Capítulo 24
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—Déjalo ahí, después veré donde colocarlos —Le dije a uno de mis hombres.
—Appa... —Man Shik jugueteó con la piel de mi oreja.
—¿Te gusta la nueva casa? —Lo miré, lo acomodé mejor entre mis brazos —Hay que ir a buscar a tu hermana.
Nos dirigimos a uno de los pasillos.
La casa de la playa ya estaba lista así que estábamos pasando nuestras pertenencias, nos estábamos mudando a lo que sería nuestro nuevo hogar, un lugar que mandé a construir especialmente para mis tres personas especiales.
A medida que avanzábamos, podía oler claramente el olor a flores y a plantas. Una puerta blanca se interpuso en nuestro camino, toqué una vez y después abrí la puerta con una mano, las cortinas blancas estaban amarradas, dejando entrar luz, aunque el techo de cristal ayudaba aún más a eso. En las paredes, esquinas y alrededor de las ventanas había naturaleza, rosas, flores, y un sinfín de plantas que apenas conocía, muchas de ellas jamás las había visto. Había una cama grande en medio de la habitación, sabanas negras y suaves que yo mismo me había encargado de escoger, en ella estaba mi gran amor, mi Adara yacía dormida ahí, mientras era aseada por la enfermera y su amiga Ayumi y a un costado estaba Dasom, observando todo con curiosidad e inocencia.
—¡Oh, señor In! No me había dado cuenta de que estaba aquí, ahora mismo visto a la señora... —Dejó de pasar el paño húmedo sobre la piel de mi chica e intentó buscar la ropa.
—Siga con su trabajo, es mi mujer, no hay nada en ella que yo no conozca —Le dije, me di la vuelta y caminé a una de las ventanas, se podía ver el mar, y se podía escuchar el oleaje desde aquí, era perfecto y pacífico, por eso había colocado esta habitación aquí, a Adara iba a gustarle mucho.
Man Shik movió los bracitos con emoción al ver las olas.
—Ya esta lista, señor In —Miré a la enfermera, hizo una reverencia y salió de la habitación, dejándome a solas con Ayumi, los niños y Adara.
Me alejé de la ventana y caminé a la cama, en donde dejé a Man Shik sobre las sábanas y me senté a lado del cuerpo de Adara.
Su piel, pálida y sus labios apenas rosados, las oscuras pestañas acariciando la piel debajo de sus ojos. El cabello de carbón sobre las almohadas blancas y negras.
Acaricié con mis dedos la piel de sus mejillas.
—Señor... —Ayumi murmuró.
—¿Hm?
—Yo... escuché sobre la esperanza que hay —Dejé de acariciar la mejilla de mi mujer —Me preguntaba qué va a suceder.
—¿Qué quieres decir?
—¿Va a hacerlo?
Volví a acariciar la piel de mi chica.
—¿Inexorable? —Insistió.
—Hay riesgos, Ayumi. Muchos, para mis hijos. Dasom estaba muy débil cuando me dio energía, no sabemos qué le haga el que le dé a Adara, podría matarla, hacerlo podría matarlos y no puedo arriesgarme —Miré a los infantes jugar a un lado del cuerpo de su madre.
La bruja blanca había investigado más al respecto, no había mucha información debido a que mis hijos eran los primeros en su clase, pero había una gran posibilidad de que, si dejáramos que ambos donaran energía a Adara, ellos podrían quedar muy débiles, demasiado. Son demasiados pequeños para esto, no saben controlarlo, no puedo quitarles su esencia para salvar a su madre, por más que desee tener a Adara de vuelta, por más que la extrañe, por más que desee que ella vea a nuestros hijos, por más que yo este decayendo cada tanto, no puedo hacerles eso a mis hijos, no puedo.
No debo...
Aun no sabíamos que otras cosas podían hacer los niños, si había algo más que aún no sabíamos sobre ellos. Hasta el momento, Dasom era la única que había mostrado ciertas habilidades, Man Shik se ha mantenido como cualquier bebé común, pero sé que no lo es, lo sé.
—¿Y si es la única forma de hacerla volver?
—Entonces tendré que... tendré que dejarla ir en algún momento —Murmuré, sosteniendo la mano de Adara. No sabía si era capaz de hacerlo porque mientras pronunciaba esas palabras, lo único que era capaz de hacer era aferrarme con fuerza y devoción a la mano de la madre de mis dos hijos.
Comencé a trabajar de nuevo, más por placer que por necesidad. En ocasiones lo hacía desde casa, nadie desconocido pisaba el departamento, solo atendía los casos y cuando tomaba uno, llevaba la información a casa, de esa forma no dejaba a los niños solos tanto tiempo, confiaba en la enfermera, sabía todo sobre ella, pero yo tenía una necesidad de verlos todo el tiempo, de asegurarme de que estuvieran bien, de que estuvieran seguros, necesitaba saber que estaban bien.
Los chicos también los cuidaban de vez en cuando, pero ellos tenían sus propios asuntos y trabajos.
—Aquí estabas... —Escuché a Jin a mis espaldas. Hace media hora que había salido de la habitación de Adara y había venido a la playa en donde le había pedido matrimonio —Elegiste un buen lugar, siempre lo haces.
Ambos miramos las olas golpear en la orilla.
—Aquí le pedí matrimonio —Dije. Eso era algo que ellos nos sabían del todo. Había sido algo de mi chica y yo, era tan reciente que nadie lo sabía.
—Casarte. Jamás pensé verte hacerlo, pero... era obvio que lo harías con ella.
—No pude hacerlo.
Una de sus manos palmeo mi espalda.
—Lo harás.
—No va a despertar, Seok Jin... —Aseguré.
—¿Lo has visto? —Lo sentí mirarme.
—No... no exactamente. Antes de que los chicos nacieran había tenido una visión, justo aquí, con los niños, éramos ellos y yo, sin Adara. Al principio no le tomé demasiada importancia a eso, estaba muy emocionado por haberlos visto que pasé por alto ese detalle, o quizás no quise verlo, pero ella no estaba ahí, los niños debían tener entre tres o cuatro años...
—Entonces podrás esperar.
Negué con la cabeza.
—¿Es humano retenerla de esa forma? ¿la estoy amando al hacerlo? —Lo miré por primera vez desde que llegó, él dejó de mirarme —Tú...
—Lo mío era distinto, Jungkook. Adara es un alma dorada, no es cualquier persona. Escucha, sí, la estas reteniendo dentro de su propio cuerpo, encerrada, pero dime la verdad... ¿crees que ella sigue ahí, crees que podría despertar con la ayuda de tus hijos? ¿lo harías si supieras que ellos estarían bien?
Miré el mar.
—¿Nunca pensaste que podías cambiar tus visiones?
—Ya no la siento, Jin...
—¿Y si es porque está de esa forma, y si es por su nula energía? No te estoy diciendo que uses a tus hijos, solo estoy diciendo que... aun tienes esperanzas.
—Mierda.
—Hyo Ji ha estado trabajando con los niños, están comenzando a crecer, en un par de meses cumplirán su primer año, ella dijo que entre más crecen, más fuertes se vuelven. No la dejes ir hasta que tus esperanzas estén en cero. Pero tienes que recargarte...
Lo miré al instante.
—Lo sé, sé lo que piensas, lo comprendo. Pero ¿prefieres tomar de tu hija, de Man Shik?
—No voy a engañar a...
—Jeon ¿crees que no lo he notado? Estas volviendo a tener mareos, tu piel se está poniendo pálida de nuevo, te quedas dormido, estas volviendo a decaer. Hay mil cosas que hacer, tienes que estar fuerte...
Lo vi irse.
De solo pensarlo me daba náuseas
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Inicios de abril.
No podía creer lo rápido que pasa el tiempo, aun es algo que me provoca incredulidad, no es algo que podamos tocar, es indomable, y nos arrastra con él. Es jodido.
Siempre odie el tiempo, pensar en las horas, en los minutos y segundos, en los meses, en los años, me exasperaba pensar y pensar en el tiempo porque me recordaba a mí mismo que jamás tendría un fin, que siempre estaría aquí, observando cómo todos se van y cómo yo me quedaba.
Observando como el tiempo arrastraba a los demás con él y el cómo yo me quedaba atrás, el cómo el tiempo no era capaz de llevarme con él, era jodido. Lo sigue siendo, pero es distinto ahora, me sorprende lo rápido que avanza, y lo veloz que hace que mis hijos crezcan, me da nostalgia.
Un mes. Un mes más y mis hijos cumplirán su primer año, el primer año. Un año desde que...
—¿Señor Jeon? —Escucho la voz de Yumi.
—Estoy aquí —Le digo.
—Sus hijos ya están aquí...
Asiento.
Yumi deja la puerta entrecerrada, a los pocos minutos escucho como la puerta se abre de par en par y como dos mini cuerpitos entran con torpeza, a sus espaldas veo a Hyo Ji y Namjoon.
—¡Appa, appa! —Esa es la forma de saludar de Man Shik, está usando un diminuto overol, sus cabellos negros descansan sobre su frentita, veo saltar sus cabellos mientras camina a donde me encuentro.
—¡Hola! —Le contesto mientras me deslizo en la silla y me acerco a él —¿Te la pasaste bien, mh?
Me muestra un juguete que trae en las manos.
A unos pasos veo a Dasom. Lleva puesto un vestidito color negro, medias blancas y zapatos del mismo tono de su vestido, siento orgullo de haberla vestido tan bella.
—Dasom... ¿no piensas saludar a tu appa? —Le dice Hyo Ji y la niña hizo un puchero.
—¿Qué pasa, himmel? Ven aquí, princesa.
La veo corretear y meterse entre mis piernas para esconderse en mi cuerpo. La rodeo con un brazo porque el otro lo tengo sobre el niño, levanto la mirada para ver a los dos adultos delante de mí.
—Pasó un incidente... —Comienza Nam, acomoda sus lentes sobre el puente de su nariz.
—Tuvimos que borrarle la memoria a alguien —Se le adelanta su novia, porque seguro que ya lo es.
—¿Qué dices? —Los miro con advertencia, más que nada a Namjoon por haber dejado que su bruja hiciera eso.
—¡Fue por el bien de tus hijos, Jeon! —Explica, con rapidez.
—Explica, Kim.
—Man Shik demostró avances en sus habilidades... —El niño alzó la cabeza ante la mención de su nombre —Los llevamos a un parque, estaban jugando con otros niños y tu hijo tomó energía de una flor y...
—¿Puedes evitarte el suspenso y hablar? —Le dije, hastiado.
—La convirtió en energía. Otro niño vio eso, tuve que intervenir en su mente... —Me puse de pie —Señor In...
—Les dije que no era seguro que ellos salieran.
—Son niños, tienen que convivir con otros pequeños... ¿Que harás cuando tengan que empezar la escuela?
—¿Quien dijo que irían?
—Tienen que ir —Señaló, más bien exigió.
Fruncí mi ceño.
—Eso es algo que yo tengo que decidir, soy su padre... —Les di la espalda.
Nadie mencionó nada. Yo inhalé profundo y miré un punto fijo en la pared.
—Yumi dijo que volviste a rechazar a Micca... —Comentó Namjoon. Yo me reí.
—Les dije que no voy a tener sexo, mucho menos con ella.
—Jeon...
—Olvídalo Kim, no quiero hablar de eso delante de los chicos —Me di la vuelta y concentré mi atención a los niños, me agaché y acaricié sus cabellitos.
Me daba tanta paz tenerlos cerca... y pensar que el día en el que nacieron yo solo quise correr, y estuve huyendo por casi dos meses, antes de darme el privilegio de conocerlos y enamorarme de ellos.
Por dios, ¿dónde jodidos estaba el Jeon Jungkook, el señor In, Inexorable, ese jodido hombre antes de Adara? No podía encontrarlo por ningún maldito lado, solo encontraba uno que se agachaba para ver a los ojos a sus hijos, un Jungkook que se despertaba por las madrugadas cuando sus niños se ponían de intensos, solo encuentro un hombre irrevocablemente enamorado de una única mujer, un hombre destrozado debido a que perdió a la única mujer que desea.
Ese es el único Jeon Jungkook que existe ahora.
—¿Ya te vas a casa? Nosotros tenemos que volver.
—Sí, los estaba esperando.
Ellos asintieron y caminaron a la puerta después de despedirse de mis hijos.
—Gracias por cuidarlos —Les dije, mi amigo salió por la puerta, pero Hyo Ji se quedó ahí, mirándome.
—Suelta lo que tengas que decir.
—No puedes mantenerlos escondidos, sé que te gustaría eso, entiendo que tengas miedo de perder lo único que tienes de Adara, pero los niños tienen que aprender, ver el mundo. No hagas lo mismo que hizo Roma con tu mujer... —Solo la escuché, no quise verla a la cara.
—Como sea.
—Están avanzando rápido, muy rápido. Posiblemente serán capaces de hacerlo muy pronto...
Cuando se fue, pude respirar mejor.
En los meses anteriores, Hyo Ji había trabajado con los niños, eran muy pequeños para entender, para captar y para concentrarse, son niños, ellos no entienden que tienen la capacidad de salvar a su madre, una mujer que no conocen, que solo han visto dormir. La conocen, saben quién es Adara cuando la mencionan, saben que es la mujer dormida en casa, en la habitación de rosas, pero no tienen idea de que es su omma.
La maldita habitación de rosas ayuda a su energía, lo sabemos por Hyo Ji, la piel de Adara ha mejorado, el color de su piel ha dejado de verse tan pálida, pero no es suficiente, es muy lento. Su cuerpo, debido a la falta de movimiento, podría verse afectado, y ha pasado casi un año... si no apresuramos esto... no sé qué pasará.
—Appa... —Man Shik me mira.
Tengo que decidir.
¡Hola! hemos vuelto, ya llego el mes de Inexorable, había estado deseando que llegara abril para poder actualizar aquí y poder presumir ese banner bonito que fue creado por la maravillosa @dorasilove, fue uno de nuestros premios por haber ganado el primer lugar como historia madura ¿a que esta hermoso? lo amo, si no siguen a Dora, vayan a seguirla, tiene unas historias asombrosas.
En fin, este capítulo no es mi favorito, estaba trabada, aun lo estoy, pero siento que si me concentro mucho en eso... no tendremos actualizaciones.
Díganme que piensan hasta ahora, díganmelo todo, deseo leer sus pensamientos.
Como siempre, gracias por leer, por votar y por comenzar a comentar de vez en cuando.
P. D: Presiento que, de alguna manera, tengo que aprender cómo usar el banner y dónde es mejor ponerlo. Sugerencias aquí.
P.D.2 : Himmel quiere decir cielo en alemán, si no mal recuerdo jajaja.
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