Capítulo IX
—YiFan, quiero saber si...
La mano lo soltó y el inmediatamente cayó al suelo alfombrado a pesar de que intentó afirmarse del escritorio. Estaba tan concentrado en igualar su respiración y en ahuyentar las lágrimas que cubrieron sus ojos que no tuvo ni idea de quién lo salvó. Mayor no pudo ser su sorpresa cuando vio a ChanYeol junto a otro tipo parado debajo del marco de la puerta.
—Lamento interrumpir —fue la única mierda que se le ocurrió decir al bastardo. Si BaekHyun tuviera fuerza le gritaría algo.
Por suerte, fue el tipo que lo acompañaba quien le dio un codazo e ingresó a la habitación para ayudarlo. A ese hombre lo vio por algún lado, pero no sabía quién era, aunque no por eso no se dejó ayudar.
—YiFan, ¿cuántas veces hemos hablado de que no quiero que hagas mierdas de estas en la oficina? Tienes todo el resto del recinto para hacerlo, pero aquí no.
Lentamente se irguió y se afirmó del escritorio. Una vez que estuvo completamente de pie se llevó las manos al cuello y acarició donde anteriormente presionaron, notando los relieves que quedaron marcados debido a los dedos ajenos.
—Maldito bastardo —susurró con dificultad, ganándose un chasquido de lengua por parte del rubio y una mirada sorprendida del desconocido.
—¿Quién es este chico?
—El chico de ChanYeol —respondió YiFan sin darle mucha atención y volvió a sentarse en su escritorio.
—¡No es mi chico! —respondió rápidamente el aludido y con paso firme ingresó a la habitación.
—A partir de ahora seguirá siéndolo. —El rubio miró a BaekHyun al decir aquellas palabras y él comprendió que con eso el tipo firmó el contrato.
ChanYeol tuvo intenciones de hablar, pero el sujeto desconocido se le adelantó, se acercó a BaekHyun y le extendió la mano.
—Soy JunMyeon. Me encargo del área de relaciones humanas.
Elevó una ceja, incrédulo. ¿Relaciones humanas? ¿Dentro de esa mierda había humanos? Al parecer, su confusión fue evidente, porque el rubio tuvo que explicarle.
—Es mi colega directo y se encarga de que esta mierda sea "legal". —Mierda. YiFan incluso hizo las comillas con gesto de manos y todo—. ¿Ustedes por qué están aquí? —preguntó el rubio hacia el pelinegro, quien bufó, al parecer molesto por que recién le prestaran atención.
—Quiero hablar contigo. —ChanYeol le dirigió una mirada a BaekHyun y luego espetó—: A solas.
Estuvo muy tentado a reírse con ironía, pero caminó lentamente hacia la salida de la habitación. Después de todo, aún le dolía el cuerpo a morir y todavía recuperaba el aire. Una vez fuera apoyó la espalda en una de las paredes, aprovechando que estaba solo en el lugar se pasó con frustración la mano sana por el cabello, desordenando este y bufando luego. ¿En qué mierda se metió? ¿Cómo haría que ChanYeol volviera a confiar en él?
—Que me jodan... —susurró para sí mismo mientras apretaba los ojos y gemía, molesto y amurrado, como un niño pequeño.
—BaekHyun, necesitamos hablar.
Se asustó al escuchar la voz grabe hablarle desde lo alto, cosa que lo hizo desequilibrarse e irse hacia atrás, pasó a llevar una mesilla que hacía de base para una vasija y estuvo a punto de verla en el suelo si no fuera por sus rápidos movimientos. Sonrió nervioso una vez que la puso correctamente en su lugar y ChanYeol solo se mantuvo ahí con el ceño fruncido, tan evidentemente enojado que BaekHyun supo que no sería bueno hablar con él, para nada.
—Claro. ¿Qué necesitas?
—¿Qué necesitas? —El chico rio irónico, miró hacia otro lado y puso los brazos en jarra—. ¿Eres imbécil? ¿Qué le dijiste a YiFan?
Se enderezó, se llevó con nerviosismo la mano al cuello y se rascó la zona porque la reciente costra le picaba. El pelinegro se enfocó en el lugar y luego desvió la mirada a la vez que suspiraba. El tipo estaba al límite y eso era obvio.
—Salgamos de aquí. Necesitamos hablar.
El sujeto lo tomó de la muñeca y tiró de él, sacándole un grito y llevándolo a dirigir el otro brazo hacia la mano de ChanYeol, donde enterró las uñas en un intento de que lo soltara. El tipo se giró a mirarlo y lo soltó, también abrió la boca para tirarle mierda, pero BaekHyun ni siquiera le prestó atención y se llevó la mano al hombro mientras dejaba que su espalda cayera con pesadez sobre la pared, sacándole un quejido de por medio.
ChanYeol lo tiró del brazo izquierdo, aquel que estaba herido.
—Mierda. ¿Te hice daño?
—Eres un imbécil —susurró con molestia, importándole una puta mierda que hace unos minutos hizo un acuerdo con YiFan—. ¿Por qué estás tan insensible?
Con el ceño fruncido pasó por un lado del chico para dirigirse a las escaleras con la esperanza de llegar hasta el doctor loco, porque sabía que el ardor que sentía en la zona no era normal.
—BaekHyun —llamó el chico.
Se detuvo y apoyó la mano sana en la pared para afirmarse, de repente sintió una punzada en la cabeza y un balanceo que posiblemente antecedía al desmayo. No se tomó sus medicamentos a la hora de comer y recién recordó eso.
—BaekHyun —volvió a llamar.
—¡¿Qué?! —gritó, volteándose, ya con los ojos llorosos porque lo único que quería era estar en el interior de su cama mientras veía comedias coreanas y comía pizza—. ¿Qué quieres? —dijo luego, más suavemente, sonando cansado incluso.
—¿Estás bien?
Tragó grueso, sin saber qué responder, porque no, no estaba bien, pero tampoco quería que ChanYeol le tuviera lástima y lo tratara como un desvalido. A pesar de que esa podría ser una buena estrategia para volver a tener la confianza del tipo, no estaba dispuesto a mostrarse indefenso, no en ese momento al menos.
—Sí —respondió, pero no lo miró.
Para su sorpresa, el contrario lo tomó de la barbilla, alzándola en el proceso, y lo obligó a que lo mirara, cosa que hizo temblar de inmediato su corazón. BaekHyun creyó que nunca estuvo tan cerca del rostro de ChanYeol.
—Déjame revisar.
Las manos del pelinegro se dirigieron con suavidad a su hombro y tiraron del cuello de la camiseta manga larga para mostrar el parche sobre la piel. No hubo palabras, pero sí muchas miradas, como si en cada momento el tipo le preguntara si podía moverse o tocar un poco más, a lo cual BaekHyun simplemente miró, disfrutando de la cercanía y del aliento del contrario tan cerca de su mejilla. Cuando sintió que el alto tiró la cinta para quitar el parche hizo una mueca por el dolor, ganándose una mirada preocupada por parte del otro, quien de igual forma no se detuvo.
—¿Antes estaba así?
Miró la herida y apretó los ojos con fuerza, conteniendo la furia—. ¡Me abriste la herida!
—Mierda. BaekHyun, perdón.
No dijo nada y simplemente pasó por su lado mientras se sujetaba el brazo herido. Le importó una mierda si el tipo se enojaba de nuevo con él; ahora quería la grapadora cutánea de KyungSoo. Si era necesario que la trajera en el bolsillo lo haría.
—¿A dónde vas? —El contrario caminó con paso rápido hacia él para bajar por las escaleras a su par.
—Con KyungSoo —dijo por decir, sin prestarle mucha atención al otro.
—¿Se llevan mejor?
Se detuvo a mirarlo con el ceño fruncido y notó por primera vez en el rostro de ChanYeol una sonrisa avergonzada. Pestañó unas cuantas veces al verlo con esa expresión y continuó con su camino.
—Me ayuda con las curaciones. —Recordó la primera vez que el doctor le puso la grapadora sobre la piel—. Gracias por decirle que me curara cuando estuve encerrado.
ChanYeol se tomó unos segundos en responder—. Era tu dueño en aquel momento, así que debía cuidar de ti.
BaekHyun le envió una mirada acusadora, acordándose de las palabras de YiFan.
—¿No eres de nuevo mi dueño? —Por supuesto que la cagó diciendo eso, porque el pelinegro hizo una línea con los labios y cruzó los brazos, molesto.
—De hecho, por eso salí de la oficina. Debemos hablar.
El tipo bajó más rápido, adelantándolo y dejándolo con una mueca en los labios. Al parecer, a ChanYeol se le olvidó que le rajó el brazo, pero BaekHyun no se preocupó. Prefirió bajar las escaleras con cuidado, sabiendo que no podía moverse mucho de igual forma. KyungSoo le dijo que se encontraba muy débil y que debía guardar reposo, aunque él no lo hizo por tener la necesidad de encontrar a ChanYeol en cuanto salió de la perrera.
Una vez que llegó al primer piso se encontró nuevamente con el pelinegro, quien lo esperó con los brazos cruzados mientras se apoyaba en la pared.
En el primer piso del edificio estaban todas las áreas "públicas"—si es que realmente podían llamarse así—, como el comedor, los baños más amplios y la mierda de consulta médica de KyungSoo.
—¿Por qué andas tan lento?
Debes caerle bien, se repitió dentro de su cabeza para no decir alguna mierda, pero al parecer el tipo notó en sus expresiones la molestia, porque chasqueó la lengua.
—Me duele el cuerpo —contestó con simpleza.
Pasó por un lado del tipo como si no le importara. Los hombres iban de un lado a otro, pero nunca chocaron con él como lo hicieron antes. De igual forma, a BaekHyun no le importó, le tiraría mierda a cualquiera que lo tocara en ese momento, porque le ardía el culo de ira y de seguro se le notaba en la cara, especialmente en el rechinido de sus dientes.
—¿Qué pasó? —preguntó KyungSoo apenas abrió la puerta de la habitación donde estaban las camillas.
Cuando el doctor vio a ChanYeol abrió los ojos, sorprendido. Se vio completamente ridículo a los ojos de BaekHyun.
—¡¿Dónde mierda estabas?!
El sujeto pequeño pasó por su lado y se concentró en ChanYeol, cosa que le importó bien poco; solo quería que su hombro dejara de sangrar. Porque sí, BaekHyun sintió correr la sangre a la altura de sus costillas. Caminó a la camilla desocupada más próxima y se sentó allí.
—Estaba ocupado —mencionó ChanYeol despacio, sabiendo que KyungSoo enojado era peligroso, mucho más de lo normal.
BaekHyun se concentró en sus dolencias, así que tiró del inicio de la camiseta con cuidado para quitársela, solo consiguió llegar hasta un poco más arriba del ombligo. Sin poder evitarlo un grito salió de su boca, llamando la atención de los otros dos.
—Déjame ayudarte —dijo el bajito y se acercó a él.
ChanYeol se quedó donde estaba, cruzó los brazos y frunció le ceño. KyungSoo lo ayudó a quitarse por completo la camiseta y luego el parche, dejando ver la herida y la piel separada. De todos los corchetes solo quedaban dos.
—¡BaekHyun! —El doctor se hizo hacia atrás para mirarlo de mejor manera, poniendo esa expresión de mierda, enojado—. Dije que debías reposar si no querías que la herida volviera a abrirse. ¿Por qué mierda no haces caso?
Se llevó la mano sana a la cabeza, la pasó bruscamente por el pelo, detuvo el talón sobre su frente e hizo una ligera presión. Cerró los ojos y respiró profundamente, sin saber si gritarle al médico o largarse a llorar.
—Hey, ¿estás bien?
Abrió los ojos y miró hacia otro lado, concentrándose en una de las murallas y en el pequeño Cristo de madera que colgaba de la pared que estaba por detrás del andrajoso escritorio del médico.
—¿Qué pasó? —preguntó KyungSoo suavemente y acercó las cosas para curarlo.
—Fue mi culpa. Me olvidé de la herida y tiré de él.
El doctor tuvo que girarse por completo para mirar a ChanYeol, pero BaekHyun no le prestó atención a nada de eso. Él simplemente se concentró en observar lo asquerosa que estaban las baldosas mientras se mordía el labio inferior en un intento de controlarse a sí mismo, dentro de él las cosas estaban al límite. Si ya era malo que estuviera en ese lugar contra su voluntad, era mucho peor estar herido e intentar tener a ChanYeol de su lado. Apostó con su vida, maldición.
Se llevó la mano al rostro para cubrirse este y cerró fuertemente los ojos. ¿Cómo pensó que sería una buena idea?
—BaekHyun —llamó el médico, consiguiendo su atención—. Lo haré con cuidado.
Bien. Era la primera vez que KyungSoo parecía tan amable y no supo por qué, pero lo único que quería era largarse de ahí para agarrar algo a patadas o largarse a llorar.
—Solo tíralo encima—dijo cuando vio que el bajito tomó un algodón con unas pinzas. Sabía que limpiaría nuevamente la herida.
Para cuando el doctor le hizo caso BaekHyun no supo si tomó una buena decisión, ya que el alcohol cayó sobre su herida, mojándole el pecho y sacándole un grito ronco. Vio de reojo que ChanYeol dio un paso hacia él, como si realmente pudiera ayudar en algo. Cuando notó que KyungSoo tomó la grapadora cutánea apretó los ojos y afirmó con la mano sana fuertemente las sábanas a la vez que se mordía el labio inferior.
Uno. Dos. Tres...
—¿Cuántos son?
—ChanYeol, cállate —dijo KyungSoo, quien tenía la mirada fija en la herida.
El recién nombrado se acercó a ellos y BaekHyun giró la cabeza para no mirarlo.
—Es más grande que la mía.
Le sorprendió lo que dijo el pelinegro y le dedicó una mirada, encontrándose de inmediato con esos intensos ojos oscuros.
—Llegó hasta el hueso —comentó KyungSoo como si BaekHyun no estuviera ahí—. Me preocupa que se infecte. Tiene la piel delicada. ¿Le has visto las ronchas?
Suspiró y acarició su propia rodilla cubierta por la tela del jeans, ya sintiéndose mejor al ver que KyungSoo alejó la grapadora.
—Estará bien dentro de poco, ¿no?
—No sabría decirte. —El doctor fue a uno de los muebles para sacar gasa y cinta—. Su cicatrización es lenta, no sé si se debe a que es naturalmente así o por la deshidratación e inanición.
Se quedaron en silencio y BaekHyun hizo una mueca cuando las manos ajenas presionaron sobre la herida para poner bien el parche.
—¿Qué debe hacer?
—Solo reposar y comer bien. —KyungSoo chasqueó la lengua, pero continuó con la mirada en la curación—. Sería ideal que alguien lo cuidara.
—Volví a ser su dueño.
KyungSoo se quedó quieto y miró al más alto—. ¿En serio?
—¿Les dijiste a todos que ya no te hacías cargo de mí? —preguntó BaekHyun y lo miró molesto, herido en el fondo—. Con razón MinSeok y JongDae me acompañaron todo el tiempo. Si no hubiera sido así yo... —Detuvo su propio diálogo y suspiró. Necesitaba salir de ahí.
Se puso de pie con rapidez al ver que KyungSoo se quedó petrificado, como si quisiera simular que era una estatua o una mierda de esas, quizás para no meterse en la conversación y así no recibir la patada en el culo que podría darle BaekHyun. Porque se le notaba, maldición. Sabía perfectamente lo tenso que estaban los nervios de su cuello, cómo se marcaba su vena en la frente y lo apretado de sus dientes. Estaba a punto de explotar.
Se puso la camiseta de un tirón, sin soltar ningún quejido en el proceso, aunque tuvo que morderse la lengua para no gritar.
—Gracias —fue lo único que le dijo a KyungSoo antes de salir de ahí con paso rápido.
Maldita sea. Dejó a ChanYeol atrás como un maldito bastardo cuando en ese momento debería estar chupándole la polla para que YiFan no terminara matándolo.
—¡Hazte a un lado! —gritó molesto cuando se encontró a unos tipos obstruyendo el pasillo, al parecer hablando entre sí.
Quien le daba la espalda se giró a mirarlo con el ceño fruncido, pero antes de que el tipo abriera la boca BaekHyun le pegó un puntapié en la canilla, haciendo que el chico se doblegara para acariciarse la zona herida. Ninguno se movió. Todos callaron y se giraron a mirarlo, pero él simplemente siguió caminando, porque en ese momento podían chuparle el dedo chico del pie todas las mierdas esas.
—ChanYeol.
Uno de los presentes llamó al alto, al parecer para pedirle algún tipo de explicación y BaekHyun miró sobre su hombro, encontrándose al chico parado del otro lado del pasillo, mirándolo con las cejas alzadas.
—Me lo follo —escuchó decir desde atrás.
Él simplemente levantó el brazo sano y sacó el dedo medio sin siquiera voltearse. Que se jodan, pensó. Caminó a paso rápido por el lugar y por suerte no escuchó pasos que lo siguieran hasta un poco después, pero BaekHyun ya conocía ese sonido y era estúpido que reconociera el caminar de ChanYeol.
—¡BaekHyun! —Por delante de él vio a JongDae, quien abrió los brazos y sonrió, sonrisa que perdió al ver por detrás de él—. ChanYeol...
Pasó de largo de igual forma y se dirigió al ventanal del comedor que daba con el patio. Apenas pisó el pasto mal cortado le sujetaron la muñeca, esta vez del brazo sano.
—¿A dónde vas? —preguntó ChanYeol con la voz tensa.
No respondió y se soltó del agarre para caminar al campo de tiro, el cual no quedaba muy lejos del lugar. De hecho, BaekHyun ya podía ver cómo a lo lejos se alzaban las figuras que eran el blanco. No sabía usar pistolas, pero fue con la intensión de buscar alguna mierda con la que descargar su ira.
—¿Qué haces? —insistió ChanYeol desde atrás, aún siguiéndolo.
Se detuvo delante de una gran habitación que tenía la puerta abierta hacia el campo. Dentro del lugar había muchas armas y cosas que BaekHyun no conocía, pero le dio igual y simplemente esquivó a los tipos que lo miraron para pasar al interior de la oscura habitación. Miró a todos lados en busca de una mínima cosa que conociera, concentrándose siempre en los objetos y no en los ojos de las personas que estaban ahí, quienes lo miraron como bicho raro, porque de seguro no era normal que un recién llegado se creyera el rey del mundo e hiciera a un lado a todos para pasar. Sin embargo, a Byun BaekHyun le daba completamente igual, por él que le chuparan el pene.
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