Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•|Capítulo 19|•

A la noche siguiente, llegué a la institución con poca motivación que de costumbre, ahora podría recalcar que estoy en una Academia donde todos te quieren chupar la sangre. No me quiero imaginar lo peor.

—“Necesito unas vacaciones.”— Apenas llevo un mes en la Academia y ya me quiero cambiar en otra que si valga la pena.

Hasta estoy considerando la idea de no asistir a clases y reprobar el semestre. Pero estaría mejor hablarlo directamente.

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me fijé por donde iba chocando con una espalda, para mi mala suerte era aquél pelinaranja que me había topado en mi primer día.

—¡Oe! ¡Mira por donde caminas, pedazo de...!—. Calló su oración al verme, fruncí un poco el ceño cruzándome de brazos.

—Hola.— Saludé como si nada, sin dejar de mirarlo fijamente. —¿Y tu grupito de amigos?

—Tch. Cállate.— No dijo nada más, y se adentró a la institución.

Su silueta se perdió entre los demás estudiantes que también entraban a ésta escuela ratera, me sorprende que ellos no quieran cambiar de escuela o simplemente cerrar la escuela por robo de... Agh, tranquilo Tatsumi, ya estás exagerando.

Me sobé la sien para tranquilizarme sin cambiar mi expresión neutral. En el receso iré a hablar con el Director Atsushi.

(...)

Bostecé sonoramente, parándome de mi asiento, ya estamos en la hora de receso.

—¡Oe, Heimin-Baka!

No mames. El Oreo-Baka no me deja de joder, y lo peor es que Laito y Kanato también me joden la vida. ¿Qué sigue? ¿Todos los Sakamakis?

—¿Qué...?

No pude terminar mi oración, cuando siento un ligero roce de labios cuando giraba mi cabeza hacia la izquierda. Me sorprendió que hasta no pude asimilarlo, pero al ver que era Laito me lo tomé con tranquilidad, mientras él se separó de mi rostro con una sonrisa traviesa.

Ignoré lo que pasó recién y lo saludé. —Hola, Laito-san.

Él pareció darle un tick, pero vi que lo disimuló, bastante bien diría yo.

—Buenas, Tami-kun~.— Me abraza por encima de lo hombros, acción de él que me hace cortar la distancia entre nosotros dos.

—¡Maldito, pervertido, te mataré!

—“¿Ahora Ayato-san intenta copiar a Bakugō?”— Eso definitivamente se mamó.

—No te preocupes, Ayato.— El peli-lila de ojos penetrantes miró en nuestra dirección, sonriendo de medio lado. —No dejaré que mi hermano mayor toque lo que es mío. ¿Verdad, Teddy~?

Eso último le susurra a su osito de felpa, para después que él soltase risas tenues. A-la-ver-ga.

Desprevenidamente siento unos labios posarse en mi mejilla, mi vista se cruzó con la del pelimarrón del sombrero, quien se hallaba sonrojado sin quitar su sonrisa lasciva.

—Are~Are. No hace falta ser egoístas, Kanato y Ayato-kun, nfu~. Hay suficiente Tami para todos.— Luego sonrió terminando de decir aquello como si nada.

Ya está, me están usando como justamente predije que pasaría. Un momento, ahora que recuerdo...

—“¿Y Yui-san?”— Veo que el salón está vacío, pero no hay nadie. ¿Dónde estará?

Sin dificultad me levanté de mi sitio zafándome del agarre de Laito, sorprendiéndolo.

—Oye, ¿qué sucede?

—¿Y Yui-san?

Miré a Ayato, luego a Laito, quienes fruncieron un poco el ceño a su manera.

—¿Por qué preguntas por ella?—. Preguntó Kanato... ¿Celoso? Estrujando a su Teddy.

—¡¿Acaso te gusta!?—. El pelirrojo me agarra del mentón mirándome con enojo. Negué con la cabeza sereno, el ojiverde menor me suelta lentamente del agarre. —Bueno, no sé porqué preguntas por ella, pero te lo diré.— Asentí, dejando que prosiguiera pero con un deje serio. —Ella está en la mansión.

—¿Por qué?

—Tch.— Chasqueó la lengua. —Despertó por alguna extraña razón con una enfermedad que la hace toser mucho y sus mejillas estaban rojas.

—¿Tiene tos y fiebre?

—¡Sí, eso!

—¿Y ya le dieron algo para que se cure?

El trío de hermanos se miraron entre sí, para que después de segundos me responde el pelirrojo.

—No lo sé.— ¿Es tonto o se hace?

—Reiji siempre se encarga de ella cuando está en mal estado.— Contesta el peli-lila está vez. ¿Okey?

—Pero no creo que sea tan grave, nfu~. Después de todo ya no nos interesa.— ¿Cómo dice que dijo?

—“Entonces, faltará en estos días.”— Fuck. Maldita sea.

No es que me importase a Yui-san sobre su salud y eso. Lo que me preocupa es que tengo que aguantar a los trillizos Sakamakis, pero... antes se “interesaban” por ella... ¿Por qué ahora?

—No comprendo.— Murmuré para mis adentros, no sabía que estaba pensando mucho, hasta sentir que alguien toca mi cabeza y la acaricia.

—Tatsumi~.— Ah, es Kanato. ¿Por qué me mira de forma dulce, si hace unos momentos estaba loquito? —Te ves adorable cuando estás pensativo.

—¿Hm?

¿Qué raioz?

—Tch, dejalo. Kanato.— Mandó el ojiverde menor arisco. —Sólo Ore-Sama puede tocarlo.

—No tan rápido, Ayato-kun.— Ahora irrumpe Laito, sonriendo con falsedad. —Pero en eso último estás muy equivocado.

—Ambos lo están.— Ahora volvió el Kanato serio y recto.

Mierda. ¿Por qué siento tensión sexual?

—“Esto no acabará bien.”— Nuevamente estoy jodido.

—Pero~, Tami-kun sería más adorable si pusiera una mueca de dolor al morderlo.— Oigo que Laito se relame los labios al terminar de decir eso.

Me mantuve inerte ante su declaración masoquista.

—No si yo lo hago primero.— Entonces siento un jalón de mi brazo izquierdo.

Mis hombros quedan descubiertos gracias a Kanato-san, no manches.

Las miradas de los tres vampiros no tardaron en iluminarse, con algo de impaciencia me mordieron. Ayato estaba detrás mía abrazándome por medio de la cintura mordiéndome en el cuello. Mientras a Kanato y Laito mordieron en mis hombros con brusquedad.

Si piensan que con eso me dolerá... necesitarán más que eso.

Recuerdo que en aquella ocasión en la que Ayato me mordió por segunda vez en los pasillos, me mordió tan ferozmente que hasta sentía punzadas en donde mordía, sintiendo un dolor que era... incondicional.

Las palabras de Reiji me hicieron recordar justo ahora como balazo.

Vamos... Quejate del dolor incondicional...

De nuevo, inconscientemente sonreí afligido, cerrando los ojos. Siento como ellos dejan de chupar mi sangre, para después lamer la zona sin antes dejar un beso. ¿Qué necesidad...?

—Ta-Tami-kun...— Laito me miró sorprendido, yo lo miré sin quitar mi rostro inexpresivo, sin borrar aún mis sonrisa nostálgica y triste.

—¿Eh?—. El agarre de Ayato sobre mí se hizo más fuerte, hizo que nuestros cuerpos se acercaran peligrosamente. —Oe, ¿ahora qué te pasa?

—¡Tch! De nuevo, ¡no pudimos hacerlo que se quejara de dolor...!—. Luego calló abruptamente, para mirar a su oso sorprendido cambiando su faceta molesta a una sorprendida. —¿Q-Qué... Teddy?

—Bueno...— Hablé con neutralidad, acomodándome el uniforme. —Envés de que me hacieran sufrir, me hicieron recordar algo...

—¿Umh? ¿Qué cosa, Tatsumi?

Dirijo mi mirada en ellos, sonriéndoles cerrado. —En que mis emociones salen de a poco...— Dudé en responder, pero al final, lo hice. —Gracias a ustedes, chicos.— Por término me rasco la mejilla con mi dedo índice, sintiendo un ambiente indescifrable.

Veo que sus rostros se muestran sorprendidos, dejándome ahora a mí confundido.
De pronto siento unos brazos rodear mi cuerpo, alcé la mirada encontrándome a los Sakamakis abrazándome. ¿Será el fin del mundo por esto? No creo. Lo que me sorprende es que ellos sean vampiros y muestren afecto hacia... mí.

—¿Por qué me abrazan?

Ellos al oírme preguntar aquello se separan de mí, como si nada hubiera pasado.

—Lo hicimos por pena.— Respondió Ayato con brusquedad, desviando la mirada. —No te creas la gran cosa, idiota.

—“Ajá, y yo soy Onodera.”— Mi cara no podía estar más Poker que antes.

¿Éstos chicos son Tsunderes o qué?

(...)

En la siguiente parte vendrá lo chido. 7u7


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro