualquier fuego excepto el producto de mi propia magia. Y en casos muy desesperados comí los cuerpos de los demonios que vencí durante mis entrenamientos. Cuando mordí al guardia cornudo su carne me supo asquerosa pero ingenuo pensé que ese era una excepción. Para mi mala suerte la carne del cornudo fue la de mejor sabor, en general sabían a una asquerosa mezcla de carne podrida, sangre y cenizas.
Al cabo de esos dos años de entrenamiento me decidí a buscar una salida de esta inhumana prisión, para mí sorpresa decidieron acompañarme Ur, Silver, Imitatio. Irene, Karen e Ikaruga sonrieron con amargura y solo me dijeron seis palabras "Una sorpresa te espera en Galuna". Guarde el descifrar esas palabras para más tarde, dado que no pude elegir mi viaje empezará dónde conoci a Silver. En el primer círculo del infierno: el limbo.
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