En Reapertale, Gáster se encontraba en su laboratorio como siempre haciendo unas cuantas pociones magias, hasta que Alphys entro realmente alarmada, fue rápidamente hacia él.

Se puso sobre sus piernas tomando aire para rápidamente ponerse firme y hablar.

– Gáster, Undyne… Toriel… Papyrus… Reaper – Dijo Alphys jadeando de agotamiento.

– Respire… – Dijo Gáster con la intención de que se calmara.

Alphys obedeció para ir respirando e recuperando aire, eso mientras sacaba de su ropa la flor de Reaper con una nota que decía “Para Geno”.

– ¿De dónde sacaste eso? – Pregunto Gáster.

– ¡¡¡Todos están muertos!!! – Grito Alphys – ¡¡¡Solo quedamos nosotros!!!... Ni Reaper le gano a Chara.

Gáster miro a un lado, no pudo hacer nada por sus hijos. Su atención se infiltro en unos libros con pociones en las portadas, fue hacia ellos para sacar uno y empezar a buscar una página rápidamente.

– Creó que será mejor buscar una poción – Dijo mientras seguía pasando página por página rápidamente.

Alphys se retiró, no quería hablar más con Gáster, él era todo un gruñón e insensible. Al hacerlo, Gáster encontró una imagen de una poción verde eléctrico con sus ingredientes anotados.

– “Esta poción contiene millones de tóxicos, una vez que la tomas los ojos cambian junto con el cuerpo y la mente, dando deseos de asesinar a todo al que ve” – Leyó, saco una sonrisa colocando su mano bajo su barbilla – Interesante…

Dejo el libro sobre una mesa para empezar a hacer la poción, pero no se fijó que había una advertencia escrita, esta decía: “Una vez que sufre los cambios podrá traspasarla por unas heridas al menos las más pequeñas”.