Su alarma había sonado hace unos cuantos minutos, pero estaba en cama, mirando el techo sin saber qué hacer ese día podría ir a visitarlo, pero sería lo mismo ya lo había visto la semana pasada, y seguía igual, lo había visto el mes pasado y seguía igual, todo era igual hace ya un tiempo.

Después de un par de minutos más se levanto con pereza y se fue ha bañar, se quedó en la ducha, apego sus rodillas al cuerpo, y colocó su cabeza bajo el agua, así hasta que escucho un ruido en la puerta y después un murmullo, optó por seguir bajo el agua un rato, entró en una especie de trance, y se relajó pronto su cuerpo le exigía aire pero se quería quedar allí, intento pero recibió agua fría en la espalda, saco su cabeza y volvió a respirar aceleradamente.

—Tienes que desayunar, se va a enfriar—Dijo una voz sería que conocía bien.
—Ajá—Dijo sin ánimo.
—Hermanito—Le llamó, no respondió—Otabek—No respondió—¡¡Otabek Stephanie Altin!!—Le gritó.
—¿Que mierda quieres?—Pregunto sin mucho ánimo—Ese no es mi nombre.
—Sal, apúrate—Se dirigió a la puerta—No se te vaya a olvidar desayunar, otra vez—Otabek se quedó en silencio—Y seca el baño, te he dicho que no dejes corriendo el agua.

Se quedó un poco más en la tina, después salió y se colocó un buzo, se vio al espejo tal vez debería afeitarse, seco el baño para después bajar a desayunar, encontró a su hermano desayunando junto a su esposa, muy acaramelados. Intentó hacerse un pan tostado, con algo de café, quemo el pan y el café estaba muy dulce, incluso para ser kazajo, la pareja le estaba hablando mas no presto atención a lo que le decían, se terminó su asqueroso desayuno.

Apenas termino, fue por las llaves de la motocicleta para salir, pero su hermano lo interceptó.

—No—Dijo serio.
—¿Por que?
—La última vez tuviste un accidente, y no te encuentras mejor—Se explicó.
—Lo necesito—Dijo tristemente—Necesito a mi Yuri—Sus piernas perdieron fuerza, y lagrimeo un poco—Lo necesito...
—Lo se—Suspiro resignado—Anda, yo te llevo.

Serik abrazo a su hermano hasta que este dejase de hipear, después se dirigieron al auto sin antes despedirse de su esposa, el camino fue lento y desesperante, a penas hablaron, algo que Otabek agradeció internamente que Serik no lo sofocase.

Llegaron al hospital, y Serik optó por quedarse en el auto para que Otabek fuese solo a la habitación 301, necesitaba su espacio por eso cuando entro Yuuri y Viktor, quienes estaban de antes en la habituación, saludaron al recién llegado y se retiraron para dejarlo a "solas" con Yuri.

—Buenas Yuri—Se acerco a la camilla, colocó un silla a lado y le hizo un poco de cariño en la cabeza al rubio, escuchaba la máquina que hacía sonar los pulsos del corazón—Se que no me escuchas... pero...—Estaba lagrimeando—Te extraño tanto.

Si bien no parece pereza sino que tristeza, cuando estuve leyendo sobre los pecados, antes estaba el pecado de la tristeza que después fue juntado con el de pereza, puesto que cuando uno está triste uno no ve las "soluciones" y no sale de ese trance así que se le puede considerar como pereza, y no tenía la menor idea de cómo escribir pereza pura.

Ahora tengo que ver cómo escribir gula y quién será.

Nos leemos mañana.