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Capítulo 16



Faith

La suave brisa de la mañana golpeaba mi rostro mientras mantenía fija la mirada en el azul del mar, permanecía calmado, a penas y había oleaje, el sol brillaba y el cielo estaba despejado. Un buen día para dar un paseo en yate, o eso dijo mamá cuando fue a despertarme hace una media hora.

Me había vestido con un traje de baño de dos piezas en color amarillo con un pareo cubriéndome el cuerpo, un sombrero y los lentes de sol, mientras menos contacto visual hacía era mejor.

Mi teléfono permanecía en modo avión, no quería que absolutamente nada ni nadie interrumpiera mi paz, o la que aparentaba tener aquí. Aunque si seguía ignorando a todos si lograría mantener mi serenidad.

—¡Faith! —el llamado de mamá me hizo alejarme del balcón y bajar al primer piso donde una mesa llena de comida aguardaba, todos se encontraban en ella.

—Toma asiento, cariño —papá señaló las únicas sillas libres, una al lado de Jake y la otra junto a Hailey, preferí la segunda.

—Daremos un paseo en el yate, les pido de antemano que se comporten y eviten las disputa entre ustedes —papá nos observaba a todos con esa mirada que de niña me hacía temblar de miedo —pasaremos un día armonioso, somos una familia ahora con dos integrantes más...

Mi hermana carraspeó compartiendo una mirada con papá.

—Lamento interrumpir tu discurso, papá, pero no encuentro más adecuado para compartir una noticia que me ha hecho... —miró a su esposo —nos ha hecho feliz y es la llegada de otro integrante más a la familia, estoy embarazada.

La felicidad en las caras de mis padres fueron inmediatas, así como empezaron a soltar sus felicitaciones y palabras bonitas hacia ellos, como que serían unos excelentes papás.

—Hasta mucho se habían tardado —comentó Noah volviendo sentarse después de haber ido a abrazarla.

—Queríamos disfrutar unos años sólo siendo dos pero ya tuvimos suficiente de ello.

Me sentía incómoda como si estuviese en un lugar que no debía, a mi no me interesaba su felicidad o los embarazos que tuviera, pero por las miradas recriminatorias que me lanzaron mis papás tuve que disimular mi indiferencia con una forzada sonrisa.

—Felicidades —fue lo único que pude decir, no iba a soltar una sarta de mentiras, no tenía el deseo de darle las típicas palabras bonitas porque no me nacía hacerlo.

—Gracias —contestó Lauren siendo igual de escueta que yo.

—¿Cuantas semanas tienes, hija?

—Seis semanas —sonrió llevándose una mano a su vientre.

—Venimos esperando esta noticia desde hace mucho, por fin seremos abuelos Thomas —mamá parecía demasiado emociona al igual que papá —cualquier antojo que desees no dudes en decírmelo, ¡oh, mi niña! Te complaceremos en todo.

Casi todos en la mesa se enfrascaron en el tema, a excepción mía que me dediqué únicamente a comer mientras los escuchaba, de reojo me fijé en Jake que miraba de vez en vez con su mirada seria, el rencor que le tenía era de grandes inmensidades y cada que lo veía descartaba rotundamente él haberme acostado con él como tanto aseguraban.

En la familia trataban de ignorarlo siempre, papá nunca estuvo en total de acuerdo con su relación. Jake venía siendo como un esposo trofeo, se había dedicado a viajar por el mundo mientras mi hermana trabajaba, no sabía muy bien cómo funcionaban pero papá recalcaba demasiado que su yerno no era merecedor de su hija, alguien sin oficio que sólo se dedicaba a gastar la fortuna de su familia. Eso era Jake.

—Es hora de irnos —canturreó la voz de mamá, todos se levantaron de la mesa y caminaron hasta el muelle, yo los seguía unos pasos atrás no queriendo mezclarme con ellos.

Subí de último y me acomodé lejos de ellos, tomé una copa de champán mientas mi mente traía la imagen de cierto hombre a mi cabeza, lo que me dijo en el despacho se repetía una y otra vez, las ganas de tenerlo cerca eran grandes y me reprendía a misma recordándome que era necesario alejarme.

Recordar que terminé vomitando y perdiendo la conciencia sólo porque pensé que estaba follando con su esposa me descolocaba, se suponía que no debía sentir ese tipo de cosas por él, pero debía admitirlo, mi corazón se sintió arder y fue inevitable no sentir celos cuando ella se le sentó en las piernas y él no la apartó.

—¿Todo bien? —preguntaron a mi lado sobresaltándome al no esperar que su presencia apareciera de pronto. Su pregunta me hizo hacer una mueca, comenzaba a detestar todo lo que indagara en cómo me encontraba.

—Si —respondí a secas, mi hermano tomó lugar a mi lado mirándome con curiosidad.

—No lo parece, miras el agua con un deseo de lanzarte...

—No es como que les molestaría que lo hiciera —comenté frunciendo el ceño, no entendía a qué se debía su repentino interés, la última vez que nos miramos no quedamos en buenos términos y recalcó que todo lo que me pasara lo tendría merecido por haber cometido la peor de las traiciones.

—No digas eso, eres parte de nosotros y a pesar de todo te queremos.

Solté una pequeña sonrisa amarga al escuchar su "a pesar de"

—¿Podrías dejarme sola? Estaba mejor antes de que llegaras —solté siendo antipática

—¿Desde cuando te convertiste en esto, Faith? No eras así, eras diferente, eras buena no una mujer que destruye todo lo que toca.

—¿Es así como me ves? —levanté una ceja mirándolo con burla y entiendo perfectamente su referencia —¿Dices que es mi culpa que mi relación haya fracasado? ¡Ah, hermanito! Siempre juzgando sin tener el conocimiento de lo que sucedió, repitiéndome el mismo ciclo.

—¿Y no tuviste la culpa? Lauren dice que...

—Nadie de ustedes tiene derecho a opinar de mi vida, desde hace cinco años no están en ella y preferiría que siguiera así, por lo que una vez más te pido que me dejes sola. Ve a buscar a tu prometido o a tu otra hermana para te cuente todas sus desgracias vividas por mi culpa.

Se levantó mirándome con reproche.

—No eres ninguna víctima, Faith. Algo debiste hacer para que tu relación fracasara, quizá se dio cuenta el tipo de mujer que eres.

—¿Y qué tipo de mujer soy? —pregunté con aburrimiento, las opiniones hace mucho dejaron de importarme, incluidas las de mi familia, los primeros en darme la espalda.

—La que ningún hombre quiere tener, eres bonita pero tus acciones son de lo peor.

—Si, si. —rodeé mis ojos y vacié todo el contenido de mi copa en mi garganta —No opines por todos, eres mi hermano por lo que no puedes dar una opinión general del asunto.

Dejé la copa de lado y cerré mis ojos imaginando al hombre con el que disfrutado estas últimas semanas, recordando en la forma en que me tomaba y me hacía vibrar con tantas sensaciones que me provocaba.

—Al menos ten la decencia de pedirle perdón a Lauren, ella fue la única afectada con tus acciones.

—No lo veo así, ella ahora tiene mi puesto en la empresa, sigue con su marido y está embarazada, parece muy feliz. Creo que no estamos viendo a la misma Lauren.

—Vi a la Lauren de hace cinco años, sumida por el dolor que le provocaron los asquerosos actos de su hermana.

—Ah, ¿y qué hay de los de su esposo? ¿No hizo nada? ¿Están sugiriendo que lo violé?

—No he dicho tal cosa, no sé porque siempre cambias el sentido de las palabras.

—Es lo que diste a entender. Pero Noah, no te desgaste diciéndome cosas que me tienen sin cuidado. Mi hermana no es ninguna víctima, ni Jake.

Él soltó una carcajada

—¿Me dirás que eres tú?

—Solo vete y no me molestes.

Escuché sus pasos alejarse devolviéndome la comodidad de estar a solas con mi mente en otro lado y no seguir discutiendo él mismo tema de años, nunca creerán en mi versión porque nunca se molestaron en escucharla.

El yate se detuvo a una considerable distancia de la isla, escuché a todos meterse al mar mientas yo me mentía en el interior a buscar algo más fuerte que el champán, me serví un trago de vodka y decidí salir donde se encontraban los demás. Me quité el pareo y me senté en la orilla del yate, dejando que el agua mojara mis pies.

—¿Seguirás ocultándote bajo tus lentes, Faith? —se burló Lauren junto al inútil de su marido.

—No es fácil superar tantos fracasos —comentó por lo bajo, lo que me hizo alzar las cejas mirándolo con desdén.

—Tu sabrás mucho de ello, ¿no Jake?

Mi padre rió sin disimulo, mamá sonrió y los demás permanecieron serios.

—Papá —lo llamó Lauren —¿recuerdas cuando decías que Faith sería más exitosa que todos?

—¿Y lo eres tú, Lauren? Porque en mi humilde opinión, ninguno de los dos ha hecho mucho por la empresa, no innovan nada nuevo ni se arriesgan a ingresar a otros mercados, sólo permanecen ahí, en la zona de confort.

—Y nos lo dice una secretaria —se rió, me quité los lentes dejándolos a un lado, Noah disimuló una sonrisa y mi padre hizo una mueca.

—No soy una simple secretaria, soy una asistente y no de cualquier hombre sino del Senador del estado, presidente pro tempore, dueño de importantes cadenas hoteleras y de múltiples acciones en diversas compañías a nivel mundial, un hombre poderoso que seguramente terminará siendo el presidente de esta nación —comenté orgullosa de mi amante, Mattew era un hombre inteligente y capaz de hacer lo último, si seguía en la política seguramente llegaría a serlo, era la meta según alcancé a escuchar en una de sus tantas llamada. Era muy querido en el estado por su excelente labor.

—Oh, pero estás presumiendo su éxito no él tuyo, hermanita.

—No, sólo resalté que no era cualquier asistente —y próximamente mi socio, pensé al recordar que se ofreció con lo de mi empresa.

—No está mal —comentó mamá —¿Y cómo es él cómo jefe? Se dicen muchas cosas de él, a demás de lo mucho que cuesta lograr tener una cita con él.

—Es estricto y exigente como cualquier buen jefe.

—Y parece que lo conoces muy bien, todos en el compromiso de Becca se preguntaron por qué había llegado contigo y no con su esposa —soltó Lauren

—Más allá de ser mi jefe pues no, y no tengo ni la menor idea de lo que sucede en su vida privada.

—Se rumorean muchas cosas

—¿Y por qué están tan interesados con mi jefe? ¿Quieren alguna cita o algo? —pregunté al notar que todos estaban con demasiado interés de saber de él.

—De hecho si —comenzó mamá —tu papá necesita algunos permisos y pensamos en qué tal vez tú nos podrías ayudar a concertar una cita con él.

—¿Qué hay del señor Baker? ¿No los puede ayudar con eso?

—No, tiene que ser con él, Willow no tiene tiempo y los mejores contactos los tiene el señor McConnell.

—¿Y por qué no le pidieron a él que los ayudara  a contarlo? Porque sinceramente no pienso intervenir con esto —dije sabiendo lo poco que le agradaban a Mattew este tipo de cosas, era muy selectivo con las personas que recibía, su tiempo era demasiado limitado.

—Es algo que nos beneficia a todos, Faith —comentó mi hermano de mala gana.

—No me interesa ayudarlos —después de unos minutos en lo que sopesé si ayudarlos o no —papá se avergüenza de mi puesto de trabajo, tú consideras que soy la peor persona y tú —señalé a mi hermana —también te estabas burlando, seguramente con su gran éxito tendrán las influencias necesarias para conseguir esa reunión con el Senador.

—Faith... —empezó papá pero me apresuré a negar con la cabeza.

—Se supone que son vacaciones no asuntos de trabajo —dije terminando de beber el contenido del vaso y me dejé caer en el agua nadando lejos de ellos.

Lo único que me interesaba en estos momentos era construir mi propio imperio y estaba a nada de comenzarlo.

...

Volvimos al atardecer, subí directamente a mi habitación para quitar la sal de mi cuerpo, me di una larga ducha para después ponerme algo cómoda y acostarme en la cama.

Alcancé mi móvil animándome a entrar a mi galería, llevé una mano a mi boca y abrí mis ojos sorprendida por lo que veía, era increíble como me desinhibía a su lado, presioné mis piernas cada que pasaba a las siguientes fotos y al llegar al video tuve que apresurarme a bajarle el volumen. Había grabado todo.

El calor en mi cuerpo incrementó según iba viendo el contenido del porno que grabamos, desearía poder mostrárselo y que se calentara así como yo lo estaba.

Dejé el móvil en la cama y me levanté para revisar que las puertas estuviesen con seguro, busqué en mi equipaje el consolador que empaqué, me desnudé jugando con la humedad de mi intimidad, me coloqué un AirPods para escuchar el sonido de nuestros cuerpos pegar el uno con el otro. Introduje el aparato en mi interior imaginando que era su miembro que siempre ingresaba de golpe, sacándolo y metiéndolo con rapidez, abriendo mis piernas como si lo tuviera a él en medio, repetí los movimientos sin apartar la mirada del celular mirando cómo me cogía duro su polla, como su mano acariciaba mi trasero y cómo soltaba gruñidos ante el placer que le daba.

La ansiedad de tenerlo aquí crecían conforme me daba placer con aquello que no tenía comparación a lo que sentía con él, quería gemir su nombre, arañarlo y besarlo, repetirlo por horas hasta que intimidad arda y mis piernas tiemblen, quería estar llena de nuestros fluidos y nuestros cuerpos sudorosos.

Al mismo tiempo mi saliva se hacía agua de imaginar tenerlo en mi boca, ahogándome con su tamaño y deleitándome con su placer, lamerlo, saborearlo y jugar con su miembro, aferrarme a sus caderas mientras él sujeta mi cabello y acelera mis movimientos. Estaba loca por él, por su cuerpo y simplemente por ser él.

«Lo necesito» pensé cuando el objeto no me era suficiente y no me dejó para nada complacida sino más deseosa de tenerlo cerca y de que el lunes llegara pronto. Pensaba todo esto mientras el placer nublaba mi mente, pero cuando se comenzó a esclarecer recordé el motivo por el cual estaba aquí.

«¿Qué se suponía que debía hacer?» estaba aquí para alejarme, había terminado con Aiden pero tampoco podría correr a los brazos de otro, aunque ya había hecho más que eso. Mi descaro quizás no tenía límites porque en ningún momento mi cabeza pensaba en alejarme de Mattew en su lugar parecía contar las horas y minutos para volver a verlo, para volver a sentirlo.

Volví a vestirme y me quedé sentada en la orilla de la cama luego de haber guardado él consolador.

Estaba el asunto de la prensa, si salía al público me atacarían con pregunta a las cuales me negaría a responder, me atacarían si me vieran con alguien más. Recordar la odisea que pasé con el asunto de mi hermana me hacía entrar en pánico, las veces que terminaba llorando cuando escuchaba las fuertes críticas que me hacían en redes sociales, la prensa e incluso mi propia familia. El dolor que me causaba no recordar lo qué pasó ese día y lo mal que me sentí cuando desperté, los análisis de sangre que me arrojaron la droga que se encontraba en mi sistema. Fueron noches de tormento, donde sólo Rebecca y su familia estuvieron a mi lado, eran las únicas personas que supieron los resultados de esos exámenes y eran los únicos que sabían si esa noche hubo contacto sexual, yo no tuve el valor de oír la respuesta, el que mi hermana tuviera la razón para odiarme o ser en definitiva la decepción de mis padres.

Me negaba a saber la verdad y me refugiaba en que ya no me importaba lo que pensaran lo demás, que ya no necesitaba descubrir lo qué pasó porque nadie de mi familia quiso escucharme en su momento y no lo harían ahora. Dirían que lo inventé todo para exonerarme de todo y victimizarme. Una clara muestra de ello fue lo que mi hermano me dijo por la mañana.

Decidí salir de la habitación y dar un paseo por los alrededores, mis pies se hundían en la arena, la sombra de los cocos se cernía sobre mí y la brisa los hacía moverse, sólo esperaba que no fuera a caerme una de sus frutas en la cabeza, por muchos problemas que tuviera no deseaba morir y menos por un coco.

Reí ante la estupidez de mis pensamientos, cómo es que de estar caliente pasé a estar triste recordando el pasado y luego a recrear un escenario donde soy golpeada por un coco.

—Nunca dejas tu manía por reírte sola —la voz a mis espaldas me paralizó, esto era la última mierda que me faltaba.

—Jake —mencioné asqueándome con su nombre en mi boca, me giré para encontrarlo recargado sobre el árbol con sus manos dentro de sus bolsillos.

Jake era un hombre atractivo, su piel broceada, su mandíbula cuadrado y sus ojos negros era su fuerte. No era tan alto y su cuerpo a pesar de no tener grasa en exceso distaban de ser un cuerpo musculoso.

—¿Me estás siguiendo? —pregunté de mala manera, frunciendo el entrecejo y alzando una ceja. Él sonrió de lado y sacudió su cabeza.

—No tienes tanta suerte

—Entonces ¿qué estás haciendo aquí? —volteé a ver a todos lados sintiéndome nerviosa —Es mejor que te vayas, sabes muy bien el problema que me causarás si me ven contigo a solas.

—¿Te haces la inocente ahora? Porque hace unos años despertamos en la misma cama

—¡Cállate! No vuelvas a remover ese tema, ¿me oíste? —lo señalé actuando un poco histérica, el tema de por si me desagrada pero el que lo hiciera él me repugnaba y me hacer arder en ira.

—Te molesta la verdad, ese día mi vida también se vio afectada te lo recuerdo, en el mundo no sólo existes tú, Faith. Casi echo a perder mi matrimonio, iba a perder lo más valioso que tengo que es tu hermana

—La única que perdió fui yo, nadie más, Jake. Tú estás feliz con tu esposa, están creando una familia y ¿qué hay de mi? —quería escupir llamas y carbonizarlo —Mi familia entera me repugna, perdí mi empleo, perdí la vida que conocía, me tocó enfrentar al mundo y soportar sus críticas, no tuve paz porque la digna de mi hermana se dedicó a difamarme, a destruir porque eso era lo que ella quería, acabar conmigo y que dejara de ser un obstáculo para lograr su meta.

Negó con su cabeza y sonrió.

—Deja de pensar que el mundo gira a tu alrededor, la única que salió dañada fue Lauren, nadie más.

—Es que a mi no me interesan los demás, su puto sufrimiento me importan una mierda. Para mi el mundo si gira a mi alrededor, soy el centro de mi propio mundo, y a diferencia de lo que ustedes dicen y que tanto se esfuerzan por recalcarlo, si fui una víctima y tú lo sabes muy bien.

—¿De qué hablas? Porque lo único que recuerdo es a ti follando mi... —lo callé con una bofetada que hizo voltear su rostro.

—Vuelve a decir una mierda de esas y haré tu puto mundo se derrumbe a tus pies —señalé con mi rostro caliente por la ira que en lugar de desvanecerse sólo iba en aumento —no recuerdo esa noche y lo poco logré hacerlo es a ti alejado de mi, esa noche estaba bailando con mi amiga y con otro hombre, el cual no eras tú. No sé cómo acabé en esa cama pero lo que si sé es que estaba drogada, yo jamás consumiría esa porquería ni en mis cinco sentidos ni estando ebria.

—¿Y qué mierda estás insinuando?

—Lo que tú pequeño cerebro está pensando —retrocedí un paso cuando se acercó amenazante —es lógico, tú eras mi amigo y te tenía plena confianza, tú pudiste llevarle el trago a...

Me detuve cuando un pequeño recuerdo vino a mi mente y la cabeza me dolió.

«Él acercándose a mi con una bebida, le dio una a Rebecca quien permanecía al lado de George. Él invitándome a bailar mientras yo me comenzaba a sentir mareada y...»

El recuerdo difuso llegaba hasta ahí, no me di cuenta cuando Jake me tenía acorralada contra una palmera y tomaba fuertemente mi mentón, acercando peligrosamente su rostro al mío.

—No intentes culparme a mi, tú me sedujiste, ambos estábamos muy ebrios y yo te confundí con tú hermana...

—¡Metiroso! —lo interrumpí —mi hermana y yo somos demasiado diferentes y lo sabes. Ahora suéltame, maldito poco hombre.

—No disimules conmigo —restregó su cuerpo contra el mío, quise apartarme pero estaba ejerciendo demasiada fuerza sobre mi —eres una zorra, Faith, disfrutas esto...

—¡Esto tiene que ser una maldita broma! —el chillido de mi hermana lo hizo apartarse de mí y mirar asustado a las personas que nos observaban, Lauren, Noah y Hailey.

Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho, el miedo a que volvieran a malinterpretar todo resurgió y unas ganas de llorar me embargaron al ver a mi hermano con cara de asco mezclados con la ira. Otra vez estaba pasando.

—No es lo que parece, se los juro —miró a Lauren —amor, ella me siguió y se pavoneó con esa ropa provocativa y...

Cerré mis ojos con fuerza conteniendo mis lágrimas, una vez más escucharían a otros menos a mi.

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Feliz fin de semana. Nos leemos hasta el jueves 💕

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