Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 40

Post; Lucifer

Antes de que Leviatán llegara a su objetivo, dos demonios lo intercedieron. Lo tomaron cada uno de cada brazo evitando así que llegara a su amo. Las risas de Belcebú se tornaron más fuertes. Sabía que no faltaba mucho para que mi hermano desapareciera. 

Mi cuerpo reacciono al movimiento del enemigo, que se acercó a mi hermano con una sonrisa detestable en su jodido rostro, un paso solamente, un paso basto para que Miguel me detuviera.

─Pará ─la orden emitida en un susurro por parte de Miguel hizo que mi cuerpo temblara de coraje y frustración ─. Si atacas ahora arruinaras todo, hay que esperar el momento.

─¿Cual momento Miguel? Dime...

─El momento adecuado. 

Hice caso a Miguel por más que odiara esa decisión, lo hice. No quería echar a perder lo que supondría un futuro en paz para Elisa. 

Mire en dirección donde tenían amordazado a mi hermano, podía notar los intentos para soltarse pero era inútil. Los demás demonios solo reían al ver fracasar a Leviatán y con cada esfuerzo que él ejercía perdía fuerza. 

Un chistido de pronto llamo mi atención, Belcebú me llamaba.

─¡Oh Lucifer, ya veo que ahora los ángeles te ordenan! ─soltó provocándome ─. ¡¿Que tal si hacemos un trato?!

─¡No lo escuches Lucifer! Sabes que esos tratos son solo blasfemias ─escuche decir a Miguel y tenía razón, los tratos de Belcebú eran más que mentiras pero no quería que siguiera provocándome. 

─¡Te escucho Belcebú! ─grite, solo para llamar la atención de todos, sabía que aunque estuviéramos a una distancia considerable podían escucharme ─. ¡¿Cuál es tu supuesto trato?!

─Trae a Elisa devuelta será más fácil que traer a tu padre y te devolveré a tu hermano, a tu cuñadita, podrás servirme y vivir. En cuanto a tus nuevos amigos, será como siempre debió de haber sido, nada de acuerdos entre el cielo y el infierno. 

─¡Sabes que eso jamás pasara! 

─Si, lo se ─dijo riendo ─. Solo quería demostrar que sigues siendo el demonio que le da la espalda a los suyos. Te queda grande el nombre del amo del Infierno, te queda grande el puesto. 

La tranquilidad que quería demostrar ante él se estaba alejando dejando en descubierto la ira y, el verdadero demonio quería salir.

─¡Una razón más para no querer regresar al Infierno! ─gritó no hacía mí sino a sus demonios que murmuraban dándole la razón ─. ¡¿Creen que él será un buen gobernante, cuando no ve por los suyos?! ¡Al contrario los quiere regresar y atormentar!

Los murmuros se escuchaban cada vez más altos, entre ellos negaban y se decían unos a otros que jamás regresarían a donde han sufrido más miserias que en otras vidas. Cada uno recordaba a su manera las torturas a las que fueron sometidos durante años en medio de las llamas del Infierno.

La tensión aumentaba y el ambiente del lugar empezaba a sentirse caliente sabía lo que eso significaba... el inicio de la guerra.

Deje de observar a los demonios que tenía frente a mí y dirigí mi vista hacía los seres que se encontraban detrás, a mis nuevos aliados que se preparaban para pelear.

 ─Es hora ─murmure tan bajo sabiendo que Miguel, Rafael y Gabriel podían oírlo.

"─Quisiera pedirte una cosa Lucifer ─la voz aterciopelada llena de ilusión proveniente de mi amada hizo que volteara a verla. Se encontraba acostada boca arriba sobre nuestra enorme cama centrada en medio de la cabaña que ahora llamábamos hogar , con sus brazos sobre su pequeño y sus manos entrelazadas, sonreía esperando mi respuesta a su llamado.

─¿Qué se te ocurre esta vez amor? ─pregunte curioso, últimamente había estado pidiendo favores o cosas que hasta para un demonio como yo eran difíciles de conseguir.

─Una promesa soltó borrando la hermosa sonrisa con la que minutos antes me estaba deleitando. 

─¿Qué clase de promesa? ─el temor se delató en mi corta pregunta, Elisa lo notó inmediatamente así que se apresuró a levantarse y sentarse sobre la cama. Me sonrío, tal vez para tratar de decirme que no me preocupara. 

Es algo sencillo  ─murmuró agachando la cabeza, ocultando sus ojos, su sonrisa ladeada ─. Prométeme que cuando sea el momento, viviremos en el pueblo donde crecí, después de conocer el mundo quiero regresar al pueblo y vivir en paz allí. 

Al finalizar su pedido levantó de nuevo la mirada, y pude ver en sus ojos el anhelo, la esperanza que suplicaban en un ruego mi afirmación. Claro que no podía negarme, era muy difícil que yo le negara algo a ella, tal vez si había postergado demasiadas cosas como la salida al fin de este encierro pero negado algo, nunca. El poder que tenía ella sobre mí era enorme y su felicidad era más importante que la mía

Sonreí.

─Claro amor, te lo prometo"

Últimamente los recuerdos llegan a mi mente recordándome a cada instante el amor por aquella mujer que me había cautivado sin ni siquiera yo quererlo, un amor al que yo llamaba esperanzador pero al cual los demás llamaban imposible. 

El demonio que yo era en aquellos años jamás hubiera pensado lo que hoy piensa en día, jamás hubiera pensado en hacer una promesa de esa magnitud, hubiera sido cruel y cínico. Se hubiera reído, hubiera sido sarcástico y hubiera dicho que él solo causaba destrucción y tortura no felicidad y paz. 

Pero ahora, ahora aquí estaba tratando de cumplir aquella promesa. Tratando de darle a Elisa un mundo de paz.

Y así con solo una afirmación mía, empezó la guerra entre dos seres y la aceptación a mi puesto. Pero sobre todo la restauración de un pueblo que pronto volvería hacer el mismo de hace unos años, volvería ser el hogar de aquella chica amada y la promesa estaría pagada.

ULTIMOS CAPÍTULOS...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro