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Capítulo I

Sus ojos estaban vendados, sus manos se encontraban atadas por detrás de su espalda y el cabello sudoroso se le apegaba a la nuca. Estaba sentado sobre algo duro y sus manos tocaron lo que pareció ser una pared de cemento con pintura descascarada. Supuso que el lugar estaba a oscuras porque, aunque tuvo la venda cubriéndole los ojos, no pudo apreciar nada de luminosidad.

Escuchó una puerta metálica abriéndose y desde ahí todo pareció tener sonido. Escuchó su respiración agitada y lamentos de personas se hicieron presentes a su alrededor, provocando que se diera cuenta que no estaba solo.

Unos pasos resonaron dentro de la habitación. BaekHyun lo escuchó perfectamente, venían hacia él. Su cuerpo tembló y un jadeo escapó de sus labios cuando lo agarraron con fuerza del brazo y lo obligaron a levantarse. Sus piernas flaquearon cuando se vio forzado a dar el primer paso, pero se dispuso a caminar por sí mismo para no recibir los bruscos empujones que le daba el hombre que tenía por detrás. El sujeto lo condujo a una habitación mucho más iluminada y lo dejaron caer sobre algo un poco más blando. Quien lo llevó le desató las manos y le sacó la venda con brusquedad, ante lo cual se percató que estaba sentado sobre una cama y era acompañado por otros dos hombres.

La puerta se cerró, dándole a entender que quien lo llevó finalmente se fue y con ello se percató que uno de los chicos le sonrió de medio lado y se acercó a él con pasos lentos. Por el contrario, el otro chico le daba la espalda y pareció más concentrado en revisar algo en su celular. Finalmente, ese chico alto y de cabello rubio se acercó a él y se sentó a su lado en la cama, lo cual lo cohibió.

No tenía ni puta idea de dónde estaba ni cómo llegó ahí. Solo sentía dolor en sus manos por el frío y en sus muñecas ante la fricción que se produjo debido al contacto con la soga que lo limitó. No obstante, poco a poco fue más consciente de lo que sucedía, cosa que provocó que el terror lo inundara por completo, pero no por eso se dejó mostrar débil, BaekHyun no era para nada así.

El rubio que se sentó a su lado le pasó la mano por la mejilla, ante lo cual se hizo hacia un lado para evitar el contacto, aunque fue eso mismo lo que provocó que la fuerte mano del tipo se situara en su nuca con brusquedad, deteniendo cualquier acto de su parte.

Por el rabillo del ojo vio que el otro chico en la habitación se volteó hacia ellos y pareció desinteresado por estar colocándose un reloj de muñeca. Una vez que el tipo los miró a ambos, soltó una exclamación. Al parecer sorprendido por verlo.

—¿Nuevo chico? —preguntó el tipo que aún estaba de pie.

—Llegó la nueva carga.

Quien estaba a su lado se levantó y BaekHyun notó que detrás de la oreja de este se extendía un tatuaje que enseñaba una simple S acompañada de una H.

—YiXing dijo que también habría chico para mí, aunque aún no me ha avisado de nada.

El tipo del reloj lo miró con atención y él no hizo más que sostener su mirada, intentando parecer fuerte, invencible, pero también buscando ayuda en los ojos de cualquiera.

—No quedan muchos chicos, ChanYeol.

Las manos de BaekHyun temblaron cuando vio como el tal ChanYeol se acercaba a él, mirándolo siempre con el ceño fruncido, pareciendo curioso.

—No creo que este chico sea bueno para ti.

—¿Intentas robármelo? —Una suave risa provino de la boca del tipo que estuvo a su lado, quien se apoyó sobre un escritorio y los miró desde lejos.

—Solo creo que no es adecuado para tu área. —El alto hizo un gesto de cabeza, como si lo evaluara—. ¿JunMyeon ya lo revisó?

—El bastardo ni siquiera sabe que llegó la nueva carga. YiXing se encargó de traerme uno sin que él lo supiera.

El ceño de ChanYeol se frunció y su vista la dirigió hacia el otro chico. BaekHyun sintió una gran mano sostenerlo por la mandíbula. Un estremecimiento recorrió su cuerpo y sus ojos quedaron anclados en los del chico pelinegro.

—No te dejaré a este chico. Lo quiero en mi área.

—Simplemente lo quieres para ti, bastardo.

El chico del reloj rio—. Vamos, SeHun. Este chico se puede aprovechar mucho más conmigo que en tus manos.

El aludido empezó a reír, luego se reincorporó y se acercó hasta ellos con las manos en las caderas. SeHun abrió la boca con la intención de decir algo, pero justo en ese momento la puerta se abrió estrepitosamente.

—¡Tú, maldito niño!

BaekHyun se cohibió de forma instintiva cuando vio a un nuevo hombre ingresar a la habitación, este pareció enfadado y, a pesar de que era más bajo en estatura que los otros dos, se notaba que tenía un poder mucho mayor.

—Tu perrito faldero me lo trajo.

—No hables así de él, bastardo de mirada. Ahora pásame al chico.

SeHun movió las manos hacia BaekHyun, dándole la señal de que no había ningún problema con que se lo llevara. ChanYeol se hizo a un lado cuando vio que el tipo se acercaba a ellos y se puso junto a SeHun con las manos juntas por detrás de la espalda, siguiendo el protocolo.

—Byun BaekHyun, veintidós años. Cursa la carrera de derecho, tiene buen estatus económico y, maldición, el imbécil tiene una vida de ensueño —soltó el recién llegado, provocando en él un estremecimiento al escuchar sus datos personales.

El chico que ingresó a la habitación lo tomó de un brazo y lo obligó a levantarse del colchón para después ser empujado hacia el más alto de los otros dos chicos, haciendo que este abriera los brazos para sujetarlo de forma inconsciente y así evitar que cayera al suelo.

—ChanYeol, felicidades. Este es tu nuevo chico. Me lo cuidas que es valioso.

—JunMyeon...

—JunMyeon nada. —El recién nombrado le hizo un gesto para que se detuviera—. Quiero que lo lleves de inmediato con KyungSoo para que lo revise. —ChanYeol tuvo la intención de abrir la boca para decir algo al respecto, pero la voz de JunMyeon lo hizo callar—. Y tú, imbécil, te vas con LuHan de inmediato.

En respuesta, el rubio solo hizo una mueca con los labios y maldijo a JunMyeon por lo bajo, ganándose un puntapié por parte del chico, lo que provocó que se doblegara en su lugar para acariciarse la zona herida.

—Muévete, ChanYeol. Ya te mandé.

—Claro.

Las grandes manos del chico se situaron sobre los hombros de BaekHyun y lo obligaran a caminar, provocando otro estremecimiento en su cuerpo que fue demasiado obvio. Ambos salieron de la habitación mientras se escuchaba de fondo como JunMyeon regañaba a SeHun.

—¿Dónde estoy? —se atrevió a preguntar sin siquiera titubear. Era Byun BaekHyun después de todo. No dejaría que ningún imbécil se mostrara superior ante él.

El chico alto no le contestó y continuó caminando sin siquiera dirigirle la mirada, cosa que de inmediato lo hizo apretar los dientes al sentirse ignorado. Iban por un pasillo mal iluminado, con paredes, suelo y techo de un color grisáceo sucio. Había algunas puertas de vez en cuando, las cuales eran metálicas o de madera. Las luces estaban ancladas al techo y estas pestañeaban. El pasillo era largo, casi infinito.

Se detuvieron delante de una puerta metálica que tenía una pequeña rejilla en lo alto. ChanYeol tocó dos veces sobre la superficie antes de que esta se abriera. Un chico de unos veinticinco años apareció detrás de esta, usaba ropa negra por debajo de una bata de doctor sucia con sangre seca.

—¿Chico nuevo? —El aparente médico se mostró aburrido y cansado.

—JunMyeon lo mandó para revisión.

La puerta se abrió más y ChanYeol lo empujó por la espalda, logrando que entrara completamente a la habitación. El lugar era amplio y oscuro. Había camillas que tenían los cabeceros apegados a las paredes de los laterales, separándose entre sí por un exiguo metro. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue que algunas de las camillas estaban ocupadas y en una de ellas había un hombre que en uno de sus brazos tenía una cortadura tan profunda que podía llegar a ver el hueso. Estaba acostumbrado a ver fotografías de asesinatos debido a los casos que debía resolver, pero aun así nunca vio una herida tan grande de forma tan... directa. Rápidamente le dio la espalda, se apoyó en la pared y se hizo hacia adelante al tener una arcada. El médico chasqueó la lengua por detrás de él y se tragó el comentario que tenía para decirle.

El doctor lo tomó bruscamente del brazo y lo empujó para que se sentara sobre una silla cercana. El hombre puso los dedos alrededor de la piel de sus ojos y lo obligó a abrirlos para apuntarlo con una linterna. BaekHyun tuvo la necesidad de cerrar los ojos debido a lo fuerte de la luz, pero los dedos del hombre se lo impidieron.

Volvieron a tomar su brazo con brusquedad y quedó de pie delante del doctor, quien levantó uno de sus brazos y le dio un fuerte golpe en la nariz, provocando que volviera a quedar sentado en la silla. La acción del bajo no tuvo ningún maldito sentido y fue eso lo que molestó aún más a BaekHyun.

Llevó amabas manos a la zona dañada y notó que caía sangre de uno de sus orificios nasales, algo que provocó una terrible ira creciente dentro de él, cosa que lo hizo ponerse de pie y empujar al bajito por los hombros, provocando que este diera un paso hacia atrás. El médico lo miró confundido, como si BaekHyun lo hubiese golpeado primero. El chico que lo llevó hasta ahí se largó a reír, lo que provocó que lo mirara con el ceño fruncido, dispuesto a saltar sobre él si era necesario.

El hombrecillo que estaba delante de él chasqueó la lengua y se encogió de hombros—. La mierda esta tiene carácter.

BaekHyun soltó un bufido y se pasó la mano por debajo de la nariz para quitar el rastro de sangre. ChanYeol lo miró desde la entrada del lugar y le mostró una pequeña sonrisa, burlón.

Se levantó de la silla cuando vio que el doctor fue hacia el hombre que estaba en la camilla.

—Vámonos de aquí. —El alto le hizo un gesto de manos y él se quedó mirándolo un rato, pensando si había alguna oportunidad para escapar o algo, pero el lugar estaba cerrado por todos lados.

Una vez que estuvo delante de ChanYeol este lo tomó de la babilla con brusquedad y le metió algo en uno de sus orificios nasales. Se asustó y quitó aquello, dándose cuenta que solo se trataba de un poco de algodón. Luego de enviarle una mirada insegura suspiró y se puso el algodón en la nariz. El chico lo tomó del brazo y lo sacó de la habitación, llevándolo por el extenso pasillo hasta que se detuvo frente a una puerta metálica. Una vez que la abrió se encontró con una amplia habitación, en la cual había unas cuantas sillas y mesas estudiantiles en mal estado.

Aparte de ellos había más gente, bastante, aunque únicamente hombres. Algunos conversaban entre sí, pero la mayoría estaban igual o más desorientados que BaekHyun, aunque muchos de ellos más asustados que él, claramente.

—Buenas tardes. —Un hombre alto y vestido de traje habló desde un lugar de la habitación, llamando la atención de todos los presentes—. Ahora mismo comenzaremos con la iniciación de la nueva carga, así que sienten a sus chicos y pónganse a sus costados.

No le hablaron a él, así que se concentró en mirar a su alrededor, encontrándose con la puerta abierta a lo lejos. Sin embargo, muchos hombres estaban ahí, al parecer sin dejar ningún tipo de posibilidad de que alguien saliera. En ese momento pasaron muchas cosas por su mente. Intentó crear hipótesis en base a lo que vivía en ese instante, pero no encontró datos coherentes y, aunque no quisiera admitirlo, tenía poco interés en descubrir la verdad tras todo eso. En lo único que pensaba era que tenía un examen el lunes y él no tenía ni puta idea de qué día era.

El chico alto que lo acompañó todo ese tiempo lo empujó por la espalda e hizo que se sentara en una de las sillas que había en el lugar. Tuvo muchas ganas de tirarle mierdas en la cara, pero se calló al ser consciente de su entorno. Había mucha gente a su alrededor, en su mayoría eran hombres jóvenes los que se encontraban sentados, mientras que a sus costados se situaban hombres mucho mayores, más corpulentos y definitivamente nada decentes, al menos en apariencia. Los jóvenes que estaban de pie eran pocos y, en su mayoría, ninguno se veía como una persona normal, excepto uno.

Se giró sobre la silla, sin preocuparse por lo que hablaba el hombre frente a él, y se concentró en el chico que lo llevó hasta ahí. Era alto, delgado, pelinegro y de piel blanca. Normal, se repitió en su cabeza. Claro, el chico parecía tan corriente que incluso lo podría confundir con sus compañeros de facultad. Ese pensamiento lo hizo dudar de su estadía ahí, de la lógica que tenía todo aquello. Un sueño no era, pero podía ser cualquier otra cosa, quizás un reality show o incluso un experimento social. En realidad, cualquier mierda podría ser, pero definitivamente no terminaba de caberle en la cabeza que ahí podían hacerle daño, no teniendo junto a él a aquel chico al menos.

—Supongo que la mayoría de ustedes se pregunta qué hacen aquí. —Fijó su mirada al frente al escuchar algo que sí le interesó.—. Diré de entrada que no es nada bueno. Morirán en este lugar, quieran o no.

Las palabras duras e insensibles hicieron que BaekHyun levantara una ceja, escéptico. Sí, de seguro en ese instante salía en la televisión para una mierda de esas.

—Ahora les explicaré de qué trata esto.

En la pared blanca y agrietada que estaba frente a ellos apareció una imagen gracias al proyector que colgaba desde lo alto del techo. El hombre apretó un botón en el control que tenía en sus manos para cambiar la imagen.

—Primero, me presentaré. —A continuación se proyectaron unas letras en la pared, indicando el nombre del sujeto—. Mi nombre es Wu YiFan y estoy a cargo de toda esta mierda junto con Kim JunMyeon.

BaekHyun apoyó el codo derecho sobre la mesa y reposó la barbilla sobre el talón de su mano. Soltó una risa, llamado la atención de algunos.

—Hasta un niño de primaria hace mejores presentaciones que tú.

El comentario fue jodido y le ardió el culo a muchos, BaekHyun no necesitó pensar demasiado en ello para darse cuenta. Sin embargo, por algún motivo extraño se sintió satisfecho al ver como varios hombres se acercaron a él, de seguro con la intención de asustarlo o incluso golpearlo.

—No se preocupen por esa mierdecilla. Su dueño luego le enseñará cómo comportarse.

YiFan lo ignoró deliberadamente, tanto así que llegó a ofenderlo. El hombre solo apretó el botón y apuntó al proyector, apareció entonces el nombre de otro tipo junto a una foto. BaekHyun lo reconoció como el tal JunMyeon.

—Debo mencionar para qué están aquí. —El hombre se movió por el lugar—. Necesitamos ingresos y gente que nos ayude con eso. —La imagen cambió, mostrando luego tres palabras—. A groso modo, tenemos tres áreas: Muerte, sexo y droga. Lo escucharán así y es por eso que así se les presenta.

BaekHyun entrecruzó sus propios dedos y apoyó la mano sobre sus labios, sintiéndose impaciente por lo próximo que se proyectaría. Notó por dónde iba todo y se cuestionó si podría servirle para hacer su próximo ensayo para la universidad.

Otro cambio en la pantalla mostró debajo de cada una de las palabras la foto de un hombre.

—Miren estas caras. Ellos son quienes representan estas palabras.

No los reconocía, a ninguno.

—Miren a su derecha. Se encontrarán con quién será su dueño.—Se mordió el labio, evitando largarse a reír por lo estúpido que sonó eso—. De verdad tienen que mirarlos, de esa manera podrán comprender lo siguiente que mencionaré.

Siguiendo el juego, BaekHyun giró un poco la cabeza hacia su derecha, encontrándose con los ojos del alto y su común sonrisa burlona, cosa que lo hizo volver la vista hacia el frente y poner los ojos en blanco.

—Miren la pantalla y fíjense dónde está su dueño. Saldrá debajo de cada palabra. —El hombre hizo una pausa y apretó el botón—. Donde esté su dueño será el lugar donde pertenecen.

Su mirada recorrió con desgano la imagen, aburrido y deseando largarse de ahí cuanto antes porque tenía ganas de comer frutillas y de ese lugar de seguro no obtendría ningún tipo de pago a cambio.

Muerte.

Al darse cuenta que ya localizó a su "dueño" se decidió por mirar un poco más, reconociendo el nombre de SeHun debajo de Sexo. YiFan cambió la imagen, dejando que la palabra Muerte se viera en grande en el centro de la pantalla.

—Quiero que todos los que sean de esta rama se pongan de pie.

Miró a su alrededor y luego a ChanYeol, quien tenía la vista fija en el frente. Nadie se levantó y BaekHyun no quería ser el primero en hacerlo, porque no deseaba que sus compañeros de universidad se burlaran de él luego de que lo vieran a través de la televisión. Sin embargo, hablamos de Byun BaekHyun, el chico que bebía cerveza con los profesores y que salía todos los fines de semana de fiesta.

Se levantó, fue el primero y tuvo los ojos vagando por su alrededor, extrañado de que nadie más se pusiera de pie.

—Me gusta tu chico, Park —felicitó el hombre con una sonrisa a quien estaba a su derecha.

Puso los ojos en blanco y miró más de cerca a ChanYeol al estar de pie. El chico nunca le dirigió la mirada y seguía con la vista hacia el frente, casi como si no tuviese posibilidad de moverse.

Otros chicos se levantaron de sus asientos, parecieron tan asustados y débiles que se sintió confundido. Después de todo, de seguro en unas horas estarían todos en el exterior comiéndose un sándwich y tomando juguito en caja.

—Los que pertenecen a esta categoría váyanse con el jefe de su área.

Un nuevo hombre se movió hacia el centro. El tipo tenía una camisa blanca y unos pantalones ajustados. Se veía normal y joven, aunque en su expresión se notaba lo cabreado que estaba. Le cayó bien con tan solo mirarlo.

Le envió una mirada con cejas alzadas al pelinegro que estaba a su lado, esperando que este le dijera algo o que al menos caminara en alguna dirección, pero el tipo solo le hizo un gesto de cabeza para que caminara en dirección a la salida de la habitación. Mientras tanto BaekHyun se planteó lo que sucedió y pensó en el trasfondo que tenía todo aquello.

—En esta área las cosas son más sencillas de lo que parecen.

BaekHyun volvió a la realidad al escuchar tales palabras. Se dejó llevar por la multitud y, todos los que se pusieron de pie hace unos minutos, ingresaron a una nueva habitación.

—Soy Kim JongDae, jefe de la categoría Muerte. —El chico hizo un gesto de desinterés con la mano—. Las cosas son fáciles aquí. Solo deben regirse bajo una frase: Matas o te matan, como en la guerra. —El hombre cruzó los brazos detrás de su espalda y se movió por el lugar—. Somos personas malas y ustedes lo serán si no quieren terminar muertos. Somos un área de aprendizaje y quien es su dueño será su profesor para que sean ustedes quienes maten y no a los que maten. ¿Comprenden lo que quiero decir?

Se formó un silencio en el lugar, como si JongDae esperara una contestación, pero no recibió ninguna palabra de parte de la multitud. Lo único que se escuchó fueron los suaves sollozos que provinieron de una parte de la habitación. Aquello confundió a BaekHyun, después de todo, no creía que alguien pensara que todo aquello era cierto.

Escuchar los sollozos hizo sentir satisfecho a JongDae, porque este sonrió y se acercó hacia quien emitía ese sonido de manera lenta, como si deseara causar miedo en el chico.

—Quiero que saquen a sus chicos de aquí. Este lugar apesta a meado. —JongDae les envió a todos una mirada de repugnancia y salió de la habitación.

BaekHyun miró a su alrededor de manera confundida, ya sintiendo algo extraño en el pecho al ver como todos a su alrededor permanecían con esa expresión tan asustada, cómo sus cuerpos temblaban y no dejaban de llorar. Solo en ese momento BaekHyun fue consciente, pudo oler lo apestoso del lugar, miró la cara seria de todas las personas que se encontraban ahí y una corriente fría recorrió su cuerpo, haciéndolo volver a la realidad. Aquello no era ningún experimento social ni tampoco saldría en la televisión. No solo lo llevaron ahí contra su voluntad, sino que también para estrujar todo de él y conseguir cualquier beneficio que se presentara.

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