◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 10 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌
Estoy tratando de tranquilizarme, pero no puedo... ¡¡No puedo!! Desde que Tabi me mando ese mensaje indicándome que Matteo recibió unas fotos nuestras donde estamos juntos tanto en mi departamento y en un restaurante no he parado de pensar cómo solucionar este problema. Lo primero que se me vino a la mente es ir a buscar al idiota que nos sacó las fotografías, pero Tabí no sabe quién pudo ser ese paparazi, el único que sabe es su hermano —me paso las manos por la cara.
Matteo es una persona de cuidado, parece una persona buena, confiable pero no es así él es igual a sus padres, un hombre que no tiene escrúpulos, ni valores morales, lo único que le interesa es el poder y el dinero, no le importa conseguir ambas cosas a cualquier costa —golpeo la mesa con el puño para sacar mi frustración.
— Izan mi amor —escucho a Emma acercarse, pero no le prestó atención.
En estos momentos estoy más concentrado en tratar de solucionar este problema y ver la manera de volverme a ver con Tabí, no la volveré a perderla ahora que mis planes para que regrese conmigo me está funcionando. Si las cosas siguen como ahora en menos tiempo de lo que pensé Tabí volverá a mi lado.
— Izan mi amor —me repite Emma, se acerca detrás mío y me da un beso en la mejilla
Instintivamente cierro mi Laptop y giro la silla, ella solo está vestida con una de mis camisas —sonrió sutilmente—. Le llega casi hasta sus rodillas, ella se acerca y yo el sujeto de las caderas, pero ella me golpea de las manos provocando que le suelte. En un movimiento rápido ella se sienta sobre mi y me empieza a besar por unos buenos segundos.
— Te busque en la cama, pero no estabas —me dice muy tiernamente
— Si lo siento —le doy un beso fugaz—. Necesitaba terminar unas cosas y mandarle al jefe
— ¿Pero me dijiste ayer que el proyecto ya estaba listo? —me pregunta intrigada.
— Si, solo arregle unas cositas…. Nada importante.
— No sé porque, pero desde hace unos días atrás te veo demasiado pensativo y preocupado —me dice preocupada y me empieza a acariciar mi mejilla.
Si Emma supiera la razón de mi preocupación y mi estrés no estaría en mi departamento, de echo me dejaría y nunca más me volvería hablar, pero eso no pasara, aun necesito a Emma y se que me odiara cuando termine esto que tenemos.
— Son los proyectos que tenemos pendientes —miento.
— Pero tú eres el mejor arquitecto de Estados Unidos y veras que pronto lo reconocerán.
— Lo sé y si quiero que pase eso es mejor que siga arreglando los proyecto y dejarlos perfectos —miento y muevo a Emma.
Ella se para y se acerca para volver a besarme, segundos después se separa y se va hacia la cocina, supongo a prepararse algo de desayunar.
— ¿Mi amor quieres café?
— Si, pero sin azúcar —digo automáticamente.
Necesito poner las cosas en claro con Matteo y creo que ya llego la oportunidad, así descubro quien fue quien nos saco esas fotografías. Si tengo que enfrentar de una buena vez a Matteo y decirle todo lo que he guardado durante estos años.
Me levanto rápidamente y me voy a mi habitación a buscar una chaqueta, mis documentos personales y mis llaves, hoy Matteo me dará algunas explicaciones pero sobre todo el nombre de esas personas que nos siguieron. Ya con todo salgo de mi habitación y camino lo más rápido posible, detrás de mi escucho a Emma.
— Izan mi amor ¿A dónde vas? —me pregunta con las dos tazas de café en sus manos.
— Emma lo siento, pero se me presento un problema —le doy un beso fugaz—. Tengo que ir a solucionarlo.
— Pero, pero….
— Adiós —grito y cierro la puerta.
Corro lo más rápido posible por las escaleras, esperar al ascensor será perdida de tiempo. En menos de dos minutos ya estoy en el garaje y emprendo camino a la oficina de Matteo —sonrió maliciosamente—. Matteo nos volveremos a ver las caras
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Al fin he llegado a las oficinas de Matteo, el maldito trafico me ha causado una irritabilidad, en vez de tardarme media hora me tarde una hora y media. Entro y todas las personas me miran muy raro, ellos están vestidos con trajes costosos mientras que yo estoy vestido casual, pero eso en este momento no me importa.
Me acerco a la recepcionista que está hablando por teléfono, al verme ella cuelga el teléfono y me mira de pies a cabeza —que molesto.
— ¿Puedo ayudarle en algo?
— Si, necesito hablar con Matteo Lougthy
— ¿Tiene cita?
— No, pero si le dice….
— Si no tiene cita —me interrumpe—. No puede pasar
— Señorita —me apoyo y sonrió, es hora de usar mis encantos—. Morris
—digo seductoramente—. Tal vez si le dice quién soy yo, él pueda darme, aunque sea unos minutos de su tiempo.
La chica que por cierto es muy hermosa me sonríe y se muerde sutilmente su labio, al parecer ya cayo. Mi sonrisa sexy y mi mirada intensa jamás falla.
— Lo siento, pero no puedo —me dice muy apenada—. Ya estoy bajo aviso de que si vuelvo hacer eso me pueden despedir —se pone triste.
Eso me sorprende, al parecer algunas personas no les cae muy bien Matteo y fueron a reclamarle, hasta pienso que Matteo hizo algunas jugarretas y al descubrirlo fueron a reclamarle —me rio sarcásticamente—. Es un cobarde por no afrontarlos.
— Enserio no puedes ayudarme, es que necesito hablar con él, es urgente —digo triste y pongo unos ojos de tristeza.
— Lo siento, pero no puedo darte un pase y un gafete de visitante, pero si me dejas tus datos te programare una cita de aquí a un mes.
— ¿Un mes? —pregunto sorprendido.
— Si, pero si alguien cancela su cita puedo ponerte antes.
¡¡Demonios!! Tendré que buscar otra manera de subir e ir hasta su oficina. Justo en el momento que estaba por contestarle a la hermosa secretaria Morris, un hombre ya mayor y con una mirada seria se acerca a ella, ella al verlo abre sus ojos sorprendida y diría hasta asustada. Por instinto me hago a un lado, ese hombre tiene una mirada muy fría y está enojado. El hombre ya mayor empieza a hablarle de una manera muy enojada y ella empieza a buscar algo, una idea se me pasa por la mente —sonrió—. Está es mi oportunidad de entrar—. Poco a poco me alejo y corro a los ascensores, para mi suerte alcanzo a entrar al ascensor que ya está lleno.
Las personas me miran y tratan de alejarse de mi como si tuviera algo contagioso —ruedo los ojos—. Ni que estuviera mal vestido, mientras me abro paso para estar más cómodo piso aun señor.
— Idiota —gruñe—. Ten más cuidado.
— Lo siento, lo siento —pido disculpas y doy dos pasos atrás y piso a otra persona.
— ¡¡Ayy!! —protesta una chica—. Que te pasa….
— Lo siento.
— Eres un idiota —me dice muy enojada
Para suerte mía la puerta se abre en el piso cinco y todos a excepción de dos se bajan. Antes de que se cierre la puerta la chica que pise se da la vuelta y me saca el dedo medio y yo me quedo sin saber que pensar.
Ahora que lo pienso no se en que piso está la oficina de Matteo, será mejor que pregunte, miro a mi lado derecho, me acerco un poco y con mucho tacto le toco el hombro de un chico, él se da la vuelta y me doy cuenta que es un practicante, el lleva un gafete que dice PRACTICANTE en letras mayúsculas.
— Disculpa ¿Sabes dónde está la oficina de Matteo Lougthy?
— ¿Del señor Lougthy?
— Si Matteo Lougthy
— Está en el último piso
— Muchas gracias
— Iras a ver al señor Lougthy —me dice el otro chico que también lleva un gafete que dice PRACTICANTE
— Si, tengo una cita con el —miento.
— Suerte —me dicen ambos y salen al abrirse el ascensor
Al parecer Matteo sigue el ejemplo de su padre y es temido por todos, pero esa arrogancia le jugara en su contra.
Minutos después
Al fin estoy por llegar al último piso, pero el ascensor se detiene, aprieto los botones, pero nada solo se prende una lucecita —gruño—. El muy idiota tiene el mismo sistema de seguridad que mi jefe, necesito el pase para que siga el ascensor hacia arriba —golpeo con mi mano sacando mi enojo y paso mis manos por mi cara.
Sin más opciones salgo del ascensor y empiezo a caminar por la oficina, al parecer este piso es donde guardan los papeles o mejor dicho es el área de archivo. Con mucho cuidado camino y trato de pasar por desapercibido buscando alguna escalera o forma de subir a la oficina de Matteo.
— Disculpa, pero ¿Tú quién eres? —me preguntan y yo me quedo quieto, cerrando mis ojos instintivamente, con mucha lentitud me doy la vuelta para ver quien me descubrió.
— Buenos días —digo serio—. Vine a buscar unos documentos que el señor Lougthy pidió hace una hora.
— No, el señor Lougthy no pidió nada —me mira intrigado.
— Si lo hizo y si no le llevo esos documentos ustedes estarán en serios problemas —digo y veo como se sorprende la señora y se empieza a asustar.
— Heeeee —me dice muy nerviosa.
— Me ayudara o no —digo más enojado
— Si, discúlpeme, que documentos necesita —me dice y se va a su escritorio.
¡¡Demonios!! Piensa rápido Izan, piensa rápido…. ya sé que es lo que puedo pedir, de echo será beneficioso para mí si me diera esos documentos —sonrió maliciosamente.
— Necesito los últimos contratos que firmamos con la constructora Williams.
— Enseguida le daré los documentos —empieza a buscar en su computadora, supongo que busca el numero el código.
Mientras la veo buscar entre muchos otros papeles, diviso el pase que necesito para subir a la oficina de Matteo, alguien al parecer lo dejo olvidado, con mucha agilidad lo tomo y empiezo a caminar hacia el ascensor, es mejor que me vaya porque pueden descubrir que me lleve este pase. No pude conseguir esos papeles, algún momento veré como llevarme esos papeles.
Mientras están distraídas apresuro el paso y aprieto seguidamente el botón del ascensor para que suba lo más rápido posible hasta este piso, para mi suerte no tarda mucho y cuando se abre entro, paso el pase lo más rápido posible —estoy muy nervioso—. para suerte mía el ascensor se cierra y empieza a moverse hacia arriba…. Matteo ahora si estaremos cara a cara.
Minutos después
Al fin llego al piso donde está la oficina de Matteo, salgo con un poco de precaución y miro a ambos lados, pero noto algo raro, no hay nadie, los escritorios están completamente vacíos. Camino unos pasos y escucho risas, me acerco y veo que en una oficina todos los empleados están reunidos festejando el cumpleaños de alguien
—sonrió—. Está es mi oportunidad de entrar a la oficina de Matteo sin ser detectado. Poco a poco camino por los pasillos buscando la oficina de Matteo, mientras camino veo que todo está demasiado limpio y hasta diría que tétrico, las decoraciones son minimalistas, incluso hay algunos cuadros contemporáneos. Sigo caminando hasta que doy con la oficina de Matteo, es fácil de reconocer su oficina porque en la puerta está su nombre MATTEO LOUGTHY – ABOGADO en letras mayúsculas, a lado suyo veo que está la oficina de su padre GEORGE LOUGTHY – ABOGADO también en letras mayúsculas.
Tan solo de leer el nombre del padre de Tabi me dan unas ganas de entrar y decirle algunas cosas en su cara, reclamarle algunas cosas, pero en este momento solo lo hare con Matteo, como dicen hay que respetar a nuestros mayores —sonrió malicioso—. Bueno es hora de ver a mi mayor enemigo, es hora de volver a ver a Matteo y aclarar muchas cosas —respiro profundamente y toco la puerta.
— Adelante —escucho como me dice la voz de Matteo.
Es ahora o nunca, respiro profundamente dos veces y muy lentamente abro la puerta…. doy unos pasos y veo al culpable de que nuestras vidas se arruinaron, está tan concentrado en su laptop que no se da cuenta de mi presencia.
— Buenos días Matteo —digo lo más fríamente que puedo y cierro muy sutilmente la puerta.
Matteo se sorprende al verme, deja de hacer lo que estaba haciendo y cierra su laptop rápidamente y se acomoda mejor en su silla giratoria, desde ya demuestra su frialdad.
— Izan Miller —dice con disgusto—. No te esperaba verte, pero lo supuse —pone su mano en su mejilla y me mira algo aburrido o enojado
— Yo estaba esperando el día perfecto para volver a verte —lo miro—. Y creo que hoy es el día perfecto.
— Sabia que Tabatha te llamaría y que podías venir a mi oficina —me dice arrogantemente.
Al parecer Matteo ya suponía o intuía que iba a venir, espero que también haya intuido las cosas que quiero saber y me de el nombre del idiota que nos siguió y nos tomó esas estúpidas fotos.
— Si lo suponías o lo intuías debiste permitir que me dejen entrar y me den un pase y un gafete de visitante.
— ¡¡Hoooo!! Pero si deje tu nombre en recepción como posible visita —me dice y se ríe bajito moviendo un poco su cabeza—. Error de la secretaria —hace a un lado su laptop—. Pero pudiste entrar hasta mi oficina sin ser detectado como una rata o mejor dicho como la rata rastrera que eres —me dice aún más serio.
— Sigues siendo tan amable como siempre.
— Pero no te quedes parado ahí y siéntate —me dice y me señala la silla frente a el.
Controlo mi enojo y mis ganas de romperle la cara, así que con todo mi autocontrol me siento frente a él.
— Tú me dirás para que viniste —se apoya hacia atrás y cruza sus brazos sin dejar de mirarme fijamente.
— Vine para que me digas quien es la persona que nos tomó esas fotos, necesito sus datos.
— Ese tema ya está solucionado y las fotos fueron eliminadas, así como los originales y cualquier copia existente…. Las fotos ya son historia.
— Claro tu solucionaste este tema a tu manera —digo serio—. Pagando para que desaparezcan esas fotos.
— Era la única forma o todo el mundo descubriría el amorío de mi hermana y el tuyo, si esas fotos salían a la luz sería el acabose social de mi familia y la destrucción del matrimonio de mi hermana, así como la humillación publica que sufriría ella.
— No seas mentiroso, lo único que proteges es el nombre de tu familia y no ser expuestos a la humillación publica y la mejor manera que pudiste eliminar esas fotos era pagando, esa es tu única forma.
— Izan deja ya esa actitud y dime de una buena vez para que viniste —me dice aún más enojado—. Porque si viniste a saber de las fotos, viniste muy tarde porque como escuchaste ese tema ya está más que solucionado.
— Ya que lo de las fotos está solucionado, aunque a tu modo…. —lo miro serio—. Vine también a decirte que por más que amenaces a Tabí no nos separaras.
— Izan, Izan, Iza, Izan —se levanta de su escritorio y camina hacia un mueble donde está una botella de whisky y unos vasos.
— No permitiré….
— Izan tu perdiste tu oportunidad con mi hermana —se sirve un vaso de whisky.
— No y sabes perfectamente lo que realmente paso….
— Lo único que sé es que tú te fuiste y dejaste el corazón roto de mi hermana.
— Por tu culpa —elevo mi voz.
— ¿Mi culpa? —me mira sorprendido y toma un poco de su vaso de whisky.
— Si, tú y tus malditos engaños, tu creaste esa trampa y yo por estúpido caí.
— Yo jamás te engañe…. Yo solo desenmascaré o mejor dicho mostré tu verdadera cara, nadie te obligo a que aceptaras el dinero.
— Lo hiciste, tú me engañaste…. Yo pensé que estabas de mi lado y que querías lo mejor para Tabí —lo miro muy serio.
— Yo siempre quise lo mejor para mi hermana —me dice enojado—. Sabes cuando mi Padre me planteo esa idea yo dije que no ibas a aceptar ese dinero, pero me equivoque, aceptaste el dinero y nos demostraste que solo eres una persona ambiciosa y codiciosa
—me dice y veo como aprieta un poco su copa de whisky.
— Yo no soy una persona ambiciosa
—me levanto enojado—. Si acepte ese dinero fue para construir un futuro para tu hermana y mío.
— Por favor Izan deja de mentir, tu te fuiste a Canadá a darte una vida de lujos —deja el vaso de whisky.
— No, tu bien sabes que me fui a estudiar —digo más enojado y me acerco más a el—. Para así poder darle la vida que está acostumbra tu hermana y ser el perfecto esposo.
— Jajajaja —se mata de risa Matteo y provoca que me enoje más.
— Tu Padre y tú nunca aceptaron nuestro amor y lo único que les importaba era que Tabí siga haciendo las cosas que ustedes le decían o le ordenaban, sin poner objeción o resistencia.
— Tabatha siempre hizo lo que ella quiso jamás la obligamos a nada.
— Matteo no mientas —le reclamo—. Yo sé bien como ustedes manipulaban a Tabí a su antojo.
— No me vengas con esas tonterías Izan —se vuelve a servir y toma de un solo trago todo su whisky—. Mi hermana estaba arruinando su futuro estando con un tipo como tú y cuando desapareciste de este país estábamos tan felices, ella rehízo su vida y se casó con un verdadero hombre que la ama y la respeta.
— ¿Un verdadero hombre? —pregunto sarcásticamente—. Todo el mundo sabe que ese matrimonio se realizó por conveniencia y al único que ama es a mí.
— Estas muy equivocado —se acerca a mi—. Tabatha está enamorada de Edmond.
— Si ella estaría tan enamorada de el
—doy dos pasos hacia él y estamos frente a frente—. Entonces porque casi todas las noches viene a mi Flat y busca mis caricias.
— Cállate Izan y respeta a mi hermana —se tensa Matteo.
— Tabi viene cada vez que necesita de mis besos, de mi caricia —sonrió de lado—. Ella se derrite en mis caricias y siempre suplica por……. —no me deja terminar de hablar porque siento un golpe en mi mejilla y caigo al piso
— ¡¡Cállate estúpido!! —me grita detrás de mí—. No vuelvas a hablar así de mi hermana y más en mi presencia.
Matteo golpea fuerte…. no lo negare —me toco el lugar donde me dio ese puñetazo—. Pero no es rival para mí, yo también se dar golpes, golpes muy buenos. Me limpio un poco de la sangre que tengo en el labio y me vuelvo a parar.
— Tu hermana busca en mi lo que su esposo no le da…. —digo y veo como Matteo se enoja más y trata de volver a darme otro golpe.
Reacciono y me hago hacia atrás esquivando su golpe, aprovecho ese instante y le doy un golpe en las costillas, pero no le doy muy fuerte porque lo esquiva. Ambos nos paramos y nos miramos desafiantemente, es hora de darle su merecido a Matteo.
— Veo que quieres arreglar esto a golpes —me dice Matteo mientras se saca su saco y lo tira a un lado.
— Unos golpes que quiero darte desde hace muchos años —digo y me remango la camisa.
Lo miro fijamente y me abalanzo para darle un buen puñetazo en la cara de niño mimado que tiene, pero el muy desgraciado logra esquivarlo, Matteo aprovecha ese movimiento, se abalanza hacia mí y me toma del cuello de mi camisa y me empuja hacia un estante, al chocar se caen algunos libros, vuelve a tomarme del cuello de la camisa y está vez hace que mi cabeza choque con lo que al parecer era una ventana o algo con vidrio porque escucho como se caen pedazos.
Yo lo tomo de los hombros y lo empujo lo más fuerte que puedo, para mi suerte el trastabilla un poco y da unos pasos hacia atrás, librándome de su agarre.
— De una buena vez Izan entiende que Tabatha nunca más será tuya, ella ya es feliz con alguien más…. ¡¡Entiéndelo de una buena vez!!.
— Jamás, ella volverá conmigo y seremos felices —digo y veo como Matteo se me acerca para darme un nuevo golpe.
Pero está vez soy más ágil y en un movimiento me doy la vuelta y lo empujo contra el mismo estante y le doy una patada en la boca del estomago provocando que se quede sin aire por unos segundos. Escucho como alguien abre la puerta y grita al vernos —miro a un lado y no hay nadie—. Debió ir a llamar a alguien, espero que no.
— El amor que Tabí y yo sentimos jamás se puede olvidar y la recuperare a toda costa —digo muy convencido—. tú y nadie nos volverá a separar —grito—. Así que ahórrate tus estúpidas amenazas.
Matteo me mira con odio y vuelve a atacarme solo que está vez soy yo el que cae hacia atrás donde estaba el whisky y las copas, al chocarme hago caer la botella y los vasos, Matteo me sujeta de la camisa y uno de sus brazos lo pone en mi cuello provocando que no respire muy bien….
— Aléjate de mi hermana de una buena vez —me dice—. No te acerques más a ella o arruinare tu vida y te arrepentirás de haberte metido con mi familia.
— No…. Lo… hare —digo y como puedo le doy una patada para que me suelte.
Aprovecho esos segundos para toser y respirar mejor, pero no me dura mucho ya que Matteo vuelve a agarrarme de la camisa solo que está vez me empieza a dar puñetazos en mi cara, pero yo no me dejo y le respondo dándole un buen puñetazo en la cara y otro en la parte de sus riñones….
Escucho como varias personas entran, empiezan a gritar no sé qué cosas, pero una de ellas se acerca a Matteo y lo toma de la espalda haciendo que me suelte, aprovecho eso y trato de volver a abalanzarme hacia Matteo, pero alguien me toma por detrás y me hace retroceder. Al parecer llamaron a la seguridad, de seguro alguien escucho el ruido y por curioso vino a ver lo que pasaba y se llevo la imagen de los dos pelando…. Le salvaron porque yo le hubiera dado unos buenos golpes más.
— ¡¡Suéltenme!! —grito y trato de soltarme de ese agarre, pero me sujetan aún más fuerte, inmovilizándome—. Matteo, escúchame jamás la dejare…. Ni tú, ni nadie me separarme de ella.
— ¡¡Suéltenme!! —grita igual Matteo y se mueve, pero el sujeto de seguridad no lo deja, pero eso no le impide de verme muy fijamente—. Que te quede claro una cosa Izan —me mira—. Yo los estoy vigilando y si los veo juntos destruiré tu vida y te arrepentirás por no hacer caso a mis amenazas.
— Cálmense por favor —nos pide un hombre poniéndose en el medio—. Carlo mejor llévate a este hombre fuera del edificio y asegúrate que se vaya y no vuelva a entrar al edificio.
— Nos volveremos a ver Matteo Lougthy —grito—. Nos volveremos a ver.
El guardia de seguridad me empieza a empujar hacia el ascensor, todas las personas que estaban reunidos me miran, muchos de ellos se asombran al verme, me toco mi labio y noto que tengo un poco de sangre, el muy desgraciado me partió el labio.
Llegamos al ascensor, este se cierra y puedo verme y me sorprendo…. Tengo mi labio partido, una de mis cejas también tiene una pequeña herida, mi pómulo derecho está rojo, mi camisa tiene algunos restos de sangre mía y supongo que algunos de Matteo.
El guardia me acompaña hasta la salida y todos me miran asombrados y hasta murmuran cosas, las personas que se tenían que reunir con Matteo se llevaran una sorpresa al verlo, por lo menos le di unos buenos golpes porque si —trato de sonreír—. yo también le rompí el labio y le di un buen puñetazo.
No salió como lo pensé y tampoco encontré lo que vine a buscar, pero al menos le dije un poco de las cosas que tengo guardadas en mí, Matteo y yo se que nos volveremos a ver y cuando se de se arrepentirá de muchas de las cosas que me dijo.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Una hora después
Al fin llego a mi flat, el tráfico está horrible y me está empezando a doler un poco la cabeza, con mucha lentitud empiezo a caminar hacia mi flat, entro con mucha lentitud y me toco un poco las costillas del derecho, al parecer Matteo me dio un rodillazo y yo no me di cuenta.
Al cerrar la puerta camino un poco hacia la cocina, Emma sale de mi habitación uy al verme se asombra, solo le toma unos segundos para venir hacia donde estoy…. ¡¡Me olvide de Emma!!.
— Izan, mi amor —se acerca y me toca con mucha delicadeza—. ¿Qué te paso?, ¿Quién te hizo esto? —me dice muy preocupada.
Al venir ni se me ocurrió pensar en alguna mentira para justificar mis golpes, piensa rápido Izan, piensa rápido…. ¡¡Lo tengo!! Espero me crea.
— Estoy bien —camino hacia el sofá
— Izan no estás bien —me ayuda a sentarme o mejor dicho a echarme—. Es mejor que vayamos al hospital.
— No —digo serio.
— ¿Qué te paso? Dime —me insiste.
— Tuve un pequeño altercado con un hombre.
— ¿Pequeño altercado? —me mira intrigada—. Izan dime la verdad, por favor.
— Tuve una pelea con un hombre que se pasó de grosero con una chica.
— ¿Qué? —me pregunta, rayos parece que no me cree—. Mejor acomódate y yo te curare tu labio y tu ceja —me dice y se va a la cocina.
Tengo que ser más realista y que Emma me crea, por que no puedo decirle la verdad, seria una catástrofe.
— Izan mi amor —me grita Emma—. ¿Dónde está tu botiquín?
— Está encima del espejo del baño
— Ya la encontré.
Cuando Emma se vaya llamare a Tabí y le contare este mal entendido con Matteo, no quiero que Matteo se aproveche de esto y se haga la victima para que Tabí le crea, pero analizándolo bien Tabí jamás le creerá a Matteo, ella dejo de creer en su familia hace años.
— Ahora sí, deja que te cure —se acerca Emma con el botiquín.
Emma deja el botiquín en la mesa y empieza a buscar algunas cosas, mientras que yo me acomodo mejor en el sofá. En minutos Emma ya tiene todo listo para curarme, se arrodilla frente a mi y empieza a curarme.
— Te dolerá —me advierte mientras me pasa agua oxigenada por la herida de mi labio.
— Ahhhh —digo mientras siento el ardor en mi labio—. Con calma, me está doliendo.
— Lo sé, pero el dolor solo es unos segundos, déjame seguirte curando por favor —me toma del mentón y vuelve a hacerlo.
Después de pasarme con el agua oxigenada, Emma empieza a ponerme un enguanto de no sé qué, pero tiene aroma a medicina cosa que detesto, deja de lado ese ungüento o lo que sea y me pone dos Steri-Strips (tiras adhesivas), minutos después hace el mismo procedimiento, pero esta vez con mi ceja derecha solo que está vez hago más gestos de dolor porque de verdad que me está ardiendo….
— Izan no te muevas —me dice algo enojada—. Solo me falta ponerte los steri-strips.
— ¡¡Apúrate!! —digo ya fastidiado.
— Listo —deja a un lado el algodón que uso para quitar restos de sangre seca.
— Ahora si me puedes dar una pastilla para el dolor de cabeza…. —insisto
Emma se para y se va hacia la cocina, mientras se va busco en mi botiquín una aspirina, para mi suerte la encuentro y Emma entra con un vaso de agua y ¿un plato?.
— Toma —me da el vaso de agua que me lo bebo con mi aspirina.
— Gracias —dejo el vaso en la mesa
Emma trae el plato con lo que parece es carne, carne cruda…. —me sorprendo al verlo.
— Ponte esto —toma la carne y me la pone en mi ojo derecho
— Para que….
— Te ayudara a que no se inflame mucho tu ojo —me dice—. O eso alguna vez leí en internet —sonríe.
— Espero sirva —digo y echo mi cabeza para atrás.
— Ahora si me contaras lo que realmente paso —insiste Emma sentándose a un costado.
— Fue una tontería, un hombre se estaba sobrepasando con una chica y yo la defendí…. Al estúpido ese no le gusto eso así que empezó a querer darme un golpe y una cosa llevo a otra y terminamos peleándonos —miento.
— Mi amor —se levanta Emma y me besa en la comisura de los labios—. Eres como un super héroe.
— Si —me rio—. Que salió algo malherido —digo y siento un pequeño dolor en mi costilla.
— ¿Te duele algo más? —me pregunta aún más preocupada Emma.
— Solo un poco este costado —señalo mi costilla
— Es mejor que vayas a tu habitación, te des una buena ducha y duermas un poco
— Si eso hare —me trato de levantar y Emma me ayuda.
Con mucha lentitud me voy a mi habitación y entro al baño, me desvisto lo más rápido posible y me miro en el espejo, ¡¡Desgraciado Matteo!!
—reniego—. Se está empezando a notar un poco los golpes que me dio en mi torso y en mi cara.
Emma entra y me mira sorprendida, no dice nada y recoge mi ropa que la deje tirada, entro a la ducha y al sentir el agua caliente me relajo un poco más, será mejor quedarme unos minutos así parado con la frente en la pared mientras cae el agua caliente, le está haciendo bien a mi cuerpo sentir el agua caliente.
Minutos después
Salgo del baño, solo con una polera super ancha y unos pantalones deportivos holgados, con mucho cuidado me echo en mi cama y cierro mis ojos, Emma entra a mi habitación con una charola con comida, ¿Será que ella cocino?
— Te traje un poco de comida.
— Gracias —digo y tomo la charola en mis manos.
— Espero te guste.
El aroma que desprende está sopa hace que mi estomago ruja de hambre, con mucha calma doy una probada, ¡¡Está muy bueno!! Al parecer es una sopa casera de pollo.
— Está muy sabroso —me limpio un poco—. ¿Tu la hiciste? —pregunto
— Si —sonríe y me sirve un poco de jugo rojo al parecer es sandia.
— Jamás pensé que tu….
— Cocinaba…. —me interrumpe y sonríe—. De echo no se mucho solo algunas cosas.
— Tenes una buena sazón —le hago un cumplido mientras sigo comiendo.
— Gracias —se sonroja.
Emma espera a que me termine de comer, de echo solo comí hasta la mitad ya que la pastilla me está dando un poco de sueño, siempre me sucede eso cuando tomo aspirina. Emma me ayuda a acomodar mejor las almohadas y me deja descansar, poco a poco cierro los ojos y me dejo de llevar por morfeo…. Espero que los golpes no se hinchen ya que mañana tengo una reunión urgente con mi jefe.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Cuatro horas después
Me despierto y me remuevo un poco en la cama, siento algunos dolores, la consecuencia de la pelea que tuve con Matteo, espero que a él le duela el doble de lo que yo estoy sintiendo —sonrió imaginando el drama que está montando—. Me siento en la cama y siento una pequeña molestia en la espalda y en mi cuello —me paso la mano por mi cuello—. Este dolor es por el golpe que me di al chocar en la pared o lo que habrá sido, o tal vez sea a consecuencia del golpe que me dio Matteo cuando me boto donde estaba la botella de whisky y me agarro el cuello, ahora que lo pienso espero que no me quede marca en el cuello.
Con mucha lentitud me paro y voy a la mesa donde está mi teléfono, necesito llamar a Tabi y contarle lo que paso con su hermano. Prendo mi teléfono y me doy cuenta que tengo 10 llamadas, 8 son de mi jefe y 2 de Emma, las hago a un lado y marco el número de Tabi. Escucho los pitidos y Tabi no me responde, intento una vez más y casi al último pitido me contesta
📞Llamada telefónica📞
— Hola —responde algo triste Tabi.
— Tabi mi....
— Izan por favor no me llames, acaso no te quedo claro lo que te dije —me dice muy preocupada—. Matteo puede cumplir su amenaza.
—Tabi no creas nada de lo que Matteo te diga.
— Izan lo siento, pero yo no puedo arriesgarme, lo siento.... —escucho como ahoga su llanto.
— Tabi no te preocupes — digo muy seguro—. Buscare la manera de estar juntos aun que tu hermano nos vigile día y noche.
— Adi……
— No Tabí, no lo digas…. —la interrumpo—. Confía en mi por favor Tabí, yo buscare una solución, solo confía en mi.
— Izan.... —susurra—. Solo por un tiempo no nos veamos y cuando Matteo vea y este seguro que le hice caso nos dejara de vigilar.
— Tabí yo no podré soportar mucho tiempo sin ti…. Tal vez los demás no nos entienden, pero nosotros nos entendemos y nos complementamos el uno al otro.
— Adiós Izan —vuelve a susurrar
— No digas adiós solo hasta pronto
📞Fin de la llamada📞
Guardo mi teléfono y escucho como la puerta es abierta, de ella entra Emma y se sorprende al verme parado.
— Mi amor —se acerca
— Estoy bien solo necesitaba buscar algo.
— Es mejor que descanses unos días
—me ayuda a volver a entrar a la cama
— Vi que llamaron de la constructora —digo y veo como Emma suspira cansadamente.
— Si, llamo Carl muy enojado
—acomoda mejor las cobijas—. Como tu no le contestaste me llamo a mi.
— ¿Que quería ese idiota? —pregunto.
— Está enojadísimo, al parecer el Señor Harrison descubrió los informes de presupuesto del proyecto que ganamos y al ver que estaba mal le reclamo.
— De seguro piensa que nosotros le dimos esos informes a su Padre.
— Exacto —resopla—. Le dije que tuviste un accidente y que no podías hablar con el y que no fuimos nosotros los que le dieron esos papeles y que de seguro los dejo en su escritorio a la vista de todos.
— Como está más distraído en engañar a su esposa ni cuenta se dio donde dejo esos papeles.
— Lo mismo le dije y se enojo más, me dijo una sarta de amenazas y luego colgó.
— ¿Para decirme y reclamarme eso llamo tantas veces?
— No —me mira seria—. Minutos después volvió a sonar tu teléfono como unas dos veces…. Después sonó el mío y era el señor Harrison.
— ¡¡Demonios!! —trato de levantarme, pero Emma me lo impide—. Pásame mi teléfono necesito hablar con el.
— Tranquilo Izan —me sonríe—. Yo le explique el pequeño altercado que tuviste y me dijo que te tomaras la semana libre y que te mejores.
— ¡¡Enserio te dijo eso!! —me sorprendo.
— Si, además me dijo que cuando estés mejor vayas a la oficina y te reúnas con el.
Esto es muy raro, mi jefe el señor Harrison no es de ese tipo de personas que te dan una semana libre, algo está pasando y yo no estoy enterado…. Tal vez me quiera adjudicar un nuevo diseño para algún proyecto o tal vez su estúpido hijo le lavo el cerebro y los dos hayan decidido terminar mi contrato
—suspiro cansadamente—. Necesito pensar en muchas cosas, pero sobre todo en como ver a Tabí sin que Matteo nos descubra.
— No te preocupes mucho —me acaricia Emma mi mejilla—. Veras que algo bueno te dirá el señor Harrison, tu sabes que eres muy valioso para el.
— Eso espero
Me acomodo mejor y cierro los ojos, tengo mucho que pensar. Siento como Emma me acaricia muy pero muy delicadamente, lo cual provoca una sonrisa, baja por mi nariz y sin esperarlo Emma me besa el mentón, yo la miro y sonrió, ella se acerca más y me besa muy sutilmente.
Quisiera seguir sus besos, pero en este momento mi cuerpo está adolorido, cuando este mejor recompensare a Emma, pero por unos días dejare que ella me mime y me cuide, pero muy dentro mío quisiera que la persona que me está cuidando sea Tabí, mi Tabí.
🔅🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅
Espero que les haya gustado este cap.
¿Alguna teoria?
¿Quien creen ustedes que gano Matteo o Izan? Yo la verdad no se quien gano
¿Que creen que pasara en el siguiente capitulo?
¿Quien cree que volvera?
💜💖 Muchas gracias por votar y comentar, siempre leo sus comentarios y me motivan para seguir con esta historia.
L@s quiero J💖💖😘😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro