Hoseok se removió en el sillón, todavía tenía la ropa del día anterior y la hebilla del cinturón le molestaba. Bastante sorprendido quedo cuando vio a su esposo a su lado, se veía tan guapo, tan relajado que todos sus problemas se le olvidaron le dio un beso en la frente por mero impulso y luego otro en los labios.

Se moría por hacer el amor de nuevo, no recordaba cuando había sido la ultima vez que tuvo intimidad con su esposo, pero lo recordaba como algo muy lejano.

Acarició la cabellera castaña y paso sus manos por el mentón de manera delicada.

—Te amo— susurró antes de darle un ligero beso en los labios y volverse a acostar a su lado. Aún era temprano podría disfrutar de la compañía de Taehyung por dos horas más.

Fue Eunha quien los despertó acomodándose entre ellos, Taehyung se negaba a despertarse y sólo le daba besos a la pequeña en la frente y mejillas.

Hoseok preparó el desayuno y lo llevó hasta donde estaban.

—No vayas a trabajar hoy— rogó mientras le ponía el uniforme a su hija.

—Estoy terminando un proyecto muy importante no puedo faltar.

Hoseok hizo un puchero y la pequeña Eunha imitó el acto. Taehyung estaba enternecido pero aún así se negó.

El mayor  no se molesto, quería hacerlo pero su lema era tener una sonrisa para todo aún en los peores momentos, no por nada sus conocidos le apodaban "Sunshine"

Taehyung fue el primero en salir, después Hoseok con la pequeña Eunha quien llegando al preescolar hizo un drama negándose a entrar.

—Por favor contesta— pidió al teléfono —por favor Taehyung contesta.

Volvió a pedir Hoseok no sabía que hacer, Eunha se negaba a entrar al colegio y estaba haciendo el berrinche de su vida, era de esos momentos donde Hoseok no podía controlar a su hija.

Necesitaba ayuda, Necesitaba a Taehyung.

El teléfono estaba sonando, Taehyung trato de alcanzarlo.

—No contestes— le pidió Jungkook montado en él sin dejar de besarle.

—Puede ser importante.

—Después lo arreglas— el menor se dispuso a hacerle un oral a Taehyung hasta que el teléfono dejo de sonar.

"Seguro esta ocupado" pensó Hoseok cuando decidió que era la última llamada que haría.

—volvamos a casa EunHa— sólo así la niña se calmo y asintió nerviosa.

—Papi perdón por ser una niña mala.

Hoseok se detuvo y se puso a la altura de la pequeña.

—¿Pero de qué hablas?, eres la niña más buena que conozco.

—Soy mala por no querer ir a la escuela— volvió a llorar y Hoseok la tomo en brazos tratando de calmarla. —Mi papi dice que las niñas malas no van a la escuela.

—Yo nunca he dicho eso.

—Papí TaeTae.

—Él no lo dice enserio— siguió tratando de consolarla —los adultos a veces decimos cosas que no son ciertas para engañar a los niños.

"Los adultos somos los malos", "Los adultos somos los que engañamos, mentimos y traicionamos"