Leí una historia rottmnt en AO3, en donde Raph es omega y Donnie atiende sus necesidades.

Necesito leer más cosas así 😭💔

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Splinter no sabía cómo dar la noticia. Ni siquiera les había comentado de las jerarquías que había puesto la sociedad en sí.

Creía que, al ser mutantes, habría una excepción con ellos. Cuando Raphael cumplió los doce años, supo que ellos estaban envueltos en el lío.

Raphael, pese a su tamaño y especie intimidante, era realmente un terrón de azúcar. No hacía daño a nada y lloriqueaba cada que alguien más (o incluso él mismo) daña a sus peluches.

Además, solía retirarse y asustarse cuando sus hermanos peleaban la atención de Splinter. Y en algunas ocasiones, escuchó al mayor quejarse muchas veces del mal olor de sus hermanos y no lo soportaba.

Ese “mal olor” eran las feromonas que emanaban sus hermanos.

Splinter suspira y vuelve a mirar los análisis que obtuvo por favores de un tipo. La palabra omega resalta en el diagnóstico.

Raphael suelta un chirrido, consternado y asustado. Hay demasiado silencio en la guarida y el mayor siente que está en problemas.

Sus hermanos se abrazan a él con fuerza, dando consuelo.

—Lo siento —murmura penoso la tortuga mordedora. Casi con miedo.

«Definitivamente es un omega. » piensa Splinter, sin saber cómo sentirse.

—Rojo, no es nada malo. Es solo que eres un omega —dice Splinter, Rapha vuelve a disculparse—. No, Rojo, no te disculpes.

— ¿Es malo? —pregunta Leonardo, sujetando la mano de Raphael.

—Ah, depende de a quién le preguntes —suspira, y antes que lo vuelvan a cuestionar dice:—. En mi caso, no me importa. Pero eso solo significa que deberás esforzarte el doble, Rojo.

—Él ya se esfuerza mucho por nosotros, Pops —suelta Mikey, que estaba arriba del caparazón del mayor.

—Lo sé, pero no todos piensan lo mismo, Naranja.

— Eso no debería importarnos —comenta Donnie, el cual, se había deshecho del abrazo que lo tenía el rojo para ir directo a los registros clínicos que tenía la rata y leerlos.

—Yo también pensaba en lo mismo.

Splinter lo dice de una manera nostálgica. Las pequeñas tortugas no saben mucho de su padre, pero eso de ser omega probablemente fue algo que impacto en la vida de su padre. Aún se debaten si de manera positiva o no.

—Raphael, yo también soy omega —lo dice de una manera tan baja y calmada, como si temiera que alguien más los escuchara. Sujeta fuerte las manos de Raphael—. Es difícil, pero se puede vivir siendo omega.

Raphael no habla, aún sin comprender la gravedad del asunto.

—Solo no le digas a todo el mundo lo que eres. Por tu tamaño, muchos querrán denigrarte.

—Como si fuéramos a permitir eso —suelta Leonardo, con todo el enojo que puede albergar un niño de diez años.

Mikey no dice nada, en cambio, ronronea a un costado de su hermano mayor, el cual Raphael corresponde de inmediato, alegre.

Splinter está seguro de eso.

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Felices fiestas, gente