
Capítulo 13.
POV HEEJIN
De un momento a otro ya me encontraba con la espalda recostada en el cabezal de la cama. Hyunjin estaba encima mío, se movía en círculos por toda mi entrepierna que ahora solo era cubierta por mi boxer. Ambas estábamos en ropa interior, todo fue tan rápido... que no recuerdo en qué momento la longitud de mi cuello ya se encontraba con marcas rojas, no lo podía ver, pero cuando sentí sus fuertes succiones di por hecho de que habría secuelas.
- Hy-Hyunjin~ - Gemí al sentir su húmeda intimidad pasear por mi miembro ya erecto, respire hondo y trate de controlar mis malditas hormonas, pero... ¿Como hacerlo si al frente mío estaba la chica más sexy y caliente del maldito internado?
- Te tengo una sorpresa.
Fruncí mi ceño cuando se separó de mi, salió de la cama y recorrió todo el cuarto hasta llegar a su vestido que se encontraba al otro extremo de la habitación - Hace unos días... - Hizo una pausa - Cuando cierta persona comenzó a ignorarme - Sentí la indirecta - Pude encontrar algo interesante. Ah. Bueno, en realidad lo encontré hoy por la tarde. Pero desde antes ya tenía una idea de donde lo hallaría.
En ese momento no sabría describir lo que sentí. De una de las aberturas del vestido sacó dos condones con una envoltura rosada - Y por cierto, son de una muy buena marca - Rio para después acercarse y sentarse a una orilla de donde yo estaba.
- ¿D-Durex...? - Leí como si se tratara de una pequeña niñita en sus primeros días de aprendizaje - ¿Dónde lo encontraste?
- Eso es lo de menos, Heejin - Iba a responder pero verla subir a la cama y gatear hasta donde yo me encontraba provoco que me quedara sin aliento.
- Bueno, y... ¿Que tal si es de una de las monjas?
Bien hecho Heejin lo arruinaste otra vez. Me reprendí cuando noté la mueca asqueada que hizo.
- Lo encontré en el laboratorio A1. Donde se reúnen los del club de ciencias.
- ¿Cuál de los dos?
- En el que pertenece Jinsoul, duh. Ni siquiera se como entrar al otro.
- Ah... - Por un milisegundo me puse a pensar el por qué el club de ciencias tendría preservativos, pero inmediatamente salí del transe cuando sentí el peso de Hyunjin sobre mi cintura.
- ¿Quieres hacer los honores? - Su mirada felina logró persuadirme. Me incline un poco hasta quedar prácticamente sentada. Nuestras miradas chocaron, sonrió y se acercó más a mí - Vamos, no tenemos todo el tiempo - Susurro cerca a mi oído. Mi corazón latió con fuerza, creí que en cualquier momento saldría de mi pecho. Si, ya se que estoy exagerando pero realmente me sentía así.
Deslizó sus manos hasta las mías y las elevó hasta la altura de su espalda, más precisamente en el lugar donde se encontraba el broche que retenía su sujetador - ¿Qué esperas?
Respire hondo, me arme de valor y le quite aquella tela que me hacía imposible la vista a sus hermosos pechos. Sus mejillas se sonrojaron. Sentí la excitación recorrer cada rincón de mi piel... era inevitable.
- Tócalos - Asentí. Con la yema de mis manos tome sus pezones y los estiré. Un sonoro gemido no se hizo esperar - S-Sigue haciendo eso.
Escucharla pedir más de mi logró romper el detonante que retenía mis precarios comportamientos. Con mis manos la empuje hasta la cama, tome sus muñecas y las coloqué a cada lado de su cabeza.
- Parece que alguien se está revelando - Pronunció en un burlón susurro. Yo por mi parte solo podía observar lo tierna y sexy que se veía.
La miré sin decir nada. Tal parece que eso la intimidó un poco ya que sus mejillas se tornaron aún más rojas, apartó la mirada y frunció levemente sus labios - Deja de mirarme tanto.
- Me gusta verte - Confesé. No sabía si era momento adecuado pero tenía que decirlo.
- C-Calla... ah~
Comencé a chupar sus pechos con algo de brusquedad, pero no con tanta intensidad como para lastimarla - L-Lo haces muy bien, nerd.
[...]
Heejin se mantuvo jugando con la punta de los pezones de su contraria por un buen período de tiempo. Aquello era muy placentero para Hyunjin, pero ella quería algo más, quería sentirla dentro y lo necesita ya. No quería seguir con los estúpidos juegos previos.
- D-Deja de jugar, Heejin...
Cuando no escucho respuesta la peli roja volvió a tomar la delantera. Extendió sus manos y la empujó de igual manera en la que Heejin lo había hecho anteriormente.
- Sí sigues tratando de calentarme y no hacer nada al respecto, tienes que ser consciente qué hay miles de chicas ahí afuera que sin queja alguna lo harían por ti.
Heejin abrió los ojos y negó. Deslizó sus brazos por la cintura de su contraria, apretó levemente y la abrazó en forma posesiva - No... y-yo quiero ser la única que te haga sentir bien...
- Demuéstralo.
La castaña asintió y sutilmente la empujo nuevamente sobre la cama. Se miraron una a la otra hasta que Heejin supo que era suficiente, tenía que hacerla sentir bien a como de lugar.
Se fue inclinando poco a poco hasta quedar solo a centímetros del cuello de la peli roja, en el cual emanaba su característico aroma a vainilla francesa.
Mordió su labio inferior para proceder a atacar entre succiones y besos la extensión de la suave piel. Poco después fue deslizándose hasta el abdomen pronunciado de la peli roja provocando así que el vientre de Hyunjin se contrajera cuando los finos dedos de su mayor tomaron una esquina de sus bragas - He-Heejin... te dije que no jugaras.
- Lo siento...
Remojo sus labios para acto seguido tomar el borde de la ropa interior con sus propios dientes. Jalo con lentitud sin percatarse que los orbes de sus ojos estaban comenzando a oscurecerse más de la cuenta.
Con la palma de su mano tocó la entrada de Hyunjin, quien apenas sintió la calidez arqueó su espalda en un movimiento involuntario.
- He-Heejin, ya déjate de ton... - Abrió sus ojos al sentir algo cálido frotarse en su intimidad, se mordió el labio y agitó su cabeza para retomar compostura - E-El preservativo idiota.
- No se donde esta... - Susurro nerviosa.
- Es en serio... agh. ¿Acaso es tu primera vez o que mierda?
- Bueno...
- ¿Es tu primera...?
Se sobo la nuca, asintió y se sentó en la cama con aún su miembro erecto - Esto es tan vergonzoso...
- Supongo que tendré que tener algo más de tolerancia contigo - Bufó y gateo hasta al otro extremo de la cama, lugar donde estaba uno de los condones.
Heejin trago en seco al ver perfectamente el sexo de la peli roja. Hyunjin lo noto y movió un poco sus caderas en son de provocación - Cualquiera que estuviera en tu lugar hubiera...
- Yo no soy cualquiera...
- Lo se - Respondió. Tomó el preservativo, rompió la envoltura para finalmente regresar a la posición inicial; Hyunjin a horcajadas de Heejin.
- Tú podrás tener un amigo de más entre tus piernas - Se acercó a la oreja de su mayor - Pero eso no significa que me podrás dominar.
- Hmm... - Hyunjin gimió al tener la punta del pene de su mayor casi dentro de su intimidad. Por otro lado, la castaña había sido prohibida de realizar algún movimiento y si por defecto lo hacía la peli roja le tendría un pequeño castigo que ni la mismísima Heejin sabía de que trataba.
El ambiente se hizo caluroso, por consecuente una capa de sudor cubría las frentes de ambas chicas. La peli roja no soporto más el delirio, abrazo a su contraria y le comenzó arañar su espalda por el leve dolor que sentía en su parte baja.
- ¿E-Estás bien?
- Sí.
Luego de articular esa última palabra se escuchó un sonido semejante a un aplauso acompañado de un gemido que podría ser escuchado por todas las otras habitaciones vecinas, pero eso poco le importo a la peli roja, quien en una empalada se metió todo el miembro de Heejin en ella.
Sintió todos los músculos de su vagina abrir paso al muy buen dotado amigo de su mayor, mordió su labio y no pudo aguantar el gemido de placer y dolor al tenerla tan dentro.
- ¡He-Heejin!
[...]
POV HEEJIN
La luz del sol se posó en mi rostro, abrí mis ojos percatándome que tenía un peso de más en mi brazo. Arrugue mi nariz y voltee hacia el lado izquierdo de la cama.
- ¡Hyunjin! - Abrí mis ojos como platos, retrocedí con mis codos provocando que llegara al filo del colchón.
- ¿Ahora que? - Musito Hyunjin sin siquiera abrir los ojos, entre en pánico cuando se acercó y tocó uno de mis pechos inconscientemente.
- ¡Ah! - Grite al caerme de la cama, mi respiración estaba errática y mi mirada se quedó en el techo. En eso la cabeza de Hyunjin se asomó, tenía un ceño fruncido y unos ojos completamente cansados. ¿Acaso había corrido una maratón?
- ¿Ahora que te sucede, nerd? - Trague en seco y me paré. La miré notando que estaba completamente desnuda. Baje la mirada. Y yo también .
- ¿Tu...? - La señale con el dedo - ¿Yo...? - Me señale esta vez a mi misma.
- Es de mala educación señalar a la gente - Me reprendió para luego voltearse y cubrirse la mitad de su cuerpo.
- Oye Hyunjin, dejaste la puerta abier...
¡Esto debe ser una broma!
Jungeun abrió su boca en grande, miró hacia dirección de Hyunjin y luego hacia mi.
- Que.... ¡Oh mierda!
Su mirada había bajado a mi entrepierna.
- C-Creo que vendré más t-tarde... - Carcajeó nerviosa - Ustedes sigan con lo suyo...
El sonido de la puerta ser azotada retumbo entre las cuatro paredes. Suspire y voltee hacia la cama.
- No te preocupes, ella ya lo sabía.
- ¡¿Qué?!
- Uhm... - Me miró de arriba a abajo y sonrió - Deberías ponerte algo. Y de paso escaparte y comprar unas pastillas para el dolor.
- ¿Dolor?
- Me duele... - Hizo un puchero inocente, aunque sabía que de inocente no tenía nada - Aquí - señaló su parte baja.
Si tuviera que describirme ahora mismo diría que estoy igual o más roja que un semáforo en alto.
[...]
Digamos que ahora me encontraba escondiéndome detrás de un arbusto mientras esperaba que el de seguridad bajara la guardia.
Corrí lo más rápido que pude y salí del internado en busca de sus pastillas. Yo insistí en llevarla a la enfermería pero ella no quizo, no recuerdo muy bien qué pasó, pero... agh. ¿por qué tengo memoria de pollo?
No tarde mucho en volver. Hice el mismo procedimiento e ingrese al internado con las patillas y algunas cosas que me había pedido Hyunjin...
Todo estaba yendo en correctas condiciones ¡Es mas! Ya estaba comenzando a recordar algunas cosas.
Claro, pero por cosas del universo nada podía salirme bien. Apenas puse el pie en la escalera para subir a la segunda planta noté muchas miradas en mi persona.
- ¿Ella no es Heejin? - Escuche entre susurros. Trate de ignorarlos pero al seguir subiendo las escaleras me topé con más chicas observándome.
¡Y eso no era lo peor!
Al parecer todas tenían una manía con mirarme el día de hoy, normalmente yo soy invisible para la gente... pero como que algo no me cuadra.
En eso sentí una mano tocar mí entrepierna.
- ¡¿Qué te pasa?!
Aquella chica se limitó a sonreírme, guiñarme un ojo y reírse a carcajadas junto a sus amigas apenas cambiaron de pasillo.
- ¿Pero qué...?
~
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