Capítulo XX
—BaekBee...
No tuvo ganas de huir como pensó desde que entró a la gran habitación. ¿Para qué? ¿Para llegar a una puta sociedad donde eran igual de mierda que ahí dentro?
—Baek. —Un tirón de brazo lo hizo despabilar—. ¿Qué te pasa?
Se pasó las manos por el pelo, nervioso, como si lo hubiesen sorprendido haciendo algo que no correspondía.
—Nada. Solo pienso —respondió con voz suave, aún algo desconcentrado.
—¿En qué?
Bastardo. ¿Qué mierda te importa?, quiso decirle, pero se contuvo. Para su sorpresa, una mano se posó sobre su mejilla y sus ojos subieron para encontrarse con los ajenos. ChanYeol frunció el entrecejo, mostrándose tan sinceramente preocupado que el corazón de BaekHyun revoloteó como loco, olvidando por completo por qué terminó en ese estado en primer lugar. El alto lo tomó de la mano y tiró de él con suavidad, haciéndolo consiente de dónde se encontraban y de por qué estaban ahí. Un poco más tarde lo empujó con suavidad por los hombros, obligándolo a sentarse en una elegante silla y encontrándose con una mesa bien adornada. Una mano grande se posó sobre su rodilla izquierda, asustándolo. Por muy mierda que fuera, le bastó sentir el aliento de ChanYeol contra la mejilla para que se le fuera el miedo, pero eso no evitó que nuevamente su corazón se volviera loco. BaekHyun se enojó con el contrario por hacerlo sentirse así y estuvo dispuesto a gritarle mierdas para que se alejara, pero el alto le dio un susurro.
—Si quieres irte nos iremos.
Miró los ojos del tipo y ocultó una sonrisa que igualmente mostró, sacándole una sonrisa al contrario.
Bien. Es momento de concentrarse, BaekHyun, se dijo a sí mismo y volvió a mirar hacia el frente. JongDae estaba del otro lado de la mesa con la tela de la servilleta sobre la boca mientras se atragantaba con su propia risa. MinSeok estaba a su lado y se mostró sorprendido, como si no creyera lo que veía. JongDae fue quien le pegó un codazo al sujeto para que despabilara.
—¿Qué pasa entre ustedes dos? —preguntó el rubio tan serio y el castaño perdió la sonrisa.
—No hables de esto aquí, MinSeok. No seas imbécil —susurró a quien hacía de su pareja, sacándole una mueca al recién nombrado.
La conversación llegó hasta ahí y hablaron de otra cosa, BaekHyun supuso que fingían hablar de negocios o una mierda así y no hizo ningún movimiento hasta que los platos llegaron a la mesa. Con una sonrisa a modo de agradecimiento despidió a quien le dejó el plato y tomó los servicios para cortar el filete. Sin embargo, ChanYeol se adueñó de su plato y pasó el cuchillo sobre el trozo de carne, cortándola para él.
—¿Qué haces? —preguntó en un susurró, incómodo.
—Se supone que somos novios, BaekHyun. Mira a tu alrededor.
Bastó observar por sobre su hombro para notar a los hombres a su alrededor, se le hizo ridículo y estuvo tentado de reír. Era evidente quiénes iban en pareja, porque prácticamente estaban vestidos iguales y se tomaban de las manos, dándose cariños y sonriéndose como todos unos enamorados. Mierda santa, parecían tan ridículamente enamorados que sintió preocupación por sus colegas, pero una vez que se giró para verlos los notó hablando con comodidad y todo ellos eran sonrisas, tanto así que tuvo miedo de que se les cayeran los dientes, especialmente a JongDae.
—¿De verdad te gusto?
Ante la pregunta no pudo evitar sorprenderse. Su mirada viajó por la mesa hasta llegar a quien estaba sentado a su izquierda y miró hacia arriba para encontrarse con los ojos oscuros de ChanYeol, en los cuales se reflejaba el candelabro que colgaba del techo, cosa que le provocó un estremecimiento satisfactorio.
—¿Por qué preguntas eso ahora?
Se sintió vergonzoso, así que pellizcó con el tenedor un trozo de carne y se lo llevó a la boca.
—Necesito saber si serás bueno fingiendo o si necesitaré poner más esfuerzo de mi parte.
Hizo una mueca y estuvo tentado a hacer un comentario mordaz, pero guardó silencio al ver la sonrisa resplandeciente en el rostro ajeno, todo dientes blancos, labios rosados y ojos brillantes. Sonrió de forma automática al verlo y se repitió a sí mismo que daba igual lo que el tipo pensara, en ese momento necesitaba actuar como si fuese el mejor novio del mundo y estuviese enamorado.
La cena continuó tranquila y él permitió que ChanYeol le cortara la carne, le sirviera más champán e incluso que le limpiara la comisura de los labios con una servilleta. Intentó concentrarse en cómo debía comportarse y no tanto en sus sensaciones cuando ChanYeol le ponía un dedo encima o le regalaba un susurro al oído.
Terminaron de comer y luego, de unas palabras por parte de los anfitriones, se instauró un ambiente donde los invitados saludaban a los dos hombres. BaekHyun supo que era la oportunidad perfecta, así que solo le envió una sonrisa a ChanYeol antes de ponerse de pie e ir en camino hacia Jin Xizhen y su esposo. El pelinegro lo sujetó por la cintura y él se quedó sin aliento, pero una vez frente a los otros dos todo pareció tomar otro sentido y se esforzó por no desconcentrarse.
—Por favor, no te quedes con las manos vacías. —BaekHyun tomó una de las copas que llevaba uno de los meseros e hizo amagos de entregársela al hombre, pero en el proceso chocó con el brazo de ChanYeol—. Perdón.
Dio una sonrisa apenada y, luego de limpiar el contorno de la copa con una servilleta limpia, se la extendió al tipo. Su corazón latió como loco y vio con atención cómo Jin Xizhen bebía de la copa hasta dejarla medio vacía. Maldición, de verdad se lo tragó. Así de fácil, pensó sorprendido, sabiendo que el choque con el brazo de ChanYeol solo fue una excusa para dejar caer el pequeño polvillo dentro de la copa del tipo.
—Un gusto conocer por fin a tu novio, Park ChanYeol.
BaekHyun sonrió incómodo al saber que no era el centro de la conversación, nuevamente. Eso lo hizo sentir extraño; ChanYeol tenía un nombre demasiado comentado y parecía tener tal repercusión como para que todos le lamieran los zapatos. BaekHyun hasta ese momento no tenía ni idea de quién era su dueño y no pensó que sería alguien más allá de un pobre chico metido en un mundo de mierda.
—Estamos muy alegres de que nos invitaran a su aniversario.
Se permitió sonreír a pesar de lo confundido que se sintió. ¿Invitaron a ChanYeol?, se preguntó a si mismo sin perder la sonrisa ni la mirada de los otros dos hombres.
—Prepararé una velada para encontrarnos los cuatro —mencionó Jin Xizhen con emoción y bebió nuevamente de la copa—. Trabajamos juntos durante años y sería fantástico compartir ahora que tu pareja está contigo.
—Muchas gracias. —ChanYeol hizo una inclinación sin perder la sonrisa—. De igual forma, no nos quedaremos mucho tiempo. La empresa en Corea está ocupada con el nuevo lanzamiento.
Sonrió como si supiese de qué mierda hablaban y deseó que terminaran de una vez para preguntarle al imbécil de su novio falso qué mentira se inventó y por qué no le dijo antes.
—Muy buenas noches a todos —un hombre habló desde lo alto del escenario, seguramente el encargando de entretener al público—. Esta noche tendremos una serie de espectáculos y actividades para nuestros invitados.
—Por favor, tomen asiento y disfruten de las actividades. —Jin Xizhen les regaló una última sonrisa al despedirse de ellos.
Ambos se inclinaron en señal de respeto y caminaron a la mesa que les correspondía. ChanYeol lo soltó y lo más cerca que estuvieron de contacto fue que sus brazos se rozaron. BaekHyun no tuvo ganas de continuar con todo eso.
—¿Actividades? —preguntó ChanYeol, entretenido con la situación, al parecer totalmente ajeno a su cara de culo.
—Parece babyshower —comentó JongDae desde el otro lado de la mesa antes de meterse una aceituna a la boca y, aún sin siquiera masticarla, se quedó estático cuando el hombre sobre el escenario lo apuntó, ocasionando que el reflector lo dejara momentáneamente ciego y lo obligara a achinar los ojos.
—Invitado de la mesa 22, ¿le gustaría participar en esta primera ronda?
—No jodas. ¿Me llamará? —susurró MinSeok por lo bajo mientras apoyaba el codo en la mesa. El tipo se giró hacia el lado contrario del escenario, como si así pudiese desaparecer.
BaekHyun se llevó una mano a la boca para evitar largarse a reír. A su lado ChanYeol se echó hacia atrás en la silla, pasó un brazo por detrás de él, apoyándolo sobre su silla, y cruzó las piernas, igual de entretenido con la inesperada situación.
—Señor Kim, por favor, venga con su pareja al escenario.
Desde el otro lado de la mesa MinSeok apretó los ojos y soltó una maldición por lo bajo al mismo tiempo que JongDae mordisqueaba la aceituna. El castaño se pasó la servilleta por los labios, sonrió, se puso de pie y le extendió la mano a MinSeok, quien se la dio mientras fingía una sonrisa, sabiendo que no había cómo librarse de esa. Cuando ambos subieron al escenario BaekHyun se giró sobre la silla y centró su atención en ChanYeol, a quien lo encontró más atractivo con la sonrisa divertida entre los labios y esos ojos risueños. Tuvo que detenerse un momento para aguantarse las ganas de besarlo, pero también de pegarle un puntapié por hacerle sentir todo eso. A ratos lo odiaba.
—¿Señor Park? —preguntó irónico, captando por completo su atención y borrándole la sonrisa—. ¿Quién mierda eres?
—Hablemos de eso después. No es momento.
Apretó los labios, conteniéndose. El contrario tenía razón y no había mucho que pudiese hacer, así que cambió su expresión por una sonrisa fingida y le tomó la mano al tipo, sorprendiéndolo.
—Se supone que somos pareja, ChanYeol. Trátame bonito.
El aludido soltó una risa, pero se acercó a él y, aún con los dedos entrelazados, se concentraron en el escenario. JongDae tenía una sonrisa muy grande mientras MinSeok cubría su rostro con una mano y parecía tener ganas de que se lo tragase la tierra.
—Entonces, ¿tengo que besarlo? —preguntó el castaño con emoción.
Él no pudo evitar alzar ambas cejas con asombro y se acomodó sobre la silla.
—Exacto. Sin embargo, mientras hacen eso deben hacer que el vaso llegue al suelo lentamente y sin quebrarse.
Se llevó la mano a la boca y mordió la esquina de la uña de su pulgar con nerviosismo. Para su sorpresa, ChanYeol sujetó su mano y la dejó sobre su regazo.
—No te muerdas las uñas —susurró el otro sin dirigirle la mirada—. Tienes las manos muy bonitas.
El sujeto se acercó tanto a él que sintió su aliento por debajo de su oreja y de nuevo la gran mano se instaló sobre su cintura. Hizo como si no le importara y volvió su atención al escenario. Los otros dos hombres estaban frente a frente.
—MinSeok no aguantará —susurró ChanYeol por detrás, pero él negó y sonrió.
—Dales algo de crédito.
Sobre el escenario JongDae tomó con ambas manos las mejillas de MinSeok y lo besó de un tirón. El presentador vitoreó junto con el público y posicionó el vaso entre los pechos de ambos. Ante la escena BaekHyun se llevó ambas manos a la cara para taparse los ojos, sin dejar de sentirse nervioso. Detrás suyo el alto rio y le dio un suave beso en el cuello, cosa que lo dejó estático por unos pocos segundos y lo impulsó a girarse para encontrarse con la sonrisa del tipo. Claro, para hacer la mierda más mierda, ChanYeol le dio un beso fugaz sobre los labios, dejándolo con los ojos muy abiertos. El pelinegro empujó su mejilla con suavidad mientras sonreía y, sin mucho esfuerzo, hizo que mirara a la pareja que estaba arriba del escenario. Su corazón se aceleró como loco y tomó la copa que dejó a medias sobre la mesa, la dirigió a sus labios y dio un trago. Estaba más nervioso por estar cerca de ChanYeol que por el espectáculo que daban los otros dos.
—MinSeok está aguantando —murmuró el tipo por detrás y él procuró
El rubio besaba a JongDae sobre el escenario y el vaso ya iba a la altura de sus pelvis. Fue gracioso verlos moverse para afirmar el vaso, pero besarse al mismo tiempo. Lo terminaron haciendo bien de igual forma. JongDae finalizó tirando a MinSeok del brazo mientras se bajaba del escenario y movió su mano libre en lo alto, donde tenía una tarjeta rosa pastel.
—¿Qué ganaron? —preguntó apenas los otros dos se sentaron en la mesa.
JongDae pareció muy contento y acalorado, como si hubiese corrido sin parar durante horas seguidas; tenía las mejillas rojas y probablemente sería imposible quitarle la sonrisa del rostro. Por ora parte, MinSeok se dejó caer con pesadez sobre la silla, apoyó ambos codos sobre la mesa y escondió el rostro entre sus manos.
—Creo que es una sesión de pareja en... —El castaño continuó leyendo y frunció el ceño—. Un spa. —Esta vez se dirigió al rubio—. ¿Qué opinas, Min? ¿Te gusta?
El aludido lo miró con la boca y los ojos bien abierto, los cuales parecían tan brillantes que BaekHyun tuvo miedo de que se largase a llorar... O que sacara sus cuchillos para rebanar a su acompañante. No tenía ni puta idea.
—Te mataré, JongDae. Juro que te cortaré la cabeza y jugaré con ella a los bolos, maldijo imbécil.
A pesar de todos los insultos, JongDae soltó una risa, como si se enterneciera con la amenaza.
—Está bien, bombón. Pero primero quiero nuestra cita en el spa.
JongDae en respuesta se llevó un codazo por parte de MinSeok que lo hizo doblegarse y quejarse entre dientes. El resto de la velada fue normal, si es que se consideraba así la humillación que sufrieron las parejas sobre el escenario. Para suerte de BaekHyun, no lo llamaron a él ni a ChanYeol, así que se puso de pie con libertad cuando las actividades finalizaron. Los cuatro se digirieron a una de las esquinas de la habitación donde ofrecían tragos y se quedaron ahí de pie mientras bebían champán. BaekHyun se mentalizó con que su misión terminó, pero no pudo evitar asustarse cuando vio la expresión asombrada de JongDae.
—Debemos salir de aquí —mencionó el castaño en voz baja y entre dientes, urgido—. Están los sujetos que conocimos cuando fuimos a Jeju, Yeol.
—¿Es ChanYeol? —escuchó por detrás, cosa que lo puso tenso y notó que a su acompañante también—. No puede ser ChanYeol. ¿Qué haría aquí si es heterosexual?
Miró al pelinegro y se preguntó a sí mismo: ¿Qué? ¿Heterosexual?
—Chicos, vamos por esa...
El hombre que estaba detrás de ellos interrumpió a JongDae, quien intentaba huir del lugar—. Hey...
A BaekHyun no se le hizo difícil comprender que las cosas no estaban bien y debían salir de ahí para que no los descubrieran. Ni siquiera sabía por qué esas personas no podían ver al más alto, pero, a juzgar por lo que mencionaron, probablemente era porque no tenía ningún sentido que el tipo estuviese en ese lugar.
Con una sonrisa fingida alargó ambos brazos hacia lo alto para tomar a su pareja por las mejillas y acercarlo hacia sí. Lo besó de forma profunda y lenta a la vez que cerraba los ojos sin siquiera preocuparse de que hubiera un montón de gente a su alrededor.
—Parece que es ChanYeol y que sí tiene novio —escuchó a su lado y con una sonrisa asomándose entre sus labios ladeó la cabeza para profundizar el beso.
ChanYeol recién en ese momento le correspondió, como si acabara de comprender el porqué de sus acciones. El tipo lo tomó de la cintura y lo atrajo hacia sí, ante lo cual inconscientemente soltó un quejido de sorpresa.
—Pueden dejar de besarse. Ya se fueron.
Soltó a ChanYeol con lentitud al escuchar el susurró burlón de JongDae. No pudo echarse hacia atrás y hacer como si no pasara nada, así que, al despegarse del contrario, fingió una sonrisa y dejó un pequeño beso sobre sus labios para luego soltarlo. Ni cuenta se dio de que se paró de puntillas para alcanzar al más alto.
—No importa cuantas veces se besen frente a mí, sigue siendo igual de sorprendente como la primera vez —comentó JongDae con burla.
A modo de evitar las reprimendas decidió tomar una copa de champán que llevaba uno de los meseros y se la tragó al seco. Sintió que necesitaba perder un poco el conocimiento para soportar todo aquello. ¿ChanYeol era heterosexual?, volvió a preguntarse.
—Baek, comportamiento social —le recordó el pelinegro y él apretó los dientes.
—Hijo de puta —susurró sin dirigirse a nadie en particular—. ¿Podemos irnos ya a la habitación?
—¿Quieres irte? —preguntó JongDae, visiblemente entristecido—. Aún es temprano y quedan muchos canapés.
—Me iré con BaekHyun primero —dijo ChanYeol.
—BaekBee —corrigió MinSeok a modo de burla, generando en él un ceño fruncido y una risa estrepitosa por parte del castaño.
—La abejita que zumba... —canturreó JongDae, recibiendo un manotón de su parte.
—Imbécil.
Pasó por el lado de ambos tipos y se dirigió a la entrada. Por detrás suyo oyó los pasos de ChanYeol, así que se detuvo y esperó al sujeto para tomarlo de la mano, porque sabía que aún había gente viéndolos. Le sonrió al tipo que estaba en la entrada a modo de despedida y caminó a paso rápido con el pelinegro a su lado; no lo soltó hasta que subieron al ascensor.
—Baek, ¿qué mierda te pasa?
Se quedó con la mirada fija en las puertas doradas y contuvo el aliento durante unos pocos segundos antes de escupir la duda que rondaba en su cabeza.
—¿Así que eres heterosexual?
—Hey...
—Ni siquiera bisexual, sino que solo te gustan las chicas —interrumpió.
Miró al contrario con el ceño fruncido, pero luego negó con la cabeza, aunque el gesto fue más para él que para el pelinegro. Después de todo, ¿cómo podía exigirle cualquier mierda? No eran nada, solo se besaron unas cuantas veces y era su dueño. No había nada más que eso.
Salió del ascensor cuando las puertas se abrieron y con paso rápido se plató delante de la puerta de la habitación que les correspondía. Con los brazos cruzados esperó a que ChanYeol llegara a su lado para meter la tarjeta negra sobre la ranura. Una vez en el interior caminó directo a la que era su habitación y comenzó a desabotonarse la camisa de seda con enfado.
—BaekHyun. —Ignoró el llamado—. ¿Por qué estás enojado? ¿Es por ese comentario? ¿De verdad estás enojado por eso?
Se giró y puso los brazos en jarra. Alcanzó a desbotonarse unos cuatro botones y ChanYeol ni siquiera se sacó la chaqueta del traje cuando entró a la habitación.
—Estoy en la puta mierda, ChanYeol —susurró sincero y agobiado, ya sin poder contenerse más—. ¿Cómo se supone que debería sentirme? Han pasado miles de cosas en pocos días y mi mundo está patas arriba. ¡Y tú...! —Guardó silencio un momento mientras lo apuntaba—. Tú estás ahí sonriéndoles a todo como si fueses el mejor hombre del mundo.
—BaekHyun, tengo una vida más allá de la que tú conoces.
—¡Lo sé! Pude darme cuenta.
Fingió una sonrisa y se terminó de quitar la camisa, dejándola tirada en algún lugar de la habitación, aún demasiado enfadado como para reparar en lo costosa que era. El pelinegro lo sujetó del brazo, deteniendo sus movimientos.
—Dijiste que te gustaba, BaekHyun —se burló el otro—. ¿Recién eres consiente de que te gusta alguien de quien no conoces ni la mitad?
Quiso gritarle que no le gustaba, que mintió para que JunMyeon le diera la posibilidad de ir hasta allí y hacer una maldita misión. Tuvo muchas ganas de decirle que no tenía ningún interés en su estúpida altura, en sus tatuajes, en sus cicatrices, en la forma de sus ojos ni en lo bien delineado de sus labios. Realmente quiso decírselo, pero en ese momento dudó qué era mentira y qué no.
—No puedo creer que en algún momento me llamaste la atención —dijo por fin, con aire derrotado.
Procedió a quitarse los zapatos con sus propios pies y se desabotonó el único botón del pantalón, aún enfadado. ChanYeol no dejó que hiciera mucho más, porque lo agarró del brazo y lo obligó a que se volteara a mirarlo. Se encontró con los ojos negros del tipo y tuvo muchas ganas de gritarle que se largara, incluso pensó hacerlo, pero ChanYeol lo detuvo por completo al estampar los labios contra los suyos con urgencia, callando sus pensamientos de inmediato.
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