Post; Elisa

La voz de un hombre llamó la atención de ambos, nos giramos levemente hacia la puerta.

Fue entonces cuando lo vi...

Era un hombre joven, con un rostro perfilado pero rudo. Con su pelo en un corte muy juvenil y tan negro que podía jurar que brillaba ante la luz de la estancia. Su cuerpo bien formado sobresalía a través de las ropas que vestía, unos jeens gastados, camisa blanca y una cazadora de cuero negra. Y podía jurar que en el cuello sobresalían unos tatuajes casi iguales a los de Lucifer.

Y haciendo las comparaciones no dude en que podrían ser hermanos.

─ ¡¿Qué haces tú aquí?! ─gritó Lucifer furioso. Dirigiéndose a él con los puños apretados y en forma defensiva.

─ Vine por Elisa, Lucifer. Es hora de sacarla de aquí ─contestó aquel sujeto, su expresión corporal era tranquila y en ningún momento se inmutó por la forma en la que Lucifer se acercó a él.

Los dos quedaron de frente, retándose con la mirada.

─ Vamos Elisa, te sacare de aquí ─aquel desconocido me miró desde detrás del hombro de Lucifer y me sonrió, mostrando sus blancos dientes relucientes.

Me regalo una sonrisa perfecta que hizo que me encandilara por completo y dejándome aturdida en el lugar donde yacía parada. Cuando el visitante se disponía a rodear a Lucifer y venir hasta a mí, este lo tomó de su brazo y lo jalo, para después estamparlo contra la pared más cercana.

El golpe me sacó de mi estado de shock. Lucifer tenía sus manos en el cuello de aquel chico, su rostro estaba completamente rojo por el enojo hasta una pequeña vena en su frente que jamás había notado sobresalto del coraje.

En cambio el chico llevó inmediatamente sus manos a las de Lucifer para quitarlas de su cuello pero al no lograr nada, una de ellas la convirtió en un puño y la estampó contra el abdomen de mi novio. Haciendo que se doblará en dos, algo alucinante y difícil de ver.

Él chico logró soltarse y tambaleante dio unos cuantos pasos hacia atrás, yo corrí a lado de Lucifer, estaba aterrorizada y sufría porque por mi culpa Lucifer estaba en ese estado.

─ ¡Lucifer! ─cuando llegue a su lado, trate de levantarlo. Él me alejaba, levantó la vista hacia aquel sujeto y vi como sus ojos oscurecieron ─. Basta Lucifer, por favor.

─ Elisa no puedo dejar que te vallas con él ─pronunció.

─ No me iré, pero cálmate.

─ ¿Cómo puedes decir eso, después de cómo los encontré? Te estaba lastimando ─soltó el chico furioso.

─ No te conozco y me iré solo con la madre de Lucifer o con él ─afirme.

Busque a Lilith con la mirada pero entonces me di cuenta que no estaba, se había ido y ni cuenta me había dado.

─ Tienes que dejar a este demonio que no solo hace más que engañarte y tenerte aquí aislada.

Cuando ese chico finalizó su comentario, Lucifer al fin se levantó de nueva cuenta para enfrentarse a él. De pronto dos grandes alas aparecieron atrás de aquel hombre y una espada plateada en su mano hizo que se me escapara un grito de sorpresa.

Inmediatamente me pare de golpe y me interpuse entre los dos para evitar una pelea, claro... Aunque muriera en el intento.

Quede en medio de aquellos dos seres, con mis manos extendidas hacia cada uno tratando con mi frágil apariencia humana separarlos e intentar que no se mataran.

Un ángel y un demonio enfrentándose por primera vez ante mis ojos.

─ ¡BASTA YA! ─grite lo más fuerte que pude.

─ Tienes que venir conmigo Elisa, nosotros te ayudaremos ─volvió a repetir aquel chico, del cual aún no sabía su nombre. Pero de algún lado, mi mente lo reconoció.

─ ¡No lo permitiré pedazo de escoria! ─soltó Lucifer furioso.

Le di una mirada de soslayo y pude notar como se estaba conteniendo con todas sus fuerzas, tal vez a no perder los estribos contra un ángel o a no transformarse en el demonio que era delante mío, no lo sabía y no quería averiguarlo.

Después mire al ángel, volteé mi mirada al otro extremo y vi su presencia serena. Me dirigí a él únicamente...

─ No puedo ir contigo, quiero irme con Lucifer porque estamos juntos.

Él ángel asimilo mis palabras para después soltar unas carcajadas que me confundieron del todo.

"Si no dije nada gracioso"

Empezaba a cabrearme deberás .

─ Piensas... Piensas que un demonio como Lucifer ¡¿va a cambiar?! ─preguntó, todavía soltando risas molestas ─. Enserio debes estar muy enamorada de él para no darte cuentas de las cosas ni de sus mentiras.

─ Es mejor que te vallas ─le pedí.

─ Haber Elisa, ¿Ya te contó Lucifer porqué no quiere que vuelvas a tu vida? ─preguntó irónico.

─ Hay muchos peligros en el pueblo.

─ ¡LARGATE DE UNA VEZ POR TODAS! ─gritó de nueva cuenta Lucifer.

─ Dile, cuéntale Lucifer. Cuéntale que su padre ha muerto ─soltó entonces.

Él mundo alrededor se paralizó, fue como si clavaran un puñal en mi corazón. Los ojos me ardían y el nudo empezaba a instalarse en mi garganta. Aquel hombre, que había soltado tal bomba sin ningún tipo de remordimiento poco a poco se acercaba a mí, pero en menos de un minuto Lucifer se encontraba derrumbándolo y sacando al fin el demonio que era y que yo me negaba a ver.

Recordé que ya tenía mi corazón roto en dos y aún seguía palpitando por ese demonio al cual le había dado mi vida. Pues ahora los dos pedazos de mi corazón se trozaron en cachitos más pequeños y estaba segura que jamás volverían a formar uno solo.

Él ángel y el demonio se enfrentaban y a mí en ese momento me dejó de importar...

Por mí podrían destruirse...

Por mí podrían dejar de existir...

Por mí podrían irse al maldito infierno...

Fue entonces que corrí, corrí dejándolos atrás...

Ni el gritó de Lucifer hizo detenerme.

Me fui, me aleje de aquella cabaña. Abandonando al amor que creí tener y salí en busca de verdades.