Bucky Barnes.

Estaba agotado por el entrenamiento que tuvimos hoy. Steve, quien lideraba al grupo, nos dio una rutina que estuvimos haciendo desde las nueve y media de la mañana hasta las nueve de la noche. Pero el esfuerzo lo valía, el poder salvar a las personas y escuchar un agradecimiento hacia que todo esto valiera la pena.

De todas formas, eso no quitaba que Steve era un maldito. Lo pudo haber hecho más corto. Llegué a mi habitación luego de cenar y ni siquiera pude ponerme a ver televisión, porque apenas toqué mi almohada caí dormido.

Y así estaba durmiendo plácidamente hasta que pasos de gente corriendo, en el piso de arriba, me despertó. Me senté en la cama pensando que había imaginado los ruidos, pero luego se comenzaron a escuchar órdenes de alguien gritando. Era raro que se pudiera oír lo que ocurría en el otro piso.

¿Qué ocurría?

Me levanté y me coloqué un jogging que tenía en una silla. De la mesita al lado de mi cama, tomé una pistola. Solo por las dudas. Bostezando salí de mi habitación para poder averiguar qué sucedía, me encontré con una pelirroja igual de confundida que yo. En su mirada aparecía la interrogación a lo que yo le respondí con un levantamiento de hombros.

Al igual que yo, Natasha también había sido despierta pues se encontraba en su habitual pijama de satén y una bata rosa cubriéndola del frío. Cualquiera que la viera así ni se le ocurriría pensar que es una de las mejores -si no es la mejor- agentes de SHIELD.

Me hizo señas para que siguiera caminando, por las dudas íbamos en silencio. Era raro que alguien haya entrado porque sino JARVIS nos hubiese alertado de intrusos. El piso se sentía frío contra mis pies ni siquiera se me pasó por la cabeza ponerme zapatillas. Caminamos por el pasillo de forma sigilosa hasta llegar a las escaleras, usar el ascensor iba a lograr mucho ruido, y subimos rápido.

Era raro que se escucharan gritos a esta hora y más en ese piso donde se encontraba el laboratorio de Bruce y Tony. Cuando llegamos a arriba se podía oír todo con más claridad, la voz de ambos dueños de ese lugar y también se le sumaba una mas la de ¿Loki? Él no vivía aquí con nosotros, sino en uno de los muchos departamentos que tiene SHIELD, en donde pudieran vigilar que se comportara de buena forma con la vida humana. Casi nunca venía aquí y si lo hacía era para hablar con Thor, pero dudaba que en estos momentos se encontrara allí para eso porque no estaba en el lugar indicado.

Con la colorada abrimos la puerta de vidrio y entramos interrumpiendo la armoniosa discusión que estaban teniendo, todos se quedaron quietos en su lugar. El Dios pelinegro estaba frente de Tony acusándolo con el dedo y Banner atrás, sin tocarlo, como si quisiera calmarlo, cosa que parecía imposible porque nunca lo había visto así de alterado.

—¿Se puede saber que es lo que está pasando?— Natasha preguntó con una ceja alzada, atando nuevamente su bata. Cuando miré hacia abajo noté que ella si alcanzó a ponerse sus pantuflas.

Loki pareció calmarse al ver a otras personas o por lo menos eso intentaba porque tomaba respiraciones profundas. Bajó su mirada hacia lo que tenía en mano, que era el arma que había agarrado, por lo que la guardé para que no se sintiera amenazado. No parecía estar aquí para pelear.

— Es complicado. — Contestó el dueño de toda la instalación. Se alejó de Loki para acercarse a unas máquinas y leer lo que mostraban.

Fue ahí que la vi. Se encontraba recostada en una camilla, casi no había color en su piel y por lo que la recordaba no era de esa manera. Estaba inconsciente y ni siquiera los gritos lograron despertarla. Suero y otras cosas que desconocía estaban conectadas a su cuerpo, también cables que la conectaban a la máquina para revisar sus signos vitales. Me desconcertaba verla aquí, la instalación de Los Vengadores.

¿Era la novia de Loki?

Por alguna razón esa idea me repugnaba y hacia que mi estómago de vueltas del disgusto.

— ¿Cómo sabes que es complicado? ¡Si ni siquiera sabes que es lo que tiene! — El Dios de las mentiras volvió a arrematar contra Tony. Él pareció ignorarlo y seguir con lo suyo, cosa que sacó de quicio a Loki ya que de sus manos comenzó a salir una humareda verde.— ¡Contesta!

Con Natasha nos quedamos callados pero alertas en caso de que se le salte la chispa al asgardiano. Stark se dio vuelta harto de sus reclamos.

—Ni Banner ni yo sabemos lo que tiene y eso es lo que lo vuelve complicado. Somos dos genios que no tienen ni idea de lo que le está pasando. — Respondió con furia pero había algo más en su voz, casi podría decir que miedo. Pero, ¿por qué el tendría miedo por lo que le pasara a una extraña?— Tiene que quedarse aquí para que le hagamos estudios. Puedes quedarte si quieres, pero si causas disturbios te echo de una maldita patada. — Tomándole el pelo, Stark terminó su discurso con un golpe en el pecho de Loki. Eso pareció enojarlo, sin embargo se contuvo.

— Solo quiero que sepas que si le pasa algo, es tu culpa. — Acusó con determinación. Algo me estaba perdiendo porque no lograba armar el rompecabezas completo de la situación.

El asgardiano salió del laboratorio dándonos una mirada de desagrado y dirigiéndose a Dios sabe donde. Con la pelirroja nos miramos para ver si el otro entendía que era lo que acababa de pasar.

— Y bien, ¿Alguno de los dos dará una respuesta? — Natasha miró a ambos esperando a que respondieran. Banner miró a Tony quien enseguida este le hizo un gesto de negación. La agente no pasó eso por alto. — ¿Quién es la chica y qué hace aquí? Sabes muy bien que si no me dices, terminaré encontrando todo lo que necesito.

— Ella tiene razón, Stark. Es la mejor para eso, ¿Por qué no le ahorras el trabajo y respondes?— Hablé metiéndome en la charla. Mi mirada se dirigió a la chica, cuyo nombre no sabía, se veía frágil y cuando la conocí demostraba todo lo contrario.

Su cabello negro con mechones verdes estaban al lado de su rostro, era largo y lacio. Por lo que se podía ver de su piel expuesta, parecía no tener ningún tatuaje pero si se veían varias perforaciones como en su nariz, labios y orejas. Debo admitir que uno de esas argollas eran un lujo sentirlas.

Sacudí mi cabeza para despejar recuerdos que no debería estar recordando en estos momentos y miré a Stark esperando a que dé una respuesta.

—Es...Es una conocida que necesita de nuestra ayuda.— Finalmente respondió. Su rostro parecía no mentir, tal vez si hubiese estado más despierto hubiese encontrado alguna falla pero parecía no tener ninguna. Natasha abrió la boca para volver a hablar pero él la interrumpió.— Tiene habilidades, no puede ir a un hospital común...ella necesita estar aquí.

El silencio inundó el laboratorio.

Quería saber que clase de poderes tenía, quería saber más de ella. Había algo en su persona, en su personalidad, que me hacía querer conocerla. Aunque algunas partes ya lo hacía.

—Y como dije necesita de nuestra ayuda. Mía y de Banner, por lo que les voy a pedir amablemente que se larguen de nuestro laboratorio para poder trabajar tranquilos. De esto no se preocupen, tienen una fiesta a la que asistir esta noche y si tienen esa caras de muertos no los dejo pasar.— Señaló con burla tratando de matizar el ambiente tenso que se había creado.

Como arte de magia, mi cuerpo volvió a sentir esa pesadez y cansancio que acarreó todo el día. Incluso un bostezo se escapó de mi boca, que ni me molesté en ocultar. Asentí a lo que dijo Stark y me despedí con un ademán, la pelirroja me siguió a los pocos segundos pero antes se detuvo a decirles algo que no pude escuchar.

Ya mañana cuando tuviese energía investigaría bien quién era esta chica.

●○●

La alarma me despertó a las ocho de la mañana, como lo hacía habitualmente para poder desayunar y prepararme para otro día intenso de entrenamiento. Solo que hoy había algo especial, una fiesta. Más bien la fiesta de Stark, una que festejamos todos los años por la unión del grupo y donde el millonario derrochaba su plata para que todo salga bien.

No me había costado casi nada volver a dormirme, pero había soñado con esa chica que parecía que el verde estaba incrustado en su ser. Incluso desperté con la necesidad de querer saber cómo estaba, de verla.

Salí de la cama y me vestí ya con la ropa con la que entrenaría. Estaba terminando de atarme una zapatilla cuando decidí comenzar mi investigación.

—¿Viernes, hay alguna actualización sobre la mujer en el laboratorio?— Le pregunté a la inteligencia artificial, seguramente me estaba viendo como un tonto porque básicamente le hablaba al aire.

—Buenos días, señor Barnes. Por ahora no hay ningún cambio en su estado. — Contestó lo que parecía una voz femenina computarizada.

—¿Tienes su nombre?

—Es información confidencial, señor Barnes, usted no tiene autorización. — Su respuesta me hizo fruncir el ceño inmediatamente. Stark había dicho que solo era una conocida, no le había dado mucha importancia. Pero si era así, ¿por qué no tenía autorización para siquiera saber su nombre?

Acá totalmente había gato encerrado.

HOLISS.

LES PRESENTO MI NUEVO LIBRO Y OBVIO QUE BUCKY.
ESPERO QUE LES GUSTE, ESTOY MUY EMOCIONADA TAMBIEN POR ESTA HISTORIA.
También tengo mi otro libro "Mirame" para que no se queden tan manija de Bucky 🤭.

Disfruten.

Créditos por la portada y banner: @_VanJexx_  y  @Editorial_Light

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BESOSSSS,

A.D.